Un poema que me tiene frenada en terminar ese poemario, creí que ya por fin lo tenía, pretendía hace unos minutos grabarlo recitándolo y...
:)))
Aquí dejo el poema habiéndole metido mano de nuevo, me tiene "desesperá" este poemario, ;)
Aquí dejo el poema habiéndole metido mano de nuevo, me tiene "desesperá" este poemario, ;)
Canto de amapola-libertad
Como las tórtolas,
como las tórtolas de las tardes de verano
que se enamoran entretejiendo la armonía,
el mutuo silábico de la palabra
del tú al gemelo que se ha perdido
en los vagabundeos por los lugares,
así permaneces tras el propio verbo,
y,
sonríe, ave de la noche llena,
sonríe que en tu boca laten
las flores de tu estómago
tan ardientes y frescas
que yo las huelo,
que ya arrasan mi mucosa,
...ay, amor, tus flores de mariposa
con pétalos de amapolas...
¿cómo no orientarlas hacia tus pies
o depositarlas en tu sabia boca?
O esparcirlas sobre tus hombros,
sobre tu cabello ungirte
con el bálsamo del sueño
sobre el camino desandado
que sólo trae de vuelta
lo que somos, lo único que cuenta.
Escribe un libro con los besos,
levanta el vuelo alto
de tus rojos y pétalos:
de la roja amapola
llega
la pacífica respuesta y su libre imperio sobre la mies,
que yo, ya,
uní
sus semillas con mis pechos,
que yo sé del estipendio
más allá de la rasas leyes y del amor
a toda muerte de lo huero
y la mentira del reclamo
sordo.
Como la verdad grande y buena del agua se bebe:
Las amapolas no necesitan para florecer
más que el siguiente año. Que aún no existe.
Miedo al futuro-Sólo-Miedo a lo nonato-Sólo-Miedo a lo inocente.
Y aquí, la urdidora de letras,
lenta siempre jardinera
de amapolas y tulipanes
de futuros anteriores,
siempre sol y viento,
siempre agua, siempre tierra,
siempre manos tuyas
me han sembrado, y yo,
en la tierra-yo cultivo
tu semilla de hombre bueno:
Gozo, gozo al regar esta dehesa
libre de los escombros de la bestia.
Gozo al traspasar el filo envenenado
de la renta en la avaricia
sobre la que todo surte,
todo abona, todo cuida
la jardinera.
No ha mentira, no hay amaino
sobre pétalos en vano
hasta el vacío del revés o del derecho
todo llena: sólo hay que dar la vuelta.
Yo soy fuerza y poder de Hombre,
verdad de tú a tú, de amapola a tulipanes
esto hablo:
es demasiado de ti
o de solo y sólo
entre dos se nombra:
en sí, sobre mí y por ti.
La alterada amapola
te grita con dos cantos de besos
y en el verso escribe lo que tú ya sabes:
Yo no quiero más de ti que por ti,
que eres roja y escindida de ti
flor de amor:
Ay, jardinera, qué lenta labras...
Que ya no te queda nada por hacer...
Que las amapolas han brotado siempre por sí solas.
Como las tórtolas,
como las tórtolas de las tardes de verano
que se enamoran entretejiendo la armonía,
el mutuo silábico de la palabra
del tú al gemelo que se ha perdido
en los vagabundeos por los lugares,
así permaneces tras el propio verbo,
y,
sonríe, ave de la noche llena,
sonríe que en tu boca laten
las flores de tu estómago
tan ardientes y frescas
que yo las huelo,
que ya arrasan mi mucosa,
...ay, amor, tus flores de mariposa
con pétalos de amapolas...
¿cómo no orientarlas hacia tus pies
o depositarlas en tu sabia boca?
O esparcirlas sobre tus hombros,
sobre tu cabello ungirte
con el bálsamo del sueño
sobre el camino desandado
que sólo trae de vuelta
lo que somos, lo único que cuenta.
Escribe un libro con los besos,
levanta el vuelo alto
de tus rojos y pétalos:
de la roja amapola
llega
la pacífica respuesta y su libre imperio sobre la mies,
que yo, ya,
uní
sus semillas con mis pechos,
que yo sé del estipendio
más allá de la rasas leyes y del amor
a toda muerte de lo huero
y la mentira del reclamo
sordo.
Como la verdad grande y buena del agua se bebe:
Las amapolas no necesitan para florecer
más que el siguiente año. Que aún no existe.
Miedo al futuro-Sólo-Miedo a lo nonato-Sólo-Miedo a lo inocente.
Y aquí, la urdidora de letras,
lenta siempre jardinera
de amapolas y tulipanes
de futuros anteriores,
siempre sol y viento,
siempre agua, siempre tierra,
siempre manos tuyas
me han sembrado, y yo,
en la tierra-yo cultivo
tu semilla de hombre bueno:
Gozo, gozo al regar esta dehesa
libre de los escombros de la bestia.
Gozo al traspasar el filo envenenado
de la renta en la avaricia
sobre la que todo surte,
todo abona, todo cuida
la jardinera.
No ha mentira, no hay amaino
sobre pétalos en vano
hasta el vacío del revés o del derecho
todo llena: sólo hay que dar la vuelta.
Yo soy fuerza y poder de Hombre,
verdad de tú a tú, de amapola a tulipanes
esto hablo:
es demasiado de ti
o de solo y sólo
entre dos se nombra:
en sí, sobre mí y por ti.
La alterada amapola
te grita con dos cantos de besos
y en el verso escribe lo que tú ya sabes:
Yo no quiero más de ti que por ti,
que eres roja y escindida de ti
flor de amor:
Ay, jardinera, qué lenta labras...
Que ya no te queda nada por hacer...
Que las amapolas han brotado siempre por sí solas.