miércoles, 11 de febrero de 2015

mayales 1

mayales 1

0. Al fin y al cabo
que sujetaste
con la primera mano
es el tiempo de distancia,
la medida, la una
que nos separa.

1. wish you were
here es la paz
ahora mismo
no se hallan
dos en mí.

2. seremos dos
hasta que la luna
cierre sus tres ojos,
que no los posee.

3. llegará el día
para dios cantarnos
una nana al cobijo
de nuestro cuarto.

4. Sopesar y transgredir,
así nivela el canto su mirlo son
síntomas causantes
del peligro y la lágrima
rodante curva abajo
de un mundo que fue plano
antes de que él lo quintuplicara
con su voz.

5. Al pabellón de mi oído cóncava
sien trasladada a tu seís-mo
como si el latido del hombre
naciente embrionara
patente de nuevo.

martes, 10 de febrero de 2015

le dicen fucking (el celo)

le dicen fucking (el celo)

no sé cómo llamar a esta extensión
de las sienes de mis pechos
¿axilas? blancos y voletantes,
y andró-medas se tornan
ahuecándose al paso
de tu saliva por mi corriente
venero
tu dentro
de este
vientre

y para cuando argüiste
la entrega me hizo agua
el gusano del desierto de Dune
y toda su fábrica
de especia
—esencia-especia-esencia
—, espacio
lleno.

yo no veo que nadie
enturbie el gozo,
tus dedos adormilados
y justos donde más
duele.
Ahí.

lunes, 9 de febrero de 2015

"Suroeste" ya disponible

Aquí está, queridos, ya disponible en la web de Ediciones En huida. Os dejo el enlace, la sinopsis y un breve avance del libro en sí mismo.
(En librerías a partir del día de su presentación, este viernes, ya haré entrada al respecto.)

AQUÍ, se puede adquirir.

AQUÍ, un breve avance del libro en sí.


SINOPSIS "Suroeste"
 
"Suroeste" es la descripción ralentizada de un solo instante, ese exacto en el que se llega a un lugar, en este caso identificado por una nomenclatura geográfica que coincide con la física habitada por la autora, pero que por el acto poético se transforma en el reconocimiento de ese sitio sin nombre donde la inefabilidad toma carta de naturaleza, ese lugar que nos habita o tal vez sobre el que se construye toda la existencia interior de lo que somos. Quizás el centro, quizás el núcleo (ese "nife" que aparece en sus primeros poemarios), seguro la esencia de la que parte todo el devenir poético (o sea, vital) de la que lo escribió.



Dos visiones sobre Suroeste


Intento hacer una panorámica similar a la que recogió el título del poemario. A todas luces, a todas luces, efectivamente, imposible. La primera fue disparada en abril (2012), la segunda hace tres o cuatro días. Mientras el país casi al completo se viste de blanco por la nieve, aquí el blanco, blanco que hasta duele, solo aparece por la absoluta luz que los vientos del norte dibujan en cada fachada. Hay cientos de suroestes, pero el que hace acto de presencia cuando el bóreas alimenta se hace tan duro e hiriente como el cristal, transparente, sí, pero con la severidad de la ausencia de matices, la rudeza, la crudeza y hasta la crueldad de la luz, la Inhumana, tal como la nombré en Canto para esta era, puesto que efectivamente es así, No-humana. Pero hoy sí recojo el matiz peyorativo de este vocablo al nombrarla.
(Me dicen que hoy llega el libro desde la imprenta. A ver si a la vez que tan buena nueva cambian las direcciones de estos vientos tan fríos.)

Para verla en grande y sin marco, picar AQUÍ

Para verla en grande y sin marco picar AQUÍ

domingo, 8 de febrero de 2015

La isla mínima

Llevo años, muchos más años que estos trece que hace que me inicié en el decurso de la fotografía digital, queriendo recorrer  casi a pie la geografía física que habilita la desembocadura del Guadalquivir para fotografiarlo, mejor dicho, visualizar a través de mi cámara el delta que no es delta, porque aparecen cabezos que impiden que ese lago Ligustinus antiguo se extendiera quizás inundando todo el suroeste de la península ibérica, ese terreno que mirado en cualquier mapa, desde los antiguos atlas, pasando por los ya también antiguos mapas de carreteras y centrándonos conforme a las posibilidades actuales en las imágenes que a través de google se pueden encontrar de una vista desde el espacio de sus dibujos su orografía, también humana, una especie de espacio imposible para mí por lo difícil que resulta adentrarse en ella, no existen apenas carreteras: un espacio sin lugar, un lugar ignoto pero archiconocido en pensamiento por mí. De Sevilla a Sanlúcar de Barrameda creo que no hay más de ochenta kms en línea recta (si no hubiera sido por la división provincial llevada a cabo en el siglo XIX, la provincia de Sevilla contaría con playa marítima). Sin embargo hay que armarse, tal vez de poesía, para lograr atravesar el territorio.
Me alegra muchísimo que la película "La isla mínima" haya obtenido tanto reconocimiento en la gala de los Goya de anoche. Confieso que cuando la vi hace un par de semanas me satisfizo por completo. Como siempre en los últimos años me evado (o al menos lo intento, me sustraigo, me desentiendo, en definitiva abomino, me esfuerzo por taparme los oídos aunque no lo consiga) de las noticias diarias y cotidianas, ni siquiera sabía que andaba nominada, todo lo concreto o circunstancial se me pierde en el laberinto de las marismas de este Suroeste. Pero, de alguna forma, este siempre me devuelve la flor del cantueso (o los tomates de verano, o los alcauciles de invierno. O mi lugar, mi mínimo lugar, o tus besos como hojas verdes).



La isla mínima

La corazón es el órgano del poeta.
La poesía manifiesta la corazón.

Las dos palmeras sembradas y creciendo.
El camino mayal que me señala la luna.
La tierra recién arada tal como
el nuevo lirio predica.
Pronto llegará la primavera,
la siembra de los alcauciles
para el futuro invierno,
las rosas verdes tras los rojos
tomates como tus hojas verdes.

Proclamo sin ambigüedades
mi falta de corazón y de razón.
Soy poeta, mi órgano es
la co-razón.

(De "Solenostemon" (Ciclo Suroeste))









sábado, 7 de febrero de 2015

Liberta

Liberta

sin pies

normalmente las batallas del hombre
suceden en el límite entre la noche
de sus ojos y el día de sus manos.
si no sé dónde pisan mis pensamientos,
mucho menos puedo pensar mis pies.

sin cabeza

se ha soltado la yunta
y ya no puedo arar.
un animal soy
sin frente
ni amo.

sin cuerpo

Habiendo llegado,
qué hago ahora aquí.
soltar amarras e la nave va
sesgando muy ciertos
agujeros la diluyen
en la salina transparencia.

sin palabras

mi mente catastrófica gobierna
su salida de este mundo inhóspito
y cruel pido un deseo
por todos los hombres un abocarme
para deglutirme
por completo entiendo
sin palabras que me demuestren.

sin dios

en la inefabilidad de la sustancia
hallo la máquina del tiempo.
un soldado muerto me dijo:
no nombrarás
en vano.

viernes, 6 de febrero de 2015

La sombra

"Selfie con la luz"


La sombra

He permanecido sumida en un sueño muy oscuro, anquilosada, pronunciada por los labios de un otro o una otra, no aletargada, no; dormida, simplemente dormida, solo despierta con los ojos de la perseverancia y el devenir de la otredad, nada que ver con mi propia naturaleza de ente descriptible: un almanaque sin desplegar, una suma de inconsciencias, una niña disfrazada de rey barbudo. La corona de nieve se ha derretido bajo el calor del sol destellando como si estuviera engarzada con los diamantes más brillantes ya hoy perfectamente licuados. Mi tez, mis ojos, mis labios y, a través de ellos, mi garganta, y, a través de ella, todo mi organismo, se hidratan. Bajo la luz del sol mi cuerpo es el mismo que hace breves instantes, un cuerpo de mujer a la luz del estío, con su curvo vientre iluminado, con las gotas de sudor deslizándose por su cuello, con las piernas enhiestas dentro de la sombra de los rayos salutíferos. Solo asoma la duda sobre mis glúteos. Poso mis manos en ellos como para asegurarme de que existen: están. Soy.
Ya camino desnuda por la orilla de la playa. El sol de poniente me calienta a la vez que me extiende. Las dudas vienen y se van al compás de la blonda de las olas. Solo me importa reconocer el color ámbar de mis ojos ante su luz. Me acompaña la plena serenidad de que puedo contemplarlos.

Cualquier obra de arte ilumina el sueño que no recordamos, ese que nos hizo felices o, simplemente, seres nuestros.
 
Creative Commons License
El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.