Hoy no se escribe sobre la piel rasa y blanca, tan ajena;
la mía, que es negra, se halla en el trigo
verificando el contenido de las cosechas.
Las estaciones suministran
a golpes de azada argumentales
ladrillos para este zócalo
que levantamos sobre el suelo,
izando muros,
levando chozas,
tornando el azabache de ese velo,
esa zafra de nocturna seda,
en verdes prado y lecho
donde solazar lo que nos queda.
Lo que damos,
lo que por dar, nos queda,
Lo que por darnos, queda.
Sofía Serra, 2010 (Nueva Biología)
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