La dosis y la desmedida
Poema para Agosto
siniestro e indoloro cautivando
el obsequio, madreperla
benevolente culminando
la hechura de la vasija
desde el barro, limo y centinelas
bajo las palmeras de este oasis
zurdo y regalado.
Las chumberas multiplican
higos verdes: este justo verano
terminará por endiosarse
con la aureola del agosto
arenoso y libre.
Y cuánto sueño duerme
bajo las ojeras de tus testículos
tan jadeantes. Ellos piensan púdicos
y sosegados por la espera
de mis manos, y no habrá un solo vino
que desechen
cuando sed a solas manen
cuando yo te hable
del fango y de la sangre
volverán las heladas fuentes
a derretir el blanco mármol
en la verdina fresca de mi pozo,
esa luz redonda que cultiva
el agua liberando el milagro
de los panes y los peces
en el desierto.
Sofía Serra. Junio, 2011.
lunes, 20 de junio de 2011
Por si alguien no recuerda...
En los años de vida que tengo he conocido tan sólo a dos personas que podrían nombrarse como falangistas, ambas buenas personas aunque una mejor que otra, ambas amistades de las conseguidas por este medio, uno más joven, otro de mi edad, uno más sincero, el otro menos. Con ninguna mantengo contacto. No es la ideología la que conforma carácter, del todo, así que a nivel personal no tengo nada en contra de quien se declare falangista, salvo, claro está, que con sus prédicas amenace.
Ahora bien, tengo todo en contra de que su ideología se imponga socialmente: la regresión, el reaccionarismo en su más literal e histórico sentido.
Hoy, cuando se me ha venido al recuerdo parte de la letra de su himno, una vez más se me han puesto los vellos de punta. Y van ya demasiados días en los que esto sucede.
Por si alguien no recuerda. Por si las nuevas generaciones no lo han querido aprender en sus aulas, aquí lo dejo. También un enlace al discurso inaugural que dio José Antonio Primo de Rivera en 1935. Recomiendo vivamente su lectura.
Jamás en mi vida me hubiera imaginado llenando mi blog con alusiones a ésta o cualquier otra ideología relacionada directamente con la dictadura de Franco, pero el miedo a la desmemoria, me puede.
Letra del himno
Cara al sol con la camisa nueva
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a mis compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán, y están
presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí, me fui
al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas:
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
Arriba escuadras a vencer
que en España empieza a amanecer.
Y aquí el enlace, muy esclarecedor.
http://es.wikisource.org/wiki/Discurso_sobre_la_revolución_española
La historia no se repite nunca, sólo enseña. A quien desea aprender.
El comentario con el que me despido de mis visitas a los addison
Una respuesta que acabo de dejar en el colectivo Addison de Witt, cuyo enlace dejo de hacer visible desde hoy en la lista que figura a la derecha del blog. Creo que está de más que abunde sobre el tema.
Espero y deseo que todos los que ayer se manifestaron pacíficamente en España no se dejen liderar por espíritus del calibre del vuestro, mínimo, como habéis demostrado con esta respuesta.
¿Por qué respetáis una opinión que proclama la apertura a modos fascistas y no respetáis la opinión de otros contertulios que han manifestado su adscripción a movimientos de izquierda pidiendo respeto para sus ideas como en la anterior entrada se vislumbró?
Habéis dejado de ser críticos poéticos para pasar a ser políticos, pero los de la peor especie, los que no dan la cara con su nombre. En Poesía puede ser hasta deseable, en política conlleva la impunidad.
Habéis confundido poesía y política, Arte y Política, lo peor que le puede suceder a cualquier sociedad. Sólo los faraones y los RRCC lo hicieron.
Peligroso. Realmente descorazonador y lamentable.
Espero y deseo que todos los que ayer se manifestaron pacíficamente en España no se dejen liderar por espíritus del calibre del vuestro, mínimo, como habéis demostrado con esta respuesta.
¿Por qué respetáis una opinión que proclama la apertura a modos fascistas y no respetáis la opinión de otros contertulios que han manifestado su adscripción a movimientos de izquierda pidiendo respeto para sus ideas como en la anterior entrada se vislumbró?
Habéis dejado de ser críticos poéticos para pasar a ser políticos, pero los de la peor especie, los que no dan la cara con su nombre. En Poesía puede ser hasta deseable, en política conlleva la impunidad.
Habéis confundido poesía y política, Arte y Política, lo peor que le puede suceder a cualquier sociedad. Sólo los faraones y los RRCC lo hicieron.
Peligroso. Realmente descorazonador y lamentable.
Palabras de Proust...
...con las que anoche concilié el sueño.
[...] Pero entonces, ¿acaso no revela el arte de Vinteuil, como el de un Elstir —al exteriorizar en los colores del espectro la composición íntima de esos mundos que llamamos individuos y que sin el arte jamás conoceríamos— esos elementos, todo ese residuo real, que nos vemos obligados a guardar para nosotros mismos, que la conversación no puede transmitir ni siquiera de amigo a amigo, de maestro a discípulo, de amante amante, esa sensación inefable que diferencia cualitativamente lo que cada cual ha sentido y que se ve obligado a dejar en el umbral de las frases en las que no puede comunicar con los demás salvo limitándose a puntos exteriores comunes a todos y sin interés? Aunque dispusiéramos de alas y otro aparato respiratorio que nos permitiesen atravesar la inmensidad, no nos servirían de nada, pues, si fuéramos a Marte y a Venus conservando los mismos sentidos, revestirían con el mismo aspecto que las cosas de la Tierra todo lo que pudiéramos ver. El único viaje verdadero, el único baño de juventud, no sería ir hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos, ver el universo con los ojos de otro, con otros cien, ver los cien universos que cada uno de ellos ve, que cada uno de ellos es, y podemos verlo con un Elstir, con un Vinteuil, con sus pares volamos de verdad de estrellas en estrellas.
En busca del tiempo perdido. La prisionera. Marcel Proust.
sábado, 18 de junio de 2011
Nuevo hombre en la cruz
(Correcciones de "Nueva Biología")
Nuevo hombre en la cruz
Verte en verde puro quisiera
ausente de tus férreas estampidas,
lenta en un segundo presiento
tiempo al sol de ese tulipán equivalente
que ni llama, ni pregunta, ni requiere:
¿por qué?, ¿por qué no bebes?
… Y tus manos recogiendo espinas.
… Como ya no se te clavan…
Al verde quiero sostenerte:
Flamearás sucediendo en el vacío
hasta que el espejo mudo de tu viento,
si es que mientes,
se haga hueco en la cruz de tu pecho.
Y entonces se abrirá el cuero herrumbroso y seco,
y el manantial borboteará
sobre las cuatro paredes de tus brazos,
y el sol del aullido iluminará las doradas clavijas
como si fueran brotes verdes,
verte como si te hubieras zanjado.
Y el campo de cuerdas de hierro
tronará en rasgueo salvaje
de tu boca que reirá llagando el aire
que hoy permanece ileso,
como muro, como vano de la muerte
en la que tañes preso
de esa cruz en la que te clavas,
que ya no sé,
yo no sé,
no sé
con qué manos apuntalas
esos clavos a tus palmas.
Hombre de cuatro brazos,
mutante de esta tierra morada
por la espada de tu arado,
que me llama, me requiere
y me pregunta
de qué te sirve ya el par de alas.
Sofía Serra, 2010
Nuevo hombre en la cruz
Verte en verde puro quisiera
ausente de tus férreas estampidas,
lenta en un segundo presiento
tiempo al sol de ese tulipán equivalente
que ni llama, ni pregunta, ni requiere:
¿por qué?, ¿por qué no bebes?
… Y tus manos recogiendo espinas.
… Como ya no se te clavan…
Al verde quiero sostenerte:
Flamearás sucediendo en el vacío
hasta que el espejo mudo de tu viento,
si es que mientes,
se haga hueco en la cruz de tu pecho.
Y entonces se abrirá el cuero herrumbroso y seco,
y el manantial borboteará
sobre las cuatro paredes de tus brazos,
y el sol del aullido iluminará las doradas clavijas
como si fueran brotes verdes,
verte como si te hubieras zanjado.
Y el campo de cuerdas de hierro
tronará en rasgueo salvaje
de tu boca que reirá llagando el aire
que hoy permanece ileso,
como muro, como vano de la muerte
en la que tañes preso
de esa cruz en la que te clavas,
que ya no sé,
yo no sé,
no sé
con qué manos apuntalas
esos clavos a tus palmas.
Hombre de cuatro brazos,
mutante de esta tierra morada
por la espada de tu arado,
que me llama, me requiere
y me pregunta
de qué te sirve ya el par de alas.
Sofía Serra, 2010
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