jueves, 11 de diciembre de 2008

Pura y neta concepción...


De una fotografía.
Nada de chamanismo ni de magias, sólo cerebro y corazón unidos en el punto de vista de quien está detrás de la cámara, digo cerebro y corazón por adaptarme a un lenguaje entendible por todos, porque sino, sólo diría que tras la cámara lo único que había era un ser humano, no un chimpancé, al que por supuesto se le puede enseñar a hacer click con una cámara.
Es el ser humano el logro "mágico", el que obtiene las coincidencias y produce las casualidades, y hasta las causalidades.
Vemos a la calle Dueñas desde arriba, desde una común azotea. Al fondo a la derecha la espadaña del Convento del Espíritu Santo. Disparada el día de la Inmaculada (es una festividad de raíz religiosa (y hasta mitológica, ¿o no es lo mismo) muy arraigada en Sevilla. No empero la ciudad fue adalid allá por el siglo XVII en el empeño por lograr convertir en dogma la creencia (y necesariedad teológica, se necesitaba a un ser limpio para que pudiese ser madre de Dios, no sólo madre de Cristo) de que la virgen María fue concebida sin mácula, al contrario que todos los demás seres humanos como la Biblia, en el Antiguo testamento, o sea, antes de la aparición del Cristianismo, argumenta en el libro del Génesis. Tuvo que llegar Cristo, o inventárnoslo, para lograr superar aquella obscena negación de principio de que el hombre no tiene posibilidad de redención o simplemente de existencia libre de culpa pues nace ya como ser impuro (el Hombre, en sus orígenes, era un poco duro consigo mismo, ¿no?) y mediante un simple lavado de agua otorgarnos ya la libertad de sentirnos seres plenos, no previamente fracasados.
¿Somos tontos o no nos damos cuenta de que cualquier "ente" cultural que logramos crear no hace sino superarnos?...en su concepción, en su pura y neta concepción.
Los dimes y diretes posteriores (muy livianos los sustantivos teniendo en cuenta que hasta hoy en día provocan sangre en los cuerpos, y también las almas (de nuevo uso este término para entendernos)también las correspondientes incomprensiones) son sólo producto de ello. De que nuestras creaciones son mejores que nuestros ejercicios como seres humanos.

Platón, y hasta tal vez Aristóteles, asentirían.

En la espadaña del convento, del Espíritu Santo, repito, se puede contemplar un azulejo en el que se representa la iconografía tan conocida de la virgen María como ser inmaculado. La autora ha vivido bajo esa espadaña casi todos los 46 años de su vida, y hasta que no se acercó con el objetivo a ella, el mismo día de la Inmaculada, no se había dado cuenta del ornamento.

Al fondo, más a la izda la espadaña de la Iglesia de San Juan de la Palma, sí, la que aparece al lado de...una palmera, aunque que yo recuerde en la plaza que abre a la Iglesia, hay como mínimo dos.

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