Tango
lección primera,
gratis, golpe y banda fea.
Arguye el doblón sellado
de tu fardo.
un dos tres pie,
un dos tres pie,
un dos tres pie,
no puedo, no puedo. no debo, sí quiero. un millón de euros mal comidos, ¿cómo si en el dinero todo negro?, está tirao de precio para ser flamenco pero no puedo, no puedo, quién me mandaría llamar al número del cartel, un dos tres pie
un dos tres, pie
un dos tres, pie
no puedo imposible, manolo y el niño lo quieren, me quieren, yo no quiero, no me queiro, sí quiero,
no puedo,
toda la vida culpable de nuevo siempre lo mismo, mi conciencia,
mardito parné que por tu curpita… ¡no, joder! soy yo!
un-dos-tres pie, un-dos-tres pie, un-dos-tres pie, con mis tacones del chino imposible, unos zapatos de flamenco, tengo un pie tan pequeño, un millón de euros más lo que cuesten los zapatos, una falda apropiada, yo siempre igual, como no me cuadre estéticamente, no funciono, me la hago, no tengo tela, seguro que algo encuentro para apañar, que no me dé calor como la de ayer, no puedo, no debo, hombros arqueados dobladas ligeramente las rodillas, me caigo así, ¡si yo sé bailar sevillanas!, me caigo, perla, al menos sé medio mover las manos, no conocía el abanico de los dedos, qué bonito, y necesito cerrar los ojos, tanta luz, necesito cerrarlos, cómo los cerraba y oían mis ojos desde dentro, perla, qué difícil es, parezco un pato mareado, no, un palo tieso, mi miedo, se me envara hasta la cara, qué fea en el espejo, ¡por dios!, mi puñetero sentido del ridículo, no me miro, miedo tan tímida, tengo que mirarme, necesito conocer , un millón de euros, me suelto, cierro los ojos, entonces sí que me suelto, ¡entonces sí que me suelto y bailo, ¡y bailo!, ¡y bailo!...¡puedo!, el algo menos del millón de euros que cuestan las pistas de tenis en el mes, el niño, las pistas, ¡eso es!, lo uno por lo otro, el niño ganó ayer su primer campeonato, de consolación, sí, vale, pero es la primera vez, y lo ganó, ganó, el trofeo de cristal, como los que nos trajo de sierra nevada, una señal, ¿será una señal?, no debe perder el tiempo conmigo, ay, mi niño, qué grande, así tiene el viernes más libre para él, es más dinero que el tenis pero también es más en mi cuerpo y en mi mente, el flamenco, sudé como un pollo, mis brazos se afinan mis costados se alivian se estiran mi vientre se encoge domino mis piernas no las varices a mi cerebro, luna tan fina, ese estilo, luna, y el correo tan inesperado de anoche con tantas fotos de la luna, ¿será otra señal?, cadera no tengo, pero la de verde del video tampoco, ya volará, ya dará el guantazo al aire tango flamenco tengo que comprarme los zapatos, tacones más gruesos, no se me clavan en el empeine, mi alergia, verde, el mar, el mar, ¡eso es!, ¡la foto!, esa foto de la serie de la playa, la bulería de camarón, no es tango pero es flamenco… y tan blanco, tan blanco, esa foto tan mía, tan mía,
¡ay, luna!...Zapatazo, zapatazo, zapatazo.
marcar,
un dos tres pie, un dos tres pie, un dos tres pie
cuenta conmigo, luna
ay, luna que habitas en los mares oscuros
y yo conmigo
Ya Puedo.
Arte con mi cuerpo.
luna... que ya nos vemos.
Sofía Serra, 5 de Octubre de 2011
(Sigue en mi blog de fotos: "Ay, luna que brillas en los mares oscuros")
(Nota de la "redacción": esto no ha nacido con intención de poema. Quería dejar constancia exacta de circunstancias. Son retales de vida, en "prosa" de mi mente, de los que tal vez podría haber salido un poema escrito, casi seguro, es decir, obligada a no llegar a resultar poema, me atraía más la otra posibilidad: poder decidir conscientemente que sí voy a ir a las clases de baile flamenco. ¡Estoy loca de contenta! Emocioná hasta los tuétanos. Se me hace realidad un sueño de hace décadas y décadas.)