a veces nos
intercala el segundo
de la tristeza, mientras
tú no te miras y yo,
de vacío o de yapa,
tampoco acierto a sostenerme
sin cierta fijeza tuya
por mi escote o mis contraluces
a veces, más allá
de la miseria que galopa
trepanada por ciertos
avaros páramos,
como esos candiles
que iluminan mis manos
cuando exprimen tus nalgas,
acierto, sí, cuánto
acierto entonces
a descubrirte
casi en mi coxis.
y de mi médula
ya no consiento
que te desprendas.
Sofía Serra (De Suroeste)
Tweet |
Quéeeeee buen poema... hermosísimo!
ResponderEliminarNada que ver con el poema este;
ResponderEliminar"Y el sueño llegaba por un cambio de creencia" (Antonin Artaud)
Por un olvido llega el sueño, hacer como si nada fuera; la espera de una redención más que improbable de la inocencia
PS: Bonito poema el de hoy de los árboles y la natura, que no logro entender bien yo su transfondo; aunque me gusta..