Al hacer esta fotografía recordé un fragmento de verso de Los parasoles de Afrodita: "sanguíneo mar de poniente".
Todo se me enreda. La serie fotogràfica " los mares del Sur" busca el finis terrae. Yo anido en tierra y sueño con un sol rojo como las candelas derritiéndose en el horizonte marino. Los suburbios campestres me regalan cadàveres, flores y cachorros. Las rocas se tornan mares. Los guijarros fórmulas matemàticas. El nido abandonado ha vuelto a ser puesto en su sitio. Quizâs sea reutilizado el año q viene. Con sus dos huevos secos me hago un collar del color de turquesas. Mi mano vuelta del revés me recuerda la flexibilidad de mi esqueleto. Soy como un zarcillo de parra. O como la gata, a la q solo le falta una cola prensil para ir de rama en rama. Me asusta poder escribir en el móvil. Me asombra, mejor dicho. Creo que las calendas o llamadas empezaron hace semanas, sino q aún sin nombre. Las horas puntuales han terminado por abrumarme.
Brumas anhelo yo. Brumas q ver, no que vivir. Brumas purpúreas del sanguíneo mar de poniente.
viernes, 12 de junio de 2015
La ola
lunes, 25 de mayo de 2015
domingo, 10 de mayo de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
yo viva y viva tú (epílogo a Suroeste)
(más que un epílogo a "Suroeste", se trata, evidentemente, de un epílogo a su publicación. A una semana larga de su presentación puedo conseguir medio hablar. Cada vez que he publicado un libro, he obtenido una pérdida en mi vida, así, la pérdida como ganancia. Esta vez he obtenido la ganancia de un virus, ya pasado. Esta vez, pierdo el miedo a dejar la huella.)
que toda esta sea siempre
la pérdida
de unas defensas: coger
una gripe joder
en mis corpóreas células
a un virus calentar
con la respuesta salutífera
de mi cuerpo al ajeno
le doy mi fiebre
de amor de hecho
entre (...) y yo, innombrable:
para
no matar(...) nunca
porque
sin (...) sí
se me jode
la vida y la pierdo
para siempre.
viernes, 6 de febrero de 2015
La sombra
"Selfie con la luz" |
La sombra
martes, 3 de febrero de 2015
Still life natural
"Nervales" |
Still life natural
domingo, 1 de febrero de 2015
Seres con peso
Ser de peso
jueves, 1 de enero de 2015
viernes, 28 de noviembre de 2014
Noche iluminada
Así, sin imaginar la luz,
como un deseo batiente,
como abrigo en mí
tu amanecer de lobo joven
aullando alegre,
como la selva anudando el paso
de tantas vías que se extienden.
No cesa la noche de verter
lágrimas lloviendo el cielo.
Pero no las nubes grises, sino rosas,
no la tristeza roza el suelo
recio de adoquines. Sana
la lluvia haciendo
reír al aire como mi boca
se abre a la sonrisa blanca
de un día que aún no se conoce
ni a sí mismo.
Juegan las gotas a juntarse
para lamer la calle y las farolas
a divertirse vistiendo
de lamé dorado a las paredes.
Roto el silencio de la nube parda
canta el aire bajo el agua:
un infierno de alegría,
un cielo negro tan natural
como la vida misma asoma sus ojos
a mi alma también dorada,
llueve izando el día nuevo
con la escena satisfecha
de un sueño que canta
por bulerías mojadas
al compás de las palmas
de lo dicho y la dicha
presentida.
Con los barros y las piedras,
con el agua, con el aire,
con mis oídos
dibuja el cielo el suelo
que me ilumina y me hace,
si no más tuya, sí más blanda,
más fuerte y dura,
más brillante, más licuada
más alada con pies más bellos,
o sea, más de ti, más del cielo,
una especie de milagro
que solo acontece
al sonreír la noche
al sonreír a mi alma
que sonríe al futuro día
y la lluvia que él depare.
jueves, 16 de octubre de 2014
Homenaje a una seta (poema, fotos y notas)
Muerto el hombre se domestica
la raíz el agua-fuerte levanta
la tierra aflora la adormidera
huevina, tanta yema, tan naranja
como el bokeh de Venus
cuando esta noche ha pasado
por delante del sol.
Como Afrodita, aunque sin quemarse.
Las tanas me recuerdan de dudas
la siembra de mis añadas mozas,
cuando aprendí a deletrear
m-a-d-r-e-s-e-l-v-a
tras haberme perfumado
en los maitines de mi madre
cuando ella llegaba del trabajo
con su vestido de enfermera
para echarlo a la lavadora
según yo dudaba y sembraba
pequeñas setas en el aire
de mi habitación a oscuras hasta hoy.
Si la yema, si la flor
sobre la tierra,
un hongo puede ocupar kilómetros
bajo el suelo y yo no me mido,
encuentro sol y me desnuco.
Así que no soy Venus.
Miro siempre de frente,
¿no veis mi tez morena?
(Del poemario "La exploradora". Este poema se encuentra recogido en libro especie de antología "Signos Cantores". Linden Lane Press, 2012.)
Notas al margen:1. Sobre el poema. Fue escrito antes de que muriera el hombre, el muchacho, por aquel entonces, con el que las descubrí allá por mis 19 años. Ahora releo el primer verso, un motivo más para este miedo y cierto odio que a veces siento por la escritura de poesía. Una especie de "fatum" del que intento desligarme dejándola de escribir.2. Sobre las fotografías. Este delicioso manjar no crece en el campo que habitualmente habito. El ejemplar que protagoniza las fotografías me la regaló un vecino que había ido a la zona apropiada a recogerlas. Si van a recoger setas, NUNCA las arranquen. Corten por el tallo con una navaja. Y nunca las cojan sin abrir. Deberían estar condenadas ciertas prácticas.
martes, 14 de octubre de 2014
Flores y frutos
He visto naranjos con azahar y hasta perales en flor en la tercera estación de este hemisferio norte, pero jamás a la recia encina sucumbiendo a las mieles de un otoño cálido y lluvioso. Estoy segura de que hay quienes achacarán la convivencia de síntomas tan señeros de las dos distintas estaciones al cambio climático, pero a mí no me resultan demasiado extrañas. Quizás porque vivo en un sur. Imágenes como la que pudieron disfrutar mis ojos, y que esta fotografía intenta mostrar, solo me retrotraen a algunos versos/ideas mías. En un mundo esférico, ¿cómo atreverse a señalar diferencias?, ¿qué es norte y qué sur? Solo abstraigo que esta encina vive ajena a los límites, a la costra dura de la nomenclatura. Por suerte ya no podré nombrar las candilejas como tan solo de Abril, ese mes en el tanto siempre "echo de menos". Ahora puedo mostrar la prueba de que Octubre (el Abril del hemisferio sur), es también el mes de la primera, aunque mi cuerpo pise un hemisferio norte.
Flores y frutos en Meridiana claridad |
domingo, 13 de julio de 2014
viernes, 13 de junio de 2014
Las neuras
Algo así le ha pasado a mi mirada fotográfica con el uso (casi obligado) del móvil como cámara y la fortuna de que mi hijo me recomendara un simple programa de edición para los disparos hechos con el teléfono. Así podía terminar el proceso. Y hoy descubro, contenta, que en la limitación del dispositivo, comparada con la casi nula de la cámara y de mi propio ordenador, mi mirada se ha refrescado y vuelve a ser ella misma, casi catorce años después.
También hoy estoy ya segura de que aquellos óleos q pintaba sobre fotografías analógicas cuando aún no existían las cámaras digitales, no constitutían más que postprocesados, ediciones o revelados de los disparos. En un sinquerer, siempre he necesitado revelar.
O quizás todo sean neuras de una.
Título de las fotos (con móvil): Rabbit's road, Palma y Mediodía.
miércoles, 11 de junio de 2014
lunes, 21 de abril de 2014
Dos a falta de uno, para Medusa
Medusa
Nadie me ha regalado un ramillete
de flores que llevarme al pecho.
No sé, la vida
sucede tantas ocasiones
tan injusta con las diosas
que no son de mármol…
Pero en Carrara triunfé.
Me aplastaron la ingle
como una lengua
de sapo. El príncipe
afiló su cincel
y el bloque de una tonelada
se desprendió de la cantera
limpia y mansamente.
Entonces llegó Miguel Ángel
y encontró su David
y su fama.
Pero tampoco me regaló ninguno
un ramillete de flores.
Siempre estoy sola
y aún no sé
en qué consiste la soledad
salvo en estar
sola, algo descabellada
—cada vez menos
sierpes me quedan—
y hacer Arte con mi mirada.
Un ramito de flores para Medusa (I) |
Un ramito de flores para Medusa (II) |
AQUÍ un mínimo sobre el mito. A destacar una interpretación: No nace de ella el terror, sino que es ella la que nace del mismo. Curioso... O quizás exacto. El miedo del ser humano provoca la "fealdad".
domingo, 9 de marzo de 2014
Dolores de en-tuerto
jueves, 27 de febrero de 2014
Puesta de sol individual
a esa puesta de sol
aspiro, cuya mañana,
ya desdibujada, me depare
la lumbre del pacífico
despertar a la sombra
del árbol del amor
y sus rosas transparencias:
la muerte bajo sus flores,
mi negativo sobre la pared
amarilla y suelta
de un pensamiento sin luces,
de paz ataviada
y de nadie y nada.
A esa puesta
de sol des-
comunal muriente yo
a la luz del sol
que yendo yo
o él
me ilumine, exangües
él y yo.
Y solo tu suelo
vivo.
viernes, 31 de enero de 2014
Desnortado
La noche ha sido amorosa con los brotes de los rosales. La fina lluvia con que se ha vestido ha servido para cubrirlos con un cálido manto de abrigo. Todo tibio. Todo calmo. Salvo mis pensamientos que supieron llegar a su punto de ebullición necesario y justo para obligarme a saltar de la cama de madrugada.
Casi obsceno, por frío y alejado ya, me parece el recuerdo de ayer. Los cipreses volaban. No vivo en Siberia, pero la sensación térmica para alguien del sur era la misma que si estuviera allí. Tan frío su desierto silencio. Tan sonora la estampida en la huida del viento intentando alejarse del hielo del norte.
Temí por los brotes de los rosales. Pero la noche los ha protegido. A mí también. He destilado con el alambique la esencia que me construye. He cosido con retales de colchas viejas una nueva ropa de camilla. Retales de mi vida que me explican por fin: Porque soy verdad, las farsas se derrumban nada más aparezco. Así, es comprensible tu huida. Como la del viento de un norte.