La fotografía se titula Moro (x)
Maurus- a -um, del latín: de Mauritania, moro.
Mauritania era en época romana un país de África que englobaba al actual Marruecos.
Posteriormente llegaron conquistas, reconquistas y colonizaciones y descolonizaciones, del Sur al Norte y viceversa y viceversa y viceversa.
Dice Antonio Pérez, protagonista en primera persona del libro de
Antonio Gala "El pedestal de las estatuas":
"Todo lo que se oponga a la vida, libre en su tránsito, efímera, iluminada o tenebrosa, todo eso será lo opuesto a lo bueno. A lo que Dios, si es que creó la vida, nos ordena. No conozco otra ética ni otra religión; no más teología que ésa..."(El subrayado es de la autora de la entrada.)
Pienso que tal vez el hombre creó a Dios para así liberarse de sus propias autolimitaciones, como por ejemplo en este caso que intento exponer: las fronteras, políticas, religiosas, económicas, tangibles o visibles en un mapa o no.
Es casi como crear un blog con el nombre de unrealand, algo por el estilo, crear a dios, digo, fruto de la misma necesidad
Si fuera posible sólo por la intención de desconnotar a una palabra de sus matices peyorativos que los hombres cambiaran sus conciencias, o que simplemente fueran más conscientes de ellas...porque, ¿por qué la palabra "moro" tiene en español tantas connotaciones peyorativas?.
Aún mucho antes de las décadas actuales en las que la inmigración por parte de seres humanos provenientes del Norte de África es habitual, ya poseía esos matices negativos. Debió ser tras la Reconquista, conquista diría yo, por parte de los poderes feudales y católicos, sobre todo castellanos, de las zonas que iban quedando como reductos del anterior Al Ándalus.
Algunos hablan de las inhibiciones que la tradición judeo-cristiana ha originado en el hombre occidental. Yo pienso más bien en las "desviaciones" que la presencia de dinastías llegadas deshoronablemente al poder (Enrique II, Trastámara, mandó matar a Pedro I, rey legítimo) impusieron en el hábitat "español" y en las necesidades religiosas de sus gentes; sus descendientes los Reyes Católicos, tan hábilmente usados por la antigua dictadura franquista que tuvimos que soportar, supieron usar ese poder político-religioso mejor que nadie, en consonancia, pero marcando hito, con las estrategias políticas de la época (curioso es, los fascismos, el movimiento de dictaduras e ideologías (no podemos olvidar a la falange española) que existió en Europa previo a la segunda guerra mundial hunde sus fundamentos ideológicos, se caracterizan precisamente por ello, por transponer "soluciones" del Antiguo Régimen (superado históricamente con el estallido de la Revolución francesa) a problemas sociales, político económicos de su época). Es
ese catolicismo político el que tanto daño ha hecho en la historia de España, no el cristianismo ni su tradición judáica.
Esta fotografía fue realizada con la intención de reivindicar una palabra hermosa del idioma español, la palabra "moro", con el sueño de poder usarla sin que por ello nadie piense que eres racista, poder utilizarla con toda su belleza formal y etimológica, con toda su hermosura cultural, con la intención a su vez de que aquéllos que la siguen pronunciando (son demasiados, muchos más aún, ayer en las noticias decía que había aumentado el sentimiento racista o xenófobo entre los chavales españoles (eufemismo, inmigrófobo, diría , porque nadie odia a los alemanes o anglosajones que dejan sus dineros en las costas levantinas o sureñas) con pensamientos negativos tuvieran que dejar de hacerlo. Hay como un secuestro del idoma (recuerdo lo que decía Isidoro Moreno en su libro (ver blog
Semana Santa de Sevilla)), al fin y al cabo de un lenguaje patrimonio de todos los que nos expresamos en él por parte de conciencias que deberían poder limpiarse de las telarañas, siempre sucias, que males de nuestra historia han ido depositando en ellas.
Y tal vez, si tuvieran que dejar de usarla, porque ya "moro" significaría algo natural y hermoso, un gentilicio, que además es gemelo de otro vocablo igual de hermoso, moro, ("yo
moro", "yo
habito")no encontrarían ninguna más, y entonces, por medio de esa sustancialidad que los lenguajes originan en nuestras mentes o cerebros, o tal vez almas, o tal vez conciencias, al no encontrar vocablo para sus sentimientos racistas, esos seres humanos dejaran de serlo, racistas, xenófobos, inmigrófobos, miedo, mucho miedo, sólo, el miedo es el mal del hombre.
Una X de un mundo ideal, sin miedo, una "x" para un mundo posible, lejano aún, pero menos que hace 500 años.
Una X para alejar a las "axenaciones" (ver entrada anterior y una futura aún no publicada)