La nuit tombe
Aujourd'hui j'ouvrirai le jardin à voix basse depuis mes mains.
Je gâte l'air docile d'aromes
chauds de couche nocturne
récemment concédés au frais du matin.
Le poème se dépose dans la douceur
de tes bouts reflets
de l'autre baiser
de mon haleine
à tes doigts, extensions terminales
de ton centre
que tu habites
dans mon centre
tu construis ta haute tour,
seigneur de tes domaines,
soleil de midi.
Je mange mes ongles et mon estomac:
Ai-je faim?
J'ai une pensée qui descend
à travers du fil de fer qui soutient,
seulement un fil de cuivre,
ma poitrine sur le précipice
de l'horizon coloré
par manque de lumière.
La nuit tombe.
Aujourd'hui ce n'est plus maintenant mais
demain et les colombes dorment:
Le ciel tombe.
(Traducción de Robín García Saiz. "Cae la noche", poema perteneciente a "Los parasoles de Afrodita". Baile del Sol. 2013)
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viernes, 20 de diciembre de 2013
jueves, 12 de diciembre de 2013
Venus seule au soleil
(Traducción al francés del poema "Venus sola al sol" de Los parasoles de Afrodita. Baile del sol, 2013.)
Venus seule au soleil
V(i)en(s) us-ée mourir
Je vais naître
pour ne pas dormir.
Je vais m'étendre
pour ne pas mourir.
Je ne suis pas seulement lumière, Amour.
Je suis qui je suis sans fuyards,
je suis la fontaine que je consomme et donne au jour le jour,
depuis mes fosses nasales jusqu'à ma matrice
toujours pleine et briguante d'âme cultivatrice
et bombe coeur qui arrose
les cellules de sang et d'eau et de sels
de moi quand je t'extrais, nulle herbe, faible
arbre sans racine de part en part,
de semence imprenable,
de soleil semblable au sial éclairé
par les nifes répandus
qui chantèrent dans ma bouche à tes branches sèches
d'abandon, tant d'outrage sur la terre interne.
Je t'arrive si haut,
si haute je te recouvre et te fouille
de mes mains et de mon front
d'acier fondu en sang mère,
que comme Louveteau je m'intègre et me retourne
en celle qui sous-jacente en toute heure,
gravitationnelle en moi-même,
pleine et correspondente.
Pas avec un seul, mais avec les cinq mille millions.
Comme aurore, comme aurore.
Comme soir, comme soir.
Comme atmosphère dansant sur l'orbe
libre crépuscule, je suis aube libre et audace
en cette terre pleine de mémoire et de négligences,
si humaine, si chaude, si saumâtre
qu'elle te sort de tes sels,
et que tu sois proie des flammes, car tu es sec
et demi-divin déchu:
je me bats pour ce que tu n'approches jamais,
qui n'est pas fluer,
qui n'est pas des vers, c'est
arriver,
que je sors-sel seulement!,
sors-sel!,
cendre enivrée de vents marins
de vitesse de présence
quand ils ne sont pas absents.
J'aime seulement Ce qui bien sait me nommer.
(Robín García Saiz)
Venus seule au soleil
V(i)en(s) us-ée mourir
Je vais naître
pour ne pas dormir.
Je vais m'étendre
pour ne pas mourir.
Je ne suis pas seulement lumière, Amour.
Je suis qui je suis sans fuyards,
je suis la fontaine que je consomme et donne au jour le jour,
depuis mes fosses nasales jusqu'à ma matrice
toujours pleine et briguante d'âme cultivatrice
et bombe coeur qui arrose
les cellules de sang et d'eau et de sels
de moi quand je t'extrais, nulle herbe, faible
arbre sans racine de part en part,
de semence imprenable,
de soleil semblable au sial éclairé
par les nifes répandus
qui chantèrent dans ma bouche à tes branches sèches
d'abandon, tant d'outrage sur la terre interne.
Je t'arrive si haut,
si haute je te recouvre et te fouille
de mes mains et de mon front
d'acier fondu en sang mère,
que comme Louveteau je m'intègre et me retourne
en celle qui sous-jacente en toute heure,
gravitationnelle en moi-même,
pleine et correspondente.
Pas avec un seul, mais avec les cinq mille millions.
Comme aurore, comme aurore.
Comme soir, comme soir.
Comme atmosphère dansant sur l'orbe
libre crépuscule, je suis aube libre et audace
en cette terre pleine de mémoire et de négligences,
si humaine, si chaude, si saumâtre
qu'elle te sort de tes sels,
et que tu sois proie des flammes, car tu es sec
et demi-divin déchu:
je me bats pour ce que tu n'approches jamais,
qui n'est pas fluer,
qui n'est pas des vers, c'est
arriver,
que je sors-sel seulement!,
sors-sel!,
cendre enivrée de vents marins
de vitesse de présence
quand ils ne sont pas absents.
J'aime seulement Ce qui bien sait me nommer.
(Robín García Saiz)
viernes, 8 de febrero de 2013
Una temporada en el infierno en el Suroeste
Alguien con Rostro de ángel
me Ilumina en mi particular
temporada en el Infierno.
Soy afortunada. Muy afortunada.
En la fe podría hallarse el motivo:
JC llega para traducir
el aire del estercolero
en purísima brisa
marina.
El año pasado saltó este poema tras su primera lectura. Pertenece al poemario que actualmente tengo en correcciones, Suroeste.
El otro río tan grande
(a JC Sánchez Sottosanto)
En esta intravenosa suspicacia
de tus caricias y mi risa, en esta
aquilatada salinidad que bifurca
mis ingles hasta romper aguas
en la dulzura del estuario abierto
en la medida que nadas
tan grande
como los dedos de las olas
como blondas translúcidas
de un vergel que avanza,
pampa
océano
campo
de mañana cálida
como una prímula
sentada al borde
de tu boca abierta y plata,
mi mar mío y sede tuya y yo
blanda, desleída,
i-letrada,
a-mórfica
eu-tópica
o miserable
u-fana-(l)
de sólo agua bañándome
en cada tú
tan grande
luz.
Sofía Serra (De Suroeste)
me Ilumina en mi particular
temporada en el Infierno.
Soy afortunada. Muy afortunada.
En la fe podría hallarse el motivo:
JC llega para traducir
el aire del estercolero
en purísima brisa
marina.
Dentro de algunos días, alguna semana tal vez, en cuanto termine la maquetación, saldrá en la ciudad de La Plata (Argentina) una inédita traducción de “Una temporada en el infierno”, la magnífica, genial y alucinante pieza poética escrita por Arthur Rimbaud allá casi en el último cuarto del siglo XIX. He tenido la fortuna de poder sumergirme en ella durante las dos o tres últimas semanas porque su autor, Juan Carlos Sánchez Sottosanto, ha tenido la generosidad de aceptar que se la prepare para la imprenta.
No se trata de un libro cualquiera. Sobre la obra original nada que yo pueda decir aportará. Sobre la traducción y el compendio que la acompaña, sí puedo contribuir: una introducción lo suficientemente amplia como para situar al lector cabalmente ante el texto y el estudio que va encontrar, la traducción, no sólo de la propia pieza en concreto, lo que de por sí ya da la medida de la envergadura del trabajo, habida cuenta de la complejidad poética y meramente lingüística del texto, sino también de un apéndice donde figuran previas anotaciones del poeta sobe la génesis del mismo, más un dossier de notas que hacen las delicias de cualquiera con afán de conocimiento o profundización en semejante obra, y donde además pueden encontrarse traducciones de algunos poemas de Rimbaud con comparativas con otras traducciones de los mismos, y que por sí solas ya merecerían figurar como volumen aparte. Si alucinante la obra de Rimbaud, por su mismo tono y fundamento, alucinante el trabajo del compilador y el traductor. Exquisitez poética y rigor científico llevados a su grado sumo se dan la mano hasta lograr conformar la obra que me ha mantenido, literalmente mantenido, alimentado, en estas dos o tres últimas semanas que llevo respirando las cloacas del mundo que vivimos.
Por desgracia, la forma en la que va salir, esto es, en una humilde, pequeña y amateur editorial, en completo blanco y negro incluida la portada, y sin ISBN, sí da la medida de hasta donde llega el hedor. Nada nuevo. El mundo editorial tan preñado de injusticia e ignominia como cualquiera, cuando no, más.
Ya el año pasado tuve la suerte de poder acercarme a su lectura. Iba a aparecer bajo el sello de Losada, pero ciertas “desavenencias”, tras, creo que unos cinco años de dedicación por parte de JC al trabajo, dieron con la publicación al traste.
Menos mal que con el poeta, el estudioso, el traductor, el literato no hay infierno que pueda. Humildemente, tal como el mismo tono de las anotaciones revela que se acercó a tan reverenciada obra, saldrá esta joya en papel.
Y yo, no niego que antes algo asustada por la responsabilidad que tenía en mis manos, no puedo ahora más que celebrar mi enorme fortuna, amén de seguir encomendándome a los dioses para que mi trabajo técnico pueda estar a la altura de lo que se me confía.
Si sólo alguien con rostro de ángel podía (re)-transmitir directamente desde el infierno creando uno de las tesoros de la historia de la literatura, sólo alguien cuyo nombre responde a las siglas de JC podía verter su caudal benefactor, porque el arte y el conocimiento siempre constituyen bondades, sobre el tiempo que actualmente estoy viviendo.
El año pasado saltó este poema tras su primera lectura. Pertenece al poemario que actualmente tengo en correcciones, Suroeste.
El otro río tan grande
(a JC Sánchez Sottosanto)
En esta intravenosa suspicacia
de tus caricias y mi risa, en esta
aquilatada salinidad que bifurca
mis ingles hasta romper aguas
en la dulzura del estuario abierto
en la medida que nadas
tan grande
como los dedos de las olas
como blondas translúcidas
de un vergel que avanza,
pampa
océano
campo
de mañana cálida
como una prímula
sentada al borde
de tu boca abierta y plata,
mi mar mío y sede tuya y yo
blanda, desleída,
i-letrada,
a-mórfica
eu-tópica
o miserable
u-fana-(l)
de sólo agua bañándome
en cada tú
tan grande
luz.
Sofía Serra (De Suroeste)
martes, 21 de agosto de 2012
"El albatros", traducido por J.C. Sánchez Sottosanto
Una traducción que Juan Carlos Sánchez Sottosanto regaló a mi hijo. El poema de Baudelaire, fue uno de los que casi inauguró "El cuarto claro" cuando aún se llamaba "unrealand", lo subí para homenajear a mi hijo por un feliz comentario, dada su edad por entonces, que había tenido que elaborar por motivos de estudios sobre el texto literario.
Cuando pienso en el dificílisimo arte de la traducción poética no puedo dejar de concluir que de ella ha dependido, con creces, la derivación hacia tal o cual estilo literario en el país de "vuelque". Cuando leo este poema en la traducción de Sánchez Sottosanto, no puedo dejar de pensar que muy probablemente la decantación de ciertas corrientes poéticas españolas hubiera sido muy distinta caso que desde primera hora hubiera existido una como esta, es decir, fiel no sólo al fondo sino a la forma en la que el poeta lo concibió.
L'albatros
Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.
A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.
Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!
Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.
El albatros
Por divertirse suelen los hombres de equipaje
Cazar a los albatros, grandes aves marinas
Que siguen, indolentes compañeras de viaje,
Al undoso navío sobre simas salinas.
Apenas los arrojan encima de cubierta,
Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
Permiten, lastimosos, sus alas entreabiertas
Como inútiles remos yacer a sus costados.
Ese viajero alado, ¡cuán vil e inoportuno!
Hace poco tan bello, ¡ahora cómico y feo!
Con su pipa de a bordo le quema el pico uno
Y otro del que volaba imita su rengueo.
El Poeta es semejo a ese rey del nublado
Que se ríe del arquero y cruza torbellinos.
Exiliado en el suelo, por la turba abucheado,
Sus alas de gigante le impiden el camino.
NOTAS
“Hombres de equipaje”, trad. literal de una expresión francesa equivalente a marinero.
“Alas entreabiertas”: lit., “sus grandes alas blancas”
“Pipa de a bordo”: brûle-gueule, pequeña pipa de los marinero bretones.
(Por Juan Carlos Sánchez Sottosanto. Ver AQUÍ)
martes, 22 de mayo de 2012
Possessione (Traducción de Leonel Licea)
Un poema de Suroeste que Leonel Licea tuvo la generosidad de traducir a italiano.
Reservaba esta ocasión para cuando él ya pudiera estar por internet de nuevo. Esta mañana al despertar he recibido esa alegría.
Possessione
a volte
c’ intercala il secondo
della tristezza, mentre
tu non ti guardi
ed io, di vuoto o d’eccesso
nemmeno riesco a sostenermi
senza certa fissazione tua
per il mio decolleté
o le mie controluce
a volte più in la della miseria
che galoppa traforata
per certe avare brughiere,
come le candele
che illuminano le mani
quando ti strizzano le natiche,
accerto, sì, quanto accerto
allora a riscoprirti
quasi sul mio coccige.
e dal mio midollo
io non acconsento
che ti distacchi.
(Traducción: Leonel Licea
sobre el original "Posesión", de Sofía Serra)
Reservaba esta ocasión para cuando él ya pudiera estar por internet de nuevo. Esta mañana al despertar he recibido esa alegría.
Possessione
a volte
c’ intercala il secondo
della tristezza, mentre
tu non ti guardi
ed io, di vuoto o d’eccesso
nemmeno riesco a sostenermi
senza certa fissazione tua
per il mio decolleté
o le mie controluce
a volte più in la della miseria
che galoppa traforata
per certe avare brughiere,
come le candele
che illuminano le mani
quando ti strizzano le natiche,
accerto, sì, quanto accerto
allora a riscoprirti
quasi sul mio coccige.
e dal mio midollo
io non acconsento
che ti distacchi.
(Traducción: Leonel Licea
sobre el original "Posesión", de Sofía Serra)
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