jueves, 14 de marzo de 2013

Sobre la injusticia

Sobre la injusticia

Los días secos, la gélida
tormenta de nadas
volátiles y afiladas,
la segmentación.

Hay reponerse,
destramar.

Inteligencia y decencia, conocimiento y ética. Siempre van de la mano, siempre inseparablemente unidas, aunque no sea aparente. La torpeza, la ignorancia, la inocencia, en suma, el desconocimiento es el enemigo a combatir. El tabú. El quitar, el apagar
la luz.

Un mundo miserable no tiene hueco para la generosidad, la dádiva, el amor.
Lo miserable no soporta.
Lo miserable no soporta.

Algo miserable es algo que es capaz de ejercitar la miseria. Es decir de hacer tan sólo lo mínimo, lo más parco, la parquedad en comparación con su potencial de ente rico, grande, fuera de sí, extendido. Eso es la miserabilidad.
Dar, pero nada.
Pero dar.
Pero dar nada.
Dar quitando. Hacer deshaciendo. Porque al dar, el anhelo de recibir se apaga, se niega su posibilidad.
Dar para quitar anhelo. Dar para empequeñecer, dar para menoscabar, dar para minorizar, limitar, para impedir la expansibilidad que el anhelo provoca en cualquier espíritu que lo viva. Dar para no tener que dar.
La miserabilidad. La misma que llena la mayoría de las almas de este planeta. Por eso este mundo es miserable. Un mundo miserable no tolera, no puede soportar, mejor, no puede hacer hueco a lo generoso, a lo expansivo. Al fuera de sí. Al dar.
al amor.
Y
cómo restañar sino
con amor mientras
la justicia llega
y a sí misma se hace
justicia.

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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.