sábado, 26 de noviembre de 2011

Viernes de noche

Viernes de noche


en balde suena
la suma incisa, cesa
el pulmón al aire libre
de tu pecho,
lleno mi entrepierna
con tu muslo y mi deseo.
Desinhibir.
No tiene fin el frío,
ni el invierno que aún
no ha llegado,
yo he llegado al límite
de las subvenciones.
Ellas pagaron mi abrojo
y ahora es él el que se apaga.
Joyas. El monte sacro
verdea más allá de mi linde.


A un segundo de tu boca,
ni el amanecer.
Al segundo vivo o día
que arriba me pregunto
sobre las noches.
Y ni estos ojos suceden al pasmo
que habilitó la medida de la costumbre
y los anteriores ocasos.
En esta cuadra salvaje como
la primera noche del mundo,
me gustan todas tus yerbas,
las secas, las de vejentud aplanada,
las de meliflua subsistencia.
Todas viernes de orilla,
todas viernes de noche:
todas vienen de ti.


(Sofía Serra)

viernes, 25 de noviembre de 2011

A cuatro patas

A cuatro patas


¡sacadme de aquí!


¿Puede acaso la zorra
debe pedir auxilio?
entra que adentras
y desgrana la majorca,
pártete los dientes y haz
enfermar
tu estómago come huevos
y lombrices y deja
que te aparee el gallo
de plumas verdes.
Ya parirás el embrión del nuevo nido.
Lo peor llegará cuando te quiten al cachorro
herido de muerte, asfixiado
en la cáscara blanca o casa de muñecas
donde lo engendraste.
No hay mestizaje posible
entre un ovíparo
y las mamas que cuelgan
y rozan la yerba en las razzias
nocturnas antes de morir ahorcadas
por el lazo de alambre en la valla
que levanta el otro bípedo.




(Sofía Serra)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Interview pop-ear

Ya le he encontrado título al último poemario con el que estoy. Nunca definitivo, pero parece que es el suyo: El hombre cuadrado




Interview pop-ear


Entrevemos a un periodista
entrevistado por un periodista.
No preguntan ellos,
preguntamos hoy los periódicos
uniformados
por el cansino diario,
los coti-(yeah)-(dia)-nos
a la hipotálamica prensa:


¿Dónde han quedado los oídos
ahora que todos somos bocas?


(Sofía Serra)

martes, 22 de noviembre de 2011

Estomatología

(Correcciones "El muriente")


Estomatología


I
Digieres no saber
de qué hablas, y así,
al encuentro cruel,
cruenta boca, el estómago crudo
parlotea por los nudos
de tu lengua tiempo aliento
de mí y de un presente
que no logro abrazar
o abarcar.


II
cuánto completo
y cóncavo hueco convoca
no poder digerir
mi propio estómago:
hablar.


III
tendré que no decir al sol
en el hálito sin aviso de suelo,
en el implícito asomo al vacío
salto de mi estómago a la huella
en el instante preciso
en que la palabra queda
sin habla.


(Sofía Serra)

lunes, 21 de noviembre de 2011

"Venus sola al sol" en audio

Respondiendo a un deseo que Rafael me dejó explícito, dejo aquí el audio de un poema que hace poco subí.

Espero no defraudar mucho tus expectativas, Rafael, porque difícil es de verdad. El próximo poemario que escriba en plan "cantos" juro que lo haré ciñéndome al  cuatro por cuatro o compás de compasillo y con diccionario de calle por delante, para traducir lo que de mi mente salga a lenguaje fácilmente "decible" fisiológicamente, o sea, pronunciable (no sé si "cantable").

Es hipermejorable, no soy declamadora... vamos, ni mijita, pero, bueno, ahí va, por ti...



Venus sola al sol

Ven usada a morir
Voy a nacer
para no morir.
Voy a yacer
para no dormir.
Soy no sólo luz, Amor.
Soy la que soy sin ahuyentes,
soy la fuente que consumo y doy día a día,
desde mis fosas nasales hasta mi matriz
siempre llena y anhelante de alma labradora
y bomba corazón que riega
las células con sangre y agua y sales
de mí al extraerte ya, nula yerba, débil
árbol sin raíz de parte a parte,
de simiente inasible,
de sol símil de sial alumbrado
por los nifes expandidos
que cantaron en mi boca a tus ramas secas
de abandono, tanto ultraje en la interna tierra.

Tan alta te llego,
tan alta te abarco y te escarbo
con mis manos y con mi frente
de acero derretido en sangre madre,
que como Lobezno me integro y me revierto
en la que me subyace a todas horas,
gravitacional en mí misma,
plena y correspondiente.

No con uno, sino con los cinco mil millones.

Como aurora, como aurora.
Como tarde, como tarde.
Como atmósfera bailando por el orbe
libre ocaso, libre alba soy y osadía
en esta tierra llena de memoria y descuidos,
tan humana, tan caliente, tan salobre
que te saca de tus sales,
y que pasto de las llamas seas, por seco
y por semi-divino venido a menos:
yo peleo por lo que nunca abocas,
que no es fluir,
que no es verso, es
llegar,
que sólo sal-go!,
¡sal!,
ceniza embriagada de marinos vientos
con velocidad de presencia
cuando ellos no están ausentes.

Yo sólo amo Lo que sí sabe nombrarme.

(Sofía Serra. "Los parasoles de Afrodita")
 
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