Siempre los árboles y sus semillas tiernas o duras, sus hojas rugosas o suaves, sus troncos nudosos y encorvados o enhiestos como príncipes en armas al sol de un mediodía cualquiera, en el principio fueron los árboles, grises o verdes, desnudos en sus soledad de fantasmas cuasi blancos o cobijando la tierra roja con sus alas verdes, siempre almario, siempre armario los árboles, siempre abrigo de mis ojos o mis hombros, siempre los árboles, bajo ellos me dio
la vida me dio mi vida.
Después sólo hice volver a recrear el paisaje, sembré árboles, aré la tierra, verdeé y perfumé con madreselvas, fotografié fuentes, pensé en el agua, soñé en el agua, soñé con el agua, todo era agua, siempre fue agua todo, el río, los doce caños, los pozos, el mar de los cabezos, el agua de la fuente, el agua del riego del huerto, las lechugas como rosas verdes, las rosas de mi abuelo, de mi padre, mis macetas, mi balcón, mi soledad.
Porque nunca se obtiene todo lo que se necesita. Ni todo lo que damos.
Pero bajo los árboles me sentí abrigada…
El domos. Mi domos.
Dibujo a modo de Ex-libris sobre ejemplar de El banquete, de Platón. 1983. |
A Molino Mollera
Erízame en tus venas
como el fruto del castaño
se abre brillante al calor
de la blanda tierra roja
colmado de su soledad
geminada.
Los fantasmas grises al frío
de enero salvan
las distancias del blanco
y negro. En mis fotografías te hallé
tierno y fibroso como el dueño
del grácil talle de la amapola
recién nacida.
es que sucedió en fracaso
los tiempos y las sendas amanecieron
tras la loma de la edad primera.
Detrás, tan detrás, sólo el rayo
de sol alcanza a los perales
cuyas ramas una a una
fui apartando como apartando
el tiempo desnivel vivido
sin tú o yo y sin ti.
Porque nos fuimos.
Y nos abandonamos
para no abandonar
mecernos
en el hoy de ayer.
La tierra roja acuna
el presente
de lo que somos
y no fuimos ya.
Sofía Serra (De La clave está en los árboles)
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ResponderEliminar[como clamados versos ao mundo,
das dores do caminho, ao descanso na palavra
dos trabalhos do grande arquitecto sem-abrigo.]
grande,
um imenso abraço, Amiga Sofia
Lb
Un abrazo enorme, querido Leonardo.
EliminarTe leí como siempre y quería enmarcar algún párrafo de tu poema pero es imposible, porque todo él, en esa dedicatoria-homenaje, no tiene desperdicio y es como un abrazo inmenso y eterno, lleno de poesía, con esa particularidad que señalas y no pasa inadvertida: "...La clave está en los árboles..."
ResponderEliminarUn abrazo y feliz martes querida amiga.
En la principio fue la sabiduría, Sofía y valga la redundancia..
ResponderEliminarhttp://img10.imageshack.us/img10/5522/60250236.jpg
ResponderEliminarLa foto es forma y es color y no pretende reflejar nada.
ResponderEliminarLas fotografías no reflejan. Transparentan.
EliminarMuchas gracias, Robín. Es muy hermosa.
Es bella y sorprendente esta foto y a ella me refería y a que yo no sé si son arces japoneses o si son parras enrojecidas las damas acompañantes que cortejan; me gustaría saber más,también a mí; el blanco y el negro y el color parecen haber sido separados,pero para una unión más harmoniosa y densa y fuerte en forma y fondo.
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