En el acaso sabroso del barrio nuevo
tararean las perdices, ¿se perdieron?
Esta muerte de silbo bebe de los cristales. Amarga
el sostenido de los vasos con hielo
que estrellan círculos contra
las noches ajenas a las cuatro perchas,
sexo, beso, multa y ciclamen,
nos cuelgan de este cielo negro
perdido en la memoria,
que no recuerda y no recuerda
más que para agachar la cabeza y
presentar nuco a la puntilla
del suicidio en nuestras venas
de sal común. Sal. Son
nuestras las verdes praderas,
el cielo llano,
la alta meseta
donde el aire se hace cúspide,
se envalentona contra nuestras mejillas
arrebolando el sinsabor,
llagando la diferencia
se abre: a todos hiere (besaba)
creciendo en la roja semilla
de luna llena de tu boca.
¿Por qué la cerraste?
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Después de esto, prometo no perder más tiempo intentando escribir, y dedicarme a leer todo lo de esa tal Sofía Serra. Bueno, si me sobra algo de tiempo, rellenaré también la encuesta sobre solteras en mi ciudad que va como publicidad al pie de tu soberbio poema.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
*De responsabilidades y quimeras*
ResponderEliminarCualquiera puede imaginar a un trapecista en un circo; en el circo; actuando sin red y que por querer deslumbrar o ganar mas aprecio, se termina cayendo y al fin se mata. Se dirá que era un innovador o un valiente o quizás atrevido o incluso irresponsable; pero no criminal. ¿ Mas -con mayúscula individualizadora, ¡pero generalizable!- qué decir de aquél, que en su caída del trapecio, cae en el público y mata a otros ?..
Porque qué ocurre cuando los catalanes, que no son cobardes y no son sin talento, pero actuan como desurados y no alcanzan el mítico norte que no está ni es en ningún sitio, no es ningún centro, ninguna gravedad, centro de masas; que se lo inventan como meta inútil, ni tan siquiera quijotesca; dividan a España en diez pedazos cortos; los vascos del PNV, que ya eran republicanos en la guerra civil -y no católicos, a pesar de afirmarlo y remarcarlo tan falsamente tanto y tanto- para ver qué les daban gratis sin tener que corresponder en nada ellos; se independicen, por la acción catalana, y depués los gallegos y al final los andaluces trás largos años de cruel y zafio terrorismo, los leoneses también y algunos castellanos, mientras Francia pierde a Córcega; Bretaña; Bayona, Anglet; Biarritz; y Alsacia trás otra larga guerra de casi todos contra Alemania y sus aliados de turno. Todo iniciado por los excentrados que se tornan excéntricos; incontinentes habitantes del Noreste Español; por no ser contenidos en su tiempo y a tiempo; por la cobardía infame, entre otros, del payaso PSOE. El trapecista que se mata al caer, era un irresponsable y además nítidamente y a todos los efectos, un triste criminal.
Estamos ante el inicio de la continuación, extensión y mundialización del conflicto, ocultados los catalanes trás la cortina estela del que prendió la mecha: ETA. Y todo ello por una quimera, la de creer que uno está solo en el mundo; que no hay nadie más; que uno no depende también de los demás. ¿Independentistas catalanes? No, ¡criminales!, como los de ETA y más; con minúscula y mayúscula .
¡Catalanes, no estais solos El daño que iniciais, se lo estais haciendo a Europa entera; a todo el Mundo! ¡ Sois y sereis los responsables de ello!