Atónitos paseantes
de la heredada,
¿de qué se compone un hueco
blanco y seco
aludido por la inerte
cuando mesura intacta,
sin roce posible,
su-primida
fe-haciente
comu-nicada
Victoria en los humedales
con el agujero de metal
por el que se va la vida
litúrgica, mitológica
y soterrada,
y el sofá, de quimiogénesis extendida
como si goma suntuosa fuera,
como si las paredes chorrearan
oro y esmaltes derretidos,
licuados metales preciosos
deviniendo en los mágicos
colores de la lluvia, el sol,
la yerba, los insectos, las flores
y la naturaleza de todo año
y geografía imaginable
desde el desierto cálido o helado
hasta estos lodos …
para estar hechos de barro,
resultamos poco moldeables,
y, aún menos, fundibles
armónica, lumínica,
humanamente
fusibles
somos.
Sofía Serra
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Precioso. Besos. Y este me lo llevo.
ResponderEliminarGracias, Loli, bien me haces llevándotelo a donde quieras.
ResponderEliminarBesos
Espléndido y lúcido este poema, Sofía, complejo e irónico en un logrado equilibrio. De esos poemas que se quedan dando vueltas en la cabeza del lector.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me honra que ta parezca así, Ramón, y tu presencia en este lugar.
ResponderEliminarQuiero decirte que te leo en tu blog todos los días, aunque no te diga nada, o sólo lo haya hecho una vez.
Un beso.
Y leyendo el poema me viene a la cabeza que no somos nada y que, en realidad, eso importa poco.
ResponderEliminarSupongo que no era la idea, pero es asombrosa la distancia que hay entre la intención que escribe un poema y la emoción que lo lee.
Creo que de lo que siempre hablamos, esa distancia entre la intención del "autor" y la interpretación del "lector", en realidad no existe, Jorge, es una entelequia más de este mundo del arte, o mejor, del mundo que no es el arte, de nuestras mentes puestas en el otro paradigma.
ResponderEliminarLa única intención del autor es la de hacer el poema, la obra, el artefacto, o la única que importa para que el mismo se haga inmanente; la única emoción válida para interpretarlo, la de cada lector o espectador que lo haga suya. Sin ella no se haría "presente". Sin ella no termina de hacerse. No ES.
Un beso