martes, 7 de enero de 2014

Entereza

Entereza

A medias
no me sueltes
porque estoy
muriendo como
si a mi muerte le importara
que tú o cualquier otro
me sujetase.
El bar, la media copa media
tu postura a medias sentada
sobre medias piernas
tuyas, o sea, tus muslos
tan oferentes como tu boca
entreabierta a la ventana o yo
y la copa de agua
que medio sostenías
con tu alma no me sueltes,
repetía
el espejo sobre la barra
reflejándote corrí
escaleras abajo
hacia el infierno:
la calle tan estrecha
era el mundo sin ti,
las fuentes y las luces,
la noche, la doméstica
poesía de la memoria
de nosotros siempre
a medias.

el amor es entero
porque significa
y dignifica sin nada
que lo medie.

domingo, 5 de enero de 2014

Así comienza "Los cabezos amarillos"


Escribir poesía es intentar que no se desgaste el lenguaje que usamos.
Leerla, un imposible.
Renovar la palabra depende como mínimo de dos.


Aflorar I

callo porque huelo
el hueco para olvidar.

bastando dar se reciben
puñados primeros
pétalos y guardas
de una mujer
joven.
Yo salgo si
tú me besas o me hundo
más bebida tu fragancia
de generosas emanaciones.
Huele a flor y nata
de misterio
bajo tus párpados.

se me escapa la palabra
por los circuitos fluviales
de mi denso estero,
que también ya huele.
A regaliz.

todo es silencio en este mundo
lleno, tan lleno.
La paz y la última palabra
someten su aleteo universal
a tu ademán de reyes,
munífico ente
diurno y taciturno
hoy, mañana
ya veremos.

Aflorar II

me arropo en tres palabras
nadando, buceando, tirando
de tus piernas,
llegar hasta donde tú
no quieras que es el fondo
la pelvis plana de la tierra
pisando fuerte
dar
la patada,
subir
y entonces expulsar
el aire que nos quede hasta
aflorar
al viento del Sur.

Aflorar III

deseo dejar de escribir, quizás, para lograr hablar.

restablecer el equilibrio
hablando tus labios
someramente
escribir un beso
con la punta de mis sienes
sostener la yema viva
de tu mente,
aflorar
a carne viva
esta agonía
que me padece
la palabra.

sábado, 4 de enero de 2014

El hombre virgen

El hombre virgen


Me pregunto de qué están hechas
las tórtolas que se posan sobre tu cabeza.
Nacen en la cuna del ámbar bajo las nubes
arrullando a las encinas. Son flores,
árboles que de tu cabello emergen,
géiseres en parque de sulfúricas sales.

Al final, hay que decirlo,
es el mineral lo que nos construye,
las moléculas que se frenan
entonando a coro su canto
de armonías binarias universales.
¿Sabes de qué me alimento?
De tus aires de animal herido
y perdido de miedo entre la maleza.
Las zarzas se enganchan a la órbita
de los pasos dibujando en tu espinilla
que la Tierra es una, redonda y brillante:

Esa esfera que se opone, rodando,
no merece el espejo de tu tibia.

viernes, 3 de enero de 2014

Doble juego

Doble juego

A la vista está
cómo la pelota nunca rueda
por sí misma, por no ser
independiente ni modo
tiene de volver a tus pies
la lanzan
a patadas o a golpes
con lo que amamos,
el pecho, la cabeza
sube para despedirla,
que llegue o vuelva
solo depende de su amo.

Ay de quien la busque,
ay de quien posea
esa efímera tenencia,
¡ay de ella
que vuela porque quieren
aquellos que gobiernan!

Sin alas luce
como un pequeño planeta
en la órbita de los sinluces:
no hay sol que la ilumine
ni es por sí misma estrella.
Nada suma la pelota
más que un vuelo roto
por una red que la detiene,
o por una mano que la hace
ya pasar por el aro.

martes, 31 de diciembre de 2013

Los cuatro sentidos (y el quinto)

Que el 2014 que llega os depare desde el primer momento lo mejor. Que nazca inocente y jubiloso como un pequeño que tiene donde dormir y comer, que crezca como un adolescente disfrutando de las lozanías de la vida, que viva  como un ser adulto dándoos sus mejores frutos y después, al paso de su año, muera como un sabio y dulce anciano en paz con él y sus compañeros, nosotros.

Los cuatro sentidos
ese amor lento y acuoso
que no reconozco.

olfato

No tienes ojeras, la salud
te hace inmortal tras la mesa de mármol.
La fresca medida de tu sorbo
oscurece el devaneo de la luz,
que se tiende a escucharte
como yo
me asomo al deseo
impuro
de oler
a nada

tacto

Cómo corresponder
al tacto me duda
la esquina de tu casa,
como si tratara de desplazar la acera
por donde yo camino hacia ti
y centra mi frente en tu balcón
la mirada brillante
de una mujer bebiendo
en paz pendiente
del cielo y el reflejo
del cristal de tu puerta

gusto

me ha pasado
un haz de luz
por la garganta

vista

tus ojos
como pozos de estrellas.
ya se acerca el día
de la gran derrota,
el rumbo del oriente
a mi amanecer
de pozo donde estrellar
tus ojos.



El quinto

la sensación de estar terminando
con un ciclo de advertencias, tu bandida
esperanza me sitúa justo
en el solo de tu contrabajo
cuando la tierra comienza a verdear
bajo los sones del invierno.
Ni sé cómo te tienes,
o siquiera te posees,
así que no puedo
hurtarte a ti de ti
tu oído te obliga
a llevar los hombros
hacia delante.

No me irás a decir
que un sentido
te domina:

estás
en tono

de nuevo.
 
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