He estado revisando este blog con las herramientas que Google proporciona en busca de algún virus y no se han detectado. También he revisado su indexación y, según Google, solo había problemas en tres vídeos con enlaces rotos. Ya los he corregido.
El cuarto claro es un sitio meridianamente claro y nada sospechoso. ;)
viernes, 18 de agosto de 2023
Revisión de "El cuarto claro"
jueves, 10 de agosto de 2023
Incendios de agua y puertos reales
Puerto real
hoy descanso
bajo
el toldo de la sensación
de no haber
sido
sagaz
me aplomo
fundo
mi sí-li(n)ce
de arena:
Nace el cristal
recojo las
aguas
de los cabezos
amarillos.
Como una
lagartija que sale huyendo
cuando tu paso
avanza
entre los
cañaverales,
te pierdo y al
momento
reapareces
erguido
con la sonrisa
levantada bajo
tu mano el
puerto
real de entrada
a ti.
(Del libro "Los cabezos amarillos". Más información AQUÍ en la página de la editorial.)
martes, 1 de agosto de 2023
Incendios de agua II
Incendios de agua II
Luces licuadas,
agua encendida,
mis pasos airean
la tierra mecida.
(De "Camino de sirga".)
jueves, 27 de julio de 2023
Las olas y Afrodita
La muerte de Afrodita
Dejo de mirar el cielo de donde llego.
Hoy ya sí, añadas de nubes a la espalda,
no espero agua aunque otra lluvia llegue.
Cambio hielo por una fuente,
mudo tierra a otros cielos,
hoy navego surcando los aéreos
mares cruzados por los vientos
que en tu boca pronuncian mi nombre.
Porque rauda, rauda soy,
lejana ya de mis raíces quietas,
cercana ya de lo que llaman
sueño, quimera, mentira, utopía,
qué más da,
y yo sólo puedo nombrar como terreno.
Mas de mi memoria me perdí,
subsumí haciendo mía
esta patria de presente
renunciando a mí misma
por todo lo que fui.
Desconocido de orilla,
mira bien esta lengua ya
agostada de tanto lamer
la costra dura.
No desdeñes las yemas
que de su cueva nacen.
¿Los espárragos?,
ellos lo tienen fácil: se-lo-hacen-to-do. Se lo hacen.
En la penumbra vivo feliz, vivo calma y vivo vida.
En la penumbra, pero no a escondidas.
Son mis parasoles los que abro,
son mis manos las que se alzan
creando sombra mía junto al laurel
del adormecido sino.
Aquí, junto a la fuente,
agua fresca vierto en sus labios celestes
con celo sobre su aliento: Agua que bebe,
agranda mis cauces internos,
mi gruta caliente, este huerto
donde se puede cultivar en pleno invierno.
Las humedades recreo
con estas carnes salubres
embestidas contra la espuma
sobre la cárcava marina
que se crece, se crece
como regente de la ola
que se hace grande,
más grande mientras más
se acerca a la orilla:
algas... algo de yerba
prendida en mi cabello.
Son recuerdos.
Retozar sobre cementerios
siempre conquistó albas
de la muerte en vida:
¡Ay, la sal!,
sal de mis amores y de tus olas,
¡sal huyendo!
Ola mía, ola brava, ola tuya,
salina ola, ¡no claudiques!,
arremete y sigue muriendo:
Tumba dicha rubia arena,
tumba agosto dicho sal, ¡sal!,
tumba cercas, cerca tumbas,
tumba vida, vive tuya y dame,
dame ya la muerte buena.
(Del libro "Los parasoles de Afrodita". Baile del sol, 2013.)
lunes, 17 de julio de 2023
Liquidez
Sin huesos
He estado cerca del mar tan lejano,
tan mío me parece como los pasos
que la ola ha avanzado para lamer
mi cuerpo tan pequeño, tan inabarcable
por sus brazos líquidos con caída de sí
y de mí, tan mío
como su cercanía y a su enormidad
la he abrazado en mi regazo
porque tan sólo, tan solo y en su soledad,
me ha avenido dándome la bienvenida
en su sólido seno sin límites ni nombres.
El mar me ha modulado
moldeándose a mi sino
de mujer que lo embarca
aunque no lo abarque.
Ni mis costillas se han quebrado,
ni su retiro de ser de nadie remite,
pero ambos fundidos hemos hablado
de amor, de yeguas, de aire,
de mareas con intemporales tiempos
como sus arenas tiernas
como mi carne, y él, tan tierno también,
ha abierto mi cuerpo a su eterno,
a su sino tan solo
de mar entregado a mis brazos
ya sin orillas que lo labren,
yo, sin llagas que haya de sanarme,
él y yo ya transparentes
pero uno siendo
la piel de ambos
como dos mundos que se entregan
el uno al otro en encuentro perpetuo
a su ritmo y a mi canto.
lunes, 10 de julio de 2023
Sanidad privada
Salubridad
"porque ya no sé si camino
sobre el mar o sobre la yerba". (2004, Entreterras)
la verdad es que dudo
mucho sobre mi utilidad
como poeta
cómo ser
humano sin matar
estar
brindar al sol
luminiscente demonio
que la rosa anhela
desde el tronco espinoso
para poder florecer
mejor
existir.
del mar las algas
me favorecen la llave
para abrir la puerta
escondida de mi pasado
poético.
tierra y mar son lo mismo,
iguales
de idéntico devenir
entre la yerba y el yodo
de mis pasos.
desde la orilla emerge
la demolición del ayer
salobre. De su inútil
duda.
(9/7/2023. De "Demolición".)
lunes, 3 de julio de 2023
Aconteceres
Acontecimiento
Vengo desde el mar
para acontecerte,
para sucederte,
a ocasionarte,
a lesionarte como el mar
ha lastimado mi carne
tan tierna, tan vulnerable
tan débil, tan siniestramente
ojeriza de la luz del sol
acribillante y su eterna órbita
de niño bueno rondando
por mi cabeza y sus sucedáneos.
Y ronda y rueda tejiendo
el limbo de mi ausencia
de color sobre mi cuerpo de carne
tan él, suyo, tan lesivo al ser
y no pertenecer a nadie,
tan megalómano
con razón
y hasta sin ella,
aquí llego desde el mar
y aunque me hiera
en él me abandono y te encuentro.
Y mis lesiones sanan
aunque el mar me funda
con sus sienes
y yo ya ni sea
ya
nunca.
jueves, 30 de marzo de 2023
Horizontes rosados
La flecha del tiempo
siendo verdad rosado
el color de la aurora,
no es menos certera
la confusión celestial
que me procura su sitio
en el borde del ocaso
donde me hallo
perdida entre la noche y el día
el final y el comienzo
de no sé sino más bien
un tiempo
sin principio ni término
así como la ilusión retardada
del simultáneo acontecer
del instante: una eternidad
sin dios observante
salvo el don divino
de la palabra como dardo
en la diana de lo inabarcable.
sábado, 25 de marzo de 2023
Fe-hacientes
Fe-hacientes
meros ejercicios.
(eso sí, de los espirituales,
con luz a raudales.
Para mañana, boquerones fritos.)
Ahí donde todo lleno,
un hueco canta
su silencio.
allí donde todo lleno
un silencio sacia.
ahí donde todo
lleno hay
un hueco que canta
su silencio.
donde ahí todo
lleno hay, un hueco
canta callado.
todo allí lleno, y el llanto, callado.
allí lleno el llanto
cantó vacuo al vano
mudo del medio.
jueves, 16 de marzo de 2023
Poema abierto al Sr. Roig
¡A la rebelión civil, jolín!
No, señor Roig, usted se equivoca:
Vocaliza callando y silencia
palabreando
lo que a todo ser de bien
y mal humanos, es decir,
con más de dos dedos
de frente por montera
conoce de antemano,
antes, mucho antes,
de tener que ganarse el jornal
para poder llenar su estómago:
Con las cosas de comer no se juega,
ni se deben contar las lentejas,
¿no le enseñaron sus padres
la caligrafía precisa que distingue
entre beneficio y malhechizos?
Magia malabarista intenta
con su parla y con sus cuentas
olvidando que el dos-más-dos
hace mucho tiempo y lugar
que los españoles aprobamos
en las escuelas.
Si de su tibio cuerpo,
tibio por enclenque, ¿no
estará usted enfermo?
nace la suma del apretando
(como a mí me cobran más
yo vendo más caro, dice
tan ufano aún creyendo
que su inocencia es manifiesta)
en el tira y afloja de su mundo
imaginario, yo tiro de usted
y lo siento en este mío,
este tan terreno donde lo primero es comer
y lo segundo, hacer justicia palmo
a palmo: deseo que contemple
cómo ese cinco por ciento
de mayor positivismo
nace de haber incrementado
sus precios más allá (quizás del cielo,
seguro proveniente del infierno)
de lo que a usted le estrujaron.
Tan seguro de su cinturón
debe haber olvidado
la ley básica del mercado:
Si no tengo, si no alcanzo,
no compro.
Y la trifásica, algo más compleja,
pero nada difícil para sus entiendos:
Si un ladrón
me roba, me perdona
el siglo
si yo a usted le hurto.
Ándese con cuidado
porque de aquí a nada,
o sea, de hoy a mañana,
sus tiendas, a parte de nidos de ratas,
criarán expertos tirabuzones de plata,
porque donde la necesidad obliga,
donde el sueño decente ocupa,
donde la justicia cava hambre,
las manos justas
hacen su agosto
sin duelo ninguno
ni culpa alguna.
miércoles, 8 de marzo de 2023
Mi sujetador de trabajo es de color morado
"Mi sujetador de trabajo es de color morado"
El color morado es mi preferido desde hace medio siglo aproximadamente. Mi lucha, también desde niña, ha apuntado siempre hacia el ser más débil (la verdad también lo es). Con toda la razón me llamaban mis padres "abogada de pleitos pobres". Cuando comenzó a llegarme el eco del 8 de marzo como día de la mujer trabajadora, allá por el instituto, inmediatamente percibí un deje injusto en su nomenclatura aunque me identificaba con lo que rememoraba. Ya de mayor, me sentí injustamente olvidada por él. Como me he dedicado a ser ama de casa y esta "profesión" (hasta de fe) no es reconocida por ninguna ley como "trabajo", simplemente el 8 de marzo no era mi día.
Donde más marginada por mi condición y circunstancias (mujer y ama de casa) me he sentido ha sido en el ambiente socio-poético y, concretamente, por mujeres de ese ámbito que se autoproclaman como feministas. De más está que diga que también por "pseudodoctores" masculinos. Así que se comprenderá que en un día como el de hoy mis sentimientos se hallen enfrentados. Soy mujer y feminista desde que nací y, desde que nací, poseedora de una gran capacidad para el trabajo. No debería ser necesario señalarlo. Lo mínimo que mi labor aquí expone así lo demuestra. No me gustan, personalmente, las discriminaciones positivas. Hieren mi orgullo como persona y como mujer. Por ejemplo, jamás me he presentado a un concurso como el Carmen Conde (y he llevado al extremo, porque radical soy, de ni siquiera enviar originales a su editorial). Odio competir, pero no por miedo a fracasar, sino por miedo a ganar (complejo de Jonás). Sin embargo, considero que leyes como la de paridad son socialmente necesarias.
No me representa ninguna mujer con poder o voz. Yo me represento a mí misma. No distingo entre hombre y mujer salvo para cuestiones íntimas amatorias.
Todo mi apoyo (es decir, mi amor y mi fuerza, que son lo mismo) para el ser más débil, para el más marginado, para el menos poderoso, para el que padece abusos, para el peor incomprendido, para el más vulnerable, para el más hambriento y sediento, para ese que es objeto de la injusticia y de la salvaje y horribilísima acción de la jauría humana, aunque se tratase del más terrible de los seres humanos.
Odio la tergiversación y la manipulación. El papel de Podemos con la ley del solo sí es sí actualmente conforma una de las más burdas maniobras electorales llevadas a cabo en este país, a la altura de las iguales practicadas por el PP y Vox (la derecha española). Con esas cosas no se juega. Una vez los voté, pero su morado es mi color mucho antes de que ellos existieran. Me solivianta la ignorancia que demuestran cuando se autoproclaman como los/las verdaderas feministas. Me solivianta su prepotencia sin motivo y su capacidad para la manipulación.
Mis sujetadores de trabajo son de color morado. Dado de que trátanse de ropa interior, y tal como su categoría de vestimenta indica, no suelo mostrarlos pública o exteriormente.
El pudor aún me puede, a la barriga de mi madre gracias, que imagino me formó así.
o0o
martes, 7 de marzo de 2023
lunes, 30 de enero de 2023
Contradicciones
La promesa
Bulle el carnal donaire aun, y aún, silente
mientras se desliza el sedoso limo
patinando sobre las antaño
pulcras piedras. Desacuerdo
entre la marmórea frigidez
y el entibiado hálito del vellón
que las envuelve y acuna.
Borbotea el líquido sometido
por tan leves y aéreas armas
y el futuro vaticina su nombre
de presente sin un pasado
que lo augurara.
Cuando mañana croen los sueños
de los prometidos renacuajos,
el alma licuada del arroyo,
ya sin áridos recuerdos,
irá muriendo pletórica
de vida.
¿Y voy a ser yo menos?
martes, 17 de enero de 2023
Desconocimiento
Desconocida
voy huyéndole a la noche, nebulosa,
manto, velo transparente, certera
advertencia de mí
en este tiempo perdido,
¿o extraviada yo de él?
No sé si tengo que saludar
o ir despidiéndome.
Dar la bienvenida o asomarme
al adiós
que es abismo, que es región
no sé si de mis centros y alegrías
o el verdadero paisaje del lugar
que hoy me resulta invisible.
Un “no sé” tatúa mi frente
y en la zozobra de mi nuca
los opiliones se arremolinan
buscando el calor de la certeza.
No puedo darles nada
más que mi fría inquietud
sin nombre:
¿en qué país te has convertido?,
sin cabeza continúas caminando,
tus manos atarean cada tu día de mercado,
cada tu día de hoy que se te regala
sin precio,
sin saber de dónde proviene,
sin hallar tablilla de cera
donde estamparme,
pertenecer ni a recuerdos cuneiformes,
aéreos elefantes que he dejado volar
junto a la fluvial gaviota
que también vuela camino
de la costa, del mar, la orilla,
el destino sin destino posible
salvo el de su viaje.
Ahora comprendo al légamo,
a la verdina, ahora el perro
no muerde el agua, ahora,
los límites licuados del aire,
mis ojos como rasa tabla,
se abandonan a un río sin nombre:
el agua estancada crea la vida,
aunque yo no sepa cómo se llama.
viernes, 6 de enero de 2023
La reina maga
Hacienda
La reina maga se hace compañía
a sí misma, atrás quedaron
los recuerdos de la tríada
que proveían infantiles juegos.
Yo, soldada del nuevo tiempo
adventicio, bendigo mis frutos
con mis manos unidas, atadas
para no desbaratar el verdadero nudo,
el lazo del infinito lanzando
el misterio del futuro haciendo.
lunes, 2 de enero de 2023
Perras y platónicas
Platónico recuerdo
Voy a crear un recuerdo de verdina
y algas de agua dulce, de luminarias
y destellos cristalinos fundiendo
el cielo y la piedra en mi surcada frente,
la soledad del aire ensimisma
el arroyo, en sí con su calma
él se halla, la paz de su desbordamiento
salta al pretil de mi amparo.
Del trasvase de las nubes al suelo
no se olvida el blanco pulular
de las ondinas campestres, se mecen
al compás de cada fulgurante burbuja,
son los brotes de vida rana y nueva
bajo la turbidez del espejo:
es la señal del instante,
la lúcida llegada del tiempo,
que trota sin alambres ni veredas
hasta cubrir el pasado
con su manto de futuro
e inocencia, no importa
si platónica.
sábado, 24 de diciembre de 2022
Suroestiadas
Cojera (suroeste)
Como una reivindicación de futuro
pasó por tus manos la joya de la corona,
o el secreto de estado,
y no supieron luces ni vanos
si el membrete del sobre
que llevaba grabado tu nombre
se entregaba a los juegos de la dulce,
la dulce mujer y tierna.
Allí me quise, y verme amada,
cuando sopló el simún desde el estrecho,
las paredes se clavaron en el río sidéreo
y tinto sólo, qué solo, tan solo se quedo
este Hércules no dios ni vivo hombre,
solo una estatua de piedra
en la cochambrosa ruinera que lo vio
nacer. Toreando llegó
Gerión y a los pastos hizo ganado
de Flora. No quiso fabricar Hefesto
no el yunque rojo ni el duro hierro.
Bailando persiguió los pasos
de Afrodita, amando al son
de su entrañada y entrañable cojera.
("El hombre cuadrado")
viernes, 16 de diciembre de 2022
Dos temblores (bueno, tres)
El Temblor (poema a mi primer recuerdo verbal)
(A la Venus de Willendorf)
con qué mando vino
y a qué fango llega
la venia bajo la que te labraron.
Si conocemos el momento,
¿te imaginas un desierto sin hombres
poblado sólo de árboles?
…Y entonces llegaron
sus pechos manando leche,
y en su barriga
crece la nueva vida
y se haga fuerte
y coma con sus dientes
y hasta ojeras tiznará
al enfrentarse a la pendiente
cuando el jefe de herida muere
por el colmillo del mamut,
o tal vez por la venenosa
espina de la acacia
que por entonces verdeaba
las arenas del sáhara.
Ni qué decir tiene ya
su vulva fue el origen
del mundo para ellos,
pobres hombres blandos
y sedientos de rascacielos
que los elevaran del frío
del suelo de la cueva.
Pero he aquí que llegó
su bonhomía temprana,
y la mujer chamana
se talló en caliza
hasta dar lugar,
o luz,
al misterio:
y si a esta piedra
y la clavo y casco
lasca a lasca
ya llegarás,
cuando se me abra
la rosa dura.
Pensó la mujer naranja
con el contraluz
de un cuerpo
y durmió
con un cuerpo,
soñó, despertó
y se levantó del tálamo
de piel de alce
con un cuerpo
girado hacia el oriente
del horizonte naranja y negro
y rojo temblor:
terremoto
sopla con sus piedras,
te nombra meciendo
sus altas tundras,
te labra moviendo
tus pequeñas sábanas,
te engolfa en las voces de afuera
cuando mis muslos
aún no habían engordado
con la teta, en la cuna
y desde su mano
se cinceló la talla
de ésta no sé ya
si habla o antigua.