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martes, 1 de agosto de 2023

Incendios de agua II




Incendios de agua II


Luces licuadas,

agua encendida,

mis pasos airean 

la tierra mecida.


(De "Camino de sirga".)


sábado, 22 de julio de 2023

Solidez




Voto suicida


Si eres viejo, eres débil.

Si eres joven, eres débil

(el futuro no perdona).

Si eres pobre, eres débil.

Si eres rico, eres débil

(la muerte no perdona).

Si en todo eres el medio,

recuerda por donde 

la viga se rompe siempre

(la física no perdona).


¿Y vas a elegir

a los que sólo favorecen 

al más fuerte?





lunes, 10 de julio de 2023

Sanidad privada

 


Salubridad

"porque ya no sé si camino

sobre el mar o sobre la yerba". (2004, Entreterras)


la verdad es que dudo

mucho sobre mi utilidad

como poeta

cómo ser 

humano sin matar

estar

brindar al sol

luminiscente demonio

que la rosa anhela

desde el tronco espinoso

para poder florecer

mejor

existir.


del mar las algas

me favorecen la llave

para abrir la puerta

escondida de mi pasado

poético.

tierra y mar son lo mismo,

iguales 

de idéntico devenir

entre la yerba y el yodo

de mis pasos.

desde la orilla emerge

la demolición del ayer

salobre. De su inútil

duda.


(9/7/2023. De "Demolición".)

lunes, 3 de julio de 2023

Aconteceres





Acontecimiento


Vengo desde el mar

para acontecerte,

para sucederte,

a ocasionarte,

a lesionarte como el mar

ha lastimado mi carne

tan tierna, tan vulnerable

tan débil, tan siniestramente

ojeriza de la luz del sol

acribillante y su eterna órbita

de niño bueno rondando

por mi cabeza y sus sucedáneos.

Y ronda y rueda tejiendo

el limbo de mi ausencia

de color sobre mi cuerpo de carne

tan él, suyo, tan lesivo al ser

y no pertenecer a nadie,

tan megalómano

con razón

y hasta sin ella,

aquí llego desde el mar

y aunque me hiera

en él me abandono y te encuentro.

Y mis lesiones sanan

aunque el mar me funda

con sus sienes

y yo ya ni sea

ya

nunca.

jueves, 4 de mayo de 2023

Ataúd abierto para Manuel Vilas




Anarquista 


No vinisteis a mi entierro.

Pero no os preocupéis,

no soy rencorosa.

Sólo me apareceré

de vez en cuando 

para susurraros:

“La poesía está muerta

porque no da dinero.”

A mí me mató

Manuel Vilas 

ayer

(yo tampoco he producido

dinero nunca)

y ningún policía ni juez alguno

lo ha perseguido

como asesino.

La poesía está muerta,

yo estoy muerta

y un homicida, libre.


La poesía está muerta,

yo estoy muerta,


la ley ha muerto.


Por fin mi sueño dorado

se ha realizado.


(De "Pasamonerías")

jueves, 20 de abril de 2023

IA, dicen

 



mundo virtual

mínima flor,
lúcida antimateria,
del cliché natural
negativo troquel
en positivo.

lunes, 3 de abril de 2023

Reivindicación del gris "n"

 




El tan-tan

He pasado mala noche

soñando que había perdido el móvil:

no sé qué 

me       

                           llama

a perseguir qué

añorando qué

en mis manos

cuando no hablo a 

penas más que con el 

cielo y su azul sazonado de silencio.

Si él quisiera contactar conmigo,

tan sólo tendría que expresar sus dudas,

permitir neblar su callado

con nubes de timbre bruto

retumbando en mis oídos

hasta lograr despertarme

de tan ridícula pesadilla

y justificar así su presencia

en el baúl de mi humor-

-amor indispuesto contra él,


contra todo. No soñar


que recupero la lluvia

en mis manos empapando

mi pérdida            tan     

sola mi pérdida    tan     

seca mi pérdida   tan     

suya

de         mí 

y mi móvil

de añoranza por

el cielo gris,

sino vivirla.

jueves, 30 de marzo de 2023

Horizontes rosados




La flecha del tiempo


siendo verdad rosado

el color de la aurora, 

no es menos certera

la confusión celestial

que me procura su sitio

en el borde del ocaso

donde me hallo

perdida entre la noche y el día

el final y el comienzo

de no sé sino más bien

un tiempo

sin principio ni término 

así como la ilusión retardada

del simultáneo acontecer

del instante: una eternidad 

sin dios observante

salvo el don divino

de la palabra como dardo

en la diana de lo inabarcable.

sábado, 25 de marzo de 2023

Fe-hacientes




Fe-hacientes

meros ejercicios.

(eso sí, de los espirituales,

con luz a raudales.

Para mañana, boquerones fritos.)


Ahí donde todo lleno,

un hueco canta

su silencio.

allí donde todo lleno

un silencio sacia.

ahí donde todo

lleno hay

un hueco que canta

su silencio.

donde ahí todo

lleno hay, un hueco

canta callado.

todo allí lleno, y el llanto, callado.

allí lleno el llanto

cantó vacuo al vano 

mudo del medio.

jueves, 16 de marzo de 2023

Poema abierto al Sr. Roig




 ¡A la rebelión civil, jolín!


No, señor Roig, usted se equivoca:

Vocaliza callando y silencia 

palabreando

lo que a todo ser de bien 

y mal humanos, es decir,

con más de dos dedos

de frente por montera

conoce de antemano,

antes, mucho antes,

de tener que ganarse el jornal

para poder llenar su estómago:

Con las cosas de comer no se juega,

ni se deben contar las lentejas,

¿no le enseñaron sus padres

la caligrafía precisa que distingue

entre beneficio y malhechizos?

Magia malabarista intenta 

con su parla y con sus cuentas

olvidando que el dos-más-dos

hace mucho tiempo y lugar

que los españoles aprobamos

en las escuelas.

Si de su tibio cuerpo,

tibio por enclenque, ¿no

estará usted enfermo?

nace la suma del apretando

(como a mí me cobran más

yo vendo más caro, dice 

tan ufano aún creyendo

que su inocencia es manifiesta)

en el tira y afloja de su mundo

imaginario, yo tiro de usted

y lo siento en este mío,

este tan terreno donde lo primero es comer

y lo segundo, hacer justicia palmo

a palmo: deseo que contemple

cómo ese cinco por ciento

de mayor positivismo

nace de haber incrementado

sus precios más allá (quizás del cielo,

seguro proveniente del infierno)

de lo que a usted le estrujaron.

Tan seguro de su cinturón

debe haber olvidado

la ley básica del mercado:

Si no tengo, si no alcanzo,

no compro. 


Y la trifásica, algo más compleja,

pero nada difícil para sus entiendos:

Si un ladrón

me roba, me perdona

el siglo

si yo a usted le hurto. 


Ándese con cuidado

porque de aquí a nada,

o sea, de hoy a mañana,

sus tiendas, a parte de nidos de ratas,

criarán expertos tirabuzones de plata,

porque donde la necesidad obliga,

donde el sueño decente ocupa,

donde la justicia cava hambre,

las manos justas

hacen su agosto

sin duelo ninguno

ni culpa alguna.

sábado, 25 de febrero de 2023

Danzas estelares




El baile del sol


El oro en paño del páramo

poblado por el viento

invisibles

las costas del mar celeste

calibran la necesidad

de significado en su vaivén:

el baile del sol hechiza 

mis manos describen 

la voltereta

sus dedos adjuntos

señalan sin mi dolor

beatífico yodo

sobre las resecas páginas

del libro abierto y olvidado 

a la intemperie:

se humedecen las letras

desvaneciendo-las palabras

los signos-los signos evidentes

(por sí mismos se hacen ver)

de la música

inaudible avanza

y se aleja adelante 

el globo de luz tan sonoro

misterio servido 

sobre la mesa tu erial

-su espejo- la pluma de oro

sin que la fuerza,

es decir el amor,

señalan que la acompañe. 


May the force

be with you:

sidérea salva de tronantes

olas caídas bajo el alumbre

de la omega del sol

y el alfa de su baile.


domingo, 19 de febrero de 2023

Dos creaciones




 Demiurga


El tiempo que me ocupa, me hace libre.


A la vez que la noche se cobija

en brazos de su futuro

y bostezando se apresura

a descansar de su jornada

y le va llegando el sueño

que la despojará del pasado

día vivido entre las estrellas

y la luz dálmata de la luna,

así su oscuridad me revela

la luminaria universal del orden perpetuo,

la constante e insufrible belleza,

la intangibilidad de tanto innegable,

tan pequeña yo ante mis neuronas,

me sucede el real escenario

de tanto vertido por las cataratas

invisibles de lo inabarcable.

Una noche que aspira

el oxígeno sin combustionar

ni consumir ni una mota de polvo

de medio planeta que a oscuras

permanece. Los ritmos medidos

los ritmos pautados de un celeste

mundo que nos inspira

eternamente cuando eternamente

erramos errados.

Ni música de esferas ni designios

divinos nos gobiernan.

Un universo completo e infinito

se crea desde el hueco craneal

hasta el terreno del social

concordato entre tú y yo.

¿Y, cómo acompañarlo, cómo habitarlo

cómo medirlo, cómo acompasarlo

si no nos entendemos ni silabeando

el mismo idioma de gestos y sueños?

Vagamos, como decía, como dije,

hace mil años, como burbujas 

interestelares sin comprender

ni siquiera el lleno que nos sostiene: 

Desconvocar el descanso de la noche,

amanecer al día del suceso,

poblar el horizonte con el tacto,

hablar creando el tiempo,

ese que mantiene

al universo

vivo.


lunes, 30 de enero de 2023

Contradicciones





La promesa


Bulle el carnal donaire aun, y aún, silente

mientras se desliza el sedoso limo

patinando sobre las antaño

pulcras piedras. Desacuerdo

entre la marmórea frigidez

y el entibiado hálito del vellón

que las envuelve y acuna.

Borbotea el líquido sometido

por tan leves y aéreas armas

y el futuro vaticina su nombre 

de presente sin un pasado 

que lo augurara.

Cuando mañana croen los sueños

de los prometidos renacuajos,

el alma licuada del arroyo,

ya sin áridos recuerdos,

irá muriendo pletórica

de vida.


¿Y voy a ser yo menos?

martes, 17 de enero de 2023

Desconocimiento




Desconocida


voy huyéndole a la noche, nebulosa,

manto, velo transparente, certera

advertencia de mí

en este tiempo perdido,

¿o extraviada yo de él?

No sé si tengo que saludar 

o ir despidiéndome.

Dar la bienvenida o asomarme

al adiós

que es abismo, que es región

no sé si de mis centros y alegrías

o el verdadero paisaje del lugar

que hoy me resulta invisible.

Un “no sé” tatúa mi frente

y en la zozobra de mi nuca

los opiliones se arremolinan

buscando el calor de la certeza.

No puedo darles nada

más que mi fría inquietud

sin nombre:

¿en qué país te has convertido?,

sin cabeza continúas caminando,

tus manos atarean cada tu día de mercado,

cada tu día de hoy que se te regala

sin precio,

sin saber de dónde proviene, 

sin hallar tablilla de cera

donde estamparme,

pertenecer ni a recuerdos cuneiformes,

aéreos elefantes que he dejado volar

junto a la fluvial gaviota 

que también vuela camino 

de la costa, del mar, la orilla,

el destino sin destino posible

salvo el de su viaje.

Ahora comprendo al légamo,

a la verdina, ahora el perro

no muerde el agua, ahora,

los límites licuados del aire,

mis ojos como rasa tabla,

se abandonan a un río sin nombre:

el agua estancada crea la vida,

aunque yo no sepa cómo se llama.

viernes, 6 de enero de 2023

La reina maga




Hacienda 

La reina maga se hace compañía

a sí misma, atrás quedaron

los recuerdos de la tríada 

que proveían infantiles juegos.

Yo, soldada del nuevo tiempo

adventicio, bendigo mis frutos

con mis manos unidas, atadas

para no desbaratar el verdadero nudo,

el lazo del infinito lanzando

el misterio del futuro haciendo.

lunes, 2 de enero de 2023

Perras y platónicas

 



Platónico recuerdo


Voy a crear un recuerdo de verdina 

y algas de agua dulce, de luminarias

y destellos cristalinos fundiendo

el cielo y la piedra en mi surcada frente,

la soledad del aire ensimisma

el arroyo, en sí con su calma

él se halla, la paz de su desbordamiento

salta al pretil de mi amparo.

Del trasvase de las nubes al suelo

no se olvida el blanco pulular 

de las ondinas campestres, se mecen 

al compás de cada fulgurante burbuja, 

son los brotes de vida rana y nueva

bajo la turbidez del espejo:

es la señal del instante,

la lúcida llegada del tiempo,

que trota sin alambres ni veredas

hasta cubrir el pasado

con su manto de futuro

e inocencia, no importa

si platónica.


sábado, 8 de octubre de 2022

Vallejiana

 



La entrañabilidad de la poesía de Vallejo

 

Desde esta ventana de mi tiempo

abierta al otoño de mis luces,

me deslumbra el paisaje limpio

de un cuerpo ya muerto

cobijando mis sentidos

en la cueva de la osa

que nunca deseó deshibernar.

Válgame el amor resucitado,

la placa conmemorativa de la endecha

descubierta entre las ruinas pétreas,

Petra alzada, en los cálidos acantilados

de la arena eterna, la entraña

intangible del verso secreto,

la cantina audible de la interna presencia,

alma incontable de almas

unidas por el hilo de plata invisible,

letras de ser a ser insistente

sosteniendo los cielos amarillos

del río sin sombra ni cauce

que ablanda los riscos afilados

del devenir humano

y su gobernanza de duelo y terror.

 

Porque más allá, mucho más lejos

del pasado, aún más distante

que el origen de la nada,

late la inquietud primigenia

de lo innombrable

o tan solo tan cercano

que desmiente al big bang,

o cualquier otra lejanía,

y el Universo adquiere

sentido de ser

bebé en mi regazo.

 

Y yo lo mezo.


lunes, 25 de abril de 2022

Las amapolas

 


Las amapolas

 

El silencio te subyuga

como las amapolas catedralicias.

El silencio domina

las querencias del libre

albedrío del azar

ensimismado

plegándose al etéreo-

intocable, inabordable-

suburbio de la paz.

Es allí donde se habita sin paso

fugitivo, sin medias prendas

de voy y vengo, vas o vienes,

donde reinan los vehementes:

El silencio, o la compañía

de la cálida soledad.

La amena retirada del transcurso de la memoria.

Los afanes declamados por los hieráticos torsos

son éticas korés de madera carbonizada

por el fuego del olvido.

Más se elevan las amapolas

aplaudidas por las manos

del hemisferio celeste

que, como todos sabemos,

solo vive una vez

y solo se consuela

en silencio.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

El sol, la luna y las estrellas (Feliz Año 2021)




El amo de casa

El esfuerzo con que la luz
se hace todos los días,
maldito sea el Génesis
y todos sus estudiosos,
ninguno contempló ni relató
cómo el sol levanta
el manto negro, la mortaja
sobre la tierra bajo la tumba
resucitándose a sí mismo,
como si la empresa dependiera
de unos brazos aún más extensos
que el Universo.
Calculamos a nuestra medida,
contamos las estrellas con las puntas
de nuestros dedos, el milagro
nos ilumina todas las mañanas
revelándonos el poderío
de tanto astro esforzado
en su tarea cotidiana:
Recoger la noche,
barrer las estrellas,
abrir las flores,
secar la yerba,
calentar los techos de los hombres
y cocinar el humus
que germinará desde semillas.
Pobre amo de casa el sol,
nadie contempla la fosa abisal
que atravesó
para revivirse cada día
en nuestra mirada tan parca,
tan parcos somos, nos
y nuestros lamentos de lagartijas
con lágrimas de cocodrilos
y voluntades de renacuajos.

Oh, Luna

Y tú, Luna, la usurpadora.
De su luz te alimentas y así cebas
el sueño blanco de los licántropos,
de algunos poetas, de los vampiros
pájaros pobres ratones con alas
como tú, pobre astro sin brillo propio
¡pero que a la noche iluminas!
Barres el día, acunas el sol,
decoras el opaco negro que nos hunde
con brillos de fantasía.
Y así, te llaman dama de noche,
como diva, como estrella
de la película noctámbula.
Los búhos te ululan, los zorros
te ladran dulcemente,
alguna vez te retraté entre las hojas
de las encinas. Blanca, blanca eres
como la nube blanca del día.
Qué es propio tuyo sino
tu mismo espejo donde te miras
todas las noches. La madrastra
blanca como la nieve
que todos amamos, menos las ratas,
que se esconden de tu luz de ganga
ante los gatos y sus razzias de juguete.
Sol dado eres rodando mañana
sobre el tapete del seguro azar
sin más valor que el calor
del amo llovido sobre la tierra
en un tiempo que no te pertenece.
El pasado y el futuro te construyen,
¿para cuándo tu presente?

Lunero

Donde la luz terrena se abre
a sí misma
encuentro tu tiempo blando,
tu tiempo instante de permanencia
absoluta más allá del después y el antes,
donde nombras y vives el momento
siendo árbol almizclero.
De perfume primaveral
lozanas el invierno que se fija
y el otoño ya volando,
del frío numen de tu asiento
llueven las palabras que me nacen
como flores glaciales del lunero:
un poco fuera de tiempo,
un mucho lejos de las necesidades,
con miedo a la intemperie del silencio
que la helada canta tañendo con muerte
tantos posibles frutos
como bienes amanecen
en cada poema que no escribo.
De la flor fuera de sitio, fuera de todo,
renace tu tiempo de presente
tan alejado de tu remoto lecho,
tan cerca de la tierra desmemoriada
de día, tal como me olvidan
las palabras que sí escribo,
enterradas, aun vivas.
Poeta, ¡oh, Luna!, poeta eres de todo
instante, poeta sin pasado ni futuro,
poeta con el tiempo congelado
en la flor-la flor, poeta de hoy tan sola
sin mañana de sol ni ayer de astro,
presente vives estrellada en el cielo
del árbol oferente de frutos como soles,
limones mes a mes durante todo tiempo.

o0o







martes, 1 de diciembre de 2020

Entre la multitud

 




Ars vivendi

Escribir es matar el tiempo. 

En este canto obstetra
donde germina el hambre,
o el ansia de corduras y de semillas,
y la senectud de tantos paraísos
como nombres evoca la lentitud
del tiempo acompañando al verano
que bajo su mismo sofoco sucumbe
como el suelo brillante de tanto atusarlo
con nuestros pasos y los pasos
de los animales, las bestias consagradas
en el ara del hogar silvestre
junto a la mendicidad de una hormiga,
a la voracidad del saltamontes,
a la sed del conejo bebiendo plantas,
o al coricanto de los perros
enjaezando el aria del gallo,
en este parto a la multitud
donde ni un alma acude
a solazarse:
porque sobre yerbas secas,
yerbas duras, yerbas hirientes
como cercas de espinas,
quién va a tumbarse a descansar
sino yo que encuentro
en las heridas de mi piel
el alivio para mi alma cerrada a cal
y a canto de mí misma.

La escritura, de cualquier forma y luz,
para los inmortales y su hambre 
de muerte para sobrevivir.
Yo vivo viviendo sin matar
cada mi tiempo, que es compañía
de este hambre o arte de vida.

(Sofía Serra, 2020)
 
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