Título de la fotografía: La Flor en tu cadera
Canción al verbo enterrado
No quiero andar más que para gastarme,/
no quiero gastar más que para la luz,/
no quiero iluminar,/
no quiero vivir, no quiero gozar,/
no quiero revertir más que para asomar/
a esta blanca página de paz que la mañana/
ha vestido de mí hecha ya sombra a la luz/
de tu cobijo anterior a mi futuro,/
de tu sangre bella que no quiero/
apartar de mí más que para soldar tu flor a tu vida/
formando agua de amor derramada más allá de mí./
Más allá de mí./
Que siempre viva./
En la flor,/
vida pura tuya y agua,/
muero para renacer en tu encina caliente y nueva,/
que mi soldado corazón se desnuda/
para armarse de tu pecho ya grande,/
que tu piel sola, que me prende/
como la flor a tus caderas de hojas verdes, que son verdes como el sol vivo/
bajo el mediodía, sol y flores abiertas./
Para mi cielo, tu azul./
Y vivo en ti y por ti colmada a todas horas,/
y a todas distancias de mi alma a la tuya,/
y al núcleo verbo que mantiene mi sien perfecta llena de tu frente y tu herida que es la mía./
Yo lloro esta noche sola, sola noche sin columna/
que sólo tierra soy,/
ni templo ni hija ni mujer ni poeta,/
sólo yerba, sólo agua, sólo luz,/
y te entierras, y te anidas y te ahogas y te apagas,/
y en vida tuya te alegra el sol,/
te amaban la noche, la candela, los grillos,/
te amaba el amor./
El amor te ama sin tener que morir y te da el alba./
Para mi noche tu latido./
Cambio este verso por mi muerte,/
cambio este alma por tu risa,/
cambio a La Flor por tu cadera/
de hombre vivo/
andando./
(Sofía Serra 31 marzo 2010)