martes, 29 de noviembre de 2011

El verso

El verso


el aroma de abalorio
transparente pasado
por la lejía
con olor a rosas
y acebuche y alguna
gota de almizcle
o fijador mental
extraído de cualquier gónada
—glándula fértil—
de cada cuerpo que se abre
como gentil estrella
de cinco puntas.


(Sofía Serra)

domingo, 27 de noviembre de 2011

El muriente

(Correcciones "El muriente")


El muriente


Ante el misterio, cantar o callar.
Y me robaron el silencio
hace mucho tiempo.


Cansadas, las rémoras se duermen
al amanecer, justo oriente.
Canta el mirlo cuando menos se espera,
ave nítida, tan límpido su eco.
Un acervo incita,
no instiga, no
duele más, no
pervierte el son.
Así que, recuperando un dios que no se oculta,
desde esta memoria hablo:
Mi pecado ha sido
recoger el caudal de genes que mis padres,
padres nuestros, amasaron
para nuestra fortuna.
Padres y madres míos
que engendrasteis este río,
mudad la desembocadura
desde este alba
al muriente,
que ya aquí pernocta la mañana,
que aquí, ya, transitan las corrientes,
que aquí en cuenta abierta,
el mirlo ya canta
sosteniendo en su eco subacuático
todo aquello que, desde las aves y los peces
que poblaron nuestros pies
allá por donde entonces,
el tiempo con banco en el paraíso,
nos hizo más hombres sin disimulos,
más hombre junto a la piedra de la orilla,
más hombre erguido sobre su bípeda simiente,
que ya otea el horizonte buscando la otra baya
que ya  introduce en el estómago con su mano,
que más allá del árbol fuente bebe y la digiere,
que qué árbol sino aquél
que el árbol ya hecho leña.


Para candela
de la caverna.


(Sofía Serra)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Viernes de noche

Viernes de noche


en balde suena
la suma incisa, cesa
el pulmón al aire libre
de tu pecho,
lleno mi entrepierna
con tu muslo y mi deseo.
Desinhibir.
No tiene fin el frío,
ni el invierno que aún
no ha llegado,
yo he llegado al límite
de las subvenciones.
Ellas pagaron mi abrojo
y ahora es él el que se apaga.
Joyas. El monte sacro
verdea más allá de mi linde.


A un segundo de tu boca,
ni el amanecer.
Al segundo vivo o día
que arriba me pregunto
sobre las noches.
Y ni estos ojos suceden al pasmo
que habilitó la medida de la costumbre
y los anteriores ocasos.
En esta cuadra salvaje como
la primera noche del mundo,
me gustan todas tus yerbas,
las secas, las de vejentud aplanada,
las de meliflua subsistencia.
Todas viernes de orilla,
todas viernes de noche:
todas vienen de ti.


(Sofía Serra)

viernes, 25 de noviembre de 2011

A cuatro patas

A cuatro patas


¡sacadme de aquí!


¿Puede acaso la zorra
debe pedir auxilio?
entra que adentras
y desgrana la majorca,
pártete los dientes y haz
enfermar
tu estómago come huevos
y lombrices y deja
que te aparee el gallo
de plumas verdes.
Ya parirás el embrión del nuevo nido.
Lo peor llegará cuando te quiten al cachorro
herido de muerte, asfixiado
en la cáscara blanca o casa de muñecas
donde lo engendraste.
No hay mestizaje posible
entre un ovíparo
y las mamas que cuelgan
y rozan la yerba en las razzias
nocturnas antes de morir ahorcadas
por el lazo de alambre en la valla
que levanta el otro bípedo.




(Sofía Serra)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Interview pop-ear

Ya le he encontrado título al último poemario con el que estoy. Nunca definitivo, pero parece que es el suyo: El hombre cuadrado




Interview pop-ear


Entrevemos a un periodista
entrevistado por un periodista.
No preguntan ellos,
preguntamos hoy los periódicos
uniformados
por el cansino diario,
los coti-(yeah)-(dia)-nos
a la hipotálamica prensa:


¿Dónde han quedado los oídos
ahora que todos somos bocas?


(Sofía Serra)
 
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