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lunes, 4 de abril de 2011

Idus de Abril



Hoy he recibido la feliz noticia de que mi libro "La presencia por la ausencia" forma ya parte de la Biblioteca de la fundación Saramago, allí en las Islas Canarias, las afortunadas, en Lanzarote. Quien lo haya leído o visto algunos de sus enlaces por aquí habrá podido comprobar que se inicia con un poema dedicatoria a José Saramago, así que para mí resulta algo mucho más que una anécdota. Necesitaba hacerle llegar ese libro, a él, con su poema escrito el día de su muerte, y lo conseguí justo antes de que se pasaron los nueve meses desde su fallecimiento (él decía que nueve meses para nacer, nueve meses para morir- yo de estas cosas tampoco me entero, yo no me entero de nada nunca), y por estas cosas que me pasan que no sé como suceden, un día recordé que tenía una amiga de hace 25 años que se llamaba de apellido como su viuda. Me pregunté si no sería hermana suya, yo, tan despistada como siempre; la llamé y me dijo que sí, que claro, se reía de mi despiste. Total, que a través de ella, mano segura, he visto cumplida una necesidad interior vital, una apostilla más a ese sin querer afán que me persigue y que yo misma no planeo.

Entoces me ha enviado este enlace para que me hiciera la idea de cómo es. Lo que ella no sabía es que esta mañana llevo un buen rato buscando versiones del himno que cantan en el video (el propio José Saramago lo hace)...¿por qué?, porque mi amigo Manolo Moya  ganó el Quiñones de novela este otoño con novela ambientada en  la revolución de los claveles, que fue la que convirtió a esa canción de Jose Alfonso en himno, y ahora Alianza editorial la está promocionando. Así que ahora mismo me encuentro con un todo lleno de señales  que me embarcan en la feliz marejada de la emoción interna plenamente consensuada mire por donde mire, hile por donde hile... y yo simplemente no sé cómo lograré expresar todo esto, o si lo conseguiré. Pero por algo tenía que empezar.

¡Ah!, nada de esto sabía mi amigo, al que no veía desde hace 30 años casi, (aquí en este poema de Canto para esta era se puede comprobar) cuando nombró al personaje protagonista con el nombre de Sophia ...:)

Cuando cantaba, mediante la fotografía, a  las encinas en el campo, escuchaba bastante  este himno, que por entonces formaba parte de mi audioteca. Un amigo me lo envió por cd simplemente porque yo intentaba transformar amapolas campestres en claveles de la feria de abril de Sevilla, donde quería estar por motivos ajenos a la fiesta en sí, muy ajenos, y no podía, no podía... Ese amigo nació para mi sentimiento de amistad y para la vida hace ya algunas decenas de años un 25 de abril.

Dejo la letra del himno, de la canción de José Alfonso. En cualquier otra entrada pondré mp3 de ella.

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade

Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena

Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade

Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade

Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade


CASTELLANO

Grandola, Villa Morena
tierra de fraternidad,
el pueblo es quien más ordena
dentro de ti, oh ciudad.
Dentro de ti, oh ciudad,
el pueblo es quien más ordena,
tierra de fraternidad,
Grandola, Villa Morena.

En cada esquina un amigo,
en cada rostro igualdad,
Grandola, Villa Morena
tierra de fraternidad.
Grandola Villa Morena
en cada rostro igualdad
el pueblo es quien más ordena
Dentro de ti, oh ciudad.

A la sombra de una encina
de la que no sabía su edad
juré tener por compañera
Grandola, tu voluntad.
Grandola, tu voluntad
juré tener por compañera,
a la sombra de una encina
de la que no sabía su edad.

(Nada más cerrar esta entrada y lanzarla me lo has dicho, José, que te has ido. Sé, intuyo que esta canción te gustaría, estoy segura, completamente. Te la canto, amigo mío, mi vecino de blog, mi querido José Luis Zúñiga, nuestro Zuñi...)

Idus de marzo



Hoy he recibido la feliz noticia de que mi libro "La presencia por la ausencia" forma ya parte de la Biblioteca de la fundación Saramago, allí en las Islas Canarias, las afortunadas, en Lanzarote. Quien lo haya leído o visto algunos de sus enlaces por aquí habrá podido comprobar que se inicia con un poema dedicatoria a José Saramago, así que para mí resulta algo mucho más que una anécdota. Necesitaba hacerle llegar ese libro, a él, con su poema escrito el día de su muerte, y lo conseguí justo antes de que se pasaron los nueve meses desde su fallecimiento (él decía que nueve meses para nacer, nueve meses para morir- yo de estas cosas tampoco me entero, yo no me entero de nada nunca), y por estas cosas que me pasan que no sé como suceden, un día recordé que tenía una amiga de hace 25 años que se llamaba de apellido como su viuda. Me pregunté si no sería hermana suya, yo, tan despistada como siempre; la llamé y me dijo que sí, que claro, se reía de mi despiste. Total, que a través de ella, mano segura, he visto cumplida una necesidad interior vital, una apostilla más a ese sin querer afán que me persigue y que yo misma no planeo.

Entoces me ha enviado este enlace para que me hiciera la idea de cómo es. Lo que ella no sabía es que esta mañana llevo un buen rato buscando versiones del himno que cantan en el video (el propio José Saramago lo hace)...¿por qué?, porque mi amigo Manolo Moya  ganó el Quiñones de novela este otoño con novela ambientada en  la revolución de los claveles, que fue la que convirtió a esa canción de Jose Alfonso en himno, y ahora Alianza editorial la está promocionando. Así que ahora mismo me encuentro con un todo lleno de señales  que me embarcan en la feliz marejada de la emoción interna plenamente consensuada mire por donde mire, hile por donde hile... y yo simplemente no sé cómo lograré expresar todo esto, o si lo conseguiré. Pero por algo tenía que empezar.

¡Ah!, nada de esto sabía mi amigo, al que no veía desde hace 30 años casi, (aquí en este poema de Canto para esta era se puede comprobar) cuando nombró al personaje protagonista con el nombre de Sophia ...:)

Cuando cantaba, mediante la fotografía, a  las encinas en el campo, escuchaba bastante  este himno, que por entonces formaba parte de mi audioteca. Un amigo me lo envió por cd simplemente porque yo intentaba transformar amapolas campestres en claveles de la feria de abril de Sevilla, donde quería estar por motivos ajenos a la fiesta en sí, muy ajenos, y no podía, no podía... Ese amigo nació para mi sentimiento de amistad y para la vida hace ya algunas decenas de años un 25 de abril.

Dejo la letra del himno, de la canción de José Alfonso. En cualquier otra entrada pondré mp3 de ella.

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade

Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena

Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade

Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade

Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade


CASTELLANO

Grandola, Villa Morena
tierra de fraternidad,
el pueblo es quien más ordena
dentro de ti, oh ciudad.
Dentro de ti, oh ciudad,
el pueblo es quien más ordena,
tierra de fraternidad,
Grandola, Villa Morena.

En cada esquina un amigo,
en cada rostro igualdad,
Grandola, Villa Morena
tierra de fraternidad.
Grandola Villa Morena
en cada rostro igualdad
el pueblo es quien más ordena
Dentro de ti, oh ciudad.

A la sombra de una encina
de la que no sabía su edad
juré tener por compañera
Grandola, tu voluntad.
Grandola, tu voluntad
juré tener por compañera,
a la sombra de una encina
de la que no sabía su edad.

(Nada más cerrar esta enrada y lanzarla me lo has dicho José, que te has ido. Sé, intuyo que esta canción te gustaría, estoy segura, completamente. Te la canto, amigo mío, mi vecino de blog, mi querido José Luis Zúñiga, Zuñi...)

viernes, 18 de junio de 2010

Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago

Me produce hasta sonrojo utilizar su nombre, pero...imagino que el acto de amar, querer, agradecer es así. Necesitamos al otro, lo "usamos",  nos hacemos  dándonos en él, pero para darnos, debe estar "el otro", debemos ser capaces de nombrar al otro al que poder dar y que el otro se deje llamar por su nombre; si no, caeríamos en el mayor abismo posible. Amar simplemente significa encontrar la medida de lo que somos como seres humanos.
No quería hacer nada dedicado a él, pero ha salido tan solo y tan breve que siento traición a su memoria dejarlo guardado.

Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago

Ya que te vas, llévate esta mano mía./
También esta parte infartada de corazón que ayudaste a revivir, y, por favor,/
esas rosas, que si no las respiras terminarán por no abrirse./

O no te vayas./

Vive integrado en los aires de este sustancial asomo de vida/
que parece todos llevamos a cuestas, cuando/
tú, ya tras la puerta, ríes con ojos brillantes de niño que ríe allá en el río,/
entre las yerbas, y sobre el suelo de tierra apisonado y lustroso,/
fruto del cuidado con el que supiste iluminar alguna conciencia libre,/
algún corazón distraído, alguna vena rota que suturaste/
con la voz de tus manos afanosas en el barro fresco de nuestra,/
siempre tuya y nuestra, abrigada caverna./

Sofía Serra, 18  de junio de 2010

(Edito ahora en Agosto. He decidido que este poema abra la dedicatoria del libro que saldrá en septiembre y que recoge mi poemario, escrito entre 2005 y el 2007, "La presencia por la ausencia")

martes, 25 de noviembre de 2008

El hombre y las circunstancias

Tras la lectura de la entrevista a José Saramago realizada por Manuel Rivas y publicada en El País Semanal (23 de Noviembre de 2008. Nº 1678). Fotografía de Sofía Moro, aprovecho para felicitarla por los dos magníficos retratos del escritor que aparecen al compás del texto.
Felicito también Manuel Rivas, pero ya estamos "acostumbrados" a su buen hacer.
A D. José Saramago, mi admiración, una y otra vez recrecida.
Dice Manuel Rivas (refiriéndose de José Saramago).
[...] "o con su cita preferida, la de La Sagrada Familia (la de Karl Marx): "Si el hombre es formado por las circunstancias, entonces es necesario formar las circunstancias humanamente". [...]
Y se me ocurrió que, "el hombre es él y sus circunstancias, como dijo Ortega y Gasset, pero no sólo sus circunstancias, ¿para cuándo "él"?
Supongo que no he sido nunca demasiado orteguiana.
Adivino que primero hay que tener la clarividencia suficiente para dirimir cuáles son nuestras circunstancias y cúales aquéllas que no y, sin embargo, en obcecada ceguera (ya para siempre relacionaré esta palabra con el libro del entrevistado, "Ensayo sobre la ceguera", aunque tiempo antes de su lectura hiciera una serie de fotografías en las que incluía ese vocablo, para mí, "nadie", feliz coincidencia) hacemos nuestras.
Pero aún más, me pregunto para cuándo el hombre que viviendo sus circuntancias también es capaz de con ellas hacer emerger al hombre mejor, a su auténtico yo.
Creo, es posible que por ello admire o de ello provenga mi fanático empeño por la exaltación del Arte, una expresión humana que consigue a través del uso de cualquier lenguaje que el hombre sublime, como en perfecta receta de cocina, que el hombre, repito, consiga extraer sus mejores esencias desde la participación de cualquier condimento o especia o CIRCUNSTANCIA adversa sobrevenida en la elaboración del guiso. Todas , éstas, hasta las indeseables, pueden ser contrarrestadas con los sutiles mecanismos que necesita cualquier preparación culinaria, sólo dependiendo de la sabiduría instintiva y adquirida del cocinero.
Los lenguajes, los que no permiten ser y extraernos para poder comunicarnos unos con otros, para lograr así el entendimiento entre la miríada, milloniríada por mil de seres que somos. Los lenguajes, a los que conformamos y nos conforman.
Hay alguien que ha sacado una calificación extraordinaria en un examen de la asignatura de Latín (lenguaje además de lengua "antigua"). Creo, estoy segura de que sabrá a qué me refiero.

sábado, 25 de octubre de 2008

La parra




[...] ciegos de ojos, ciegos de sentimientos, porque los sentimientos con que hemos vivido y que nos hicieron vivir como éramos, nacieron de los ojos que teníamos, [...]

José Saramago (Ensayo sobre la ceguera)
 
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