domingo, 3 de febrero de 2013

La partida

La partida

Allá en el vaso grande
del huracán de invierno
nace la calma partícipe
de la flor.
Tan pacífico y asomado a tu rincón
de allende las farolas, las aguas limpias
y celestes de una ciudad marítima
a la vieja usanza, con su piel morena
y su olor a salitre confundido
su cuerpo con el mío.

No sé a qué sabe el celo
de tus manos.
De la carta al velamen
la curva de poniente se abre
y tu corriente entibia
el seco país donde nazco.

Éstas tus manos atronadoras
en los oídos de mis ingles
beberán alumbre salvaje
de mi centro y mi ansia
de poseer el océano. La malva
para quien escarbe la tierra dura.

El mar, sólo el mar, y yo
con todo el mar
bautizándote
como mi espera.

Sofía Serra (De Suroeste)

4 comentarios:

  1. "Tan pacífico y asomado a tu rincón
    de allende las farolas, las aguas limpias
    y celestes de una ciudad marítima
    a la vieja usanza, con su piel morena
    y su olor a salitre confundido
    su cuerpo con el mío. "

    Exceso de conjunciones y preposiciones; las palabra han de ser cortas e incisas en lo que se pueda: de dos males palabras hay que elegir el mínimo. Quizás lo dije ya y me estoy repitiendo.

    "Tan pacífico asomado al rincón
    de allende las farolas, las aguas limpias,
    celestes de ciudad marítima
    a la vieja usanza,de piel morena
    y olor a salitre confundido
    su cuerpo con el mío."

    Te he corregido con gusto Sofía; me gusta el poema; esta es una intromisión caballeresca y justa en el sentido de "fair" y suave en el sentido de "gentle" y hombruna pero no en el sentido de falta masiva de alimento.

    PS: No te metas en política del psoe antinomio del pp; son prácticamente iguales.Lo que si me preocupa es el aventurismo sedicioso de este que está de Mas; que sobra. Solo falta que nos rompan ahora España en pedazos entre vascos y catalanes y má tarde gallegos. Lo sé, yo vivo en Bilbao y me engañaron durante mucho tiempo en que voté a Herri Batasuna y apoyaba tácitamente a ETA; sin criticarles jamás; esperando la mentira y el milagro de una mañana de repente revolucionaria y distinta y justa pero falsa y mentira, que lo cambiaría todo; pero sólo, en realidad el acceso a otros dictadores al poder.

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  2. Me quedo con tu última estrofa y la hago mía, (si me lo permites):
    "...El mar, sólo el mar, y yo/con todo el mar/bautizándote/como mi espera..."
    Un abrazo y feliz comienzo de semana.

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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.