martes, 31 de julio de 2012

El cansancio de Afrodita (Que vuelvan los lilas)


El cansancio de Afrodita (Que vuelvan los lilas)

Como las lilas de ultramar.
Así me posé sobre la yerba
cercana a tu estanque,
convertí cañas en siringas
hasta inundarte
de ti. Canto y taño.
En honor de las letras me hago sangre,
despedazo cada labio por ver
si al nombrarlas consigo
oír el descanso.
Anhelo el otoño sin que haya nacido el verano.


¿Y si me dejas en reposo?
No morirás aunque duerma,
la luz se hace luz sin el tiempo:
hay algo más.
En el vacío interestelar
coexiste la anti-materia,
¿por qué yo no puedo auto-extinguirme?
Ser capaz de perpetrar deicidio
contra estas cansadas manos,
estos pesados brazos más tuyos
que míos: deja que duerman.
Al parecer, sólo el aire me mantiene viva,
ventana y lumbre.
Al parecer, el sonido no ondea sobre el agua,
puerta y límites.
Al parecer, los lilos florecen una vez al año.


¿Qué tal si me permites apoyar la cabeza
aunque sea en la nube de espinas?
Ahuyentarme. Dejarme en paz de mí.


Auto-ventilarme en un sol,
en una punta,
en un nítido y exento atisbo
del negro sobre el blanco.
¡Puff!, y dejar...
Dejar de ser.
Auto-inhibirme en el altar
de las lilas abiertas a lo que sea.


Al blanco.


Sofía Serra (Correcciones de Los parasoles de Afrodita)

Cometieron dos errores



Vagancy (sic)


Vagancy (sic)


me han dado
con la puerta
en la nariz
de mi entraña
no vacante.
una puerta pintada
con color de titán
y un lujo de ellos
que lleva el nombre
en la etiqueta de la lata
que lo contiene, o lo encierra,
de “cerrado por vacaciones”.

Sofía Serra

lunes, 30 de julio de 2012

Para qué una respuesta

Para qué una respuesta


como un barrunto de luz
se oscurecen también paupérrimas
las hojas de acanto
y las columnas forjadas bajo ellas
nada queda por decir en las lápidas
algunos hombres buenos
tallaron sobre las paredes de cal viva
la mortaja de los inocentes.
me oscurece el socavón en la aldea
y la tierra apisonada por los hombres
para olvidar la lombriz
que pasea a sus pies.
Si hubiéramos tejido la niebla,
seríamos más felices.


La palabra de la no palabra, esa es la esencia de la poesía. Lo que persigue a todo poeta cuando coge papel y lápiz o lo que al menos a mí me impulsa a escribir o me ha impulsado hasta ahora, transmitir lo inefable, lo que es un contrasentido en sí mismo. Esa es la paradoja de la poesía verbal y concretamente, su paradoja a estas alturas de la historia de la expresión verbal poética y escrita (si digo “historia”, debería eliminar lo de “escrita”).
Abrir la boca y lograr el balbuceo es casi el fin último de todo poeta, fin como finalidad.
Ahora bien, los caminos, el camino devendrá en una serie de frutos, los poemas, que llegarán al otro, trasmitirán evocaciones y evocarán, volvemos a lo mismo, dirán sin decir, algo similar a la palabra de la no palabra.
Rompe la poesía, se abre el brocal, mana el pozo justo en ese instante/lugar cerebral en el que la mente humana percibe la inutilidad de un código creado por ella misma para hacer transmisible desde un interior desde sí hacia un exterior. Ese es el arranque poético, ese es el principio de toda poesía.
La poesía es la paralización del sistema neuronal ante el hecho de la palabra en sí, el barrunto de luz se encuentra ya en su lugar en cuanto este mismo queda oculto, y justo en esta paradoja, nace la palabra poética.


para qué una pregunta
si el alba determina todo
lo extinguible, para qué dios,
o tú, tallaron las rosas
vivas mientras yo dormía,
para qué las rosas
me duermen en sus tallos
con el peligro de su muerte
que recorre los canales
de la savia aplastada
por el peso del cielo
y, esto, el purgatorio de mi respuesta.




creo que yo ya no creo
 en la poesía escrita.
sólo en lo no dicho.
estás, estoy.
ES.

(Sofía Serra, de La exploradora)

domingo, 29 de julio de 2012

Poema en prosa sobre responsabilidades paterno/filiales en época de crisis y no (o poema sin burbujas)



Poema en prosa sobre responsabilidades paterno/filiales en época de crisis y no (o poema sin burbujas)


Sí pienso en el futuro de mi hijo, aunque no sé muy bien qué significa esa expresión. Cuando lo proyecto en el tiempo lo primero que se me viene es cierta maldición en forma de palabras sobre sus padres, que no le han dado otros hermanos, un poco queriendo y otro poco sin querer. Más que nada porque si siguen viviendo, sus padres, o sea mi varón querido y yo misma, a una edad más o menos habitual, se las verá y deseará para poder atenderlos si alguno de los dos cae enfermo o les sobreviene cualquier circunstancia por el estilo. Un hijo solo y responsable es lo que trae. Siempre le digo: Manolito, si llego a vieja y me pongo pejiguera, como es lo normal, tú méteme en algún hospicio, allí cuidan bien a las personas ancianas. Las personas viejas no debemos estar entre los maduros. Él suele mandarme a tomar por salva sea la parte (qué alegría que la he nombrado en bastante poemas últimamente) cada vez que se lo digo, pero yo insisto muy seria: Y si alguna vez me da algo malo, tú no me lleves al hospital, que los odio!, deja que me muera a gusto y en paz, como cuando tuve el segundo aborto que no lo era, en casa y que sea lo que dios quiera, no quiero verte con el coñazo de los hospitales y el lío de los médicos, que ya sabes tú cómo funciona eso, muy bien, pero en el fondo sólo es alargar la agonía, para el enfermo y para sus seres queridos. Claro que si me quedo medio inútil será el problema. Tú procura si pierdo la cabeza y no recuerdo esto que te digo, abrírmela con lo que pilles a mano, tu verborrea o la primera sartén de mango que encuentres, y cuando la espiche, al contenedor, aunque ya sabes que seguimos pagando el ocaso cuando podemos. No quiero entierros ni rollos de esos, pero tampoco que te metan en la cárcel por no atender un cuerpo muerto. Te metes entre pecho y espalda todas las cervezas que te quepan, montas una juerga y como te vea echar una lágrima resucito para darte un buen par de collejas.

De lo que sí, de lo que sí estoy segura es de que en el futuro mi hijo vivirá ¡pues entre las mismas personas que hoy encuentra!, a no ser que la fortuna lo toque con sus manos, es decir, vivirá entre hijos de aparejadores, de conserjes, de inmigrantes, de libreros, creo que de algún abogado y alguna limpiadora, algún profesor de instituto, algún ATS y hasta algún escritor, hijos e hijas que no saben que cuando dos personas hacen quinientos y pico de kilómetros de una tacada, los que hay entre Sevilla y Lisboa, lo más seguro es que el cuerpo les pida beber un trago aunque sea de agua.

Y no dejo de preguntarme qué sabrán para entonces si aún, a los 20 años, aún nadie, ni sus padres, ni sus profesores, les han enseñado algo tan básicamente humano, y ellos, ya con una edad a la espalda, aún no han aprendido a aprender por sí mismos, por muchas lecturas, mucha comedura de coco, muchos bmws, muchos videojuegos, muchas filologías, mucha biología molecular, muchas traducciones, muchos viajes y muchas/os novias/os que hayan tenido (o sea, polvos a “puñao”).

No, la crisis actual no me preocupa por el futuro de mi hijo. Hace mucho tiempo que está preparado para vivir lo que le llegue, bueno o malo. Debe ser lo que trae no sé si ser hijo único (antiguamente eran los mimados) o, quizás, y tan sólo, ser una persona con la capacidad para asimilarse y asimilar a sus semejantes como humanos.

Hace muchos años que pienso en el futuro de mi hijo (veinte menos tres meses) como un presente continuo del que, mientras yo viva, seré la responsable, y su padre. No un estado o unos funcionarios. Sin embargo, sé que podría morir hoy mismo, o hace diez años, con la tranquilidad de que él sabría seguir viviendo como un ser humano completo.

Aunque no quedara en la Tierra NADIE.

Sólo que no lo deseo para él. Un tiempo desierto de Hombres. Por eso ya hace muchos años que sufro por su futuro.

(Estoy hasta los ovarios de que los afectados por las crisis, que lo somos todos, nombren el futuro de sus hijos como una de sus enormísimas preocupaciones, HASTA LOS OVARIOS que favorecieron el óvulo que engendró a mi hijo.
Por cierto, cada día pienso más en que esta crisis, y para seguir la moda nomenclatórica que desde hace tiempo nos persigue, a saber, esa por la que han sido nombradas la burbuja inmobiliaria, la burbuja financiera, la burbuja editorial, la burbuja cultural, no es más que una burbuja de crisis: ¡Sevilla está desierta!... como todos los veranos desde hace 49 años, que es el tiempo que hace que yo la conozco, sin burbujas.)

Sofía Serra (De La exploradora)

Poema para Agosto

Poema para Agosto


siniestro e indoloro cautivando
el obsequio, madreperla
benevolente culminando
la hechura de la vasija
desde el barro, limo y centinelas
bajo las palmeras de este oasis
zurdo y regalado.
Las chumberas multiplican
higos verdes: este justo verano
terminará por endiosarse
con la aureola del agosto
arenoso y libre.


Y cuánto sueño duerme
bajo las ojeras de tus testículos
tan jadeantes. Ellos piensan púdicos
y sosegados por la espera
de mis manos, y no habrá
un solo vino que desechen
cuando sed a solas manen,
cuando yo te hable
del fango y de la sangre
volverán las heladas fuentes
a derretir el blanco mármol
en la verdina fresca de mi pozo,
esa luz redonda que cultiva
el agua liberando el milagro
de los panes y los peces
en el desierto.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida. Verano 2011)

sábado, 28 de julio de 2012

El pronunciamiento

El pronunciamiento


Estoy, y estar es recia estancia
de la tierra dura bajo
la blanda nalga
en la que se clava
mi picuda osamenta,
¿por qué articulas
sobre enhiestas subvenciones?
Mas mi contrito parecer
nada tiene que decir
en este tipo de situaciones
tan tuyas, tan dadas
a la semántica de las acciones,
a la gobernanza fisionométrica,
la nomenclatura
de tu rostro ajado
por la intemperancia
de los purgantes actos,
de los elementos vivos
como semovientes de todos
los inviernos aunque sople
el verano calmo
entre tus dientes
silabeando arena y costra dulce
de sal marina y gruesa
adobando ciertos labios,
sonidos ciertos,
y sonrisa cierta,
cierta alegría y segura
y aérea ternura
que el pronunciamiento
de tu cuerpo
me proporciona:
efigie de sanos huesos
y útiles palabras para el sagrado
nombre de tus nalgas.


de culo, cuesta abajo
y sin freno nos deslizamos
por el mar de lava ya tibia
y el barro blando y sereno.

Sofía Serra (De La exploradora)

jueves, 26 de julio de 2012

Sol naciente (la ley del mínimo esfuerzo)


Sol naciente (la ley del mínimo esfuerzo)


si hubiera pernoctado
el imperio de los ojos limpios
habría dado el vuelco,
los ojos llenos de aire fresco
y luz desentonarían con el resto
del paisaje matutino y la soledad
de la calle se habría interrumpido
con el atasco de automóviles
sanciones sobre la suerte.
La habitual correspondencia
o justicia del agua y la fuente
habrían muerto in fraganti
sorprendidas por la quietud.
No me abarco—ama el agua
al aire—, mas dibujo tu perfil
inasible de manos
para qué os quiero
si eres invisible e intocable
por unos órganos tan poco dados
por nadie. O sólo algunos,
mínimamente algunos.


De ciertas delicias, el compás
de tu oriente sobre el fresco
amanecer de verano
sol-dado a ciertas flores
que practico.


vengan ustedes a dormir
cuando yo me despierto
lozano y rojo
como un manojo
de madreyerbas verdes y dulces.
Japón me autorizó a mirarme
en verte y no verte venir
en el lucernario
de tu presencia, Tierra azul.

Sofía Serra (De La exploradora)

miércoles, 25 de julio de 2012

Altruismos


[...] pues todos los altruismos fecundos de la naturaleza se desarrollan conforme a un modo egoísta, el altruismo humano que no es egoísta es estéril, es el del escritor que interrumpe su trabajo para recibir a un amigo desdichado, para aceptar una función pública, para escribir artículos de propaganda [...]
                                                                                      Marcel Proust, El tiempo recobrado

La santa molienda



La santa molienda


Son tan grandes y tan ejecutivos
los santos mediocres y calvinistas,
son la jerigonza de los cantos
endiosados y púdicos huéspedes
que asolan este páramo incendiado
de la tierra enlosando con sus santas
medianías, sus terroríficas
mansedumbres de soldados sin cabeza
que santa pena provocan en la yerba,
qué santo silencio en las piedras
que ya ni se lamentan, calladas soportan
el peso de tanta tonelada de molienda informe,
tanto vacío de hombre escondido
tras unos cuerpos que parecen.
De humanos.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)

martes, 24 de julio de 2012

Elipse



Elipse


Culpable de mí y tu suerte,
ajenos ángeles posados
sobre la humedad de mis hombros
beben obviándome lo imposible
soslaya el barranco y me adjunta
la bárbara y sorpresiva suerte
de haber nacido junto a ti,
quien quiera que seas tú,
tremendo acantilado al filo
del abismo que se abre
entre tu justicia y la mía,
sino yo.


de ti, clasada,
de yo, tejida.
de nos, tonada.
des-clasada,
despro-tegida,
mi ne-ra duda,
mi-ne-ra-li-za-da, fósil, piedra
como el maderamen
de la nave que se hunde.


me encontrarás en el afán
de la mar de fondo, allá donde
moran los tiburones
blancos y otros monstruos
de boca grande y entrañas llenas.


Completa mente
descentra
-da
como sielu
ni verso
sehubi–era
des-plaza-doal
la-doin
verso
eselip
se-de
la rosa.

Sofía Serra (Correcciones de El hombre cuadrado)

lunes, 23 de julio de 2012

Disparo de un no acampado (Revelión)



Disparo de un no acampado (Revelión)


no se aprende viajando,
solamente se con-prueba
lo que una por su senda
caminaba barruntando.


De viaje por altas tierras,
una sola plaza,
una sola plaza abierta
y a los pies de su no muralla,
las campañas como condenas cumplidas
por los corruptos padres de la patria.
Una sola plaza con un nuevo suelo
emplazado por las manos
del que viaja y canta desbastando
cantos redondos hasta cuadrarlos
y encastrar el nuevo bancal sitiado:
canta con sus manos que atornillan
las bocas de los bancos a las cunas
mecidas por ajena mano alguna,
canta laborando con su obra
con-ciencia que di-lucida
que labra para la de arriba
que apostada en la ventanilla
mensajes en voz alta intercambia
con el guardián de su dinero,
                                              el cajero.
Un solo paciente sin alta-voz,
una impaciente sin años a
la espalda más cinco
mil euros dicho-sos
le han bastado para atisbar
el enclave lumínico aplazado:
No les dejaron salir en la foto.


Los tabúes conciencidas
mataron los sueños de la niña
que se hospedaba en palacio.


Ahora ella se rebela ocupando.
Y el obrero revela fotografías.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)

sábado, 21 de julio de 2012

Nocturno

Nocturno


Dudo en vivo quebranto


I
Berenjena madrugada
de labrantíos y fértiles
huertos preñados de algas madres,
he perdido la carne y no he muerto,
los huesos me sostienen,
mi lúbrica piel chorrea
como el semen ajeno,
alienado, estarcido.
Estéril.


II
Exacto y opaco en filibustera forma
el obsceno paisaje ameniza el muro.
Ya quebrar o seducir no significan
corrupción de los ojos camicaces,
las vistas sobre la lumbre permiten
adivinar tras los obeliscos
el sereno paisaje de las suaves lomas
extendidas sobre la piel de tu pecho
me asomo y asume el ocaso
mi ávida mirada
de paz.


III
Me-fotó-files vecino
acunó yerba embragada
por la positiva noche.
Gime y se te adueña
como el llanto del niño despierto
solo en la madrugada colma el ruido
de sordas paciencias que desoyen
el canturreo de la música celeste.
Y mis estrellas pernoctan
gritando también sobre el estío.
La luz ingrávida negra y nocturna
proyecta la sombra imposible
sobre tu averno mar,
tu impotencia.


Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)

Advertencia a los cerdos de pata blanca

Si vuelvo a recibir un correo como el del que copio parte abajo, sepa el contacto que me lo envíeque automáticamente me iré con copia certificada y dvd con todo lo que haga falta al más próximo juzgado de guardia para promover denuncia por apología del fascismo, y no hablo de terrorismo porque aún no han aparecido en mi puerta con pistolas, pero sí podría denunciar por terrorismo verbal, presente en el código penal español como falta, como el que padecí el año pasado.
REPITO, denunciaré con nombres y apellidos.

Me produce una infinita vergüenza que en este estado DEMOCRÁTICO haya inconscientes de la envergadura mental de una seta de cuentos de hadas y enanitos del bosque (amanita muscaria, la de los lunares blancos. Como sevillana los reivindico, a los lunares,  como diseño de los tejidos de los trajes de flamenca).
Las luces, para el cerebro y para el lunes de alumbrao.

(Copio dos fragmentos, me niego a ensuciar mi blog con semejantes estupideces, pero como toda estupidez, peligrosísima. La estulticia, la estulticia es la causante de todos los males. Lo digo yo que para eso lo  SÉ MUY BIEN.)
(Lo rojo y en cursiva mío, lo en negrita subrayado por mí.)

(el susodicho correo que espero no recibir más, ...ya van diez... )

OCUPA EL CONGRESO.
.....................................

¡Atención!, esta puede ser la próxima y definitiva movilización ciudadana a partir de la cual se inicie el proceso de cambio en el que se deje atrás el régimen vigente y se sienten las bases para una verdadera democracia.
.............................................
La acción es clara y contundente:
El próximo 25 de septiembre se llegará a Madrid de forma masiva desde todas partes de España, con el fin de rodear el Congreso de los Diputados y permanecer allí de forma indefinida, hasta conseguir la disolución de las cortes y la apertura de un proceso constituyente para la redacción de una nueva constitución, esta vez sí, la de un estado democrático. (directamente imputable, copia del mein koumpf)

Toda la ciudadanía está invitada a participar, ya sea a modo individual o a través de asambleas, plataformas ciudadanas, etc.
El cambio es necesario y va a ser liderado por el pueblo (¿y acaso creeis que hasta ahora ha votado el ganado estabular?) 

MANIFIESTO:

Nosotras, personas comunes hartas de sufrir las consecuencias de una crisis que no hemos creado (ah, ¿nooooo?... ya, es que los cerdos son los que se corren por necesitar vivir en pisos de su propiedad porque confunden un derecho con un principio social y económico que se ampara, evidentemente, no en un sistema comunista, sino en una sociedad capitalista (esa que permite que ganes y gastes dinero) y democrática (esa que garantiza tu derecho a la protesta),  y además son ellos, los cerdos,  los que firman las hipotecas, además de los que pegan o se enfrentan a los maestros cuando riñen a sus hijos, o los que prefieren ganar más dinero para no tener tiempo para gastarlo y además a los que les encanta comprar por navidades y pasar las vacaciones en cancun y en la playa, y de los coches no hablemos, es que se hacen caca, los cerdos,  por tener un bmw en vez de un renault puro y simple... y por favor, ellos sí que saben firmar papeles para conseguir pensiones a costa de sus seres queridos dependientes (y no tan dependientes, todo hay que decirlo), o rellenar expedientes para conseguir subvenciones  o simples contratos con las admones públicas para sus empresas... es  que los cerdos, ya sabemos, parte de esa estabulía, son muy suyos los pobres míos... menos mal que de ellos se aprovecha todo, hasta los andares. Lo dicho "ayer", me haré caníbal, como el tal lecter), nos unimos para redactar este manifiesto e invitamos a toda la ciudadanìa del Estado a unirse a las reivindicaciones que reclamamos en él.
........................................................................
Es momento de olvidar si "me parece mejor hacerlo de esta forma", o "para que va a servir" o esas excusas o argumentos que evitan nuestra movilización. Es hora de olvidar nuestros prejuicios. Solamente si has abierto los ojos y te has dado cuenta de cuál es la realidad, promueve la movilización, el tiempo para discutir los detalles no es este, ese momento llegara despues, este es el momento de levantarse del sofá!!
Si lees este mensaje, es TU responsabilidad promoverlo (aquí está mi "promoción" de él), no lo harán otros por ti, convéncete de que SIN TI esto no tendrá éxito, eres tan responsable de esto como de llegar puntual a tu trabajo, o de cuidar de tu familia, empieza a entender que TU eres el protagonista, y que TU eres el que debes cambiar esto, porque nadie lo hará por ti. Ayúdame, Ayúdanos y sobretodo Ayúdate a cambiar tu futuro.
Antes de imprimir este e-mail piense bien si es necesario hacerlo. El medioambiente es cosa de todos. (uy, qué "eco", en serrano es la última moda.)



Me rindo

SOPHIA NIKÉ


Disparo de la fotografía: Sevilla, Sofía Serra, Nikon D-80, Nikkor 18-135, 6/Junio/2010, 19548.



Victoria


Derrótate.
Entonces sabrás
de batallas ganadas.


Surrender


La única revolución pendiente
es la del individuo sobre sí.
Y la única con final feliz
para el mundo.

Me comuniqué y atravesé
las medias noches del olvido de sí
o bien de mí permaneciendo
derrengada junto a las sobras del mundo.

Me recorrí aventando los solares
que quedaron quietos
como atemperadas sombras
solazando las desiertos.
Yo me participé y transgredí
la filamentosa náusea adherida
a las entretejidas togas de la memoria.


Mas eres tú y son mis ojos
y yo te diré y será
lo que tú digas.


ESO y un no siendo
fue ser poeta.
ESTO es ser
revolucionario.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)







viernes, 20 de julio de 2012

Al héroe

Al héroe


No quiero saber
mucho de ti
hasta que te asombres
o me difumine
donde la nostalgia,
húmeda y cálida nostalgia
de acá, tu cerebro… Espuma,
rosa tan sabrosa
y tierna tu cerebro.


Algún día me haré caníbal
como el tal Lecter, sin Aníbal.


Ensanchar el camino de salida
hasta que no quede
en la tierra nadie
salvo tú a salvo
de tantos idólatras… Espuma,
pompas negras tan anales
sus cerebros planos
en tus cando-rosas manos.

Sofía Serra (Correcciones de El hombre cuadrado)

Al Sr. Montoro, ministro de economía

Al Sr. Montoro, ministro de economía, muy resumidamente:


No, señor ministro, en España no hay dinero, no porque lo despilfarraran en la anterior legislatura, sino porque hace diez años su partido se dedicó a privatizar los únicos remanentes del estado. Lo peor de todo es que entonces llegasteis al poder porque al español le gustó eso de “tener” bienestar, al que llegó tras lustros de gobierno socialista, y acomodarse en él, que llegara una política ultraderechista económicamente hablando para que esta se dedicara a "conservarla" jugando con lo poco que el estado español poseía en bienes tangibles y económicamente rentables. Y ya sabemos todos lo ética y solidariamente que se comportaron estas compañías en manos privadas. Empeñasteis un estado para el que ya se preveía un futuro en el que, por razones demográficas, le iba a costar bastante trabajo mantener las coberturas sociales pasadas unas décadas, y aún así, jugasteis al bárbaro juego de empeñar unos bienes de todos para que algunos se hicieran más ricos, y para tener dinero para el “juego” de la guerrita. Claro que el español también dejó de apostar por la salud económica del estado. “Moda” fue dedicarse a contratar fondos de pensiones privados (¿de dónde ha llegado la debacle a nivel mundial? ) hasta por esos votantes de ideología más izquierdosa (contradictorio, contradictorio es el español, contradictorio o ignorante, se dedicó a depositar su dinero en un ladrillo, y encima en el extranjero, donde las políticas ultraliberales lo convertían en pistolas para los soldaditos en la guerra) en vez de dedicarse a contribuir a su propio estado que era el único garante de un sistema de bienestar beneficioso para todos. La memoria sirve para algo. Ahora no hay solución, a menos que España declarase la “desobediencia civil” a los mercados y las políticas internacionales. Yo no deseo que esa desobediencia llegue abanderada por un partido de derechas. Ayer vi un reportaje sobre Hitler y cierta atávica sabiduría me susurra al oído que una postura así debe llegar de una ideología progresista aunque sea en las siglas, que resulta mucho menos peligroso, por decirlo suavemente.

Sean sensatos, gobierno del PP, reconozcan de una vez por todas que se han quedado sin respaldo social. Dimitan y convoquen elecciones. Eso es lo que hace un gobierno democrático, esa es la postura ética a seguir. Aunque el PSOE ni quiera oír hablar de tal posibilidad nada más de pensar en el marrón que se le puede venir encima. De esta crisis, España sólo puede salir si el gobierno resultante emana de la voluntad libre de un pueblo. Y el año pasado estuvo secuestrada y manipulada (y si no que se lo pregunten a los votantes que ahora se arrepienten de haber elegido a su partido) por los de siempre, los que nunca dan la cara pero siempre están presentes, los que mueven los hilos, los que siempre han movido los hilos en España, con la connivencia por “pasiva” de los sectores más “progresistas”, entre ellos esos que también se dedicaron a favorecer hace más de una década la llegada al poder de su partido de derechas, justo cuando nos empeñaron, política y económicamente hablando. Como siempre en la historia de España, como siempre.

miércoles, 18 de julio de 2012

El escudo florentino

El escudo florentino


Sobre un sinople de tierra
siena y tejas que se curvan
Por la mano del maestro
En levantar el skyline
en la ciudad de una colina.
Nada habrá más
Que un muerto inacabado
Como mi cuerpo añadiendo
Pasos al puente viejo
Y los toldos de las lumbres
Respirando techo, agua,
Barro en un día de verano
Con olor a cañaillas
Y blancos camarones
Como el mármol blanco.


El temblor volverá
A esculpir las murallas
Lirios de tus párpados,
Tantas esculturas, retratos de hombres
Sin mirada, sin vidrio
Transparente entre la piedra
De sus faces y la carne
De su alma.


Siempre relacionaré
Mi estómago contigo.


Atravieso
La medida de las colas
De tus pájaros
Ya yéndome
Me espigo
Y te vengo
A mi suelo
Tuyo eres
Blanco y enfermo
Grande
Sin cama
Blanda, Blanca
Dentro del numen,
El habitual
Deshielo
Del mármol
Con forma humana.

Sofía Serra (De La exploradora)

Los parasoles de Afrodita

Los parasoles de Afrodita


Ya llegaste, te has sentado ya.
Tengo tus ojos delante:
De su dorado vientre, el de Afrodita,
nacieron celestes parasoles,
sombrillas chinas que la diosa abrió
para cultivar mi piel con la nácar
y el humus de marino hechizo
arrojado sobre la ola que,
de vuelta y viene, con-forma la marea
del sanguíneo mar de poniente:
¡Mar mío, mar lleno, mar
tan grande como yo misma!,
exclama la diosa rediviva
ignorante de su testicular
progenie, urania utopía
transformada por mor del viento
en conflagración de carne
sobre agua-sal y carne.


Gemiste en mis ojos: ¡Dame aire!
Gemiste en mi boca: agua blande
y piel para el cuántico cuerpo,
envoltura de este juguete polivalente
en el que me sumerges hasta contentar objeto
de los ritmos internos que manifiestan la eufonía,
venéreas transacciones, de las celestes esferas.
Amor, cueva clara a la sombra
de los chinos parasoles visitas.
No tu música, no tus brazos,
no tu centro; ni siquiera tus alas,
en el reitero de esta penumbra
de piel interna, hallarán ajado,
que ella misma regenera
a medida de las Eras.
Que sí, vuelan ya.


Urano,
hoy ya caes,
hoy ya retornas
por tus genitales.
Qué castrado te dejamos, ¡ay!
Ay, castrado, sí. Mas —te hablo al oído—,
recuerda,
sólo a sangre
tu carne engendró
lo más sagrado.
Ahora ya cayendo,
piensa,
podrás hacer
de la descendiente de tus gónadas
real
cayado.

( Sofía Serra. Correcciones de Los parasoles de Afrodita)

martes, 17 de julio de 2012

La pandemia española

Odio twitter, odio fb, odio internet, por eso las USO. Pero hay que pasar por el ionizador después. Maldita peste la demagogia. Es PANDEMIA en este país.

Poesición


Poesición


en el Porhacer
se sitúa
la adscripción.
Todo lo contrario
a la teoría del arte
posicionado.


Sofía Serra (Correcciones de El hombre cuadrado)

"La desquerida" en "Mi jardín prohibido"

Poema.
Leer AQUÍ

lunes, 16 de julio de 2012

La Peregrina, revista literaria




La Peregrina es una preciosa joya revista dedicada a la difusión literaria y artística en general editada y dirigida por Carmen Karin Aldrey, a quien ya presenté aquí. Ella ha tenido la generosidad de seleccionar algunos poemas de mi autoría para hacerles un hueco en la edición de esta temporada, y hasta me ha regalado con la inclusión de una de mis fotografías para la portada de esta entrega. Ni yo misma sabía cuál iba a elegir y ni por la cabeza se me pasó que pudiera ser una de esa serie. Ayer me confortó encontrarla. La serie a la que pertenece me recuerda un paisaje limpio tras el paso de una tormenta con lluvia, los verdes brillantes del campo en primavera y la fortaleza de la sensatez del canto de alguien al que yo llamaba loco como el de la colina de los beatles por sabio que era a su corta edad.
Karin Aldrey tiene una peculiar forma de hacer, peculiar por nada común, que a mí me conforta mucho, un hacer con esa sabiduría que proviene de una mirada de paz sobre las cosas, una congruencia espontánea tan difícil de hallar hoy en día, una hechura en rima con sus sentimientos y sus pensamientos que hace que lo que de sus manos nazca siempre sea fructífero.

Recomiendo encarecidamente esta revista joya, es decir, con toda mi querencia, o sea, con todas mis neuronas cerebrales y cardiales.

Independientemente de lo que una escriba, se encuentran allá una selección de poemas y textos (en español y otros en inglés) de otros muchos autores, la mayoría con una trayectoria mucho más asentada que la mía por lo que he podido leer, y de por sí poseedores de una alta calidad literaria.

Este enlace para la revista, que Karin edita y publica desde Miami. También tiene su edición en papel, aunque aún no ha salido.

Pero éste aparte para acceder a la lectura de un poema escrito por Karin que se incluye en el mismo número. Ahora mismo lo acabo de encontrar y leer y me ha encantado. Esta mujer tiene la habilidad de siempre depararme agradables sorpresas.





A mi pueblo, a mi desconcierto

A mi pueblo, a mi desconcierto


En este muerto contenido
al que abrazas y consuelas
por deseo de su propia muerte,
en este bello ejemplar de ciervo
ligero y pesado de tantas muelas
y dientes rumiantes,
de tan onerosas alforjas
que no tienen fondo,
que huecas deslizan
el aire que por la boca
les entra y por el culo les sale,
en este muerto y denso
aire de oftalmologías
imposibles pues ni ojos
ni pestañas siquiera te caben
en ese rostro pernero,
en ese rostro carnero,
en ese rostro pétreo
de meseta inasumible,
centinela vestido de colores brillantes,
en esta muerte tuya,
yo te abandono:
Eres un pueblo muerto
sin fantasmas,
un pueblo herido de su misma
muerte,
un cuerpo muerto
exhalando un aroma vivo
de fragancias que nunca
se hunden y siempre preguntas,
siempre preguntas
el porqué y el desconsuelo
de este olor a rosas que entierras
mano sobre mano bajo
tu zócalo de piedra
tumba.


la luna, el sol, la paz
de algún refresco asociado
al martilleante fuego arenoso
concupiscente o semioculto
bajo las flores de lavanda
visitadas por la mariposa
de la col, blanca como las paredes
de mi alquería… ah, qué solaz
que no perdí, soldadito boliviano,
por mucho que dispararas
a sienes, por mucho
que trucaras valles y cordilleras
en busca de la mano palpitante
de la luna blanca cuando
se asoma por los andes
de mis luces. Soldado grande
corazón y las venerables
soledades, los cierzos
en pleno mes de julio y el viento
de suroeste aterrizando sus mejillas
de océano sobre el páramo agreste
y mesetario:


el desconcierto, la lección
de amor dada, la grata complacencia
de una voz lejana y dulce, los pasos
serenos sobre la arena, el agua
del océano dentro de mi frente
y un “no sé” hasta que la salud
tenga nombre de nuevo
y pierda la enfermedad el suyo
de muerte.

Sofía Serra (De La exploradora)


domingo, 15 de julio de 2012

Poesía y Política contra Demagogia

Todos somos esencial e inherentemente políticos, todos los humanos, todos los individuos, por nuestra conciencia de nosotros mismos y nuestra capacidad de conciencia de “ lo otro” y los otros, que es lo único que nos hace diferentes a la ”Naturaleza” (lo político del ser humano también es naturaleza, es natural, la autoconciencia del ser humano es natural, luego también somos naturaleza, luego la naturaleza también es política). Todos necesitamos de una estructura (ética, emocional) sobre la que poder relacionarnos con los demás semejantes a nosotros, y desde esa relación, practicar una relación con “lo otro”. Todos hacemos política porque todos la necesitamos para también ser y también estar y estar siendo.
El Poeta hace política. La labor política del poeta es hacer Poesía. Más, hacer Poesía es una labor eminentemente política, pues no hay Poema, obra de arte, sin polis, estructura que soporte relaciones entre individuos, los cuales son inherentemente políticos (sociales).
[...]
Cuando la capacidad poética del ser humano hace política sin hacer Poesía, estamos ante el demagogo o la demagogia, por seguir con el dis-curso. Cuando la capacidad política del ser humano utiliza los recursos poéticos sin hacer Poesía, también estamos ante la demagogia. Es decir, la demagogia es la antítesis de la Poesía, su enemiga, no la Política. Muy al contrario, la enemiga de la política es también la demagogia. Poesía y política, aunque en orillas distintas, forman parte del mismo río. La poesía "recuerda", la política "establece" en base a ese recuerdo, al menos así debería ser "idealmente". Es la demagogia la que interviene corrompiéndolo todo, desdibujando y confundiendo. A ella  y a quienes la practican es a lo que hay que hacer la guerra.


Un país llamado Arcad(i)a

Un país llamado Arcad(i)a


ácida arcada
los ácidos corroen las columnas
de cualquier patio de luces


A mí no
Ácida
Me haréis
Ya tengo bastante
Con los jugos
De mi estómago
Vomitad sobre vuestro suelo
Vuestros juegos infantiles
Como cuando los crueles
Niños arrancan las patas
A los insectos—en ellos está el futuro
Y hasta el pasado—
A mí dadme un pico y una pala
Y mi cansancio de oír
vuestras arcadas
tendidas entre columnas
que nada sostienen.


dulce arcad(i)a


Sobre el estado general
De las cosas debo añadir
Pan y azúcar que ya no como.
Los mendrugos alisaron mi vientre,
La amargura me sacó de las casillas,
La tabla flota camino de las antillas
Occidentales a la península,
Tal como la salvación
De todos nuestros males:


Seamos Sensatos
Por las luces y las cuerdas,
Por no perder la arcadia,
Por poder volvernos locos
Como dulces cabras
Tiernas y felices,
Con barbas y a lo loco
Trotemos vertiente abajo
La miseria de afluente
Que brota de las rocas
Que vamos golpeando
Meninge sobre meninge
Como si no fuéramos en el fondo,
Del valle de la arcadia,
No más que algunos bueyes
Con un lamento ojeroso,
Con un lamento ojeroso de buey
Que salta asustado
De su torcido peso
Sobre las pezuñas y la bilis,
La vejiga y el evacuatorio
De la montaña algo verde
Con acebuches y reclinatorios
Y estandartes rosas y rocosos
Donde nos abrimos de patas
Y los tobillos se nos quiebran.
Tan torpes somos, ¡ay!, tan limitados
En importancia nos bebemos
Nuestro propio cerebro
Pensando que de nuestro
Lamento ojeroso depende
El destino del mundo,
Y por qué no ya también
El del mismísimo universo.
Las estrellas poblando esta noche
Nos contemplan en nuestra
Terminal palabra: arañitas,
Nada más que arañitas
Tejiendo con nuestras bocas locas
El silencio del abandono
De lo que somos: bueyes en el establo
De la vida, soberbios bueyes tuteando
El fragor de la noche blanca, bueyes
Con mitra de reyes como los cretenses
Ya y muertos seamos indulgentes
Con nosotros, convirtámonos
En cabras, cabras con luces y algún
Peso sobre la Arcadia,
Nuestro país, nuestro territorio.


arcadas para tipis


Acababa de parir la india en la pradera cuando el gran manitú se le apareció para decirle: "Olvídate de la depre post-parto y corre a tu nación, sí, a esos entre los que naciste, hazles ver su locura, se creen búfalos o bueyes."


—¿Alguien recuerda
Cómo se orina
Con cuatro patas?
¿Cómo piensa una
Frente con cuernos?
¿Cómo espantar una mosca con el rabo
O se mastican las aulagas, las retamas,
El lentisco o el romero?
Piedras sólo conocemos
Por nuestro riñones, he aquí
El claro ejemplo de nuestra
Desmedida inteligencia:
Miramos con los órganos excretores,
Tejemos con las patas levantadas,
Bebemos whisky y cerveza
en vez de agua del corrente río.
La pradera nos mira con
vergüenza ajena, le pesa
nuestra locura como patria.


Las flechas se frotan
Entre sí ronroneando
De placer porque se cierra
El círculo de nuestros tipis,
Nuestro yugo, nuestra yunta,
Nuestra arcada. Ellas
Se las prometen lanzadas
y felices en nuestro país,
nuestro territorio
de toro y pezuñas izadas
contra
nuestra
propia
Frente—.


La india miró sus pies,
pidió perdón a manitú,
viró sobre sí
y volvió a su depresión
Post
Parto.

Sofía Serra (De La exploradora)

viernes, 13 de julio de 2012

Afrodisíacos fuegos


Afrodisíacos fuegos

I

He vivido alguna decena larga de incendios forestales, la mayoría leves, escasa superficie quemada, y cercanos; la menor parte descomunales, graves y algo alejados.
La primera vez que vi arder el bosque en primera línea de fuego, hay expresiones que no tienen desperdicio, fue hará unos treinta años, allá por la Sierra de Alájar, en la peña de Arias Montano (Huelva). Yo pasaba días de vacaciones en el cercano pueblo de Fuenteheridos. La juventud en tropel nos desplazamos a ver el espectáculo. Quedé impresionada, comprendí la inutilidad de las manos del hombre contra una llama del tamaño de un árbol crecido. El aire y el fuego se confabulan contra las carnes tiernas de los seres vivos, en esta ocasión, las víctimas seguras, las verdes de las plantas y las blancuzcas o rojizas de los insectos y mamíferos de menor tamaño. Los pájaros huyen volando, los animales grandes suelen saber ponerse a buen recaudo si la velocidad de sus patas se lo permite. Recordaba la película “Bambi” que tanto me impresionó de pequeña. El hombre intenta, y en ocasiones lo consigue, luchar contra él.
Los terrenos se recuperan al año siguiente. Cientos de árboles desaparecen, décadas y hasta cientos de años de laborioso trabajo de la naturaleza, pero es cierto que la tierra vuelve a reverdecer. Nada se pierde en la naturaleza. Somos los hombres (¿no somos naturales?) los que perdemos: pulmones, recursos para explotaciones forestales, ganaderas o agrícolas y solaz para nuestra vista ante la contemplación de paisajes verdes. Identificamos belleza con paisaje verde, cuando estéticamente un paisaje quemado no sólo no se desprende de esa cualidad, sino que, dependiendo de gustos, hasta puede multiplicarla.
El fuego nos asusta tal como nos da de comer. La vinculación del ser humano con la combustión del oxígeno, un fenómeno natural, se demuestra desde los primeros mitos y en todas las culturas. Hoy en día es sinónimo de catástrofe. Catástrofe humana, medio ambiental, es decir, de nuestro espacio, nuestro hábitat. ¿Nuestro hábitat? La Naturaleza.
Ella nunca sufre, sus ritmos e intereses son distintos a los nuestros, ella siempre gana, nunca pierde, la naturaleza sigue su curso, nada es catástrofe para ella. Se mantiene y se alimenta de sí misma, sabe recrearse y autogenerarse. El hombre con su inteligencia no la ayuda, no debemos engañarnos, sólo nos ayudamos a nosotros mismos, egoístamente. Sembramos plantones de árboles allá donde el fuego arrasó bosques, construimos nuevos paisajes, como las hormigas, ellas también los transforman con el triture de la tierra en sus excavaciones, sólo que nuestra potencia es mayor.
Como la del fuego.


II

Sierra Pajosa ardía casi un año sí, otro no y el de en medio también. Sierra Pajosa no tiene árboles. La cubren retamas, esos grandes arbustos de hojas finas y delgadas de color verde blanquecino que, de tan agrupados y en la distancia, asemejan un manto como de terciopelo sobre las estribaciones de la serranía. Ardía un verano y al verano siguiente la contemplabas otra vez verde. No quedaba ni una sola encina, conforma una isla de arbusto entre dehesas, bosque rural, bosque del hombre. El riesgo más peligroso lo constituía que las llamas se desplazaran hacia el borde de la carretera: una gasolinera. Pero los terrenos cuidados por el hombre suelen estar libres de ese peligro. Prevención, limpieza de rastrojos, cortafuegos. El hombre sabe apañárselas hasta para (no) provocar un incendio.
Fermín nos contaba cómo las rencillas familiares y sociales de la comarca se solventaban a base de provocación de incendios en los terrenos del “enemigo”.¿Tú no me dejas cazar en tus terrenos en pleno otoño?, fuego que te endilgo para vengarme. Se deja correr un conejo con una ristra de cerillas encendidas amarrada a su cola. El vecino, normalmente gran o mediano o hasta pequeño propietario se quedaba sin dehesa para sus cerdos. Hubo unos años en que se aprovechó una guerra para solventarlos, la civil española, claro. Pero esto es pieza de otra cacería, cerdo de otra matanza mucho más grave que la que el fuego provoca. Al hombre le acompaña la conciencia del tiempo. A los animales y las plantas, no. Un país , un grupo humano, tarda en recuperarse décadas, si no hasta algún siglo. Parece como si a nuestra conciencia temporal le acompañase la capacidad para retardar la resurrección de la vida natural del hombre, su psicología, sus emociones, sus relaciones sociales. Su mente, su dolor, su capacidad para la alegría.
Pasé la noche casi en blanco. A seis o siete kilómetros se había declarado un incendio, esta vez en zona boscosa lindando con Sierra Pajosa, de encinas siempre, pero con matorrales tupidos entre ellas, típico bosque mediterráneo preparado y conservado para la caza, es decir, para que muchas especies pudieran criarse durante el verano. Tardó en dejarse controlar. El viento no cobraba fuerza, pero la visión del horizonte nocturno festoneado de llamas imponía demasiado. Temía que aún discurriendo el pleno verano al aire le diera la ventolera por traerlo del norte, un casi imposible. Pero, ¿y si sucedía? No estaba cerca, pero  quinientos metros no son nada para una chispa en el aire. Hablábamos siempre de nuestras capacidades para poder contener un incendio que llegara a nuestro alrededor. Teníamos la yerba seca cortada, al menos la más cercana a las casas si ese año no habíamos tenido ocasión o recursos para desbrozar toda la hectárea. Los diferentes puntos de agua estaban estratégicamente situados, casi por casualidad, y si alguno faltaba, la tal manguera más cercana disponía de metros suficientes con los que acercarse a determinada zona más alejada.


III

Resultaba espectacular ver trabajar al helicóptero que ayudaba a extinguir un pequeño incendio que se declaró en la ladera de Las cañadillas. De él colgaba uno de esos artilugios que recogen agua y la dejan caer en puntos concretos. Evolucionaba volando en dirección hacia una zona que identificábamos como lugar por donde aproximadamente podía correr la ribera. Llenaba el helicóptero la bolsa o cubo de enormes dimensiones con agua, se elevaba, volvía a desplazarse por el aire y, cuando llegaba a la zona determinada, dejaba caer el líquido contenido. El agua. El agua contra el fuego. Una manguera no fue capaz de controlar uno doméstico que apenas quemó más de 200 metros cuadrados. Pasto corto, ralo. Una encina cercana y cuatro o cinco árboles recién sembrados. Labor controlada de quema de mínimos. Viró el ligero viento, giró a Levante. El hombre se quedó sin manos para dominar.
Afortunadamente, por la carretera cercana pasaba justo en ese momento una patrulla del Infoca. Vieron el humo. Cuatro o cinco potentes hombres y mujeres altos como trinquetes saltaban las vallas de piedra como si fueran atletas, que lo eran. Carreras, palas de goma, cinco minutos, fuego extinguido.
Temblé como una perrilla con frío. Lloré de impotencia, pavor. Nada se pudo hacer por el pequeño laurel, aunque las llamas ni lo habían rozado. A la higuera hubo que mimarla durante años hasta que pudo dar frutos, aunque siempre ya creció achatada y como arbusto algo desmesurado. Ella fue la que inauguró casi diez años más tarde el poemario Los parasoles de Afrodita.

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