lunes, 6 de febrero de 2012

Practico la hablación

Hoy 6 de febrero, Día mundial contra la ablación femenina.

Practico la hablación

(ante la visión de una imagen de televisión
en la que aparecía una niña abierta de piernas
siendo sometida a la ablación)


y vuestras mudas y nudas voces arrancadas
de vuestras bocas, vuestro esófago,
vuestra tripa, mis ovarios,
vuestras roncas
y granadas
rosas
rojas
lágrimas en el pétalo siguiente,
el conspicuo
y detenido, ablatado altar de dioses,
y tu tierna guerra y tus galgas piernas
y tus manos leves blancas
ya
para nada.
para blande espada, que suturen,
que revienten sus oculares
sobre sima, sobre duda,
con mi finta, con mi sesgo,
con tu grito,
con mis manos
mataré al hijo insano
que te abla, que te blinda a ti
de ti,
a nosotras
que te hablamos,
que te hablo por mi boca,
que los ablo por sus cuellos:
Sangre para la tierra que en ella es fértil.
Sus cerebros,
para los perros.


Sofía Serra ("El muriente")




sábado, 4 de febrero de 2012

Posesión

Posesión

a veces nos
intercala el segundo
de la tristeza, mientras
tú no te miras
y yo, de vacío o de yapa
tampoco acierto a sostenerme
sin cierta fijeza tuya
por mi escote
o mis contraluces
a veces, más allá de la miseria
que galopa trepanada
por ciertos avaros páramos,
como esos candiles
que iluminan mis manos
cuando exprimen tus nalgas,
acierto, sí, cuánto acierto
entonces a descubrirte
casi en mi coxis.


y de mi médula
ya no consiento
que te desprendas.


Sofía Serra

viernes, 3 de febrero de 2012

Nuevo hombre en la cruz

(Creo que voy a decidirme a preparar un blog para publicar este poemario completo, Nueva Biología, al modo de cómo tengo esos tres que andan rondando por la barra lateral. Me reprime un poco el saber que contiene algunos poemas muy cortos, y quedarían horribles en una página de un blog para ellos solos, una tontería visual, lo sé, pero así funciono.
Por lo demás, lo tengo listo.


Estoooo...¿le gustaría a alguien poder leerlo?... :), ay, madre... (esto es un suspiro))


Nuevo hombre en la cruz

Verte en verde puro quisiera,
ausente de tus férreas estampidas,
lenta en un segundo presiento
tiempo al sol de ese tulipán equivalente
que me llama, me pregunta, me requiere:
¿por qué?, ¿por qué no bebes?
Y tus manos amasando espinas.
Como ya no se te clavan…
Al verde quiero sostenerte:
Flamearás sucediendo en el vacío
hasta que el celo mudo de tu viento,
si es que mientes,
se haga hueco en la cruz de tu pecho.
Y entonces se abrirá el cuero herrumbroso,
y el manantial borboteará
de las cuatro paredes de tus brazos,
y el sol del aullido iluminará
las doradas clavijas
como si fueran brotes verdes:
verte como si no te hubieras zanjado.
Y el campo de cuerdas de hierro
tronará en rasgueo salvaje
de tu boca que reirá llagando el aire
que hoy permanece ileso,
como muro, como vano a la muerte
en la que tañes preso
de esa cruz en la que te clavas,
que ya no sé,
yo no sé,
no sé
con qué manos apuntalas
esos clavos a tus palmas.


Hombre de cuatro brazos,
mutante de esta tierra
morada por la espada de tu arado,
que me llama, me demanda y me pregunta
de qué te sirve ya ese par de alas.


(Sofía Serra, de Nueva Biología)

jueves, 2 de febrero de 2012

Malagueña Salerosa (Chingón)

Pedazo de versión, sin comparación, monumental para estas fibras sensibles, me lleva a la estratosfera


 

Nocturno I

(A partir de hoy creo que dejaré de señalar detalles prosaicos sobre los poemas, incluida mi firma)


Nocturno I


Me hablaron del sol y de la tumba,
tantos olvidados parias,
tantas lumbres negras
me hablaron y culminaron
su andar por casa,
cuando ni el sonido de la lluvia
aleja de mis sienes
la luz que gotea,
la luz que gotea,
puesta en marcha de los otros olvidos,
las blancos que no se marchitan a golpe de vehemencia.
Blando, blando porvenir
como un niño sin rostro ni llanto,
blanco y perfecto,
¿qué sabes del presente,
del pecho u ojos
al luto de la noche
en la calle de piernas
dormidas como todos
menos las farolas?
Nada adviertes.
Gimo:
Nuestras manos
son el nombre
de lo que hacemos.


Las gotas de neblina
me empapan mares
en mi frío mano océanos.


Ya apenas queda lluvia por caer.
 
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