jueves, 15 de marzo de 2012

El precipicio

Correcciones "La dosis y la desmedida"


El precipicio

Allí estaba ella, él entregado a la libertad
donando sus capicúas flores,
flores como orgasmos quietos,
arrítmicos, suspensos de lámparas
implícitas sobre el escenario.
La jornada partió el camino,
el camino se sostuvo colgado
de los dos salientes sobre el río,
el río fue un hilillo de baba
resbalando por la comisura
izquierda de tu boca.
¿Hasta cuándo dormirás
ahora que han encendido las luces
los vecinos y puedo contemplarlos
eliminando las huellas de su crimen?
Qué bello el río recorre
la calle al fondo
cristalina llego
me rompo y estarzo
sobre los adoquines.


Adolezca de todos los gozos
con tu nombre mientras
no te averigües mientras
no te sane la solícita
costumbre de dormir al viento
del voyvén.


Tú y mi despedida de ti.
Tan lejanos vados.


Sofía Serra (La dosis y la desmedida)

Nueva Biología se re-crea

Haberme decidido a publicar Nueva Biología en blog me está trayendo grandes y bonitas satisfacciones. Quiero destacar una por cuanto creo que habla de ese afán un tanto obsesivo que me persigue siempre a la hora de escribir poesía o hacer fotografía y que enlaza con mi concepto del Arte en cuanto que  materia viviente de la que el ser humano puede alimentarse y, por tanto, por su propia esencia, la del Arte, como vehículo o medio transmisor de percepciones individuales cómo coadyuva a la interrelación entre los seres humanos, y así,  la obra, sea la que sea, sigue manifestándose, una vez hecha, en los espíritus de otros, de tal forma que se mantiene viva, nunca muerta por más que escribiéndola o haciéndola la "nombremos", y al modo heideggeriano de alguna forma, la "matemos".

Supongo que este medio, que tan virtual se dice que es (ironizo), y conforme he creído siempre, es decir, dándome la razón, tiene mucho que ver con esa vivificación de lo artísticamente hecho. Pienso honestamente que no hay "fin" más hermoso para lo que sea se realice, que otro ser humano la haga suya, y de esta forma la obra pase a formar parte de la "realidad" de la que cualquier otro se nutra. Si encima es para re-crear sobre ella, al igual que opino cada poeta, cada artista hace (no me cansaré nunca de hacer hincapié en el hecho de que los seres humanos no creamos, no podemos hacer partir de la nada a "nada"), creo que el ciclo vital artístico de cierta conciencia esencial que a todos los seres humanos nos une, esa creencia en ello por mi parte, adquiere carta de naturaleza.

Miguel Ruiz Rodas, Rodax (este su blog), me transmitió hace algunos días su intención de llevar a las dos dimensiones lo que fuera que le inspirara este poemario. Yo no puedo sentirme más feliz.

En lo práctico sólo ha habido una condición por mi parte aparte de la "exigencia" de que se sienta absolutamente libre: Que no se hable de ilustraciones. Tengo con respecto a ese concepto serios y creo que consecuentes motivos para casi siempre desestimarlo, puesto que pienso se utiliza demasiado a la ligera, muy demasiado. Parto de la base  de que el arte es "re-creación", si no, no es válido, en el sentido de que cada arte interpreta según lenguajes y técnicas distintos y que como en éste o cualquier otro caso similar se trata  "tan sólo" de que determinado autor se siente inspirado por una parte de la realidad que en este ejemplo es un poemario, como en cualquier otro caso pudiera serlo una imagen, un paisaje o un sentimiento, un pensamiento, pongamos por caso.

Todo forma parte de nuestra realidad, si es que nos llega, y de esa esencia si es que nos inspira re-creación. Es así como el hombre ha ido haciéndose a sí mismo por los siglos de los siglos y también cómo la cultura (el conocimiento de nosotros mismos y nuestro rededor) ha ido adquiriendo consistencia y grosor, volumen, hasta poder materializarse en, seguro que algún día, un mejor comportamiento, léase entendimiento, entre unos seres humanos y otros.

Para sí ilustrar, esto sí es ilustración del mensaje que transmito en esta entrada mediante un texto, lo que voy a hacer ahora, dejo aquí tres meros apuntes a "vuela lápiz" del trabajo en el que Rodax se halla inmerso, aunque sé que ya tiene modelos hechos  casi terminados del todo.

Debo decir, ya a título muy particular que del estilo rodaxiano siempre me ha llegado especialmente esa aproximación  que me imagino físicamente como si se diera un soplo sobre un papel en blanco: su lo que comúnmente se entiende como boceto, que sin embargo para mí adquiere entidad completa de obra de arte terminada "per se".

Aún así, reitero: lo que muestro aquí no son bocetos, tan sólo meros apuntes, algo así como esa palabra o verso que dejo anotada en lo mismo un ticket de mercadona si la inspiración poética me llega por la calle de vuelta de los mandados.





martes, 13 de marzo de 2012

Dos de una

fingimiento 


No tengo palabras para desear
el mal o el bien.
Sólo como toda monja honesta
procura rezar a Dios apartada
del ruido del mundo
o vestir con su velo de lienzo
adamita alguna seguridad atravesada
que llegue al corazón ya cansado
de tanto amar sobre lo destructible,
lo infiado deposité sobre las manos,
los tesoros inapreciables de cabestros
que pasean por el erial
con ajenas pezuñas a mí.
No hay paz que desdeñe. Sólo
quiero poder vivir los años
que me queden sin recuerdo
esperar que los dioses auditen
mi silencio en ofrenda por una calma
curiosa no siento dolor de cera
muñeca la-cera distancia
me esquilma.


no fingir


fingir
al atravesar el ágata
deshilacha de tus dedos
un vaivén
pero los lugares solos
sellan sin labios
y yo y tú somos boca
sin sitio
más que el uno
que una u otra
lengua hace.


amén sobre la discreta tuya
y ciertas sombras azules
se anclan como anzuelos
descosidos del pez que los vio llegar.


la mía es línea
viviente de un tránsito
confuso entre el horizonte
y la linde del mar apenas
fingido el contraluz
me deprecio sólo y sola
obtengo tu medida
universal y franca.
El agua y el aullido
de un mundo incompleto.
un mundo sin ti.

Sofía Serra

Como el no

(Correcciones la dosis y la desmedida)


Como el no

Tú frente al mar y encerrado
en el frío luto de los pasos
de tu frente sobre las migas
y tú abierto y eterno no
socavando cada peso de la habitación
donde el pecho respira minucioso
ondeando el leve viento y tú
frente a ti entretenido
en tu boca tánatos del mundo
resecando los pequeños signos cantores
con ese daño como daño…


Eros fue convocado en la tierra y se ausentó.


Sorbe como la escabrosa causa
introduce sus venéreas raíces
extendiendo su vientre indoloro
apenas más que una leve comisura una
apenas rendija por donde se escapa
sola y lenta mi de ser de ella una
me rehunde y me enhorca en su temblor
como si sólo fuera apenas roca el no
apenas humus reflejo apenas
evaporado grisú de sus sales…


Escribían negros texturizados
como si la piel y el sexo
y las caricias y el sudor y los besos
y el lamento
y el consuelo y el dolor y el deseo
y el ombligo
y la sangre la sangre la sangre
pudieran desmenuzarse en hormigas:
la marabunta.


Se ha pervertido El Grafos
como si-no los cuerpos
ni los huesos ni la carne
como si-no engendraran
como sino él hubiera nacido:
Huevo huero tras
tanta hemorragia
sin embargo.

Sofía Serra (De "La dosis y la desmedida")

domingo, 11 de marzo de 2012

el silencio de mis sienes

el silencio de mis sienes

ay, Amor, qué cerca te alejo
en el limo de mis sueños
ansiosos de mi pena licuada
en la paz incandescente y fría,
por qué no me limpias
con tus labios de frente
o de costado me apuñalas
siempre sólo me queda cintura
que doblar para protegerme
de tanto tangente de lejanía
de tanto desvío tuyo.


desde este aposento
cabeza abajo me asomo
al borde del verde olivar
vareo tus sienes
movedizas y remotas minutas
alabeadas por los alisios
sellados bajo las aguas del río
transparentan su densa
seda me conmueve
hacia su lugar
corriente tal certeza
sin oscuridad con bajíos
lentos y descansados
en ti.


Amado,
cómo te llamo
si tus ojos ya duermen,
¿tal vez querrías
que mi voz llegase
a los sonidos de tu mente
y así, la sinfonía de tu sueño
callase cualquier espacio
para hacer tiempo
a la girándula de tu nombre
en mi boca? Duermes y tus aves
concilian sedes garantes y vespertinas
para la garganta de una nueva aurora.


aquí quedan puros y duros
sin pronunciamiento
mientras la ciudad amanece
vencida por el sueño
intentando silenciar tus nombres.

Sofía Serra, "Suroeste"
 
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