viernes, 20 de junio de 2014

Re-pública de moda

Aquí, en este país que nos inventamos hace siglos entre todos, sigue imperando la idiotez que en tantas ocasiones nos ha llevado a coger el garrote por el mango para incrustarlo en la cabeza al vecino. Aquí, se sigue pensando que ser republicano consiste en llevar una banderita con los tres colores (se ha puesto de moda, ¡MODA!) en una foto de perfil de cualquier red social o lanzar críticas a bulto contra la monarquía parlamentaria que en su día se votó como sistema. Aquí, aún, miles de personas, se supone que bien formadas (imparten clases y todo, escriben, hacen oír su voz, hasta poseen su cohorte de pelotas y chupatintas), piensan que el rey de este país es quien para convocar un referéndum. Aquí aún continúa IMPERANDO la ignorancia, la nula falta de respeto hacia los demás, no digamos ya hacia las instituciones (las pobres no pueden protestar, no tiene cabeza ni lengua), de las cuales somos partícipes, te guste más o menos: Cuando cobras del estado por ser funcionario no te inhibes de tu coparticipación y colaboración con el sistema imperante, no protestas devolviendo el sueldo, ¿verdad?; cuando cobras la pensión tampoco la rechazas, ¿no?; cuando vas a un hospital no te niegas a que te atiendan...¿te niegas a usar las carreteras cuando quieres viajar en coche?, ¿prefieres usar tus brazos para volar pongamos por ejemplo de Barcelona a Madrid antes que coger un tren?

Aquí lo que existe es un pueblo que se la coge con un papel de fumar y al otro lo coge por los huevos, eso sí, solo de boquita para afuera, ya ni servimos para darnos puñetazos.
Hasta que este puñetero pueblo no pase del ignaro estado autoconsentido, nada cambiará. No existe remedio.

Me tienen bien jodida tanto republicano de red social, fotito y blog. Así hasta conseguirán que me haga monárquica de dicho y hecho. Siento infinita vergüenza ajena.

Firmado: Una republicana (no sé si mañana...).

Abril-cias

Abril-cias

Partió peras aun sin conocer
que el olmo no las daba.
se olvidó de chupar alguna tinta
de-scribir el verde del río valle,
declinó su cavernícola inercia
de hombre sedente, unir
sus manos y rodillas
expectantes y rezar,
o
doblar su voluntad
de milagro, travestir
los nulos
peros
y peras en suma
ser
hombre.

jueves, 19 de junio de 2014

El páramo

Si se quiere ver en grande y sin marco, AQUÍ



El páramo

Ya muerto, ya ido, ya pasto.

Nadie conoce
mejor que tú
pero ni tú si-
quiera conoces.
Dormir prefiero
no soñar recuerdo
inútil consume
la idea la ahoga
la mata dejar de
ti desvanecer
el lirio solo
de febrero.

Cada brote aprisionado,

cada rama entrelazada,
cada gesto del pasado gasta
arenisca que se pisa ella sola
ya silbando el presente sacudiendo
las ramas que se posan sanas
asumiendo todo el verdor
de la vida disipando
el hedor de lo no devuelto.
Porque no existe
ya seco el páramo
incendiario de la edad
de la verdad
del verde
nuestro tiempo.
Nuestro goce.

miércoles, 18 de junio de 2014

La huésped

La huésped

ya fotografié en Su tiempo,
ya escribí en el tiempo
mediante la letra pura,
mediante la letra armada
ahora tendría que derogar
los actos vandálicos de la inocencia
—¿inocencia o inconsciencia?—,

para ser fiel al oportunismo de esta costra.
Quién sino ella,
la más amada,
la más mimada,
la más consentida,
para ejercer el mandato
equivocado,

repostar y consolarme
mediante la pequeña multitud,
de huéspedes está mi vida llena,

a quién si no achacar
a quién si no reprochar
a quién si no culpar

sino a la huésped que me habita,
en este eterno ejercicio hospitalario
— cómo abandonarla a la intemperie,
— cómo no albergarla entre mis calientes,
— cómo no suplirme con ella,
y así
poder
culpar
eximir-
me de mi misma
decadencia.

viernes, 13 de junio de 2014

Las neuras

Toda perseverancia conlleva el riesgo del anquilosamiento, cuando no de la contumacia. El conocimiento, por un lado, y la disponibilidad de farragosas tecnologías que logramos llegar a dominar, por otro, pueden convertirse en losas que sepultan ese brote casi mistérico que es el resultado de la inspiración artística. A veces hay que dar el paso para atrás, volver a lo más limitado para poder seguir adelante. La mayoría de las veces aparece la oportunidad como por ensalmo, cuando en realidad sucede que la propia mente creadora ha seguido explorando hasta que logra hallar el resorte que la rejuvenece, que  logra despojarla de las capas de barro endurecido. Vuelve a su ser. Elástica y flexible, fresca, ella misma.
Algo así le ha pasado a mi mirada fotográfica con el uso (casi obligado) del móvil como cámara y la fortuna de que mi hijo me recomendara un simple programa de edición para los disparos hechos con el teléfono. Así podía terminar el proceso. Y hoy descubro, contenta, que en la limitación del dispositivo, comparada con la casi nula de la cámara y de mi propio ordenador, mi mirada se ha refrescado y vuelve a ser ella misma, casi catorce años después.
También hoy estoy ya segura de que aquellos óleos q pintaba sobre fotografías analógicas cuando aún no existían las cámaras digitales, no constitutían más que postprocesados, ediciones o revelados de los disparos. En un sinquerer, siempre he necesitado revelar.
O quizás todo sean neuras de una.
Título de las fotos (con móvil): Rabbit's road, Palma y Mediodía.

 
Creative Commons License
El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.