lunes, 28 de junio de 2010

Punto de inflexión (Turning point)


Se trata "tan sólo" de una fotografía. Escribo entre comillas ese "tan sólo" porque efectivamente, una fotgrafía es tan sólo eso, una fotografía. Para muchos, para mí incluso algunas. Otras no, otras son lo que sean, verbalmente intranscribible.
Ésta llega tan cargada de sí misma que aún me siento incapaz de verbar auqnue sólo sea para titularla. Pero quería dejar constancia de ella aquí. Constatarla, a ella y a lo que con ella se revela.
Aprovecho para decir, amigos míos queridos que seguís este blog, que probablemente para dspués del verano salga mi poemario "La presencia por la ausencia" publicado en papel.
Bohodón,  Bohodón Ediciones va a asumir ese riesgo.
He tenido que cerrar el blog en el que lo tenía publicado no por intereses editoriales, sino porque puesta a revisarlo por mil millonésima vez y queriendo ir a la vez cambiando lo que fuera preciso en el mismo blog, se me han estropeado algunas "entradas" en él, y en este momento no tengo el tiempo necesario para dedicarme a rehacerlas.
Dispongo de menos tiempo porque, además, he tenido la fortuna de pasar a formar parte del equipo de la editorial, corrigiendo y seleccionando originales y diseñando las portadas en las que mi trabajo pueda servir . No, no ha sido a cambio de la publicación de mi poemario. Los dueños de la editorial habrán tenido sus motivos para aceptar lo que yo pueda aportar. No voy a discutírselos, no soy nadie para ello. Actualmente me hallo, me siento motu proprio implicada íntimamente en su proyecto.
Cuando era jovencita soñaba con poder ejercer ese tipo de actividad algún día.
Después se me olvidó ese sueño.
Ahora lo veo cumplido.
Sentía la necesidad de poder compartirlo con las personas que siguiendo este blog sé que me quieren de verdad, vosotros, mis queridos amigos.
Gracias por estar ahí.

Sólo cuatro versos por ahora:

Se alojó la tormenta sobre el lienzo,
la vida en nuestras manos, la vida endecha
en arco de retorno, la nube extiende
su raciocinio más allá del tren de ida y vuelta.

Sofía Serra, 27 junio 2010

(El signficado del verbo inglés to turn es tan amplio que acoge todo lo que esa fotografía puede revelar. Hoy tal vez el poema sea la posibilidad de ser expresada en un idioma que no es el natural de una)

jueves, 24 de junio de 2010

Di-ablando en rojo (Para los diablos azules)





De dios al diablo

He hecho una fotografía./
He blandido carne de cuerpo arracimado./
Dios me venga cada día, dios me luce/
en el sol escondido/
que ni yo misma encuentro urdido entre las prendas/
que por el suelo voy dejando cuando me desvisto./
Osamenta y ruda percha para colgar ese pliegue envejecido/
que arrastra, arrastra, arrastra tantos años y ninguna basura./
Hasta que me desnudo./


Si yo sólo una tengo, ¿a qué me debo?/
Juventud y buen verso riñen como hervidero de pirañas en el Amazonas./
Al final, será siempre espina y hueso./


Que venga, que viene, que suelta melena,/
que viste sola, que quiebra paredes,/
destreza,/
que yuxtapone, que suma y alivia,/
que poetizo guerreando contra todo hasta sin mí y ya me dejo hasta derrengarme entera./
Cada verso, una batalla ganada,/
cada renuncia de muerte, un paso hacia el caos,/
cada palabra, un menos de Ti,/
cada suerte echada, cada sol en vida./
Abandonar toda sombra/
y dejar de entrecruzar las manos sobre este vientre; preñan/
en vida a la soberana muerte./
Cantar y desposeeros,/
cantar y desvanecerme,/
cantar y subvertir:/
ya la jacaranda cubre suelo/
con sombras verdes dibujadas en el cielo./
Ya la tierra arranca muerte y anega agua,/
ya justifico el frío bravo,/
ya averiguo sobre las piedras,/
ya niego el pasado canto azul,/
ya solo quiero verde, a media tinta o dios./
O diablo./


Y endiabladamente me veo/
poetizando, que es lo mismo/
que amando, jugando o sorteando/
el acá y el allá/
tras el cristal que recita descifrando/
las señales y el ritmo tardo, la lenta alquimia, la cansina suspicacia/
de ciertas pautas y medidas./


Ya bate el colmo sobre la mejilla ardorroja,/
verde beso a beso de mayo a verano/
expandido más allá del límite en subjuntivo:/
Rojo y veo,/
rojo y muerto el ocaso,/
rojo y ardo,/
rojo y vivo/
grande y llena./
¡Bah! ¡Porca miseria de labrantíos parcos y desdichos de sí mismos!/
...Ya asoma el tren de las vueltas sobre/
la hélice de esta quimera encendida./

Sofía Serra, 24 junio 2010

martes, 22 de junio de 2010

Fotografía de Una rosa


Título de la fotografía: Fotografía de Una rosa


Poema para no titular

Cuando sabemos, cuando sabemos,/
la rosa se fotografía:/
Perdernos sin conocer dónde llegamos./
Si todos abaratamos el amor, ¿qué valor tiene la pérdida?/


Creo que nada busco,/
y ya, que nada soy./
Nada me gobierna mas que Ella y algún contrapunto./
Un contrapunto, un acertado contrapunto en decoroso escenario./
Bate a consciencia ahora son dos las que baten son./
Baten/
asas imantadas de caliente y negro hierro/
de éxtasis fundido en el subsuelo de la caverna./

El problema estriba en  que siempre se confunde al amor con los raíles derretidos del tren de vía estrecha,/
es decir, la concurrencia, el sibaritismo, los modales o la propia gutapercha./
Terminamos, terminan, digo hoy, por proveer a los dadores de unos silogismos extraños a sus puercos intereses./
Allá ellos con su divina suerte de saber amar./
Queden como circunscritos por el oprobio del Amar-izaje en la A-libertad o en la An-independencia,/
cuando,/
arracimados,/
se duplican en soberbios y exactamente armónicos triángulos/
engarzándose pubis contra pubis/
hasta que logran cerrar la puerta a la bestia./
Las batidas en razzias siempre fueron enemigas/
de la buena muerte./
Que se equivoquen, humildemente digo que se equivoquen los que hablan./
Yo sólo canto:/

Tren a dos vueltas de ancha vía y nube grande de agua./
Tren que/
me va y me llega por la montanera de esa silueta que/
salta y salta sobre las vías, que/
nunca caminan más que/
cuando traban el breve reborde de este empeine que/
se dobla y se dobla justo cuando el zapato calza/
sobre la nieve de rosas, que/
me desnuda/
sin desvestirme en la helada, que/
me cubre y me enllaga en la tierra de la sonrisa que/
vertebra y faculta todo asomo de arena./
Ardo-rrosa arena./


Siempre permanecerá fresca la flor de la memoria/
depositada sobre estos muslos abiertos/
a plena y caliente alegría./
Cuando sabemos, cuando sabemos,/
la rosa se fotografía./

Sofía Serra, 22 de junio de 2010

lunes, 21 de junio de 2010

Es Decir



Es Decir

O sea, la verdad es que sufro./
Sufro miseria que no sé de dónde llega:/
¿Quién quiere morir por amor?/
¿Quién muere cuando es sobre Amor?/
Sobre Amor ni la rosa cortada se avejenta./
Si lo sabré yo.../
Tiene que llegar esta conciencia que se me escapa, desde la neurona al aire, sobre la otra orilla./
A dos verdes es necesario que pinte el óleo/
sin ni siquiera saber si cuento con pinceles./
Y, ¡ay, ay, que ya se me va...!/

Me quitaré de en medio, de en medio/
del miedo, del conforme y del verde a media tinta,/
presión desde el cuerpo al aire./
Te digo que es sólo una puerta./
¿No me ves? Yo estoy aquí./
Anhelas-Adoras-Ansías./
A de abierta./
No- pa-sa na-da. Salvo tú que quisieras./
Quedan allá las migajas, las solvencias,/
las parcas rimas,/
la insalubridad,/
el ritmo sin gozo,/
la vida larvada./

Me has dejado sola en la puerta del dolor, bestia mía,/
puerta como la de la muerte, sino que a la vida./


¿De qué corazón puede emanar tortura tan cruel/
sino del poseído por el don del estropicio sobre el caos/
y el orden de lo todo, lo suyo, lo ajeno y hasta el mío?/
Las jacarandas aún andan a vueltas entre sus flores y sus hojas,/
desplumadas,/
sin ser ni de ellas, ni de mayo, ni del verano,/
y junio se torna puente tan prolongado, que ni su fin se adivina más que en la nube gris que arrecia sobre San Francisco cuando atardece./
Se quedaron con ya apenas flores y aún sin hojas:/
¡Ay, verano, que siempre me has nacido torcido en estas manos!
Sí, ya lo observo, y ni contesto/
ni pronuncio, ni enseño/
la mudez, como siempre, la mudez,/
que torna el follaje en habitáculo celeste para las ramas quebradizas de las encinas./

Me perderé bajo las ramificaciones que ya me abruman,/
velaré esta cadencia de vida sinérgica,/
esta soflama que me ubica donde nadie ya llega./
Que nadie hable sobre lo que no osa vivir. ¡Que tú!, ¿que yo?,/
¡Qué sabrás tú!/
Aquí, ahí está tu puerta,/
tus manos tensas cerradas sobre tus bravas uñas,/
tu mirada encarnizada sobre el límite, tu temblor de miedo de pies sobre la tierra, la oscuridad a tu espalda,/
y yo, enfrente tuya,/
a modo de breve sumario de vida que no puede hacer ya más que callar./

Tras-/
pasa/
esta aguja/
hasta combatirme entera conmigo misma./
Allá volveré, donde tú, ni nadie, ni yo ya, seremos./
Perderé,/
perderás,/
perderán/
paraíso que a nadie interesa./

Sofía Serra, junio 2010

domingo, 20 de junio de 2010

Poetizo guerreando contra todo hasta sin mí (Para Batania)



Rubia y rosa noche

Así que yo sin mí, y con el tercio de una vida a cuestas, me acuesto a dormir/
sobre la almohada de mis ilusiones,/
y, trabajando sobre la estera del porvenir, acierto en la diana móvil/
del silogismo de lo dispuesto, no previsto./
Complace la suerte en este mundo que permite a los alados ángeles llegar desde el cielo y posarse/
sobre las yerbas del plenilunio dorado de Agosto./
No más densa la niebla por más que se nombre,/
no más negros de feria por mucho que la bestia/
amenace, amenace y amenace/
al orden vivo de la simiente ejecutora de raíces y lugares con efervescentes rosaledas./


Las rosas, a las que sólo fotografía el aire,/
y algo, el asomo de tu aliento, combaten pétalo a pétalo/
el siniestro orden de las intenciones/
abriendo su dorada matriz al viento de los desiertos./
Rosa de sin nombre, emerges desde la caliente tierra suelta, ya construida,/
ya plenamente dispuesta/
a ser solitaria empresa/
del suelo/
con rostro/
al cielo./

Sofía Serra 15 junio 2010
 
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