esas pequeñas extremaunciones
con las que designas el dedo
de tu boca afila génesis
para que nos amemos,
algunas veces, algunas más
sobre tu ungida noche
sortean peregrinos
sobre la piedra calva
con apenas polvo,
y aquí, todo mar,
cuando yo te veo todo mar
cuanto tú me miras todo mar
cuando cabeceo abocada a ti
todo mar y ese vello que asoma
por tu axila todo mar
desde mis bebedizos de hambre
de tu garganta, paz
y aula cerrada
tu cóncava carne
entre mis manos todo mar,
todo mar y la arena junta
y viva junto a ti
y mi sereno.
que en un mar, y en este todo mar,
te acceda
la serena suerte de sentirte
amado.
(Sofía Serra. De Suroeste)
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ResponderEliminar[diz-se pleno o poema
que em si contém todos os elementos,
os serenos pontos cardeais do mundo
dentro da mão.]
um abraço, Amiga Sofia
Lb
Un abrazo, Leonardo.
EliminarTus versos hoy se parecen al canto de las olas en ese combate del lecho marino, con la resaca constante llegando a la playa, en una descripción admirable de pasión y ternura.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo Sofía.
Igualmente, Rafael. Gracias.
EliminarSigue lloviendo en Sevilla ?
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