lunes, 24 de octubre de 2011

Las lomas

Las lomas


un mundo en desorden por nacer
arquea el vientre de la tierra.
Conjuros y otras hienas
abocados a la suerte de la encina,
abocados al éxtasis sucinto,
exacto, precisa linde unitiva
entre el amarillo del sol hueco
y la fragante rosa excavadora.


la verdad toda la verdad nada
más que la verdad hace tiempo
no despierta mi cuidado


verso nieblo o duda solo
en la espesura del bosque
circunvalo el gesto y el armisticio
del poblado caminante
y solitario ecúmene entre las fieras
y el óbito de la noche.
… Tan rosados sus laureles de día…


Abre brecha la gozosa
y los cantores prestan su niquelado
silbo al aire sutil y candente
carmen de mis flores
y la nauseabunda gracia
de tantas lágrimas dulces
sobre los silos de las hojas…


A mis pies mojados,
ni el cuero de las botas
los enternece.


…Y me dicen elegante…


Sofía Serra

domingo, 23 de octubre de 2011

Reconfiguración de este blog (n)

Acabo de volver a hacer la enésima reconfiguración de este blog. He integrado todo el de fotografía (Meridiana Claridad) en él, aunque aquel sigue existiendo, sino que con formato distinto, y seguiré subiendo fotografías en él.  Pero probablemente eliminaré de allí los comentarios, para que sólo sea una mera página expositiva de las imágenes.
Pido disculpas por las molestias ocasionadas. Aún me quedan por hacer bastante reajustes, pero ya funcionan ambos.
Muchas gracias.



viernes, 21 de octubre de 2011

La granja

La granja

Va poblándose el sueño roto
de la dehesa lumen
con margaritas cada verde
menos abundantes.
Los cerdos se las comen
como tú las deshojas,
desfloras, mejor
y más correctamente.
Ciencia bienvenida
convida manos
bienhechoras
y justas.

trágalo,

un mundo paralelo
como ninguno,
¿cómo no rompernos
por la entrepierna?

Sofía Serra

Hibernación

(No soporto ver las imágenes de Gaddafi ensangrentado entre la muchedumbre. Me producen mucho dolor. ¿No sabemos hacer las cosas de otra forma?¿De verdad que no?)

(Correcciones Nueva Biología) 
LA OSA EN SU CUEVA

Hibernación
siempre hay soledad.
siempre soledad sólo tiene un nombre.
no sabías que el suyo fuera el tuyo.


Por las manos grandes y extendidas
desde donde vienes
y hasta donde vas,
tú, sin correspondencia
asomas al balcón que ennoblece
la luz del nuevo día
mientras tus aires no depuran
el oxígeno que nos alimenta.
Esta indignidad,
esta menoscaba contenida,
esta cornucopia pretendidamente lenta
que arrimas al caldero de pez hirviendo,
diluye lo que de hombre queda
sobre los adoquines.
Se más de lo que puedan darte las amapolas.
Esas estrellas rojas se me vacían,
se derriten chorreándome
sangre negra
como Carrie ajena
de vergüenza.

De qué estaremos hechos, pequeños dioses…

Habrá que ser vendedora ambulando
por las comarcales plegarias.
No sustituyo,
te asemejo al trino de la espiga
en el en-nortado cielo blanco y plomo.
Las densas noches socavan la montaña.
El frío y su nieve te ausentan.
Aquí en el valle se pierde algo que nada ofrece.
Aquí ya se fue el son de la despedida.
Aquí el soneto y su brisa
meditan cabizbajos sobre los goles
del espasmo del río contra el médano
que ahora te hiberna.

¿De qué estamos hechos, pequeños dioses?

Aquí, más sola que la una
entre la tarde y la herida.
Aquí, a uñas con la noche
sola en el tendido cero
de este a-coso de costra dura…
Me favoreciste tarde,
tan tarde, soledad,
que llegaste en compañía.
Allí, con la plena muerte de la flor.

Sofía Serra

miércoles, 19 de octubre de 2011

Higuera que renace, fuego que me hizo (Poema en Audio)

Para ir abriendo boca a Los parasoles de Afrodita para cuando lo tenga terminado de subir en su blog, el poema con el que se inicia, relacionándolo con la fotografía que ayer hice y publiqué en el otro (AQUÍ).
El audio. Lo cierto es que desde que lo terminé pienso en que me gustaría poder grabar todos sus poemas en audio, pero lo estimo empresa tan inmensa y difícil,  que no creo que sea capaz de llevarla a cabo. Tal vez, una vez que ya esté todo en el blog, poco a poco,  consiga ir llevándola a cabo.



Higuera que renace, fuego que me hizo

Higuera, amor, verde higuera soy,
flores son mis frutos,
sólo flores puedo darte,
sólo frutos dulces flores,
sólo dos, sólo
fruto y flor maná.
Fruto
y flor de ti, manjar
de luz.
Y sombra y perfume para tu aliento mis hojas.
Estas manos te acarician la boca con flor
de Abril, Junio y Agosto,
estío extenso
para extenuar tu sed, avivar tu fuego
de larga vida. Vida.

Higuera, higuera soy,
yegua libre en mi propia Cerca
me entrego toda en dos,
siempre, dos cosechas.

Ubérrima en higo y breva,
perfumo con sombra y verde
florecidos bajo el fuego.
Sin espera, siempreviva, verdeazul,
por fin colmada
palabra,
de amor.

Si hundo mis raíces en la tierra, ¿qué me queda?
Almanaque de hojas verdes
en el azul de borde amar.
Playa lenta, playa ancha,
tiempo anhelo, higuera verde agua
jugando a estampar arena contra las olas
bravas.
Tan lujuriosas, tan ávidas
de nombre.

Para mis ramas grandes, tu deseo,
mar de fondo, mar de hulla, mar negra mía,
mar de alma blandiendo espada
viento tan liviano,
y blanco,
vendaval de paz en la entraña sin la tierra.
Y sin raíces.

Ya no hay vida, ya sí sol
allá-aquí, lamento
ya sin eco,
sin células espejo,
ya sin las blancas hojas de los blancos árboles.
Como in albi, como en blanco.

Higuera soy.
Higuera con des-mayo
en el mar me deshago
en esta blanca noche, blanca.
Y verde.

Sofía Serra ("Los parasoles de Afrodita")
 
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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.