Despertarme, comenzar a recordar los pensamientos de anoche antes de acostarme sobre lo que está sucediendo en este país, contestarle a una amiga un correo intentado explicarle por qué ni ganas de escribir me quedan hablándole de lo que sucede y ponerme a llorar. Este es mi despertar. Así me lo vi llegar sobre Junio, en ese estado de postración anímica me encuentro.
Aún no entiendo cómo los españoles podemos estar aguantando tanto. Ser gobernados por una pandilla de fascistas y mafiosos que han llegado al poder por los votos de unos ciudadanos que hoy se arrepienten de haberlo hecho. En 30 años de democracia jamás había observado ese comportamiento en la población electora, arrepentimiento público por el a quiénes dieron su voto, jamás, y no creo que algo así haya sucedido en ningún país de nuestro entorno cultural nunca.
Todas las medidas económicas que este gobierno proyecta y pone en marcha no van encaminadas a la salida de una crisis económica. Si hay que recortar gasto, no debe jamás realizarse incidiendo en aquello que alivia a la población más necesitada ni en lo que mantiene la única esperanza para que el país pueda seguir avanzando a pesar del mal momento económico, la educación. Es de cajón, es de pura lógica doméstica. Si en un hogar se vienen abajo los ingresos, no se recorta en lo básico, en lo imprescindible. Se prescinde tan sólo de lo superfluo, de los pequeños lujos que nos permitimos, en vez de comer marisco se comen papas con huevo y en vez de comprar ropa para los hijos en establecimientos de marca se le compra en los más baratos, o se le cose o se acude, como toda la vida se ha hecho a vestirlo con lo que pueden heredar de amigos o familiares, y no pasa nada. Lo importante es mantener al niño alimentado y abrigado, acomodado, confortable en su casa, rodeado de afecto que le reporte seguridad para que pueda seguir llevando adelante un crecimiento psicológico sano que le permita poder seguir adelante con sus estudios, su formación académica y su evolución humana.
Eso, llana y simplemente, es lo básico.
Si existe una persona mayor, el otro extremo de debilidad en el grupo familiar , se le compran a ella las medicinas antes que a nadie. Al que sufre, al más débil, al con menos defensas, a ese, es al que más se protege.
Pues bien, y extrapolando esta situación a la del país, este gobierno está haciendo exactamente lo contrario. Promueve políticas de desempleo, promueve políticas macroeconómicas que tan sólo favorecen a los que más tienen, es decir a los menos débiles, y lo más doloroso aún, en esta razzia salvaje pero con ley en la mano a golpe de decretazo, desmantela la poquita educación básica en ciudadanía, conciencia política, que este estado había adquirido. Es decir, como si al niño que hoy carece de algún capricho encima nos liamos a darle guantazos y maltratarlo. ENCIMA.
Estamos ante la puesta en práctica de la mentalidad de un grupo social como el burgués decimonónico llevada a sus últimos extremos: la práctica de la ocultación, del tabú, la abolición de derechos sagrados, la iniquidad en la justicia, la práctica de mecanismos propios de mentes ultraconservadoras, en definitiva, el intento de desmantelamiento en esta España del siglo XXI de lo que el país había logrado avanzar conforme a la tendencia natural del hombre de hacerse cada vez más solidario, más consciente del otro, más abierto al extraño a él, más amoroso en definitiva.
Cuando se lee que un político como el señor Aznar, un ejemplar político que en mi mente sólo puedo calificar coloquialmente como un niñato impresentable que jamás debería haberse metido en política, un niñato al que la estrategia de un grupo de izquierda como Izquierda Unida ayudó a llevar al poder hace ya alguna que otra década, cobra por tan sólo ser asesor de un grupo económico como Endesa la cantidad de 17.000 euros mientras la mayor parte de la población de este país no va a poder ni comprarse mantecados para esta navidad sólo me entran ganas de una cosa: rezar porque nazca un grupo terrorista que pase por las armas a todos los sinvergüenzas que ganan más de 3.000 euros al mes.
Esto con la sangre a revienta calderas.
Pero como no soy una fascista ni una terrorista sólo hago esto, escribir donde puedo. Alentar a los españoles DE BIEN, si es que alguno queda, a que reconozcan que antes de las elecciones se dejaron lavar el cerebro por la explosión alegre y callejera de una "revolución" que venía protagonizada por, por un lado, personas que tan sólo supieron protestar cuando su poder adquisitivo se vino abajo, sin tener en cuenta que todo eso se hacía bajo el gobierno de una izquierda, y que por tanto, si la reacción era contra un gobierno de índole progresista sólo podría salir favorecido una corriente ideológica de derecha. Puro baile histórico social que se aprende en párvulos. Se protestó contra una política que hasta el año pasado mantuvo a salvo como pudo los avances sociales en este país, la cobertura básica de las capas sociales más necesitadas, no de esas que no tenían ya para poder pagar pisos en propiedad, y se intentaba mantener un sistema educacional, que con todos sus defectos, al menos garantizaba el acceso a la educación de todos los españoles, fuera cual fuera su nivel económico. Este movimiento “revolucionario” de vodevil, porque eso es lo que fue, un movimiento de vodevil, fue aprovechado por los remanentes de grupos de mentalidad fascista que aún subsisten en esta España de dios, grupos que habían permanecidos aletargados como hibernando durante el desarrollo de treinta años de democracia, incluso dentro de tendencias que equivocadamente se relacionan en general con movimientos progresistas, la facción que se conoce como alentadora de una república. El español en general está equivocado. Siendo republicano, como yo misma lo soy, no significa que se sea progresista. Franco era republicano, todos los fascismos han sido republicanos. Excepto partidos de solvencia demócrata reconocida no conozco a ningún otra asociación que luche por la restitución de la república en este país en donde se especifique claramente que su ideología sea progresista, salvo quizás la masonería. Si no se especifica, su ideología puede ser la fascista, hábilmente disimulada para los más incautos, aunque luzcan bandera republicana. El español debe conocer esto, pero el mal es que la mayoría de los españoles no lo saben. Así se introdujeron en el movimiento 15M , así aprovecharon esa oleada de protestas para conseguir lo que hoy está sucediendo, que grupos y apellidos de influencia llegaran al poder ocultamente de la mano del mismo pueblo que por no tener las cosas claras políticamente votó a un partido que puede servir de herramienta para socavar el estado de derecho español, lentamente, disimuladamente, velados tras la estafa de esta crisis. Aprovechada y alentada por ellos. No se podía oír eso de “ni de izquierda ni de derechas porque todo es lo mismo” sin temer lo que eso significaría en un futuro: exactamente lo que estamos viviendo y que pienso es tan sólo el comienzo.
Entran ganas de llorar. Yo luché desde mi modesta posición como estudiante primero y después como ama de casa y madre porque este país llegara a lo que llegó, a ser un estado casi referencial en cuanto a política sociales internas y hasta internacionales. Un país al que tras cuarenta años de dictadura comenzaba a tenérsele en cuenta en los foros internacionales, un país que tenía algo que decir en el mundo, algo que decir para el logro de un mundo mejor, más solidario, más justo. Y hoy sólo contemplo, por un lado la falta de conciencia ciudadana y por otro las acciones que sólo puedo calificar como de criminales por parte de un gobierno de ultraderecha.
Ahora mismo no hay solución. El partido popular tiene la mayoría absoluta. Su política nos aboca a un callejón sin salida. Esto es una democracia. ESTO ES UNA DEMOCRACIA. La única pasa porque todas esas mentes pseudo brillantes que lideran partidos, corpúsculos diría yo al nivel que hoy nos movemos, porque hasta el PSOE está dividido, se dejen de tonterías y de una vez por todas actúen como, si no los ciudadanos de este país merecemos, al menos sí los siglos de historia que este país lleva a sus espaldas y se unan, DE VERDAD, se pongan a trabajar para que en cada ente administrativo donde estén presentes se impida, legal y democráticamente, la puesta en práctica de las políticas promovidas por estos leguleyos del gobierno y sus correspondientes grupos de presión. Para mí no son legisladores. Ni siquiera políticos. La política es algo muy serio, compañeros ciudadanos de todos los estratos sociales, muy serio y un ejercicio muy noble. La política consiste en intentar arbitrar mecanismos legales que lleven a la convivencia en paz de todo un estado que no es un gobierno. Un estado lo conformamos todos los ciudadanos que nos comprometemos a vivir bajo una ley común, y es responsabilidad nuestra que este estado no termine por perder lo poco que había conseguido tras más, mucho más, de 3000 años de historia.
Si el individuo no se conciencia, el individuo como ciudadano anónimo y el individuo que da la cara en la política, o en los juzgados, o en los hospitales o en las escuelas, si el individuo no se conciencia, repito, este país está abocado a sufrir no ya una depresión económica, sino una social y psicológica, que por otro lado interesa a los grupos de poder A-políticos. Un ente, un cuerpo social depresivo no sirve para nada, es manipulable, está gobernado por el miedo (en ese sentido acuso a este gobierno de llevar acabo una política de terror contra el propio pueblo que lo elevó al poder, es decir está cometiendo terrorismo de estado, así lo digo, con todas las letras) y por la tristeza. Una persona con depresión tarda en recuperarse años. Un país en depresión tarda generaciones completas en recuperarse. En tres años se podría estar saliendo de la crisis económica, pero ni nuestros hijos, ni nuestros nietos, ni siquiera los hijos de nuestros nietos conocerán a un país sano psicológicamente hablando.
Esa es la HECATOMBE.
Eso es lo que está provocando este gobierno. Y eso sólo lo puede evitar la conciencia de cada español de a pie y de grupo político, sean cuales sean sus siglas. UNIÉNDONOS.
Fuera la ironía, fuera los sarcasmos, luchemos sana y rigurosamente por la mente de este país que somos todos.
Y si no, recauden entre todos dinero para pagarme a mí y a mi familia unos billetes que nos permitan emigrar a la otra punta del globo terráqueo. Lejos de un territorio, mi territorio también, que podría ser el mejor del planeta (¿han observado alguna vez su posición geoestratégica en un mapamundi?) y que hoy por hoy va camino de convertirse en el culo del mundo, si es que no lo es ya.
Todo por la culpa de la falta de conciencia. Todo y tan sólo por eso. Tan sólo.
Sofía Serra, 1 de Diciembre de 2012