lunes, 21 de junio de 2010
Es Decir
Es Decir
O sea, la verdad es que sufro./
Sufro miseria que no sé de dónde llega:/
¿Quién quiere morir por amor?/
¿Quién muere cuando es sobre Amor?/
Sobre Amor ni la rosa cortada se avejenta./
Si lo sabré yo.../
Tiene que llegar esta conciencia que se me escapa, desde la neurona al aire, sobre la otra orilla./
A dos verdes es necesario que pinte el óleo/
sin ni siquiera saber si cuento con pinceles./
Y, ¡ay, ay, que ya se me va...!/
Me quitaré de en medio, de en medio/
del miedo, del conforme y del verde a media tinta,/
presión desde el cuerpo al aire./
Te digo que es sólo una puerta./
¿No me ves? Yo estoy aquí./
Anhelas-Adoras-Ansías./
A de abierta./
No- pa-sa na-da. Salvo tú que quisieras./
Quedan allá las migajas, las solvencias,/
las parcas rimas,/
la insalubridad,/
el ritmo sin gozo,/
la vida larvada./
Me has dejado sola en la puerta del dolor, bestia mía,/
puerta como la de la muerte, sino que a la vida./
¿De qué corazón puede emanar tortura tan cruel/
sino del poseído por el don del estropicio sobre el caos/
y el orden de lo todo, lo suyo, lo ajeno y hasta el mío?/
Las jacarandas aún andan a vueltas entre sus flores y sus hojas,/
desplumadas,/
sin ser ni de ellas, ni de mayo, ni del verano,/
y junio se torna puente tan prolongado, que ni su fin se adivina más que en la nube gris que arrecia sobre San Francisco cuando atardece./
Se quedaron con ya apenas flores y aún sin hojas:/
¡Ay, verano, que siempre me has nacido torcido en estas manos!
Sí, ya lo observo, y ni contesto/
ni pronuncio, ni enseño/
la mudez, como siempre, la mudez,/
que torna el follaje en habitáculo celeste para las ramas quebradizas de las encinas./
Me perderé bajo las ramificaciones que ya me abruman,/
velaré esta cadencia de vida sinérgica,/
esta soflama que me ubica donde nadie ya llega./
Que nadie hable sobre lo que no osa vivir. ¡Que tú!, ¿que yo?,/
¡Qué sabrás tú!/
Aquí, ahí está tu puerta,/
tus manos tensas cerradas sobre tus bravas uñas,/
tu mirada encarnizada sobre el límite, tu temblor de miedo de pies sobre la tierra, la oscuridad a tu espalda,/
y yo, enfrente tuya,/
a modo de breve sumario de vida que no puede hacer ya más que callar./
Tras-/
pasa/
esta aguja/
hasta combatirme entera conmigo misma./
Allá volveré, donde tú, ni nadie, ni yo ya, seremos./
Perderé,/
perderás,/
perderán/
paraíso que a nadie interesa./
Sofía Serra, junio 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Poetizo guerreando contra todo hasta sin mí (Para Batania)
Rubia y rosa noche
Así que yo sin mí, y con el tercio de una vida a cuestas, me acuesto a dormir/
sobre la almohada de mis ilusiones,/
y, trabajando sobre la estera del porvenir, acierto en la diana móvil/
del silogismo de lo dispuesto, no previsto./
Complace la suerte en este mundo que permite a los alados ángeles llegar desde el cielo y posarse/
sobre las yerbas del plenilunio dorado de Agosto./
No más densa la niebla por más que se nombre,/
no más negros de feria por mucho que la bestia/
amenace, amenace y amenace/
al orden vivo de la simiente ejecutora de raíces y lugares con efervescentes rosaledas./
Las rosas, a las que sólo fotografía el aire,/
y algo, el asomo de tu aliento, combaten pétalo a pétalo/
el siniestro orden de las intenciones/
abriendo su dorada matriz al viento de los desiertos./
Rosa de sin nombre, emerges desde la caliente tierra suelta, ya construida,/
ya plenamente dispuesta/
a ser solitaria empresa/
del suelo/
con rostro/
al cielo./
Sofía Serra 15 junio 2010
viernes, 18 de junio de 2010
Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago
Me produce hasta sonrojo utilizar su nombre, pero...imagino que el acto de amar, querer, agradecer es así. Necesitamos al otro, lo "usamos", nos hacemos dándonos en él, pero para darnos, debe estar "el otro", debemos ser capaces de nombrar al otro al que poder dar y que el otro se deje llamar por su nombre; si no, caeríamos en el mayor abismo posible. Amar simplemente significa encontrar la medida de lo que somos como seres humanos.
No quería hacer nada dedicado a él, pero ha salido tan solo y tan breve que siento traición a su memoria dejarlo guardado.
Cuarto claro, caverna abrigada y D. José Saramago
Ya que te vas, llévate esta mano mía./
También esta parte infartada de corazón que ayudaste a revivir, y, por favor,/
esas rosas, que si no las respiras terminarán por no abrirse./
O no te vayas./
Vive integrado en los aires de este sustancial asomo de vida/
que parece todos llevamos a cuestas, cuando/
tú, ya tras la puerta, ríes con ojos brillantes de niño que ríe allá en el río,/
entre las yerbas, y sobre el suelo de tierra apisonado y lustroso,/
fruto del cuidado con el que supiste iluminar alguna conciencia libre,/
algún corazón distraído, alguna vena rota que suturaste/
con la voz de tus manos afanosas en el barro fresco de nuestra,/
siempre tuya y nuestra, abrigada caverna./
Sofía Serra, 18 de junio de 2010
(Edito ahora en Agosto. He decidido que este poema abra la dedicatoria del libro que saldrá en septiembre y que recoge mi poemario, escrito entre 2005 y el 2007, "La presencia por la ausencia")
jueves, 17 de junio de 2010
Dar a luz
Título de la fotografía: Flores de jacaranda en la sombra
De pronto, ¿pronto?, toda una vida.
Mi mar y mi sombra nacen aquí.
Ha mil años que la vieja permanece en el lugar.
Hoy quiere estrenar unas braguitas de colores,
vestir con la falda roja,
celebrar que las amapolas parieron amarillos sobre el verde.
Mayo yerba, verde agua,
azul de mar, cielo ribeteado con blancos de verano:
La mañana respira levantando el pecho del orbe.
Tus palpitaciones, tu boca alada y la nube de tus dedos
conflagran bomba de oxígeno para este golpe de cuerpo tranquilo
sentado sobre el terciopelo del azul y el níquel de la luz casi estival.
Y así, mientras duele suerte y duele beso,
duele amor y duele verso, cóncavos y convexos compañeros de estas jacarandas
con flores malvas,
yo me abro en dorados ojos.
Las hojas, cuando lleguen, poblarán verdades del verde verano:
¿desde cuándo las jacarandas se alimentan sólo de flores?
En este paseo por el amor y la suerte que es la vida,
¿me permitirás ahora sueño y verso,
ahora malva y justa flor,
ahora verde,
ahora música?
¿O habré de permanecer siempre soterrada,
siempre oculta a atisbo, siempre a sombra de las luces?
Jardinera que hallaste tu árbol lumbre, aún te quedas
sin saber si seguir respirando bajo el agua
o ya sentarte a cantar bajo la jacaranda,
ya sin flores, ya selva suerte,
ya abanico sobre la piel encendida de tanto amor,
tanto suelo, tanto trigo rubio, tanta honesta sangre:
Soy el mal por antonomasia,
soy la cínica pervertidora,
soy la bestia siempre viva,
ser ausente de este suelo raso sin medida de hombre.
Lo dejo todo en manos de Dios,
en manos de ...¿pero es que existe alguien más que yo?
Sofía Serra, Junio 2010
martes, 15 de junio de 2010
No fotografía de rosa
Título de la fotografía: No son rosas, ni falta que hace
A un artista de las dos dimiensiones
No son rosas, ni falta que hace./
Deberían inventar un nombre para este estado:/
el estómago ancho, no cebado, la percepción/
de otro que se asimila en tu sangre, en cada célula,/
en cada vestigio del paso del pensamiento, que es el que/
ya siente./
Conciencia./
...Que para la rosa basta que nazca la flor del aire que desde/
el vuelo de tus pestañas embarca al cielo/
en el dibujo preciso de tu mirada a la mía./
Ni un traspiés, ni un sinvivir, ni un convenir./
Y un tú y yo y la espera del sol que resbala por la fuga/
del suelo que se hace evidente./
Y me sobreseo,/
y sobrevuelo por tu rondó del aire/
rozando la curva de la hechura plana/
que delimita mi fiebre por el acceso de mis labios a tus dedos./
Así que el alba nació./
Blanco que ya está aquí./
Blanco que no sé de dónde viene ni hacia dónde mueve./
Sí y no, que ya me atraganto./
Sí y sí, que ya vuelan los pájaros./
Fluir con cierta especie de condena, llegar con cierto destense de las bridas./
Quebrar, penetrar, desvestir./
Desprender este espacio que sólo a mí me entorpece.
Lograr aplastarme hasta habitar tus dos dimensiones.
Sofía Serra, 12 junio 2010
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