lunes, 28 de junio de 2010

Punto de inflexión (Turning point)


Se trata "tan sólo" de una fotografía. Escribo entre comillas ese "tan sólo" porque efectivamente, una fotgrafía es tan sólo eso, una fotografía. Para muchos, para mí incluso algunas. Otras no, otras son lo que sean, verbalmente intranscribible.
Ésta llega tan cargada de sí misma que aún me siento incapaz de verbar auqnue sólo sea para titularla. Pero quería dejar constancia de ella aquí. Constatarla, a ella y a lo que con ella se revela.
Aprovecho para decir, amigos míos queridos que seguís este blog, que probablemente para dspués del verano salga mi poemario "La presencia por la ausencia" publicado en papel.
Bohodón,  Bohodón Ediciones va a asumir ese riesgo.
He tenido que cerrar el blog en el que lo tenía publicado no por intereses editoriales, sino porque puesta a revisarlo por mil millonésima vez y queriendo ir a la vez cambiando lo que fuera preciso en el mismo blog, se me han estropeado algunas "entradas" en él, y en este momento no tengo el tiempo necesario para dedicarme a rehacerlas.
Dispongo de menos tiempo porque, además, he tenido la fortuna de pasar a formar parte del equipo de la editorial, corrigiendo y seleccionando originales y diseñando las portadas en las que mi trabajo pueda servir . No, no ha sido a cambio de la publicación de mi poemario. Los dueños de la editorial habrán tenido sus motivos para aceptar lo que yo pueda aportar. No voy a discutírselos, no soy nadie para ello. Actualmente me hallo, me siento motu proprio implicada íntimamente en su proyecto.
Cuando era jovencita soñaba con poder ejercer ese tipo de actividad algún día.
Después se me olvidó ese sueño.
Ahora lo veo cumplido.
Sentía la necesidad de poder compartirlo con las personas que siguiendo este blog sé que me quieren de verdad, vosotros, mis queridos amigos.
Gracias por estar ahí.

Sólo cuatro versos por ahora:

Se alojó la tormenta sobre el lienzo,
la vida en nuestras manos, la vida endecha
en arco de retorno, la nube extiende
su raciocinio más allá del tren de ida y vuelta.

Sofía Serra, 27 junio 2010

(El signficado del verbo inglés to turn es tan amplio que acoge todo lo que esa fotografía puede revelar. Hoy tal vez el poema sea la posibilidad de ser expresada en un idioma que no es el natural de una)

jueves, 24 de junio de 2010

Di-ablando en rojo (Para los diablos azules)





De dios al diablo

He hecho una fotografía./
He blandido carne de cuerpo arracimado./
Dios me venga cada día, dios me luce/
en el sol escondido/
que ni yo misma encuentro urdido entre las prendas/
que por el suelo voy dejando cuando me desvisto./
Osamenta y ruda percha para colgar ese pliegue envejecido/
que arrastra, arrastra, arrastra tantos años y ninguna basura./
Hasta que me desnudo./


Si yo sólo una tengo, ¿a qué me debo?/
Juventud y buen verso riñen como hervidero de pirañas en el Amazonas./
Al final, será siempre espina y hueso./


Que venga, que viene, que suelta melena,/
que viste sola, que quiebra paredes,/
destreza,/
que yuxtapone, que suma y alivia,/
que poetizo guerreando contra todo hasta sin mí y ya me dejo hasta derrengarme entera./
Cada verso, una batalla ganada,/
cada renuncia de muerte, un paso hacia el caos,/
cada palabra, un menos de Ti,/
cada suerte echada, cada sol en vida./
Abandonar toda sombra/
y dejar de entrecruzar las manos sobre este vientre; preñan/
en vida a la soberana muerte./
Cantar y desposeeros,/
cantar y desvanecerme,/
cantar y subvertir:/
ya la jacaranda cubre suelo/
con sombras verdes dibujadas en el cielo./
Ya la tierra arranca muerte y anega agua,/
ya justifico el frío bravo,/
ya averiguo sobre las piedras,/
ya niego el pasado canto azul,/
ya solo quiero verde, a media tinta o dios./
O diablo./


Y endiabladamente me veo/
poetizando, que es lo mismo/
que amando, jugando o sorteando/
el acá y el allá/
tras el cristal que recita descifrando/
las señales y el ritmo tardo, la lenta alquimia, la cansina suspicacia/
de ciertas pautas y medidas./


Ya bate el colmo sobre la mejilla ardorroja,/
verde beso a beso de mayo a verano/
expandido más allá del límite en subjuntivo:/
Rojo y veo,/
rojo y muerto el ocaso,/
rojo y ardo,/
rojo y vivo/
grande y llena./
¡Bah! ¡Porca miseria de labrantíos parcos y desdichos de sí mismos!/
...Ya asoma el tren de las vueltas sobre/
la hélice de esta quimera encendida./

Sofía Serra, 24 junio 2010

martes, 22 de junio de 2010

Fotografía de Una rosa


Título de la fotografía: Fotografía de Una rosa


Poema para no titular

Cuando sabemos, cuando sabemos,/
la rosa se fotografía:/
Perdernos sin conocer dónde llegamos./
Si todos abaratamos el amor, ¿qué valor tiene la pérdida?/


Creo que nada busco,/
y ya, que nada soy./
Nada me gobierna mas que Ella y algún contrapunto./
Un contrapunto, un acertado contrapunto en decoroso escenario./
Bate a consciencia ahora son dos las que baten son./
Baten/
asas imantadas de caliente y negro hierro/
de éxtasis fundido en el subsuelo de la caverna./

El problema estriba en  que siempre se confunde al amor con los raíles derretidos del tren de vía estrecha,/
es decir, la concurrencia, el sibaritismo, los modales o la propia gutapercha./
Terminamos, terminan, digo hoy, por proveer a los dadores de unos silogismos extraños a sus puercos intereses./
Allá ellos con su divina suerte de saber amar./
Queden como circunscritos por el oprobio del Amar-izaje en la A-libertad o en la An-independencia,/
cuando,/
arracimados,/
se duplican en soberbios y exactamente armónicos triángulos/
engarzándose pubis contra pubis/
hasta que logran cerrar la puerta a la bestia./
Las batidas en razzias siempre fueron enemigas/
de la buena muerte./
Que se equivoquen, humildemente digo que se equivoquen los que hablan./
Yo sólo canto:/

Tren a dos vueltas de ancha vía y nube grande de agua./
Tren que/
me va y me llega por la montanera de esa silueta que/
salta y salta sobre las vías, que/
nunca caminan más que/
cuando traban el breve reborde de este empeine que/
se dobla y se dobla justo cuando el zapato calza/
sobre la nieve de rosas, que/
me desnuda/
sin desvestirme en la helada, que/
me cubre y me enllaga en la tierra de la sonrisa que/
vertebra y faculta todo asomo de arena./
Ardo-rrosa arena./


Siempre permanecerá fresca la flor de la memoria/
depositada sobre estos muslos abiertos/
a plena y caliente alegría./
Cuando sabemos, cuando sabemos,/
la rosa se fotografía./

Sofía Serra, 22 de junio de 2010

lunes, 21 de junio de 2010

Es Decir



Es Decir

O sea, la verdad es que sufro./
Sufro miseria que no sé de dónde llega:/
¿Quién quiere morir por amor?/
¿Quién muere cuando es sobre Amor?/
Sobre Amor ni la rosa cortada se avejenta./
Si lo sabré yo.../
Tiene que llegar esta conciencia que se me escapa, desde la neurona al aire, sobre la otra orilla./
A dos verdes es necesario que pinte el óleo/
sin ni siquiera saber si cuento con pinceles./
Y, ¡ay, ay, que ya se me va...!/

Me quitaré de en medio, de en medio/
del miedo, del conforme y del verde a media tinta,/
presión desde el cuerpo al aire./
Te digo que es sólo una puerta./
¿No me ves? Yo estoy aquí./
Anhelas-Adoras-Ansías./
A de abierta./
No- pa-sa na-da. Salvo tú que quisieras./
Quedan allá las migajas, las solvencias,/
las parcas rimas,/
la insalubridad,/
el ritmo sin gozo,/
la vida larvada./

Me has dejado sola en la puerta del dolor, bestia mía,/
puerta como la de la muerte, sino que a la vida./


¿De qué corazón puede emanar tortura tan cruel/
sino del poseído por el don del estropicio sobre el caos/
y el orden de lo todo, lo suyo, lo ajeno y hasta el mío?/
Las jacarandas aún andan a vueltas entre sus flores y sus hojas,/
desplumadas,/
sin ser ni de ellas, ni de mayo, ni del verano,/
y junio se torna puente tan prolongado, que ni su fin se adivina más que en la nube gris que arrecia sobre San Francisco cuando atardece./
Se quedaron con ya apenas flores y aún sin hojas:/
¡Ay, verano, que siempre me has nacido torcido en estas manos!
Sí, ya lo observo, y ni contesto/
ni pronuncio, ni enseño/
la mudez, como siempre, la mudez,/
que torna el follaje en habitáculo celeste para las ramas quebradizas de las encinas./

Me perderé bajo las ramificaciones que ya me abruman,/
velaré esta cadencia de vida sinérgica,/
esta soflama que me ubica donde nadie ya llega./
Que nadie hable sobre lo que no osa vivir. ¡Que tú!, ¿que yo?,/
¡Qué sabrás tú!/
Aquí, ahí está tu puerta,/
tus manos tensas cerradas sobre tus bravas uñas,/
tu mirada encarnizada sobre el límite, tu temblor de miedo de pies sobre la tierra, la oscuridad a tu espalda,/
y yo, enfrente tuya,/
a modo de breve sumario de vida que no puede hacer ya más que callar./

Tras-/
pasa/
esta aguja/
hasta combatirme entera conmigo misma./
Allá volveré, donde tú, ni nadie, ni yo ya, seremos./
Perderé,/
perderás,/
perderán/
paraíso que a nadie interesa./

Sofía Serra, junio 2010

domingo, 20 de junio de 2010

Poetizo guerreando contra todo hasta sin mí (Para Batania)



Rubia y rosa noche

Así que yo sin mí, y con el tercio de una vida a cuestas, me acuesto a dormir/
sobre la almohada de mis ilusiones,/
y, trabajando sobre la estera del porvenir, acierto en la diana móvil/
del silogismo de lo dispuesto, no previsto./
Complace la suerte en este mundo que permite a los alados ángeles llegar desde el cielo y posarse/
sobre las yerbas del plenilunio dorado de Agosto./
No más densa la niebla por más que se nombre,/
no más negros de feria por mucho que la bestia/
amenace, amenace y amenace/
al orden vivo de la simiente ejecutora de raíces y lugares con efervescentes rosaledas./


Las rosas, a las que sólo fotografía el aire,/
y algo, el asomo de tu aliento, combaten pétalo a pétalo/
el siniestro orden de las intenciones/
abriendo su dorada matriz al viento de los desiertos./
Rosa de sin nombre, emerges desde la caliente tierra suelta, ya construida,/
ya plenamente dispuesta/
a ser solitaria empresa/
del suelo/
con rostro/
al cielo./

Sofía Serra 15 junio 2010

viernes, 18 de junio de 2010

Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago

Me produce hasta sonrojo utilizar su nombre, pero...imagino que el acto de amar, querer, agradecer es así. Necesitamos al otro, lo "usamos",  nos hacemos  dándonos en él, pero para darnos, debe estar "el otro", debemos ser capaces de nombrar al otro al que poder dar y que el otro se deje llamar por su nombre; si no, caeríamos en el mayor abismo posible. Amar simplemente significa encontrar la medida de lo que somos como seres humanos.
No quería hacer nada dedicado a él, pero ha salido tan solo y tan breve que siento traición a su memoria dejarlo guardado.

Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago

Ya que te vas, llévate esta mano mía./
También esta parte infartada de corazón que ayudaste a revivir, y, por favor,/
esas rosas, que si no las respiras terminarán por no abrirse./

O no te vayas./

Vive integrado en los aires de este sustancial asomo de vida/
que parece todos llevamos a cuestas, cuando/
tú, ya tras la puerta, ríes con ojos brillantes de niño que ríe allá en el río,/
entre las yerbas, y sobre el suelo de tierra apisonado y lustroso,/
fruto del cuidado con el que supiste iluminar alguna conciencia libre,/
algún corazón distraído, alguna vena rota que suturaste/
con la voz de tus manos afanosas en el barro fresco de nuestra,/
siempre tuya y nuestra, abrigada caverna./

Sofía Serra, 18  de junio de 2010

(Edito ahora en Agosto. He decidido que este poema abra la dedicatoria del libro que saldrá en septiembre y que recoge mi poemario, escrito entre 2005 y el 2007, "La presencia por la ausencia")

jueves, 17 de junio de 2010

Dar a luz


Título de la fotografía: Flores de jacaranda en la sombra


De pronto, ¿pronto?, toda una vida.

Mi mar y mi sombra nacen aquí.
Ha mil años que la vieja permanece en el lugar.
Hoy quiere estrenar unas braguitas de colores,
vestir con la falda roja,
celebrar que las amapolas parieron amarillos sobre el verde.
Mayo yerba, verde agua,
azul de mar, cielo ribeteado con blancos de verano:
La mañana respira levantando el pecho del orbe.
Tus palpitaciones, tu boca alada y la nube de tus dedos
conflagran bomba de oxígeno para este golpe de cuerpo tranquilo
sentado sobre el terciopelo del azul y el níquel de la luz casi estival.

Y así, mientras duele suerte y duele beso,
duele amor y duele verso, cóncavos y convexos compañeros de estas jacarandas
con flores malvas,
yo me abro en dorados ojos.
Las hojas, cuando lleguen, poblarán verdades del verde verano:
¿desde cuándo las jacarandas se alimentan sólo de flores?
En este paseo por el amor y la suerte que es la vida,
¿me permitirás ahora sueño y verso,
ahora malva y justa flor,
ahora verde,
ahora música?
¿O habré de permanecer siempre soterrada,
siempre oculta a atisbo, siempre a sombra de las luces?
Jardinera que hallaste tu árbol lumbre, aún te quedas
sin saber si seguir respirando bajo el agua
o ya sentarte a cantar bajo la jacaranda,
ya sin flores, ya selva suerte,
ya abanico sobre la piel encendida de tanto amor,
tanto suelo, tanto trigo rubio, tanta honesta sangre:

Soy el mal por antonomasia,
soy la cínica pervertidora,
soy la bestia siempre viva,
ser ausente de este suelo raso sin medida de hombre.
Lo dejo todo en manos de Dios,
en manos de ...¿pero es que existe alguien más que yo?

Sofía Serra, Junio 2010

martes, 15 de junio de 2010

No fotografía de rosa



Título de la fotografía: No son rosas, ni falta que hace








A un artista de las dos dimiensiones

No son rosas, ni falta que hace./
Deberían inventar un nombre para este estado:/
el estómago ancho, no cebado, la percepción/
de otro que se asimila en tu sangre, en cada célula,/
en cada vestigio del paso del pensamiento, que es el que/
ya siente./
Conciencia./

...Que para la rosa basta que nazca la flor del aire que desde/
el vuelo de tus pestañas embarca al cielo/
en el dibujo preciso de tu mirada a la mía./
Ni un traspiés, ni un sinvivir, ni un convenir./
Y un tú y yo y la espera del sol que resbala por la fuga/
del suelo que se hace evidente./

Y me sobreseo,/
y sobrevuelo por tu rondó del aire/
rozando la curva de la hechura plana/
que delimita mi fiebre por el acceso de mis labios a tus dedos./
Así que el alba nació./
Blanco que ya está aquí./
Blanco que no sé de dónde viene ni hacia dónde mueve./

Sí y no, que ya me atraganto./
Sí y sí, que ya vuelan los pájaros./

Fluir con cierta especie de condena, llegar con cierto destense de las bridas./
Quebrar, penetrar, desvestir./
Desprender este espacio que sólo a mí me entorpece.
Lograr aplastarme hasta habitar tus dos dimensiones.

Sofía Serra, 12 junio 2010

domingo, 13 de junio de 2010

Publicación en blog de "El paraíso imperdible"

Acabo de terminar de componer y abrir el blog donde  publico otro de mis poemarios, en esta ocasión el titulado "El paraíso imperdible".

Animo a todo aquél que le apetezca a leerlo. Cuenta con una ventaja, creo, la de ser breve, pues en realidad actúa casi de llave para todo lo que llegó después por escribir, y un gran aliciente que a mí me llena de orgullo y satisfacción. Que para su prólogo o su introducción he podido contar con la generosidad de Óleo Bogart, una persona con la que la  fortuna de la vida ha tenido a bien regalarme con su encuentro en la red social facebook. Desde aquí, aunque en el blogpoemario haya quedado dicho, mi sincero y eterno agradecimiento. Muchas gracias, Óleo, por tu generosidad y por tu amistad, siempre además enriquecedora.

Se trata  de la primera vez en la que puedo contar con una palabra y visión externa a la mía a la hora de presentar un poemario, por lo que pienso que, además de no olvidarlo nunca, siempre permanecerá envuelto en la reconfortante almohada de las ilusiones hechas realidad.

Nada más. Aquí dejo su portada y su enlace.

Mi deseo es que sea leído (para eso lo escribo y publico aquí mientras papel llega o no llega), y por supuesto siempre abierta a cualquier tipo de crítica u opinión, para eso el apartado de  los comentarios en los respectivos  poemarios en sus blogs  aparece completamente abierto.

Un saludo a tod@s

El enlace
El paraíso imperdible

La portada

sábado, 12 de junio de 2010

DEMO(S)

DEMO(S)

No rompamos la vida, no quebremos el orden./
Demos su justo caos a la verdad,/
demos su lugar a la mentira,/
demos su justo caos al silencio,/
demos su lugar a la palabra./
dame tu carne a mi carne./
Ennoblezcamos este paso renqueante por la costra/
con un atisbo de humildad sobre nuestra presencia de ser vivo/
en inteligencia con el horizonte y la desmedida de lo humano./
Démosle su caos,/
demos su caos a la alegría de tu pezuña escondida en la mía./

Suframos la acontecida de la honesta sindicación/
sobre lo que somos,/
obreros puros, monos torpes, ángeles bellos,/
seres de nos,/
de la tierra y del tiempo,/
seres del habla y del mutismo,/
seres sin poder omnipotente/
más que el del anhelo por lo bueno/
más allá del orbe de la sonrisa,/
el cielo estrellado del llanto o la migaja de este siniestro/
y perpendicular régimen del quebranto/
sobre la bella muerte./
No hay más dios que tú y yo,/
no ha más porvenir que el que andamos,/
no hay más subvertir que el de saber vivir/
conforme a lo que somos./
No ha más alegría que la amalgama/
de tristeza y torpe barro/
y agua, escorrentía entre tu suerte y la mía, almas sueltas/
despojadas del aire, de la comida/
en aliento y tierra desde el cielo a la carne,/
desde mi pregunta a la tuya,/
boca a boca , axila a axila,/
nuca a beso. Pecho abierto./
La respuesta habita en lo que hagamos/
carne a carne, letra a letra, mano a mano,/
y nuestros pies, trastabillando./
Los pasos firmes y seguros, para los de antes./

Sofía Serra, 10 de junio de 2010

viernes, 11 de junio de 2010

A de Ave (Para Teresa, mi profesora de Historia)

Hacía treinta años que no había podido volver a verla, a Teresa, mi profesora de Historia entre los 15 y los 17 años. Llegó recién parida de sus oposiciones desde el País vasco. Nunca olvidaré una de sus clases, concretamente la del nacimiento de las ideologías en el siglo XIX. Comprendí entonces que no podía ni debía estudiar Derecho, que era la carrera al parecer "predestinada" para esa niña de 17 años. Me abrió los ojos a una herramienta para mi vida, para mi conciencia de ser humano anhelante de poder comprender al Hombre. Me puso en bandeja de plata lo que era y sigo siendo, me asentó, sin ella darse cuenta, como persona. Me lanzó a la vida que yo quería, quiero y seguiré queriendo hasta que muera.

Hoy continúa ejerciendo de profesora de la misma asignatura en el mismo instituto. La vi igual, exactamente igual que como la recordaba. Ella se cree cansada por  el ejercicio de esta labor que casi nunca es reconocida, la de formar a seres humanos en las verdades del hombre. Yo no la vi así, cansada. Sé que en sus clases de ESO y ESA (Enseñanza secundaria de adultos) continúa formando a personas que como mínimo aprenderán a vivir más congruentemente con lo que todos los seres humanos somos y muy pocos tenemos la fortuna de conocer. Está fabricando seres dadores y más felices, está construyendo un mundo mejor. 

Ella, Teresa, mi profesora de Historia.









A de Ave.  Para Teresa, mi profesora de Historia


¿De qué lugar vengo o llego/
que no encuentra esta gaviota/
suspendida sobre el aire/
más que cielos, nubes, y ya sus alas,/
antaño brillantes y perfiladas,/
comienzan a descubrir sus remeras plumas ya deterioradas?/


¿Cae el cielo o cae el ave?/
Tiempo habrá, ¿seguro?, para rehacer esta batalla encendida/
que mantiene el día con la noche sobre la pared mojada/
y sobre esta frente ya perlada/
por tanta gota de agua, de sudor y de lluvia./
Perdida hasta de sus alas, la gaviota se acuna./
Sin suelo ni voluntad de vuelo/
ni de caída a pique,/
¿o es que cae?/
Raudos estratos de nubes escalonando/
a golpe de arista el viento contra este pecho./
Bala incendiaria que traspasa mis pulmones con tanta agua destilada,/
de ozono o lluvia ácida,/
que mi piel se transfunde hasta hacerme transparente/
en saco de suerte/
sin vértebras precipitándose ya sin plumaje./


No hay dovelas en el aire./


Tendré que aprender a caer en mí, dice esta niña vieja cayendo./
Como si no supiera./
Tendré que aprender a esquivar la maraña de suertes/
desmadejadas por el sinsentido de las cuerdas tensas/
y extrañas./
Cómo si fuera ignorante./
Como si no hilase carrete a carrete/
como Parca ducha en la atmósfera del lienzo del divino./
Tendré que aprender a recoger los frutos de los árboles,/
y a penetrar en la alegría de la huerta que el sol,/
bajo el acopio libre de energía y tiempo,/
hace posible sobre terruños en los que el limonar crece/
azul y amarillo/
de la luna de su sonrisa,/
y los esfuerzos de humano encendido en trigo de memoria/
y justo amor por las luces verdes del verano Abierto./
Como la A de afán./
Como la A de viejA./
Como si no lo fuera: Abierta./
Como si cayera, que no hay dovelas./
Como la A de Teresa, así te llamas, que a mi viento de vida llegaste/
en quince bandadas de Aire recién estrenado por estos pulmones,/
y hoy, en doble como ellos, o tal vez la gemela,/
te aposentas sobre la llaga confirmando/
escritura de ser humano que dejaste abierto en la A final de mi nombre./
A de albatros,/
A de vasca,/
A de instituto,/
A de exámenes, A de Historia, A de anarquismo,/
A de libertAd hecha conocimiento del hombre,/
A de compañeras del tiempo que somos y de mi Amor que me espera./
A de ti y de E. S. A. ,
y de emoción hecha carne en la A de Ahora en los treinta de este Arco que se tira y se tiende./
A de Alumna tuya hecha unA en lo que fui y sigo dando./
A de tu niñA Ave./
A de Arco con pilares de seres humanos claros./

Sofía Serra,  9 de junio 2010

jueves, 10 de junio de 2010

Sólo un análisis

Olvido

Tiempo ha que me llegan
algunos ruidos
y toses, Dios cantaba
apoyado en la esquina
del barrio con su lira
y con su pose.
En la otra algún hombre
jaculaba oraciones,
órdenes más que ruegos,
que el vaivén de la vida
una vez le asistiera
en el día y en la noche.
Continuó cantando
Dios, hasta los ocasos,
beatíficos acasos,
pensó, que al fin
me procuran descanso.
Tapó sus oídos con algodón impregnado en esperma y cerró los ojos
posando su cabeza sobre la almohada de cualquier Olimpo.
Olvidó activar la alarma del despertador.
Olímpico, por divino,  descuido.

Sofía Serra, Junio 2010

martes, 8 de junio de 2010

Madreselvas en flor

Ya me queda menos para poder abrir el blog donde voy a publicar ese pequeño poemario que tanto significa para mí titulado "El Paraíso imperdible". Hoy dejo este poema, que tal vez no sea de los mejores, recitado. Casi cincuenta intentos me ha costado lograr una versión medio decente, dos días. No sé a quién se le puede ocurrir escribir en versos tan larguísimos, ¡por dios!. Digo yo que si lo dividiera en versos de menos palabras el poemario contaría con más páginas, ¿no?...:)


Título de la fotografía: Madreselvas en flor



Madreselvas en flor

He contemplado cómo se abandonaba al Hijo dejándolo a la intemperie helada de la vida./


He vislumbrado la osadía de las manos humanas ensangrentadas con el real líquido de la estirpe,
para luego morir víctimas de su propia locura./


He comprobado la resurrección del verbo hecho carne bendita a través del propio ser de ser humano, y el triunfo de la vida izado a los altares del merecimiento con el baile de los brazos omnipotentes del amor./


He organizado justas lentas y humildes, gallardas lozanías esculpidas mediante la alegría y la ingenuidad del bien amado como soldados del ejército que deseaba./


He sido corresponsal denunciante de la guerra entre hermanos, reportero entre dos fuegos enemigos alzando lienzo blanco cuando sólo el hambriento puño cerraba sus fauces./


He sido testigo combativo del ultraje al anciano, carne de mi carne, a la vez que el anciano me quebrantaba./


He visto rasgarse las cortinas del inframundo horrorizada ante la ignorancia de las propias garras que provocaban su apertura y, con ella, la avenida sobre mi carne del fuego abrasador, la tortura esculpida con dedos vestidos de cristales ciegos,/


cuchillos de obscena y afilada obsidiana, asfalto, automóvil y desley y el depósito de la descreencia sobre mis hombros enlutados, cuando yo, rezaba./


Por mi alma, por mi pérdida./


Con un crédulo rosario en mis manos que a su vez tuvieron que educarte en el dolor, para extraer de tu lívido semblante el rubor de la vida con esperanza./


He soportado el peso de la marmórea losa y de la infinitud de la tierra plena./


He gastado mis uñas hasta traspasar las paredes del ataúd en el que me enterraron viva a la vez que hacía emerger cipreses de sus tablas./


He patentado la fertilidad del dolor abonando al mismo suelo que me torturaba, y logré extraer sus risas floridas que, como ángeles, me acompañaron./


He vivido en la soledad del inentendido, ajena a las banderas que los demás ondean como libertades, intentando dibujarles los sudarios con los que se amortajaban./


He dejado crecer tantas ortigas como para desplagar los jardines colgantes de Babilonia, aunque en mi delicada y fina piel producen urticaria./


He sembrado tantos árboles que bastarían para alimentar los pulmones de cien criaturas que hubieran depositado en mis brazos para amamantarlos con los pechos de una jardinera nodriza, a ellos, que estorban para el prestigio enmarañado de madres alopécicas./


He llegado al límite de la vida, entre la tierra y el ser vivo, extirpando el barro cocido por el estío de las delicadas bocas de los ángeles. Para que no se asfixiaran, ellas, las sonrisas de la tierra, las encinas./


He reconstruido murallas de piedras ciclópeas derrumbadas por la osadía de los temporales invernales, cuando mis manos, muy pequeñas, sólo pueden abarcar los guijarros que el cauce leve del arroyo moldea./


He abierto caminos sobre el desierto a la vez que verdeaba sus lindes, para que la presencia del jilguero, y de la abubilla, ornara con sus voces el aire vacío del abandono humano./


He matado con mis zapatos de rosas a los devoradores del verde a la vez que habilitaba el criadero de sus crías entre las aspidistras de mis años infantiles (he convertido serpientes mortíferas en amas de cría)./


He dejado derramadas a mis entrañas en la boca negra de la serrana noche camino de su aprendizaje para que pudieran acoger al esperpento de la soledad y la valentía humanas./


Te he amado, renunciando a mi lustre para que otros pudieran necesitarte, y así, tú, amarte./


He entregado y he contemplado mis manos no sólo vacías, sino convertidas en caricatura de sí mismas cuando la muerte nos habilita como sólo recordatorio de hombre, estructura ósea ya imposibilitada para la caricia./


He arado, he cimentado, he sanado alas, extraído sus huevos para alimentarnos mientras construía jaulas para sintéticos voladores, por no quebrar el diseño natural del orbe y poder levantar el mío desde el mismo suelo./


He ayudado a la tierra en su vital ciclo del agua. He sido nube y océano. Sol y helada matutina./


Me he visto llorar, he visto morir, he matado, he realizado obstetricias, he contemplado tu insurrección, he soportado la venganza, he vengado, he muerto ante la envidia, he temblado de dolor ante la sevicia, he sucumbido ante el discurso de las lenguas huecas, he hablado cuando todos callaban, he convertido mis versos en palabras de judicatura, he amado cuando todos se auto-amaban, he resucitado por mí misma…/


He creado casi de la misma nada./


Que nadie diga que el mundo no ha hablado a través de mí,/
que no soy poeta,/
que mi yo ha pertenecido al mundo y al mundo vuelve a través de mi fuente cubierta de madreselvas, sembradas por mí, que purifican, con su vivificante aroma, el aire envilecido de la molicie y la estulticia humanas./

Sofía Serra, Junio 2009 ( De "El paraíso imperdible")

lunes, 7 de junio de 2010

Más nueva biología


Título de la fotografía: A dos pasos


Vértebras

No basta sólo un hombre para abrir estas carnes/
al huracán del deseo./
Ni dos, ni tres, ni un millón. Ni siquiera mujer./
Se necesita acopio de la nada hecha vida,/
pálpito en el vacío,/
rumor de arterias,/
flores de nervio/
en la voz, aunque fuera muda./
Mas yo, herida siempre abierta, sostengo/
encarnizada batalla/
por saber en qué consiste, me pregunto, ante mi falta de esfuerzo, tu entrega/
que me hace vida toda laxa, toda suya , toda de un orden cierto de mundo./


La palabra y Dios, o tú, me depositan con mi cuerpo/
en cierto no-lugar del que no deseo alejarme./
Un lugar de mi sangre, la tuya,/
y de un todo más que sé no tiene materia./


Quedarme sin nada, mentir mi propia ruina,/
la del doblez de esa espina que nunca ha sido bífida./
Conectar bajo un circunloquio,/
un yo, un tú,/
un no sé de dónde llega,/
un comunicando./


Nos jugamos la vida en cada paso./
Acera incesante fabrican los muslos,/
las rodillas, los tobillos,/
nuestras plantas,/
la cadera avanzando de atrás hacia adelante de la columna/
quebrando el continuo del aire,/
dibujando camino hacia el horizonte diseñado por nuestra anatomía./
Ahí concluye nuestra gesta, que no es muda./
La mirada al viento la construye la osadía de cada pie, cada dedo,/
cada tarso./

Y van por pares, normalmente./

Sofía Serra, 5 de Junio de 2010

domingo, 6 de junio de 2010

Oye

Uno de hace varias semanas y que ya debo "soltar".

Oye


Oye...es que hablas de Amor.
¿Sabes de qué va el asunto?
¿Tienes idea de lo que significa despellejarte,
y que la piel, ésa que nos protege y normalmente cuidamos, los que pueden,
con más y más minutos de más bajo y tras la ducha, quede así expuesta,
rozando el aire, tan liviano en apariencia,
tan afilado al surtir el hambre,
izando cada célula viva a contra pelo
hasta que los dientes que no tiene
sufran el acoso del calambre, del escalofrío, del dolor, y ya
se deshaga en muerte, en agua , en clara energía
deseando ser protegida
a la vez que suicida sobre el aire?
Es que hablas del Amor, ¿sabes?
Y tantas veces, quebrados sobre este saber, sobreseemos el vocablo, lo aturdimos,
lo negamos, lo desgarramos vivo sin recuerdo de lo que nos hace, que,
olvidamos, nace allá.
En el estómago.
En las tripas.
En el cerebro.
En cada neurona.
En cada vello que, a algunos, los cubre...
Amor...Roma.
De tan lejos, que no sé por qué no vestimos con taparrabos.
A ver qué haces tú con tu i-pod.
o aquélla con su i-pad... ¿ya?, ¿tan grande?
el libro,
o la mano dada,
cuando al fin,
beso a beso, labio a labio,
nos transfundimos sobre esta piel que,
¿lo conocías como órgano inmune al paso de cualquier ser vivo extraño?,
nos cubre como vestido cada vez más aderezado de lentejuelas y falsos onanismos, porque al final,
¿en qué piensas cuando te masturbas?
¿En ti follándote vivo como el del ombligo taladrado
y el caniche siempre blanco, el que cose pieles de seres muertos, antes vivos,
para dejar de ser dolor?
Ésa, ése, los que entierras en tu aliento,
son pecho vivo como tú.
Sangre terrena somos todos. Duele
la gozada del aire sobre el pellejo vivo, duele
Amor sobre cuchilla a la carne en sangre viva.
Duele,
y sólo quiere nube,
colchón de viento humedecido,
Como para ti siempre anhelas...


¿Sabes ahora de lo que hablo cuando nombro Amor?

Sofía Serra, Mayo 2010

sábado, 5 de junio de 2010

Poema para PoeSÍa contra la barbarie

Han tenido la generosidad de aceptar este poema que ya hace algún mes subí al blog, en la Convocatoria PoeSÍa contra la barbarie, una convocatoria que tanto me reclama interiormente pero  a la que no podré acudir  por los mismos motivos de siempre. Todo lo que hago nace siempre de lo mismo, desde que nací, creo, pelear contra la barbarie producto de la estulticia, el miedo y la soberbia humanos. Tal vez por ello mismo en mis propias carnes he sufrido muchas veces su acometida. Sé que a algunas personas que conocen mis fotografías o mis poemas les puede extrañar esta afirmación, pero es que cuando se tiene tal vez la especial predisposición para percibir el mal, producto de la pereza y la estupidez humana,  a alguien que la llama la actividad creativa, o en la que cree, sólo le queda por hacer intentar embellecer y ennoblecer, por quizás poder ofrecer algo más  hermoso sobre todo a los inocentes, y también, puede ser,  por no terminar volviéndose loca una misma. Así que, con la sola presencia  de ese poema en el blog que han preparado expresamente para ello, AQUÍ, ya me emociono y me siento orgullosa, y sobre todo muy agradecida por mínimamente haber podido contribuir.

El poema lo escribí tras la visión de una imagen poco cruenta en realidad, un chavalín palestino sentado sobre escombros, un chavalín que miraba a no sé donde con la boca muy abierta pero sin cara de asombro. Se suceden mil imágenes así por nuestras retinas. Mientras, "aquí" en esta mente nuestra y en este lugar de esta nuestra sociedad sobre la que no paramos de quejarnos, peleábamos, discutíamos, debatíamos sobre si es mejor publicar en papel o no, autopublicarse o simplemente hacer lo que en nuestras manos esté con la poesía hacemos. Exponerla en este medio que casi al alcance de cualquiera está.

Ahora lo he grabado y confieso me he emocionado al recitarlo , y aún lo estoy.
(He corregido una palabra y una coma)




Del libro al aire


Pasados ya los vientos huracanados,/
el depósito se nutre/
del libro alojado en la arena quieta del conocimiento/
de aquéllos a los que la luz sólo de la esfera radiante llega,/
o de las estrellas./
Los más pobres se alimentan del breve oxígeno que los más ricos resolvemos no extinguir./


Suerte, suerte tú que con sólo tu boca abierta/
alimentas a la atmósfera con divinas emanaciones/
de ser humano lejano y herido por las lanzas de los posesos./


Mi cantar se hará eléctrico para los sedentes,/
descarga de ejecutoria sentencia de muerte, quizás,/
pero para ti será ya/
siempre mi canto vivo a plena luz,/
sol del día:/
que con la fragancia del mar penetre hasta tus pulmones,/
que lo halles entre los escombros de los solares construidos por las bombas/
y en la sangre de tu madre apedreada,/
en la bala con la que maniataron a tu padre/
o en el muñón que la mina entretejió con las venas de tu carne tierna./


Que no existen las ausencias, yo te digo,/
que el suborden de todo lo que te maltrata/
es presencia de amor, de casa,/
de madre con ríos de agua fresca/
chorreando por su rostro tras el baño en la poza cristalina, y de padre con una azada en sus manos./
Y la tierra, la tierra siempre latiendo/
bajo esos cascotes de muerte, la tierra/
con sus oreadoras lombrices y sus fértiles minerales,/
siempre la tierra permanece./
Viva espera la lectura de tus ojos/
ahora que la has sembrado con el peso alado de tu pierna./

Sofía Serra, 2010 (De "Del bestiario de los inocentes")

viernes, 4 de junio de 2010

Le petit trianon

I

Van saliendo cortos, será que conjeturan
el breve tiempo del verano aún leve,
o tal vez sólo reconcilian medida,
adaptación al ritmo taquicárdico
que el calor genera entre tu piel y la mía.



Título de la fotografía: Rosas por la luz

II

Vuela alto, vuela vida

Casi transparente eres, niña rosa,
casi transparente si no fuera
por la nácar que atavía la piel de tus nalgas.
No ha desilusión en las rosas rojas:
hoy más pálidas sólo hacen suscribir el escarlata de tu mejilla
cuando la perpetua alumbra tu interior,
ufano y vehemente como un ángel muerto de hambre.
Transitó el frío espasmo del pie contrahecho,
la esponja de las lágrimas sanó las llagas,
y tu planta, niña hermosa,
testigo frecuente de la dicha y decantadora de la bebida de los dioses,
vuelve a caminar con su zapato de rosas.
Esta vez por la ciudad de la lumbre que te vio nacer:
Parió tu madre a la alegría.


III

Puerta del sol
abierta al hemisferio
rielante.
Isótopo profetizado, corrimiento hacia el rosa,
silogismo impecable de la ley de Hubble.

Sofía Serra, Mayo 2010

jueves, 3 de junio de 2010

Más calor (Corpus)

...aunque hoy ya parece que refresca.

Sur

¿Jueves de Corpus?
Cuerpo de jueves.
Tu cuerpo, bendito
jueves de la semana de mi vida,
siempre en medio, siempre entre mi mirada, mi deseo
y la frontera de tu piel, custodia de mi eucaristía.
Bienquerido.

* * *

Septentrión

Nunca es tarde cuando el calor aprieta.
Nunca esos bueyes que aran más allá de donde nuestros ojos,
nuestros ojos frenados por la curva del horizonte, alcanzan,
dejan de trabajar por más que el sol se ponga.
Mi esperanza no reside en mí,
sino en la vigilia de ese paraíso ordenado
por nadie.

Sofía Serra, 3 de junio de 2010

(Edito al día siguiente para titular ambos)

miércoles, 2 de junio de 2010

Hoy es uno de esos días en que...

... una recibe  alegrías, y la que comparto, ésta, porque mi orgullo de madre hace que hasta me emocione. Así que pongo las notas de mi hijo, escaneadas, porque sí, y aunque él mismo casi me lo prohiba, y nadie o casi nadie, pueda entenderlo, o pueda ser malentendido, que de todo hay en la viña del señor y una está muy acostumbrada en la vida  a toparse con toda clase de malas interpretaciones. Pero me da igual, hoy, me da igual.
Para verlas en grande, que ahí es donde  pueden visualizarse (he tapado nombre de personas ajenas y la dirección no por nada, sino porque viene equivocada, para no liar), picar en ellas: seis dieces y cuatro nueves, segundo de bachiller, y propuesta para matrícula de honor...¿es o no para botar de alegría?. No es un empollón, simplemente es un ser humano completo, íntegro, inteligente y responsable, además de unas castañuelas de alegre que es. Y hoy lo tengo que decir. 
Dejo abajo un pequeñito poema que hace muchos años le escribí, cuando tenía apenas diez recién cumplidos.




La lluvia de tu alegría


Siete plagas y un barbecho vomita el cielo.
Llueve, llueve, llueve e inunda,
llueve mojando nuestros suelos de fósiles.
Llueve sobre el sol,
sobre la luz, sobre tu alegría de niño moreno
amante de toda la risa.
Llueve, y tú ríes, y te acompañan las lágrimas del cielo
y mis brazos caídos ya mojados,
ya derretidos de puro llanto.
Llueve, y el sol negro de tu pupila abarca todas las gotas hasta confundirlas.
Al sol en sal,
al mar en almíbar,
al negro en indisolubles humedades del planeta.


Y mi llanto se une a tu risa,
y el del cielo a tus pupilas.

...¿Y el sol?, ¡¿para cuándo el sol?!


Ciega de mí,
el sol es tu alegría.

Sofía Serra, Enero 2003 (Del poemario "Mi ombligo bajo la helada")

La caló (nueva biología)

Sí, estoy segura, cualquier médico o experto biólogo podría confirmármelo. Las neuronas resisten "equis" temperatura. Cuando se sobrepasa, se derriten, o se fríen, o se cuecen en el líquido del que estamos hechos en tres cuartas partes. Esta "caló" tiene que haberme derretido las neuronas. Lo mismo hasta puedo preparar un buen aliño con ellas más perejil y cebolla (¡una de neuronas aliñás!).  Ahora tengo la mente en blanco... Es la primera vez que experimento esta sensación en la vida. Ni sé ni contesto. No sé a qué sabe.
Esto es una deconstrucción en toda regla.
(inauguro etiqueta: breves, o tapas, o apuntes o lo que sea)

martes, 1 de junio de 2010

Guerrera del Arco iris

Hoy recupero un poema que ya he publicado en este blog, hace un año aproximadamente, con su fotografía. Sé que muchos amigos lo conocen ya. Como sigo preparando el blog donde irá su respectivo poemario, me ha sobrevenido el gusto por recitarlo, y sobre todo, volver manifestar su espíritu, con la idea de que a todos lso que más o menos les pueda llegar este espacio, los inunde.
Fuerza, conciencia y arco iris por un ser humano a mejor siempre. 
Animo a leer la leyenda de los guerreros del arco iris, que lamentablemente ahora mismo no consigo encontrar por internet, porque es preciosa.
Se puede luchar por aquello en lo que creemos desde cualquier posición que hayamos elegido o las incómodas etiquetas con las que las superestructuras  que a muchos seres humanos gustan tanto, nos amarran. No hace falta incluirse en ninguna categoría para poder realizar aquello a lo que en conciencia nos debemos, nos hace o nos surte. Es en todo caso, al contrario, como se consigue. Sólo de nuestra conciencia depende nuestra libertad.
El poema lo compuse tras el visionado del  famoso documental titulado "Tierra".



Título de la fotografía: The Rainbows warrior






Guerrera del arco iris

Voy envejeciendo a ojos vista de nariz para adentro./
Mi alma me aparece la misma,/
terca y rebelde para el “con todo”,/
por sí misma, como si ya no me perteneciera,/
como si no fuera la misma alma./
Como si hubiera cobrado existencia impropia./
Puedo observarla aun sin encontrarla,/
…como si no me perteneciera, de nuevo./
Como si la luz sólo iluminara mis partes viejas, ésas que ya no se asombran ni ante la belleza./

Muda en mi silencio quedo/
como la nube blanda que combate el muro torpe y seco,/
quieto,/
de la presuntuosidad como medida de nuestro ego./

¿Qué será de mí si no puedo disfrutarte más?/
¿Qué será de mi ser humano sino puedo volver a emocionarme con tus fundamentos?/
¿En qué orbita pasearé esta noble vida que me fue regalada?/
...Azul,/
planeta de todos,/
juramento preciso sobre la fraternidad,/
equidistancia exacta entre los océanos y nuestra pléyade con inteligencia./
¿Hasta cuándo asomaremos sólo nuestro riñón, oficiante de excreciones,/
al baile conjunto del universo palpitante?/

Intrépida premura de la que nacen las cosas quietas/
suspendidas sobre el aire sin materia aparente,/
como gárgolas domésticas habituadas al no devenir de la lluvia./
A la sequía./
A la ingrata adolescencia de las atmósferas con perfil de entelequia humana./

Inestimable cohabitante:/
¿Qué será de mi ser humano, nuestro,/
si no estás?/
Mas… ¿qué importa eso?/
¿Qué será de ella si, siendo otra, ya no puede alimentarnos, ni habilitar nuestro sobresalto, o nuestra injusticia, nuestra vida, porque su risa habrá muerto con otro nombre?/
¿Qué será de nuestros ojos si el azul arbolado de su manto se convierte en transparente tumba de nuestros hermanos?/
¿Cómo podremos mirar si no existen ya los otros páramos, los inocentes?/
¿A qué mirada responderemos, tú y yo, si no nos perdemos en el mar salado de las no-lágrimas?/

Albura, como la nada,/
semejante paraíso inconcebible hasta para mi agente./
Orden de animal alegre y vivo, orden de sustancia en nuestro beneficio, orden sin intenciones./
¿A qué me asomaré sino a la ruina cuando tus columnas/
se inclinen dejando caer el templo de tu audacia,/
cansada ya por la distancia,/
enorme distancia,/
que separa con nuestra culpa/
tu agua de tu agonía?/

Inestimable madre elefanta:/
Bordo un arco iris para ti, y para tu cría,/
que el arco iris se borda con hilos de color verde./

Sofía Serra, Junio 2009 (del poemario "El paraíso imperdible")

(pido disculpas por "sonidos domésticos" que se han colado en la grabación, :), centrifugado de lavadora. Cada audio normalmente está intentado unas 10 ó 12 veces. Tengo que ir pensando en hacerme con unos estudios en..¿Abbey road?..creo que sí, mi amor por los Beatles desde jovencita seguro que hace me hagan una rebajita en el alquiler, ;))
 
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