lunes, 20 de junio de 2011

Por si alguien no recuerda...

En los años de vida que tengo he conocido tan sólo a dos personas que podrían nombrarse como falangistas, ambas buenas personas aunque una mejor que otra, ambas amistades de las conseguidas por este medio, uno más joven, otro de mi edad, uno más sincero, el otro menos. Con ninguna mantengo contacto. No es la ideología la que conforma carácter, del todo, así que a nivel personal no tengo nada en contra de quien se declare falangista, salvo, claro está, que con sus prédicas amenace. 
Ahora bien, tengo todo en contra de que su ideología se imponga socialmente: la regresión, el reaccionarismo en su más literal e histórico sentido.
Hoy, cuando se me ha venido al recuerdo parte de la letra de su himno, una vez más se me han puesto los vellos de punta. Y van ya demasiados días en los que esto sucede.
Por si alguien no recuerda. Por si las nuevas generaciones no lo han querido aprender en sus aulas, aquí lo dejo. También un enlace al discurso inaugural que dio José Antonio Primo de Rivera en 1935. Recomiendo vivamente su lectura.

Jamás en mi vida me hubiera imaginado llenando mi blog con alusiones a ésta o cualquier otra ideología relacionada directamente con la dictadura de Franco, pero el miedo a la desmemoria, me puede.

Letra del himno 

Cara al sol con la camisa nueva
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a mis compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán, y están
presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí, me fui
al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas:
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
Arriba escuadras a vencer
que en España empieza a amanecer.

Y aquí el enlace, muy esclarecedor.

http://es.wikisource.org/wiki/Discurso_sobre_la_revolución_española

La historia no se repite nunca, sólo enseña. A quien desea aprender.

El comentario con el que me despido de mis visitas a los addison

Una respuesta que acabo de dejar en el colectivo Addison de Witt, cuyo enlace dejo de hacer visible desde hoy en la lista que figura a la derecha del blog. Creo que está de más que abunde sobre el tema.

Espero y deseo que todos los que ayer se manifestaron pacíficamente en España no se dejen liderar por espíritus del calibre del vuestro, mínimo, como habéis demostrado con esta respuesta.
¿Por qué respetáis una opinión que proclama la apertura a modos fascistas y no respetáis la opinión de otros contertulios que han manifestado su adscripción a movimientos de izquierda pidiendo respeto para sus ideas como en la anterior entrada se vislumbró?
Habéis dejado de ser críticos poéticos para pasar a ser políticos, pero los de la peor especie, los que no dan la cara con su nombre. En Poesía puede ser hasta deseable, en política conlleva la impunidad.
Habéis confundido poesía y política, Arte y Política, lo peor que le puede suceder a cualquier sociedad. Sólo los faraones y los RRCC lo hicieron.

Peligroso. Realmente descorazonador y lamentable.

Palabras de Proust...

...con las que anoche concilié el sueño.

[...] Pero entonces, ¿acaso no revela el arte de Vinteuil, como el de un Elstir —al exteriorizar en los colores del espectro la composición íntima de esos mundos que llamamos individuos y que sin el arte jamás conoceríamos— esos elementos, todo ese residuo real, que nos vemos obligados a guardar para nosotros mismos, que la conversación no puede transmitir ni siquiera de amigo a amigo, de maestro a discípulo, de amante amante, esa sensación inefable que diferencia cualitativamente lo que cada cual ha sentido y que se ve obligado a dejar en el umbral de las frases en las que no puede comunicar con los demás salvo limitándose a puntos exteriores comunes a todos y sin interés? Aunque dispusiéramos de alas y otro aparato respiratorio que nos permitiesen atravesar la inmensidad, no nos servirían de nada, pues, si fuéramos a Marte y a Venus conservando los mismos sentidos, revestirían con el mismo aspecto que las cosas de la Tierra todo lo que pudiéramos ver. El único viaje verdadero, el único baño de juventud, no sería ir hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos, ver el universo con los ojos de otro, con otros cien, ver los cien universos que cada uno de ellos ve, que cada uno de ellos es, y podemos verlo con un Elstir, con un Vinteuil, con sus pares volamos de verdad de estrellas en estrellas.


En busca del tiempo perdido. La prisionera. Marcel Proust.

sábado, 18 de junio de 2011

Nuevo hombre en la cruz

(Correcciones de "Nueva Biología")


Nuevo hombre en la cruz

Verte en verde puro quisiera
ausente de tus férreas estampidas,
lenta en un segundo presiento
tiempo al sol de ese tulipán equivalente
que ni llama, ni pregunta, ni requiere:
¿por qué?, ¿por qué no bebes?
… Y tus manos recogiendo espinas.
… Como ya no se te clavan…
Al verde quiero sostenerte:
Flamearás sucediendo en el vacío
hasta que el espejo mudo de tu viento,
si es que mientes,
se haga hueco en la cruz de tu pecho.
Y entonces se abrirá el cuero herrumbroso y seco,
y el manantial borboteará
sobre las cuatro paredes de tus brazos,
y el sol del aullido iluminará las doradas clavijas
como si fueran brotes verdes,
verte como si te hubieras zanjado.
Y el campo de cuerdas de hierro
tronará en rasgueo salvaje
de tu boca que reirá llagando el aire
que hoy permanece ileso,
como muro, como vano de la muerte
en la que tañes preso
de esa cruz en la que te clavas,
que ya no sé,
yo no sé,
no sé
con qué manos apuntalas
esos clavos a tus palmas.

Hombre de cuatro brazos,
mutante de esta tierra morada
por la espada de tu arado,
que me llama, me requiere
y me pregunta
de qué te sirve ya el par de alas.

Sofía Serra, 2010

viernes, 17 de junio de 2011

Remití una carta

Es tarde, se me cierran los ojos y recuerdo, intento calcular mejor, cuántas cartas en papel habré escrito en mi vida, antes, sobre todo antes de que existiera este medio. Si cuento los correos escritos como cartas, la cifra se me pierde. De las primeras calculo que sobre unas tres mil (tengo constancia de aque algunas de mi puño y letra se conservan en manos de los respectivos destinatarios); otras, la mayoría, las fui quemando yo misma (no, no devueltas). Desde más o menos los 13/14 años (entoces no existía internet, pero sí una red que se llamaba "pen-friend") hasta más o menos los 30.
(Hasta aquí escribí anoche, el cansancio me rindió)
Ayer publicaron una carta mía en un blog que no conocía. La carta no fue escrita en papel, es un correo, pero su destinatario posee esa sensibilidad que le permite romper esta costra dura de la nomenclatura sobre la que caminamos desde el origen de nuestra especie y no estar anclado a las categorías, y estimar que ese correo podía ser nombrado con el de "carta", ese vocablo que asimilamos a la misiva escrita en papel.
La carta alude a un libro, un libro muy especial también, un libro cuyo autor ha decidido publicar en su blog en fascículos o capítulos, un libro que, aunque no vaya en papel, tendrá su entrada correspondiente en el blog de "La fuente". Hoy, Ventura Camacho ha comenzado a publicarlo.
Dejo aquí el enlace a su otro blog donde publicó ayer mi carta, escrita en Noviembre del año pasado, aunque la reproduzco entera más abajo:

http://epistolarioincompleto.blogspot.com/2011/06/ventura-hola-te-sonrio.html

El otro blog de Ventura, donde irá publicando su libro, aparece enlazado desde hoy (ya lo estuvo algunos meses atrás, muevo los enlaces según considero oportuno) en "mi lista de blogs" situada en la columna de la derecha de éste.

Carta

Ventura, hola, te sonrío.

Aún percibo mis sienes felizmente plácidas por fin, como si rebulleran acomodándose en un tierno, fresco y cálido a la vez, colchón de plumas. No sé de dónde llega esta sensación de paz que me ha inundado conforme iba leyendo tus "anotaciones", tus palabras, tus pensamientos entretejidos con los de los poetas sobre...¿cuyas vidas?...no...¿cuya poesía?...no...cuyas esencias, sí, esencias, deambulas. La imagen que mejor expresaría este percibir al autor, tú en este caso, escribiendo este libro sería la de imaginarte con alguno en las manos, leyéndolo, paseando por cualquier jardín no demasiado frondoso, de los de estilo árabe de por aquí del sur, caminos de albero, muretes de arrayán o mirto, día levemente nublado, luz suave y de nuevo tú, el “autor/lector” levantando la vista de las páginas y posándola distraídamente sobre algún macizo de flores, sobre el tronco de algún árbol , en tus propios pies, o pasos, en el hombre sentado en un banco, sentarte tú y seguir leyendo...

Ha sido realmente mágico, con todo lo que me disgusta tener que usar esa palabra.
Cuando comencé a leerlo, al final de un día que ha sido especialmente trabajoso, rondaba por mi cabeza la idea de hacerme una tila más el tranxilium de rigor, me sentía a punto de dar el salto, de nervios o tensión interior. Sólo puedo decirte que tras haberlo terminado, esa sensación sorprendentemente ha desaparecido. Y hacía mucho tiempo, pero mucho, que no percibía un relax así, una satisfacción tan profunda al leer algo.

Ahora dejo metáforas aparte. Pensaba escribirte mañana más despacio, enumerándote motivos por los que me gustaba, pero al llegar al final, he vuelto a comenzarlo, vistazo rápido y entonces, justo entonces, se me han quedado clavados los ojos aquí, en la decimocuarta pieza del puzzle:

14
Lo que nos sobra es el tiempo y las preguntas. Lo que nos falta es el descuido ingenuo que tienen las buenas respuestas, las que aciertan.

Esto es, Ventura. Ésta es la clave de tu libro. Éste es el motivo por el que a mí me ha llenado. Éste s el motivo por el que pienso, y siento que es otra de esas joyas que deberían quedar impresas en papel, éste es el lazo por el que queda cerrado este libro y listo para poder ser contemplado como una obra.

Aporte técnico: Cuando comencé a leerlo, lo primero que pensé fue, "está tomando notas, pero esto hoy es ya una forma de literatura perfectamente categorizada, claro “deconstructivismo” y demás… uy!, me recuerda a pessoa con su libro del desasosiego, por párrafos, a trozos…no, no… Ventura numera...En realidad tenemos la mente hecha a ver la obra terminada sin imaginar al autor tomando notas antes de decidirse a escribirlo, cuando el otro es el verdadero trabajo, como las fichas para cuando hiciste la tesina, claro, sí…claro, tantos siglos de una concepción del libro en sí, de la autoría y demás, de la obra "terminada", ensayo, novela, teatro, no puede ser nada más, pero, por dios ¡cuanto tiempo hace que las categorías dejaron de servir!...numera, divide en capítulos que parecen temáticos…¿a ver?...”
Todo esto me iba diciendo conforme lo leía, hasta más o menos su primer cuarto. Después ya dejé de pensar, de analizar, me subyugó, me succionó, fue él y ya está, dejé de existir... Esto es lo que creo debe conseguir todo obra que se precie.

Y esto es lo que consigue tu libro. Porque lo es, porque conforme avanzas le encuentras su hilo, o una se lo inventa, es lo de menos, y lo “ de más” (dejas abierto el espacio al lector aunque lo atrapes), todo encaja en…no es en la mente ni en el corazón, es en la percepción total del ser humano que está leyendo, como si esto que tenemos por dentro latiendo/parpadeando constantemente pudiera adquirir grafía en el hecho de la lectura de un libro, en este caso, tu libro.

Quizás has notado que he estado paseándome por tu blog hace un rato, he leído que se lo has enviado a Iván. A ver qué te comenta él, entiendo que tienes su amistad y su punto de vista puede resultarte más fiable que el mío. Yo sólo puedo decirte que me encantaría poder acceder como lectora a un libro así que estuviera en la calle a disposición de quien quisiera.

El problema es que si yo misma como escritora de poesía estoy una hora sí y la otra también planteándome constantemente el pasar de intentar publicar en papel el resto de mis poemarios y decidirme a seguir publicándolos todos en blogs, no me siento en conciencia con capacidad para indicarte qué es lo que debes hacer. Personalmente no creo en el mundo editorial ni en el papel ni en…no está la cosa para creer en nada de eso. Sólo creo en la obra que tengo delante y en si ella debe estar a disposición del resto de los seres humanos.

Y tu libro debe estarlo.

Tu libro es una preciosidad, pienso en él ahora y hasta me emociono…es una bendición de libro. Me has hecho un regalo tan inmensamente bonito al enviármelo que resulta inevitable me emocione (yo ante la Belleza de la que el ser humano es capaz, me emociono). Es una pequeña, porque es breve tan sólo, obra maestra.

Desde luego te quedas con ganas de más.

Nos regalas la visión esencial de unos seres muy especiales como fueron los poetas de esa generación, poetas conocidos por cualquier amante de las letras. Ahora sigo pensando en ellos tras leerte y compruebo ninguno se me ha desdibujado o "contraindicado", sino todo lo contrario, profundizado. Éste es el milagro...no imaginas qué paseo tan placentero este que me has invitado a dar de tu mano.
Ahora entiendo mejor lo que lograste con el epílogo del libro de Iván... mucho mejor.

Dime, si no tienes inconveniente, por favor, si te decides a hacer algo con él. Quisiera no perderle la pista caso de que decidieras ponerlo a disposición de…pues eso, del resto del mundo, que es donde creo debe estar, y no guardado en ningún cajón.

Muchísimas gracias por haberlo compartido conmigo.
Un beso, Ventura.

 
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