Nuevo hombre en la cruz
Verte
en verde puro quisiera
ausente
de tus férreas estampidas,
lenta
en un segundo presiento
tiempo
al sol de ese tulipán equivalente
que
me llama, me pregunta, me requiere:
¿Por
qué?, ¿por qué no bebes?
Y
tus manos amasando espinas.
Como
ya no se te clavan…
Al
verde quiero sostenerte:
Flamearás
sucediendo en el vacío
hasta
que el celo mudo
de
tu viento, si es que mientes,
se
haga hueco en la cruz de tu pecho.
Y
entonces se abrirá el cuero herrumbroso.
Y
el manantial borboteará
de
las cuatro paredes de tus brazos.
Y
el sol del aullido iluminará
las
doradas clavijas como si fueran
brotes
verdes: verte
como
si no te hubieras zanjado.
El
campo de cuerdas de hierro
tronará
en rasgueo salvaje
de
tu boca que reirá llagando
el
aire que hoy permanece ileso…
Como
muro, como vano
a
la muerte en la que tañes
preso
de esa cruz en la que te clavas,
que
ya no sé, yo no sé, no sé
con
qué manos apuntalas
esos
clavos a tus palmas.
Hombre
de cuatro brazos,
mutante
de esta tierra morada
por
la espada de tu arado
que
me llama, me demanda, me pregunta
de
qué te sirve ya ese par de alas.
(De "Nueva Biología")