viernes, 12 de abril de 2013

Abril-cias

Abril-cias

Partió peras aun sin conocer
que el olmo no las daba.
se olvidó de chupar alguna tinta
de-scribir el verde del río valle,
declinó su cavernícola inercia
de hombre sedente, unir
sus manos y rodillas
expectantes y rezar,
o
doblar su voluntad
de milagro, travestir
la nula
pera y peros
en suma
ser
hombre.

(Sofía Serra. De La clave está en los árboles)

conferencia conmigo misma

conferencia conmigo misma

entusiasmo,
en tu sismo

extraño el sitio el momento

habituada a encontrar
qué sería del día y la noche
me he perdido camino
de la otra nueva

Al despertarme hoy tan temprano.

en este momento
en que ni la luz avanza
ni el paño nocturno retrocede,
el sine die
el extremo frágil de la rama
el final de un lapsus de tiempo
en el que fui soldado
amante sierro
escrúpulos:
Me siento tan extraña
como perdida.

Sobre poesía: la sensación de haberlo dicho ya todo.

Sobre fotografía: he llegado al color a través de la búsqueda en las sombras. Del color al blanco y negro. En él la búsqueda del matiz para obtener todos los grises, y de ahí la necesidad de escarbar hasta hallar la mínima variación en el proceso lumínico escarbando en las sombras más densas. No hay sombra sin luz. La evidencia de ella es la sombra. Ésa fue siempre mi propuesta, desde aquellas primeras fotografías en las que me autorretrataba en la sombra que mi propia figura proyectaba en las paredes blancas, aquella primera por ejemplo con un cigarro en la mano.

Sobre todo: abrumada por tanto hecho.

La sensación de haber hecho ya todo lo que me estaba dado hacer.

Me persigue un justo proceso
de madurez extraña,
la de la fruta en árbol
de sombra.

Colgando de un álamo
rama tierna que se dobla,
o rompe.

Se ha acabado.

Quisiera ser ley,
poder derogarme.

Abrumada ante la visión mental de tanto hecho, construido, su mismo volumen. La implícita necesidad de poder dejarlo todo bien ordenado, bien corregido. Pero no arranco. No dejo de preguntarme para qué hacer más. Mi propia meta sin nombre que no me puse me está devorando. Se me ha acabado el camino. Pero no veo ni abismo ni final.

La sensación de un grave proceso de madurez que no me conduce a nada.
Dónde estáis, hábiles
huellas del futuro andado.
Abrumadísima.
Sigo sin poder verbalizar esta fotografía.


jueves, 11 de abril de 2013

El equipo

El equipo

He hecho hoy
dos cosas importantes:

untarme crema en las manos
y la otra no la recuerdo ahora.

Ah, sí, fotografiar
un girasol.

(Sofía Serra. De La exploradora)

miércoles, 10 de abril de 2013

Signos cantores en un otro suroeste

Seis, casi siete meses entre idas y venidas ha tardado en llegar.
Se escribe para hacer vida y desde haciendo vida. No hay otra forma. Esa es la verdadera lectura, la seria lectura de lo escrito, lo verdadero.
Feliz hoy porque ya esté en tus manos, como un mucho desde tus manos nació.

Foto by El Potro

Fueron ellos siempre


Fueron ellos siempre

Porque cuando
el hombre puso pie
sobre el suelo, lo construyó,
Así cerró la puerta al conocimiento de lo verdadero.
La clave está en los árboles. Desde sus copas el continnum hasta sus raíces. Desde sus raíces a sus copas. Los mismo por abajo que por arriba.

Fueron ellos siempre
susurros los árboles
cantores de genes
que te nombraban.
permanecen mientras
la aurora se ausenta
la diurna jugaba
a domar las huellas
de los precipicios,
las ocultas sombras,
la casa enciende estrellas
que habitan el día
enluciendo con sus luces
el otro lado de las paredes.

La clave no está en el claro
del bosque, sino en el árbol
señalado y señalante.

Observen el tronco
de un árbol a nivel
del suelo pisado.
Lo observan,
miren,
vean
dónde se rompe el horizonte.
¿Existe el ras cuando existe el tronco?
Ésa es la clave. Ellos constituyen la prueba, la señal que la naturaleza nos regala para que no olvidemos que es posible, para que recordemos cuál fue nuestro error necesario.
Lo verdadero, lo mismo por abajo que por arriba, como los árboles, como algunos árboles, sobre todo la encina.
Tanto excavar pozos artesianos cuando los árboles nos los dan ya hechos.
Son los troncos de los árboles los que rompen el ras del horizonte.

(Sofía Serra. De La clave está en los árboles)
 
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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.