domingo, 26 de enero de 2014

Noche a ciegas

Noche a ciegas

qué es lo que quiero,
me preguntan las ojeras
de la noche que amanezca
te pregunto como si todo
fuera un continuo
día negro y desteñido
por la ausencia de la aurora,
que no abre los ojos,
que no los abre
ni para
desearme la pesadilla
de no saber qué quiero.

Al pasar por la desgana
me dijo el barquero,
vieja, tienes sarna
y no tienes dinero
ni lo vas a tener,
pero se te hunden
esos pudientes
dedos en tu carne
rozando los tuétanos
de tus huesos y no lloras
ni gritas de dolor.
de qué estás hecha,
vieja, sino de siete
pieles de papel
ya quemado, ya pavesa
ya espectáculo que vende
la risotada perpetua
de tu organismo sediento
de saber qué quieres
además de rascarte
al ritmo de tu carcajada.

Atardecer con la aurora,
bostezar durante el día,
alimentar con la noche
la dormición de la querencia.

El desamor todo lo puede.

sábado, 25 de enero de 2014

El des-olvido

Mis escritos son poemas, en su mayor parte, no pretendo que nadie los entienda, no están aquí para contar mi vida. Si quisiera hacer eso escribiría en prosa, narrativa, una novela de esas que tanto se venden. Se forrarían editoriales y yo misma, no puede imaginar nadie (casi nadie) hasta qué punto, por datos, circunstancias y dominio de la escritura del relato que poseo. Pero intento en mi vida hacer algo mejor que ganar dinero. Aunque a veces,tantas en mi puñetera vida, pienso si no me estaré equivocando. Ya me lo decía aquel mi mejor amigo de siempre, un tal Fredi, allá por los 19 años: "Sofía, si quieres escribir, dedícate a la novela, que es la que da dinero, olvídate de la puta poesía".
Y yo nunca me he olvidado de ella.

A miracle

A miracle

Los pájaros vuelan por encima
de nuestras cabezas anestesiando
la angustia de no poder volar.

no sé vosotros pero yo
no quiero morir anestesiada.
Sin embargo, ahora
que lo pienso, mi madre
pedía a gritos
¡sedadme, sedadme!
bendita seda
bendita sea
la angustia que te cesó
y que yo deseo sentir
mientras viva
no quiero
sedarme, vivir
anestesiada bajo la angustia
que me atormenta sin saber
su cese, su muerte, su fin.

viernes, 24 de enero de 2014

Inmaculada

Inmaculada

Blancas máculas
desprende el azulado
corazón del fuego
que me abrasa el ombligo
nevado de tanta abertura,
tanta dulzura que transita
por el callejón del amargo
dolor al abrirse el día
y la noche a la intemperie
de ya no, ya no encontrar
mi cordón umbilical.

ardió agujereándome
hasta la columna.

cómo me sostendré
ahora sino sobre la luna
de valencia estrellada,
cómo me llamaré
ahora sino inmaculada.

"Los parasoles de Afrodita" en Alenarte

Se puede leer AQUÍ




 
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