lunes, 3 de abril de 2023

Reivindicación del gris "n"

 




El tan-tan

He pasado mala noche

soñando que había perdido el móvil:

no sé qué 

me       

                           llama

a perseguir qué

añorando qué

en mis manos

cuando no hablo a 

penas más que con el 

cielo y su azul sazonado de silencio.

Si él quisiera contactar conmigo,

tan sólo tendría que expresar sus dudas,

permitir neblar su callado

con nubes de timbre bruto

retumbando en mis oídos

hasta lograr despertarme

de tan ridícula pesadilla

y justificar así su presencia

en el baúl de mi humor-

-amor indispuesto contra él,


contra todo. No soñar


que recupero la lluvia

en mis manos empapando

mi pérdida            tan     

sola mi pérdida    tan     

seca mi pérdida   tan     

suya

de         mí 

y mi móvil

de añoranza por

el cielo gris,

sino vivirla.

jueves, 30 de marzo de 2023

Horizontes rosados




La flecha del tiempo


siendo verdad rosado

el color de la aurora, 

no es menos certera

la confusión celestial

que me procura su sitio

en el borde del ocaso

donde me hallo

perdida entre la noche y el día

el final y el comienzo

de no sé sino más bien

un tiempo

sin principio ni término 

así como la ilusión retardada

del simultáneo acontecer

del instante: una eternidad 

sin dios observante

salvo el don divino

de la palabra como dardo

en la diana de lo inabarcable.

sábado, 25 de marzo de 2023

Fe-hacientes




Fe-hacientes

meros ejercicios.

(eso sí, de los espirituales,

con luz a raudales.

Para mañana, boquerones fritos.)


Ahí donde todo lleno,

un hueco canta

su silencio.

allí donde todo lleno

un silencio sacia.

ahí donde todo

lleno hay

un hueco que canta

su silencio.

donde ahí todo

lleno hay, un hueco

canta callado.

todo allí lleno, y el llanto, callado.

allí lleno el llanto

cantó vacuo al vano 

mudo del medio.

Rascar a Cielo




Sequía de invierno

rascan el cielo

a manojos sus ramas,

suelo sediento.

jueves, 16 de marzo de 2023

Poema abierto al Sr. Roig




 ¡A la rebelión civil, jolín!


No, señor Roig, usted se equivoca:

Vocaliza callando y silencia 

palabreando

lo que a todo ser de bien 

y mal humanos, es decir,

con más de dos dedos

de frente por montera

conoce de antemano,

antes, mucho antes,

de tener que ganarse el jornal

para poder llenar su estómago:

Con las cosas de comer no se juega,

ni se deben contar las lentejas,

¿no le enseñaron sus padres

la caligrafía precisa que distingue

entre beneficio y malhechizos?

Magia malabarista intenta 

con su parla y con sus cuentas

olvidando que el dos-más-dos

hace mucho tiempo y lugar

que los españoles aprobamos

en las escuelas.

Si de su tibio cuerpo,

tibio por enclenque, ¿no

estará usted enfermo?

nace la suma del apretando

(como a mí me cobran más

yo vendo más caro, dice 

tan ufano aún creyendo

que su inocencia es manifiesta)

en el tira y afloja de su mundo

imaginario, yo tiro de usted

y lo siento en este mío,

este tan terreno donde lo primero es comer

y lo segundo, hacer justicia palmo

a palmo: deseo que contemple

cómo ese cinco por ciento

de mayor positivismo

nace de haber incrementado

sus precios más allá (quizás del cielo,

seguro proveniente del infierno)

de lo que a usted le estrujaron.

Tan seguro de su cinturón

debe haber olvidado

la ley básica del mercado:

Si no tengo, si no alcanzo,

no compro. 


Y la trifásica, algo más compleja,

pero nada difícil para sus entiendos:

Si un ladrón

me roba, me perdona

el siglo

si yo a usted le hurto. 


Ándese con cuidado

porque de aquí a nada,

o sea, de hoy a mañana,

sus tiendas, a parte de nidos de ratas,

criarán expertos tirabuzones de plata,

porque donde la necesidad obliga,

donde el sueño decente ocupa,

donde la justicia cava hambre,

las manos justas

hacen su agosto

sin duelo ninguno

ni culpa alguna.

 
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