La pregunta es, ¿acaso la literatura lo merece?
¿Acaso el Arte?
Tampoco. Presunción en grado sumo. La literatura, el arte, seguirá su rumbo sin este o aquel esfuerzo.
¿Acaso nosotros lo merecemos?
Descansar, sí.
Lo contrario es tortura.
No lean, amigos, y, por favor, no escriban. Vivan, duerman, sueñen, mueran.
Yo haré lo mismo.
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