sábado, 8 de octubre de 2011

Para Batania, antaño neorrabioso, hoy arcaico neoefe

Aquí el único que tiene que pedir perdón
eres tú,
por no saber ponerte en el lugar de nadie.
Aquí el único que tiene que pedir perdón
eres tú,
por haber utilizado un descontento popular
en beneficio de tu nombre,
que no tienes,
como ni nadie eres según tú,
ni este poema debería asombrar ni asolar a nadie.
aquí el único que tiene que pedir perdón
es un sin nombre ni persona pero sí con cuerpo
que no sabe valorar que porque otros votan
y han votado, y han pagado con su vida
atreverse a dar su voz, él puede hablar 
a resguardo
sus sienes y sus venas 
bajo techo
todo el cuerpo.
Y si quieres suicidarte, hazlo tú, no arrastres
al dolor a nadie. En tu mármol cincelaré
con mis uñas:
aquí yace el no poeta
que murió
por una no revolución
que se inició
porque no tenían suficientes microondas
para toda esa sangre en la cafetería, 
unanorevolución o enana
que sólo tiene un nombre:
la del menú vegetariano
que exigían
las bombas rubias y mendaces,
lo poco que la muerte le dejó de carne
al que hubiera sido gran poeta y justo revolucionario
caso de que no hubiera sido tan ignorante
de los otros
a él.


Sofía Serra. 8 de Octubre, 2011

3 comentarios:

  1. Gracias, donde las dan las toman, me gusta el poema entero.

    Abrazos cachicuernos. El 15-O todos juntos (y en otras fechas lo mismo)

    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti. Me alegra que te guste.
    Nos vemos siempre.
    Un beso

    ResponderEliminar

 
Creative Commons License
El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.