La bandera
Fría como las piedras
de invierno muda
como nada en el mundo
tan quieta
como suelo suelta
me izo.
¿Busco el viento que me ondee?
"Meridiana claridad" se cierra. Se abre "Patio interior"
Hace 4 semanas
No es que sea amante de la numerología ni de asuntos esotéricos, al menos como comúnmente entendemos este vocablo, pero reconozco que el 15, me puede. Es un número tan bonito que hasta el refranero lo advierte: el de la niña bonita. No sé de dónde llegará la expresión, pero resulta cierto que con tan solo verlo plasmado en su grafos, ya me hace sonreír. Si a ello le añado que, realmente, en la vida cotidiana, este año comenzará entre mis seres queridos y yo misma con una perspectiva gozosa, reconozco que tengo motivos para homenajearlo como merece. Número que hace sonreír, niña bonita que veo... No, no despido al 2014 con rencor. Pobre mío. Solo es un año. La medida con la que los humanos fragmentamos el devenir. Hoy intento acoplarme a estas manías de la costra dura de la nomenclatura y celebrar la despedida de un año viejo y la entrada de un año nuevo. Desde aquí, desde donde siempre, mi sitio, y desde él necesito expresar mis mejores deseos para todos los lectores de este blog.Hace tanto frío que hasta las piedras cantan, lo cual no es mala cosa. Ellas con sus quejidos afinados por la dureza de sus carnes emiten música que calienta, si no el aire, al menos el ánimo que nos habita.Que el 2015 os llene de cosas buenas, queridos amigos. Simple y llanamente.
Siempre querido Amor, tengo mucho que celebrar contigo hoy. Complacerme en que he llegado a estos 52 sintiéndome querida y amada por muchos seres como yo, o sea, humanos. Felicitarme por poder continuar escribiendo poemas y haciendo fotografías. Alegrarme por la buena salud de los seres que amo. Poder sonreír aún, y hasta llorar, ante la desdicha o la tristeza. Sentirme fuerte como para poder estar aún viva.Tú sabes que te abstraigo en todo, y que de todo te extraigo para alimentarme de ti, así que de alguna forma, lo único que deseo en este día es agradecerte que nunca me hayas abandonado, que aún a esta edad pueda sentirte como, efectivamente al igual que con el tiempo me sucede, mi compañero. Ese ha sido mi tino, que siempre estás conmigo.
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En Meridiana claridad |
(Dejo aquí el poema que fui buscando. De camino, he reparado en lo posible el blog donde expuse ese pequeño poemario que, sin él saberlo, ni yo, inició toda la etapa poética que hasta este mismo año he desarrollado. Así que ya queda abierto de nuevo para todo aquella persona que desee leerlo.)
Para leer el poemario completo (20 sonetos), picar AQUÍ
Con toda la sinceridad de la que soy capaz como ser humano digo que no entiendo cómo, tal como está el mundo, se puede manifestar públicamente una sociedad en torno a unas fechas como las que llegan, celebrar con comidas, fiestas, luces y jolgorio ¿qué? ¿Que somos capaces de consentir que siga campeando la violencia entre nosotros, los seres humanos? ¿Que sigan venciendo las desigualdades? En lo íntimo, en lo particular, si se quiere en los hogares, no me parece mal sino hasta sano. Pero que en grupo, ¡o en masa!, y favorecido por la estructura que nosotros mismos creamos, esto llegue a buen término (resulta comprobable solo dándose un paseo por nuestras calles una tarde cualquiera), me parece una canallada. Así, una canallada propiciada por toda una sociedad.De aquí al 25 de Diciembre me he planteado, como autora de este blog de "palabras", solo publicar poemas o textos que hablen de los males de este mundo. No son ganas de aguar la fiesta, lo juro por lo que soy, solo pura necesidad de intentar hacer recordar.
Entre "Suroeste", que saldrá publicado (d.m.) creo que a finales de Enero del 2015 en Ediciones En huida, y "Los parasoles de Afrodita" que salieron en Agosto de 2013 (Baile del sol), se me han quedado huérfanos cuatro poemarios. Nueva Biología, que es el hijo de la Afrodita célibe de su inmediatamente anterior, sufrió las consecuencias, por una parte, de mi carácter, y por otra, de la mala gestión de la editora donde iba a salir en Diciembre del año pasado. Me decidiré a autopublicármelo en cuanto las condiciones económicas me lo permitan. De alguna forma tengo ya resuelto ese paso que debo darle o favorecerle. Lo que me quema ahora mismo es qué voy a hacer con los tres poemarios siguientes, esos tres que conforman una trilogía "El hombre cuadrado". Son poemarios metálicos y percutivos, son poemarios de una mente tratando de dar con la clave de este mundo, de esta civilización occidental. Con ellos fui desarrollando una teoría del Arte, me digo, pero en el fondo creo que solo desarrollo una teoría del hombre que a mí al menos pudiera servirme, esa que tantas veces nombro con el título de La costra dura de la nomenclatura, teoría no apreciable en los poemarios en sí, teoría que algún día quisiera poder desarrollar, o explicar, mediante un pequeño ensayito, mediante el lenguaje del discurso (prosa) y no el cursal (poesía).El primero de la trilogía se titula "El muriente". El nombre ya lo aviso en el poemario que le precede, "Nueva Biología". Lo extraje de una "firma" de correo de mi hijo: "Ad occidentem versus", del latín "Vuelto hacia el que muere". Me recuerdo entusiasmada cuando consultando con él el cómo podría traducirse, traspasarse la palabra "occidente". Cuando me contestó que por el muriente, no lo dudé loquísima de contenta, era la suya, la que necesitaba para ese poemario que acaba de comenzar a pergeñar.Iba formando parte del lote de siete poemarios que en enero del año pasado envié a una casi recién creada editorial levantina, Unaria ediciones concretamente. Lamentándolo mucho, me contestaron en Julio diciendo que solo habían valorado "El muriente", pero que no les había gustado. Claro, dije yo, habéis comenzado por el más complicado, complejo hasta para mí que lo escribí, un poemario del que solo destacaron como valioso un poema que yo precisamente quería eliminar, pero eso sí, muy llamativo, porque criticaba las políticas editoriales de determinadas empresas de publicación. En el fondo no me va ese tipo de poesía, resultan solo desahogos momentáneos que poco tienen que ver con el desarrollo de una poética interior que desde mi punto de vista es la que hace posible la escritura de ese lenguaje cursal.Así que me veo en la tesitura de tener que seguir optando por plantearme sobre este y sus dos siguientes, también el camino de la autopublicación. Como ya he dejado rematado Suroeste, solo a la espera de su prólogo para enviarlo a la editorial y que puedan empezaren a maquetarlo, he vuelto de nuevo a la revisión de esta trilogía.El muriente comienza con una pequeña introducción de dos poemas en los que solo me presento: Vitálica y Poética se titulan, y a continuación se desarrolla otra especie de post-introducción que titulo entre paréntesis El orbe. La publico aquí completa. Su misma estructura hasta visual (el editorde blogger no me permite ajustarla en condiciones) creo que puede transmitir lo difícil que me resultó situarme en el lugar de eso que yo llamo "la costra dura de la nomenclatura" (aunque en realidad quien me dio el nombre fue Afrodita en su, digamos, que lírico y florido poemario, así fue, la diosa del amor y la belleza, PENSANDO), para entendernos, el mundo que llevamos construyendo desde que el hombre es hombre.
En esta mañana me ha conmocionado la noticia de la muerte de un antiguo y querido profesor, Rafael de Cózar. He recordado este pequeña entrada que le dediqué en mi antiguo blog "La fuente", ya en desuso y cerrado al público. Sirva mínimamente para homenajearlo, por sus enseñanzas y por su actividad como poeta y también pintor.
(Contemplar el intento de acoso y derribo con la más basta de las demagogias pertrechadas que los "prohombres" de lo que yo consideraba el ala progresista de esta sociedad están realizando contra esta formación política, me ha retrotraído a esos tiempos anteriores a la transición española, esos en los que se condenaba a todo aquel que proponía o luchaba por un intento de democratización de este país. Vergüenza ajena y hasta arcadas me están provocando tanto ejercicio de superchería y arcaísmo, los mismos que utilizaban los fascismos allá por los años treinta del siglo XX para lograr imponer su voluntad, y que algunos consiguieron. No es el fascismo más que la transposición a tiempos "actuales" de estructuras y modelos basados en el Antiguo régimen. De ahí la imposibilidad de considerarlo como ideología. De ahí las subsiguientes hecatombes sociopolíticas que conllevaron. Pero la sociedad de aquellos tiempos, muy débil democráticamente, constituía el mejor caldo de cultivo para ellos, una sociedad burguesa o aburguesada cuyo subconsciente colectivo se anclaba en los miedos. Hoy no vivimos aquellos tiempos, pero al parecer algunos consideran que sí. Así que, como mínimo, y como individuos (solo el individuo puede realizar el ejercicio de voluntad, nunca la masa), hay que liberarse de esos condicionantes. Yo peleé cuando tan solo era una adolescente para que ellos, los miedos, jamás volvieran a esta sociedad, a este país.)
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AQUÍ en grande en Meridiana claridad |
Habituados a casi solo dar en la vida con personas que, tal como coloquialmente nombramos, solo nos complican la existencia, cuando la "facilidad" considera el momento oportuno de regalarnos con su presencia en nuestro tiempo, nos emocionamos hasta límites insospechados. Hay que estar preparados para cualquier tipo de suceso que nos acontezca, pero sobre todo para reconocer que la felicidad que podemos sentir en determinados momentos, viene provocada por la aparición de seres humanos muy concretos en nuestra existencia. Algo así me sucedió al conocer a Manny, el poeta miamense Manuel A. López. Algo así me sucedió cuando un buen día y sin esperarlo apareció por Sevilla, algo así me sucedió cuando ayer me obsequió con este homenaje en su casa internaútica.
Él no lo sabe, pero las lilas, esas florescencias del mismo nombre que mi color predilecto, esas diminutos botoncitos abiertos en pétalos de color lila de los que provienen el perfume que durante décadas ha sido el que me ha identificado, son mis flores preferidas. Muchas gracias, querido Manny, por ese ramo de alegrías que tu persona me ha regalado.
(Leer, y ver, AQUÍ)
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