el silbo de la mañana
que se abre gris, es decir, llena de matices,
por las alas de la tórtola
borboteando en el plumón
mullido del aire no ausente
de ti
Y un especial interés
domestica mis sienes juntas en su ojo
de aprendiza de la verdad del amor
a esta edad tan serena como
el mar grisáceo de la tarde
sureña en la playa de invierno.
bienvenidos
tus jamelgos juntos
y ataviados de todo lo que no sé vestirme
porque una insignia de velas
cuelga de tus dedos
que duermo en mis labios.
Y callo para no entoldar
semejante acervo de bien
y venida de tu sien
en esta mañana
gris de septiembre.
Sofía Serra (De Solenostemon)
Tweet |
No hay comentarios:
Publicar un comentario