lunes, 23 de julio de 2012

Disparo de un no acampado (Revelión)



Disparo de un no acampado (Revelión)


no se aprende viajando,
solamente se con-prueba
lo que una por su senda
caminaba barruntando.


De viaje por altas tierras,
una sola plaza,
una sola plaza abierta
y a los pies de su no muralla,
las campañas como condenas cumplidas
por los corruptos padres de la patria.
Una sola plaza con un nuevo suelo
emplazado por las manos
del que viaja y canta desbastando
cantos redondos hasta cuadrarlos
y encastrar el nuevo bancal sitiado:
canta con sus manos que atornillan
las bocas de los bancos a las cunas
mecidas por ajena mano alguna,
canta laborando con su obra
con-ciencia que di-lucida
que labra para la de arriba
que apostada en la ventanilla
mensajes en voz alta intercambia
con el guardián de su dinero,
                                              el cajero.
Un solo paciente sin alta-voz,
una impaciente sin años a
la espalda más cinco
mil euros dicho-sos
le han bastado para atisbar
el enclave lumínico aplazado:
No les dejaron salir en la foto.


Los tabúes conciencidas
mataron los sueños de la niña
que se hospedaba en palacio.


Ahora ella se rebela ocupando.
Y el obrero revela fotografías.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)
 
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