jueves, 30 de diciembre de 2010

La mujer en blanco

La mujer en blanco

Tantos días y noches dormida
tendría que adivinarte bajo este suelo que es sólo noche
de cuándo y cuando
acudiste a los mimbreros y te pedí viento y agua.
Este porvenir embadurna las esquinas de una azotea,
juegan al sol maldito,
se regodean,
atraviesan células de espanto, comunican previsiones:
no acierto ni dormida a soñar con la cosecha del trigo.
Este blanco me adormece débilmente,
me debilita.
¿Cómo oír el silencio?
¿Cómo resplandecer ante el blanco?
¿Cómo tatuar en este pecho lo que no sé qué nombre tiene?
Juego a amanecer y a seguir trabajando.
De alguna hoja suelta se desprende que el otoño no ha llegado aunque sea ya invierno.
Y es que las jacarandas, allá sobre el sur perdido,
en la esquina redonda de los cuarteles de verano,
aún cantan en clave de verde.
Trémulas sus hojas ya saben mucho más que yo,
que sigo en blanco.
Sin caer.


Nada tiene todo con sentido de lo que se escapa.
Nada abunda sobre la memoria.
Nada aparecen vuestras miradas nada puras, voz sin hueco.
Nada me pierdo encuentro y revoco.
Nada que te abusas.
Nada sobre ti extienden el blanco amianto.
Nada obstruye no.
Nada divulga,
¿qué somos sino uno y el infinito?
Nada perdernos y hallar nunca
gracias a que somos nada.
Tal como constato.

Sofía Serra, Diciembre 2010

2 comentarios:

  1. La pregunta "¿Cómo oír el silencio?" ha hecho que me acuerde de un caserío en el valle de Atxondo (Vizcaya) que se llama "Donde el silencio se oye" y muy cerca hay otro caserío que se llama "Donde el silencio duerme". Estoy seguro de que tú eres capaz de oírlo cuando se mueve libre por las montañas, y sentirlo cuando duerme.

    Abrazos, gran poeta.

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  2. Con esos nombres hay que estar muerta para no saber oírlo/percibirlo en toda su belleza, en toda su congruencia... Gracias por este magnífico regalo, Ilkhi. Gracias, por encima de todo, por tu amistad.
    Un abrazo.
    P.D. Algún día pondré pie en aquella tierra, no puedo morirme sin conocerla, ya me ha llamado siempre por abajo, sus venas litúrgicas, y ahora lo hace por sus aires, sus silenciosas alas, debe estar pronto el milagro...no puede ser de otra forma...;)

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