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lunes, 20 de agosto de 2012

Fotografía de la rosa

Fotografía de Una rosa




Cuando la médula, cuando el escalofrío,
cuando la placidez del sueño entreverado,
cuando sonrojo ante sol poniente, o temblor ,
cuando respiramos en el dorado ambivalente del trigo rubio,
cuando nuestra espina recorre los nervios del dolmen
y nos sienta en las cuatro esquinas…
Cuando recordamos.

Memorosa Afrodita

Cuando sabemos, cuando sabemos,
la rosa se fotografía: Derramarnos
sin conocer dónde nos vertemos.
Si todos abaratamos el amor,
¿qué valor tiene la pérdida?

Creo que nada busco.
Nada me gobierna salvo
ella y algún contrapunto.
Un acertado contrapunto en la partitura de mis pechos.
Bate a consciencia ahora
son ya dos las que baten
son. Baten
asas imantadas de caliente y negro hierro,
éxtasis fundido al suelo de la caverna.


El problema es que siempre se confunde al amor con los raíles derretidos del tren de vía estrecha, es decir, con la concurrencia, el sibaritismo, los modales o la misma goma-espuma. Terminamos, terminan, digo hoy, por proveer a los no dadores de unos silogismos extraños a sus intereses.
Allá ellos con su humana suerte de no saber amar.
Queden como circunscritos por el oprobio
del Amar-izaje en la A-libertad
o en la An-independencia, cuando,
arracimados, se duplican
en soberbios y exactamente armónicos
triángulos engarzados
pubis contra pubis
hasta que se cierra
la puerta a la bestia.
Las batidas en razzias siempre
fueron enemigas de la buena muerte.
Que se equivoquen, humildemente digo
que se equivoquen los que hablan.
Yo sólo canto:

Tren a dos vueltas de ancha vía
y nube grande de agua.
Tren que
me va y que
ya me viene
por la montanera
de esa silueta que
salta y salta
sobre las vías que
nunca caminan más que
cuando traban el breve
reborde de este empeine que
se dobla y se dobla
cuando el zapato calza
la nieve de rosas que
me desnuda en la helada que
me cubre y me enllaga en la tierra que
concede y consiente mi asomo de arena.
Ardo-rrosa arena.

Siempre permanecerá fresca la flor de la memoria
depositada sobre estos muslos abiertos
a plena y caliente alegría.
Cuando sabemos, cuando ya sabemos,
la rosa se fotografía.

Sofía Serra (Los parasoles de Afrodita)

domingo, 19 de agosto de 2012

Le petit Trianon (Las barricadas misteriosas)

(Como no consigo hacer que funcione el reproductor de mp3 para escuchar la pieza musical que forma parte de esta "audioverboluz", pongo la partitura para guitarra, que ya la he encontrado. Sólo hay que solfear para oírla, ;)



Disparo: Sofía Serra, Jardín Botánico (Madrid), 2010




Le petit Trianon
A Sofía Coppola por su “María Antonieta”

I
Van saliendo cortos, pronostican ellos
el breve tiempo del verano aún leve,
o quizás sólo reconcilian la medida,
se aclimatan al ritmo taquicárdico
que el calor genera entre tu piel y la mía.

II
Casi transparente eres, niña rosa,
No ha desilusión en las rosas rojas:
hoy más pálidas, tan sólo revelan
el escarlata de tus mejillas
cuando la perpetua alumbra tu interior,
ufano y vehemente
como un ángel muerto de hambre.
Transitó el frío espasmo del pie helado,
la marina blanca enyodó las púrpuras,
y tu planta, niña hermosa,
testigo infrecuente de la dicha,
vuelve a caminar con su sandalia.
Esta vez por la ciudad de la lumbre
que te prendió:
Parió tu madre a la alegría.

III
Puerta del sol
abierta al hemisferio
rielante.
Isótopo conjeturado,
corrimiento hacia el rosa,
silogismo impecable de la ley de Hubble.

(Sofía Serra. De Los parasoles de Afrodita)

sábado, 21 de julio de 2012

Me rindo

SOPHIA NIKÉ


Disparo de la fotografía: Sevilla, Sofía Serra, Nikon D-80, Nikkor 18-135, 6/Junio/2010, 19548.



Victoria


Derrótate.
Entonces sabrás
de batallas ganadas.


Surrender


La única revolución pendiente
es la del individuo sobre sí.
Y la única con final feliz
para el mundo.

Me comuniqué y atravesé
las medias noches del olvido de sí
o bien de mí permaneciendo
derrengada junto a las sobras del mundo.

Me recorrí aventando los solares
que quedaron quietos
como atemperadas sombras
solazando las desiertos.
Yo me participé y transgredí
la filamentosa náusea adherida
a las entretejidas togas de la memoria.


Mas eres tú y son mis ojos
y yo te diré y será
lo que tú digas.


ESO y un no siendo
fue ser poeta.
ESTO es ser
revolucionario.

Sofía Serra (Correcciones de La dosis y la desmedida)







miércoles, 27 de junio de 2012

Epitafio (verboluz)





(Este poema pequeño conforma "verboluz" con esta fotografía de ayer. Hasta esta tarde no me he dado cuenta.)


Epitafio


Las postrimerías del gozo,
La jornada inexcusable,
La sintomática caricia de la noche
Y el lento retorno de la analogía
Entre los leves seres.


Todos los hombres fueron buenos.

Sofía Serra (De La exploradora)


(escrito el 20 de junio de 2012)

domingo, 20 de mayo de 2012

Felicidades, Chelsea!

Una de esas pocas veces en las que una se emociona con el fútbol, sobre todo al ver a ese portentoso ser humano llamado Drogba abrazando a los perdedores en el partido de la Champions league. Bien merece  que recupere una muy antigua entrada de este blog, concretamente del 3 de Marzo de 2009. ¡Felicidades, Chelsea!, por ese fichaje que hiciste.
Y sí, Drogba, la vida es fantástica. La vida.



 The sea






Qué agradable resulta escribir
sobre tu grafía de persona
haciéndose.
Cuánta salubridad destila
sobre este alma a veces terca,
a veces hueca, a veces
inquieta.


Ni más sobre tus ojos,
ni más sobre tus gafas.


Salvo el mar-como-la-nada.

Como el libro en blanco
de tu futuro por nombrar.

(Sofía Serra, 2008)

lunes, 30 de abril de 2012

Un verbo-luz en el escenario: Aarón García Peña

Mi querido como persona, Aarón, y mi admirado como poeta, Aarón García Peña, es el invitado mañana en las Jam Session que Carlos Salem y Olaia Pazos coordinan en el ya muy lejano para mí  local de "Los diablos azules" en Madrid.
Sólo por verlo y poder darle un beso, ya pagaría el billete del Ave. Oírlo, podré oírlo mañana en la hoja en blanco.
No os lo perdáis los que más a mano lo tenéis. Su Poética, su poesía y su ser  son de hoy y de siempre. Su obra traspasará esta época, por méritos propios.
Ya era hora, Carlos Salem.



El simple atisbo de este poeta, y esta persona, me permitió finalizar un poemario con el que andaba enredada entonces con esta verboluz dedicada a él.






Pecado original


(A Aarón García Peña)


En un lugar del alma
existe el dios que dicen
todos llevamos dentro,
tú más tú sobre el aire
y la nada, tú más
el todo que abarca
y abraza al sonido el consuelo
en silencio que nutre
y agiganta y hace vivo
este ser que otros dicen
expulsaron de aquella suerte.


En el torno de las Eras que hacemos
con la boca o los ojos,
ya en la luz, ya en la mancha
del lugar que nos despidió,
habita el inocente que, palabra a palabra,
engendra el tiempo, nuestro compañero,
cumple venganza contra la mudez
inexcusable del canto divino
y hace carne al verbo por mor
del secreto en el paraíso a voces:
Los ángeles duermen pacíficos,
pero las palomas cantoras
de la presencia levantan vuelo
hablándose con sus alas.
De unas a otras, aleteo va,
caricia de ala llega,
se dicen (aman) felices:
“El hombre canta, el hombre canta...”


Y el mundo se hace.

(Del bestiario de los inocentes, Sofía Serra, Abril-2010)

sábado, 21 de abril de 2012

Xenofilia (verboluz)

(la fotografía la subí el otro día al blog de fotos, el mismo que la hice, el poema llegó aparte dos o tres días después, sin relación consciente posible, hasta que lo terminé ayer y vi que conformaban "verboluz")

Título de la fotografía: Gemelares. Más datos aquí.


Cuerpo extraño (xenofilia)


me falta oxígeno y todos
expeléis dióxido
de carbono. Desearía
ser planta caso
de que pudiera.
Lo que sucede es que así
me sentiría entre ellas
como me siento entre ustedes.
Y entonces, desearía
ser una humana de día
y dormir de noche ajena.


Algo ha crecido torcido
dentro de mí
y no es un árbol.


O el dolor ha crecido derecho
y es mi columna.

Sofía Serra (no sé aún si de Suroeste o de La exploradora)

jueves, 29 de marzo de 2012

Como una cabra: Verboluz

Recordando dos fotografías que salieron junto a la escritura de uno de los poemas con los que casi se inicia Nueva Biología. Se trata de una verboluz "doble".
El  poema en cuestión es "Como una cabra"
(abajo lo copio también)





Como una cabra


Ahora no serás reconocida por nadie:
Niebla densa, cuerpo con sentido
desmayado en los instintos muertos
como reposa mi mejilla
sobre el filo de la espada.
Tú y yo tan cerca.
Tú que te alejas: alas, ola, viento,
urbanismo en las callejas de mis células
que balancean la lluvia de otoño. ¿Me baldearé?
Demasiado limpia me cubro
ya de gasa blanca o negra.
Me he vestido de largo para la noche
y ya no duelen las candelas.
¿No prende el amor?
Plaza quieta,
templo en obras.
Torre gris,
torre que acerada naces
destemplada.
No se bruñe la arena.
Ya desde el fuego atisbas la nula coyuntura:
Yo soy de monte.

Sofía Serra (Nueva Biología)

martes, 27 de marzo de 2012

Rosana río rosa, de "Nueva Biología"

Acostumbrada a los ahuyentes que la mayoría de las personas hacen cuando ven al alguien con una cámara en la mano, me llamó la atención que esta muchacha rumana me pidiera que la fotografiara. Fue el mediodía  del 28 de Octubre de 2010, justo el día que presenté  por la tarde La presencia por a la ausencia en Madrid. Me motivaron su espontaneidad y naturalidad HUMANAS a escribirle este poema de Nueva Biología. Fue de lo más agradable y bonito que viví en esos dos días, tuve esa fortuna, y a ella se la debo.

El enlace al poema:

http://nuevabiologia.sofiaserra.com/2012/02/rosana-rio-rosa.html


miércoles, 1 de febrero de 2012

Canto de amapola-libertad

(Correcciones "Los parasoles de Afrodita")


Un poema que me tiene frenada en terminar ese poemario, creí que ya por fin lo tenía, pretendía hace unos minutos grabarlo recitándolo y...




:)))


Aquí dejo el poema habiéndole metido mano de nuevo, me tiene "desesperá" este poemario, ;)

Canto de amapola-libertad


Como las tórtolas,
como las tórtolas de las tardes de verano
que se enamoran entretejiendo la armonía,
el mutuo silábico de la palabra
del tú al gemelo que se ha perdido
en los vagabundeos por los lugares,
así permaneces tras el propio verbo,
y,
sonríe, ave de la noche llena,
sonríe que en tu boca laten
las flores de tu estómago
tan ardientes y frescas
que yo las huelo,
que ya arrasan mi mucosa,
...ay, amor, tus flores de mariposa
con pétalos de amapolas...
¿cómo no orientarlas hacia tus pies
o depositarlas en tu sabia boca?
O esparcirlas sobre tus hombros,
sobre tu cabello ungirte
con el bálsamo del sueño
sobre el camino desandado
que sólo trae de vuelta
lo que somos, lo único que cuenta.


Escribe un libro con los besos,
levanta el vuelo alto
de tus rojos y pétalos:
de la roja amapola
llega
la pacífica respuesta y su libre imperio sobre la mies,
que yo, ya,
uní
sus semillas con mis pechos,
que yo sé del estipendio
más allá de la rasas leyes y del amor
a toda muerte de lo huero
y la mentira del reclamo
sordo.
Como la verdad grande y buena del agua se bebe:
Las amapolas no necesitan para florecer
más que el siguiente año. Que aún no existe.
Miedo al futuro-Sólo-Miedo a lo nonato-Sólo-Miedo a lo inocente.


Y aquí, la urdidora de letras,
lenta siempre jardinera
de amapolas y tulipanes
de futuros anteriores,
siempre sol y viento,
siempre agua, siempre tierra,
siempre manos tuyas
me han sembrado, y yo,
en la tierra-yo cultivo
tu semilla de hombre bueno:
Gozo, gozo al regar esta dehesa
libre de los escombros de la bestia.
Gozo al traspasar el filo envenenado
de la renta en la avaricia
sobre la que todo surte,
todo abona, todo cuida
la jardinera.
No ha mentira, no hay amaino
sobre pétalos en vano
hasta el vacío del revés o del derecho
todo llena: sólo hay que dar la vuelta.
Yo soy fuerza y poder de Hombre,
verdad de tú a tú, de amapola a tulipanes
esto hablo:
es demasiado de ti
o de solo y sólo
entre dos se nombra:
en sí, sobre mí y por ti.


La alterada amapola
te grita con dos cantos de besos
y en el verso escribe lo que tú ya sabes:
Yo no quiero más de ti que por ti,
que eres roja y escindida de ti
flor de amor:
Ay, jardinera, qué lenta labras...
Que ya no te queda nada por hacer...
Que las amapolas han brotado siempre por sí solas.


Sofía Serra (Los parasoles de Afrodita)

¡Ah!, por cierto, lo escribí como una verboluz, hilado con esta fotografía, la cual disparé en el Jardín Botánico de Madrid un 24 de Abril de 2010.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Guerrera del arco iris




Guerrera del arco iris

Tras visionar el documental "Tierra"


Voy envejeciendo a ojos vista
de nariz para adentro.
Mi alma me parece la misma,
terca y rebelde para el con todo
por sí misma, como si ya no me perteneciera,
como si hubiera cobrado existencia
impropia.
Puedo observarla aun sin encontrarla,
Como si la luz sólo iluminara las partes viejas,
ésas que ya no se asombran ni ante la belleza.


Muda en mi silencio quedo
como la nube blanda que combate
el muro torpe y seco de la presuntuosidad
como medida de nuestro ego.


¿Qué será de mí si no puedo disfrutarte más?
¿Qué será de mi ser humano
si no puedo volver a emocionarme con tus fundamentos?
¿En qué orbita pasearé esta noble vida que me fue regalada?
...Azul,
planeta de todos,
juramento preciso sobre la fraternidad,
equidistancia exacta entre los océanos y la pléyade con inteligencia.
¿Hasta cuándo asomaremos sólo nuestro riñón, oficiante de excreciones,
al baile conjunto del universo palpitante?


Intrépida premura de la que nacen las cosas quietas
suspendidas sobre el aire
como gárgolas domésticas habituadas al no devenir de la lluvia.
A la sequía.
A la ingrata adolescencia de las atmósferas con perfil de entelequia humana.


Inestimable cohabitante:
¿Qué será de mi ser humano si no estás?
Mas… ¿qué importa eso?
¿Qué será de ella si, siendo otra, ya no puede alimentarnos, ni habilitar nuestro sobresalto, o nuestra injusticia, nuestra vida, porque su risa habrá muerto con otro nombre? ¿Qué será de nuestros ojos si el azul arbolado de su manto se convierte en transparente tumba de nuestros hermanos? ¿Cómo podremos mirar si no existen ya los otros páramos, los inocentes? ¿A qué mirada responderemos, tú y yo, si no nos perdemos en el mar salado de las no-lágrimas?


Albura como la nada,
semejante paraíso inconcebible hasta para mi agente.
Orden de animal alegre y vivo,
orden de sustancia en nuestro beneficio,
orden sin intenciones.
¿A qué me asomaré sino a la ruina
cuando tus columnas se inclinen
dejando caer el templo de tu audacia,
cansada ya por la distancia,
enorme distancia,
que separa con nuestra culpa
tu agua de tu agonía?


Inestimable madre elefanta:
Bordo un arco iris para ti y para tu cría,
que el arco iris se tiende
con hilos de color verde.


Sofía Serra (2009, El paraíso imperdible)

domingo, 6 de noviembre de 2011

martes, 25 de octubre de 2011

Ser-afín

(Correcciones "El deshielo")






Ser-afín
(a mi madre y una buganvilla)


Serás el beso asomado al aire
del vespertino azul. Yo, la mejilla
que lo sostiene soñolienta
en el vaivén de la vigilia
sobre estas dobles manos, estas pequeñas flores…


…Y qué decir del aliento expelido
por tus rosadas branquias…


Abarataré mi canto para que el perfil de la memoria
pueda lucir prendido en tu cabello el clavel de abril
—ay, mi noche persa sobre ríos de plata—,
y junto a la rosa del encuentro, la zapadora,
profanaré las tumbas de la estirpe
que, contiguas a la feraz fuente,
impidieron a las buganvillas bramar
la verdad atronadora con sus brácteas.
Ellas, las jardineras engalanadas
con frazadas de papel de seda
durando sus breves cinturas,
las de los profundos escotes,
herméticos y oscuros balcones
abiertos al pretil del aire,
desde donde se asoma, tímida,
la flor blanca, la bella inmaculada,
la que no tiene nombre.


Sofía Serra

lunes, 24 de octubre de 2011

Y siguen sin enterarse (Verboluz)






(Pasantía) La sombra


y si ni el sol ni la tierra
llueven a medida de los gustos
de cada uno en sol
o en la tierra
no hace lluvia o agua
acorde con lo sentido
por ambos
manifiestos
mutuales
y si no se enteran
de nada recíprocamente vecinos
o separados
cuando nube
o cuando tierra
cuando sol
y cuando agua, sin embargo,
nace el verde.
Y siguen sin enterarse,
o integrarse.


Sus lugares me declinan.


Sofía Serra

jueves, 1 de septiembre de 2011

Rosa de septiembre

Una verboluz muy-muy pequeñita que me ha salido en cinco minutos... bueno, pongamos en una hora, la que ha transcurrido desde que he visto que llovía bien y con ganas hasta que he terminado la fotografía. Será que la lluvia me sienta bien...;)...:D


 (¿Y esta nueva interfaz de blogger? O_O, menuda sorpresa...se parece a la de wordpress... a ver cómo se comporta)


Título de la fotografía: Rosa optimista 


Rosa optimista


me visto de rosa porque la luz
me aplaude y el cielo se ha cubierto
de nubes grises y el aire
se ha vuelto tierno y blando
espuma sobre mi carne
habla la antaño obtusa
puerta de otoño abierta.


Sofía Serra, 1 septiembre 2011


(Pues por lo pronto se comporta mal a la hora de pegar texto en modo redactar html, no me guarda el corte del verso, así que nada, vuelvo a la antigua)

sábado, 30 de julio de 2011

De dios al diablo (Para los diablos azules de Pilar Sánchez)

Uno incluido en "Los parasoles de Afrodita" de los que no he subido. Lo escribí sobre Mayo del año pasado para regalárselo a Pilar Martínez Sánchez, propietaria de "Los diablos azules", bar poètico de Madrid, por la amistad simpatía y cariño con los que siempre ( y eso que sólo lo he pisado tres veces) me ha recibido. Además tuve la fortuna de poder entregárselo en mano. Hoy me he levantado acordándome especialmente de ella, no sé  por qué. Pero estoy muy contenta: he ido contemplando desde la distancia durante todo este "curso" cómo ese local ha ido creciendo y creciendo en fama como centro neurálgico de los recitales poéticos madrileños, hasta convertirse ya desde luego en referencia imprescidible. Bravo por ti, Pilar. Y por si me leyeras, un beso enorme (sabes que aunque poco hablemos, siempre te tengo en el corazón).

(Se trata de una verboluz. Esta vez incluyo su fotografía, un autorretrato disparado en la puerta del local.)





De dios al diablo
(Para "los diablos azules" de Pilar Martínez Sánchez)


He hecho una fotografía.
He blandido carne de cuerpo arracimado.
Dios me venga cada día, dios me luce
en el sol urdido entre las prendas
que por el suelo voy dejando.
Osamenta y ruda percha para colgar ese pliegue envejecido
que arrastra, arrastra, arrastra tantos años y ninguna basura.

Hasta que me desnudo.

Si sólo una tengo, ¿a qué me debo?
Juventud y buen verso riñen como hervidero de pirañas en el Amazonas.
Al final, será siempre espina y hueso.

Que venga, que viene, que suelta melena,
que viste ya sola, que quiebra paredes,
destreza,
que yuxtapone, que suma y alivia,
que poetizo guerreando contra todo hasta sin mí
y ya me dejo hasta derrengarme entera.
Cada verso, una batalla ganada,
cada renuncia de muerte, un paso hacia el caos,
cada palabra, un menos de Ti,
cada suerte echada, cada sol en vida…
Abandonar toda sombra
y dejar de cruzar las manos sobre este vientre; preñan
en vida a la soberana muerte.
Cantar y desposeeros,
cantar y desvanecerme,
cantar y subvertir:
ya la jacaranda recubre el suelo
con sombras altaneras desde el cielo.
Ya la tierra arranca muerte y enfanga agua,
ya justifico el frío bravo,
ya averiguo sobre las piedras,
ya niego antiguo canto azul,
ya sólo quiero verde, a media tinta o dios.
O diablo.

Y endiabladamente me veo
poetizando, que es lo mismo
que amando, jugando o sorteando
el acá y el allá
tras el cristal que recita descifrando
las señales y el ritmo tardo,
la lenta alquimia, la cansina suspicacia
de ciertas pautas y medidas.

Ya bate el colmo sobre la mejilla ardorroja,
verde beso a beso de mayo al verano
expandido más allá del límite subjuntivo:
Rojo y veo,
rojo y muerto el ocaso,
rojo y ardo,
rojo y vivo
grande.
¡Bah! ¡Porca miseria de labrantíos parcos y desdichos de sí mismos!
...Ya asoma el tren de las vueltas sobre
la hélice de este desvarío encendido.


Sofía Serra, 2010 (Los parasoles de Afrodita)

viernes, 22 de julio de 2011

La casa rosa

Llevo como un par de días con problemas en el ordenador. Ya "solucionados" (el lunes me instalará el técnico un nuevo disco duro) me doy cuenta de que trabajo sobre lo más aún efímero si se puede. Con un ordenador recién formateado, o sea, a cero, recupero algún archivo desde los dvds donde voy siempre grabando y hago esta entrada. Me descargo "demos" de filtros de programas de fotografía aprovechando que sé que todo lo que llene este disco duro hasta el lunes, será eliminado. Uno de esos filtros he utilizado en la fotografía que acompaña a ese poema que escribí justo la noche antes de que empezara a notar que algo iba mal en este ordenador.

Todo parece accidental, pero a mí me llega la completa sensación de que todo me encaja. Ayer supe que un blog recién conocido, un blog dedicado al reciclaje casero de muebles, algo hacia lo que por instinto (o genética) siempre me he sentido inclinada (no obstante llevo como dos semanas "reciclándome" ropa, trapos le digo yo) me hizo un bonito regalo. Un premio de cadenas de blogs por el que me nombran "pink lady", porque dicen que soy una gran fotógrafa. En otras ocasiones algunas otras personas han tenido ese detalle conmigo o este blog, pero siempre los he rehusado una vez agradecido. No me siento cómoda con las relaciones sociales "encadenadas", ni en este medio ni en la vida "diaria". Recuerdo perfectamente cómo, estando en la universidad, justo antes de que comenzara las clases se reunía equis grupito para ir a tomar café, un grupito en el que se incluían mi mejor amiga y mi mejor amigo de por entonces ( y más o menos siempre). No sé cómo me las apañaba, nunca iba a la cafetería con ellos, o lo que es lo mismo, me quedaba sin tomar el café (té) de antes de clase o primera tarde. Eso sí, a la salida, al término de la jornada, nadie me quitaba el lugar ( ni el tiempo, siempre la primera, :D) en la esquina de "La moneda", una gloriosa taberna de Sevilla, bastante minúscula, que "diezduplicaba" su tamaño de "local" gracias a  la cantidad de personas que nos situábamos en la extensa acera de alrededor, donde nos reuníamos los compañeros que durante la promoción habíamos ido haciendo amistad, todos integrantes de distintas especialidades y hasta de distinta facultad (Biología, filología, Derecho...) para tomarnos nuestras buenas, y hasta elevadas, dosis de,  cervezas.

No sé cómo me las apaño, de nuevo lo digo, pero siempre, como por instinto, me desligo de lo que por pura lógica coyuntural o circunstancial debería quedarme más cercano. Mi querencia es "lo otro".

La casa en "rosa" que aparece en la fotografía era blanca, estaba pintada de blanco. Ésa era mi antigua casa, un piso de alquiler de renta antigua que tenía subrogado a mi nombre desde que murió mi abuela, porque antes, y desde 1933, fue su casa y con ella la de de mi abuelo, mi padre, mi tío, y hasta de nosotras cuando fuimos naciendo. Después ya mis padres se fueron mudando a otros pisos de alquiler (y con ellos, lógicamente, sus tres hijas y, después, mi hermano).

Hasta hace unos 10 años y desde que me casé, viví en ella, en el último piso, el único en el que  sus ventanas traseras dan al jardín del palacio de las Dueñas. Calle Espíritu Santo, barreduela de Enrique el cojo, un gran maestro del baile flamenco.

Gracias a Olga y Rosa (su blog: "De andar por casa") por el bonito regalo que me han hecho, sin conocerme apenas de nada, no más de un comentario o dos en sus gustosas entradas. Esta entrada va dedicada a ellas. No lo sabían, no podían saberlo, pero cualquiera que haya ido siguiendo este blog donde la mayoría de las veces subo poemas, o el otro de las fotografías, habrá podido intuir que desde Abril más o menos, voy buscando el rosa, y como siempre, sin pretenderlo.




Autorretrato con dosis
diezmedida y sub
urbio herido
y dislocado.

Así se sucedía mi casa sobre los perfiles raudos del espacio de quienes no habitaron. Quisieron masacrarla a golpes de instantes devenidos en yo no sé qué, sólo perversiones, y sólo, tan sólo, consiguieron uniformar sus pupilas, las de ellos, tan negras afloraron, tan pronosticadas por las bajas endechas… Asolaron con una simple mirada, tautárgica mirada el porvenir de la pobre casa, la rica casa, arrasaron sus vigas y sus mimbres, los tabiques y sus muros, sus balcones y la escalera, desbancaron sus cimientos embarrados que vuelan ya tal vez camino de esa tierra removida con la que el topillo engalana con cráteres de luna la yerba... Tan verde, se olvidó de mi casa la yerba, de sus sucederes y aconteceres, tan obligada a permanecer, mi casa, aun derruida en el suceso de mi alma.

Sofía Serra, 19 de julio de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

El sitio


El sitio

Y este olor,
a invierno, a corcho frío, a neurona combatida,
a guisante mísero perdido entre los caudales de amistosas yerbas
reinas por un día
de mis pies y mis ojos redondeándolo todo
y este olor, hasta olor que no llega
(mis fosas nasales hoy tan secas
y ya tan húmedas),
y este gris, el mismo gris del campo
y del mar
de una vez
y una vez el sitio
y otra vez el sitio y yo que no soy yo ni el sitio sino yo
sin lugares ni vencidas
grapas alternando con puntos de sutura que ni se cierra ni se infecta
esta costrosa vida, esta costra y yo encima
tan hundida, tan hundida
tan…


Ya lo he visto todo y de mí he salido
¿de qué me habláis que no sepa?
nada nuevo por ver
en este mundo
como un torpe mantenimiento
de la maquinaria perfecta que
me atornilla al suelo de la más grande mentira


como si no hubiera salido,
como si no hubiera muerto,
como si mi tumba añeja
se hubiera de nuevo abierto,
yo a tumba abierta, yo espejo de mí misma
yo abierta a lomos llevo
el suelo el banco y el puto árbol,
y las piedras rosetas que sacrifican el abandono,
y la máscara herida y el alma infecta y ni una más que yo
abaratándolo todo.


Salir para encontrarme ya con nunca.

Sofía Serra, 28 Marzo 2011

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sic transit gloria mundi

El poema lo escribí a finales de Agosto, ayer lo perfilé. La fotografía procede de un disparo sobre la misma fecha. Sin embargo, no consigo encontrar su fotografía. El disparo me gusta, las fotos, no. Ésta es la segunda versión que hago, y aunque más cerca, aún siento que no es la suya, o tal vez sí, no lo sé. La anterior anda por flickr, una fotografía para mi gusto feísima, pero horrorosa, vaya, aunque con un buen blanco y negro.
A veces me meto en caminos que no me gustan en absoluto, pero algo me lleva a seguir transitándolos. No es curiosidad por saber a dónde llevan, eso es lo de menos. Es una esepcie de sexto sentido, :), que me dice que tengo que seguir por él. Con  la de posibles fotografías que tengo mucho más atractivas visualmente por hacer, nada, voy y, unas horas que tengo más libres, las dedico a ésta. Será, digo yo, que no creo en las apariencias. ;)


Título de la fotografía: Templo en obras (II)




Como una cabra

Ahora no serás reconocida por nadie:
Niebla densa, cuerpo sin sentido
desmayado en los instintos dormidos
como duerme mi mejilla sobre el filo de la espada.
Tú y yo tan cerca.
Tú que te alejas: alas, ola, viento,
urbanismo en las callejas de mis células
que esperan a la lluvia de otoño.
¿Me limpiaré?
Demasiado limpia me cubro
ya de gasa blanca o negra.
Me he vestido de largo para la noche
y ya no duelen las candelas.
¿No prende el amor?
Noche quieta,
templo en obras.
Torre, gris,
torre, que alta naces
destemplada.
No se bruñe el acero.
Ya desde el fuego atisbas la nula coyuntura:
Yo soy de monte.


Sofía Serra (Septiembre, 2010)

martes, 6 de julio de 2010

Compañeros del tiempo

Autoparafraseo uno de mis versos de hace unos meses en este título.
Aunque escrito hace pocos días, este poema formará parte del libro que se publicará después del verano, "La presencia por la ausencia".
La fotografía ha salido re-revelada ahora. Disparada y hecha en su momento en blanco y negro, aquí se puede ver, siempre me quedé con las ganas de hacerla definitiva en color. Ahora, hoy,  al hilo del poema, ha salido. 
Que nadie confunda el hecho instantáneo casi inherente a la captación de una imagen fotográfica, con la velocidad con la que el ser humano es capaz de asimilarla, hacerla suya, y por tanto que se tenga en cuenta que si "click" puede hacer desde una máquina a cualquier chimpancé, es el hombre el único que puede aprehender algo tan casi inalcanzable por la física humana como es la velocidad de la luz.
Reiterativo debe sonar para quienes comprenden algo del proceso fotográfico, pero es que aún existe demasiada confusión en torno a él y, por una vez en los últimos tiempos, no me resisto a decir no poéticamente.
Dos años no está mal para lograr revelar una fotografía.


Título de la fotografía: Luzazul

Luzazul

Conciencia no tiene dientes,/
sólo lengua que lame los más internos cauces/
de la estera/
en mi puerta, asegurada con tantos clavos/
como versículos en el aire dejo abiertos/
a la luz, la benevolencia,/
la ola grande de tu sonrisa/
entregada a la arena de mi mejilla./
¿Hablamos?/
No hay más porvenir que la vida quieta, y hoy ya,/
solar limpio de ruinas, soy algo de lo que en un tiempo/
viví junto a tu buena muerte, tu mirada y tu mano en mi hombro./
Un cigarro,/
un cigarro azul: luz del día./

Sofía Serra 1 de julio de 2010
 
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