lunes, 23 de mayo de 2011

Carta abierta en defensa de la pluralidad y convivencia de poéticas

Por fin la he encontrado, aquí. No se ni de dónde llega ni quien la firma, pero la suscribo plenamente. Así es como entiendo todo esto.

(Edito hoy 3 de junio. Señalo en lila. Ya tiene blog donde resulta más accesible su lectura y la posible adhesión de caulquiera. dejo aquí la url y el motivo por el que la suscribo)



Mi motivo:


El gesto de suscribirla significa estar en contra de la manipulación de la ignorancia. Eso es lo que han hecho con el manifiesto innombrable: manipular el desconocimiento que cualquiera (cualquiera, recalco) puede tener sobre el acto poético (creativo, artístico) para favorecer un enriquecimiento material, es decir demagogia de la más rastrera, favorecer la ignorancia sobre el Arte (Poesía con mayúscula) para ganar seguimiento. Y opino que cualquiera, amante del ser humano, con conciencia y encima con conocimiento de lo que es el acto poético, debe apostar por lo que extiende el conocimiento y no lo cercena.



Carta abierta en defensa de la pluralidad y 
convivencia de poéticas


La realidad no es legible de manera evidente. Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, pudiendo traducirla de manera errónea. Nuestra realidad no es otra cosa que nuestra idea de la realidad. Del mismo modo, importa no ser realista en un sentido trivial (adaptarse a lo inmediato), ni irrealista en el mismo sentido (sustraerse de las coacciones de la realidad); lo que conviene es ser realista en el sentido complejo del término: comprender la incertidumbre de lo real, saber que existe una porción de lo posible aún invisible en lo real.
Edgar Morin

El lenguaje poético es un patrimonio colectivo. Una urdimbre tejida en la arena de la diversidad. Nuestras tradiciones literarias siempre se han visto atravesadas por múltiples mutaciones que han ayudado a componer y descomponer el ovillado paisaje de la palabra. No en vano la palabra recoge la complejidad genésica de nuestra existencia. Así ha sido en el caso de la lengua española. Las literatura(s) panhispánica(s) (de acá y allá, en diálogo unas veces, aisladas otras) siempre han manifestado en su devenir histórico la riqueza de lo plural, el desborde de lo conectivo. No existe una deriva única de lo poético. Nunca se produjo una voz homogénea para toda nuestra tradición. Las tentativas de encerrar el lenguaje literario dentro de límites inamovibles han dado como resultado estructuras cerradas de pensamiento que trabajan en contra de la propia y esencial condición de la palabra.

Las personas que firmamos esta carta creemos firmemente en esta pluralidad poética heredada –a la que hemos tratado de contribuir activamente con nuestro propio trabajo– y por eso nos mostramos resistentes a cualquier forma de cierre normativo. Creemos necesario alzar un muro de contención ante actitudes que pretenden reproducir debates que «ya» no son legítimos –que, en realidad, nunca lo fueron– porque representan en sí mismos una agresión a esa misma pluralidad conquistada, al trabajo y legado creativo, teórico y vital de muchas poéticas y poetas precedentes y que recogen de manera natural el legado incuestionable de los padres de la modernidad poética: del romanticismo inglés y alemán al surrealismo pasando por Baudelaire, Rimbaud y Mallarmé. Ha costado mucho desterrar de nuestro campo literario el cainismo y la exclusión. No vamos a consentir ahora que vuelvan a reproducirse estrategias envenenadas similares. El debate de poéticas es necesario, útil el contraste filosófico, intelectual, en torno a la creación, pero siempre en el marco de un respeto escrupuloso a la diversidad y el disenso.

Por todo ello queremos reivindicar como legítimo y propio de la(s) poética(s) panhispánica(s) actual(es) los siguientes elementos:

Escritura(s). En plural. Modos del lenguaje que se encuentran. Ningún programa prescriptivo. Huellas. Rescoldos a modo de conceptos, de cruces, de intuiciones. Ninguna tabla de la ley. No sabemos. Quizá sean un modo de operar, de practicar la literatura. Ese acontecimiento ignoto. No sabemos. Disparan la semilla de lo por hacer y de lo hecho. No sabemos. Mueven a la acción.

Tradicion(es). En plural. Linajes incrustados, desde siempre, en nuestra modernidad, en nuestra memoria literaria. Linajes que se activan y se iluminan desde el presente y de los que debemos hacernos merecedores. Como afirmó Eliot, la tradición «no se puede heredar, y si la deseas debes obtenerla con gran esfuerzo». Cada poeta se forja y construye su tradición, su propia cadena de ejemplos y magisterios, y este esfuerzo es en sí mismo un acto poético, una intervención en el mundo. Puede ocurrir –y de hecho ocurre– que este esfuerzo ponga a prueba nuestra capacidad de asunción cognitiva o de mera comprensión, incluso a lo largo de toda una vida de esfuerzo. La dignidad e inteligencia vitales consiste entonces en asumir esta discapacidad en vez de darle el formato autoexculpatorio de lo incomprensible, lo hermético, lo bárbaro y despreciable. Imposible simplificarla, esencializarla, despotenciarla a través de marbetes o etiquetas reductoras. Imposible normativizarla en interés propio, mediante operaciones espurias de exclusión o ninguneo. Voces habitadas para nuestro presente y nuestro futuro.

Heterodoxia(s). En plural. Nunca una lectura unívoca de lo poético, no podemos aceptar como obvio ni la desaparición del habla ni el habla homogeneizada. La palabra poética implica desborde, intersubjetividad, entramado conectivo, intersticio, complejidad. Y significa todo ello porque dialoga con lo humano.

Poética(s). En plural. No hay una poética una que convierta a las demás en otras. No hay norma, no hay centro natural o tácito. Queremos (re)afirmar y defender el deseo y la probada capacidad de convivencia de poéticas diversas que han demostrado en los últimos años su resistencia a la codificación. No precisamos para construir o apuntalar una identidad la negación del Otro. No vivimos la alteridad como amenaza, sino como nutriente y condición necesaria para la construcción de nuestra posible identidad colectiva y personal.

Hibridez y Diversidad(es). En plural. Creemos que la poesía no es mercancía, no es hija de la rentabilidad económica. Tampoco de las ideologías. La poesía es una multiplicidad de pájaros, aves raris, aves migratorias, que ponen su nido en lo alto, alejado del manoseo y voracidad de las alimañas y carroñeros. No podemos, por tanto, hablar de «una» poesía, sino de «poe-diversidad», en constante vuelo, en constante cruce, en constante mestizaje. Y no enjaulada, sino libre, puede ser del mundo, desde el mundo, con el mundo. Pero siempre «haciendo mundo».

Pensamiento(s). En plural. Desconfiamos de los falsos dualismos (razón y emoción, realismo e irracionalismo, público y privado, naturaleza y cultura…) en los que se ha querido encerrar lo poético. Se trataría, como dice Miguel Casado, de «ampliar la noción de pensamiento, extenderla a todos los movimientos de la mente, a uno y otro lado de la conciencia, a todos los movimientos interiores del lenguaje que de modo constante nos recorren y atraviesan». En definitiva: destacar el carácter desestabilizador y genésico de la palabra poética como apertura del pensamiento.

Realidad(es). En plural. La relación de lenguaje y realidad es compleja, porque ambas son complejas de por sí y más cuando se relacionan, influyen, comunican. Es simplista y equívoco detenerse en un estilo o propuesta, en una sola manera de abordar esa difícil exploración de la materia (humana y no humana) que llegará a ser poema.

Subjetividad(es). En plural. Sin menoscabo de que cada uno/a pueda o quiera llevar la voz poética adonde crea conveniente. Todas las formas de enunciación tienen sentido y no seremos nosotros quienes juzguemos la pertinencia de lo que cabe o de lo que debe desaparecer.

Emoción(es). En plural. No codificadas, no predeterminadas en un calculado ejercicio de causa-efecto practicado desde las inevitables limitaciones del poeta sino trascendidas y reveladas junto a él en un proceso que hermana escritura y lectura, que convierte al lector en agente activo y co-productor de sentido.

Lector(es). Recepciones. Por todo lo anterior reivindicamos el respeto a la inteligencia y creatividad lectoras, a la libérrima capacidad de sorprenderse y sorprendernos de aquel que generosamente se acerca a un texto para darle vida; a su derecho inalienable de que nada ni nadie se haga garante ni faro de sus emociones, su criterio, su infinita libertad.

Así, queremos reivindicar la convivencia de poéticas, la pertinencia del debate crítico, la belleza de la pluralidad como alimento de lo creativo. Y rechazamos de manera frontal cualquier estrategia de apropiación, simplificación o reduccionismo literario.

Y para que así conste lo firmamos en Madrid a 17 de mayo de 2011.

Hoy no soy feliz

No consigo recuperarme de "la puñalada". No me ha servido el sueño reparador para conseguir ver las cosas de otra manera.  Contemplo estupefacta, una vez más,  que donde menos conciencia  democrática existe es precisamente en la corriente progresista de esta sociedad. Aún no nos hemos enterado que la única herramienta legítima de poder que tenemos es el VOTO. Esta puñetera democracia española es aún muy joven.

Sigo en las mías, si no hay conciencia, no hay nada. Si no hay voluntad, nada es posible. Lo malo es que una gran parte se ha apropiado de armas en beneficio de sus particulares intereses, unos intereses que nada tienen que ver con la apuesta por una sociedad más libre y más justa. Confunden el tocino con la velocidad y han logrado llevar la confusión a otros muchos.

No me habléis de rosas azules, rojas o de gaviotas. Una cosa es el acto poético, que no tiene tiempo ni lugar y otra el día a día de esta costra en la que vivimos. Hago poesía para que llegue lo que sé algún día vendrá pero yo no viviré. No me sale otra. Pero lo que deseo para mi tiempo, lo mínimo, es la toma de conciencia por parte de español de que vive en un estado derecho donde como digo arriba el poder es el voto. El día que me muera si al menos logro ver en los ojos de mis contemporáneos este conocimiento asimilado, me daré por feliz.
Hoy desde luego no lo soy.

domingo, 22 de mayo de 2011

La puñalada

La puñalada

Compraré alhajas cuando paseo
por el mercadillo de agosto los días sin sombras
salvo en la acera ambulante que me proponían
tu voz, tu boca, tu oído,
y yo anhelándote, mudo brocal,
y la tapia cubierta de hojas de parra virgen
sorteando a la madreselva,
minándose de mí y yo huyéndote
sin que llegaras o vinieras a verme.
Me escabullí tras tus andrajos,
miraste en otro sentido
con tus dedos, y hacia allí vagó
tu cuerpo tras ellos que se alargaron
hacia el cuchillo diestro de noreste,
ése de donde llega la helada,
ése rasante vuelo de hielo
sobre las onduladas tiernas carnes
de mi apuesta: rosa en uno u otro ombligo.


Aunque todo me diga que debo ser más cobarde.

Sofía Serra,  2011

sábado, 21 de mayo de 2011

¿Por qué hoy?

Pero, ¿por qué hoy?, ¿por qué no "nos hemos" dado cuenta de que  lo que se necesita siempre es una verdadera democracia?, ¿por qué con las barrigas llenas y el piso en la playa recién adquirido con hipoteca hace 8 o 9 años la "democracia", que era la misma que hoy hay, sí valía? ¿Por qué se le echa la culpa a los políticos si en este sistema democrático, éste con todos sus defectos, un paraíso (ganado tras 40 años de dictadura con muchas espadas dobladas tragadas por todos) en comparación con como se vive en otros países a nivel político, por qué, retomo, se le echa la culpa a ellos o a los banqueros si:

 1. Los políticos que están ahí han sido democráticamente elegidos por todos nosotros, con nuestros votos y con nuestras abstenciones.
 2. Ningún banco le ponía un puñal en el pecho a nadie para que se metiera en hipotecas.

¿Por qué nadie por el simple hecho de ser ciudadano de un país democrático, de un estado de derecho como es España, es capaz de entonar un "mea culpa"?

Feliz suerte del hoy

Feliz suerte del hoy



Hoy no sirven las lágrimas, aunque aparezcan./
Hoy ni la sonrisa expresa, aunque floreciente emerja desde mis pulmones./
Hoy la abatida no tiene hueco, ni siquiera la exaltación./
Hoy el orden extraño requiere insistencia de abandono, de flagelo descompuesto,/
despedazado y roto por los brazos incólumes de los sortilegios sin edad,/
sin premura por las horas o la acontecida./

Hoy que navegamos./
Hoy que sorteamos los peñascales, que convertimos las escorrentías en toboganes donde las cristalinas flores emergen al son de nuestro juicioso juego./
Hoy que la vida adquiere el nombre de esperanza. Hoy que ella muere para no necesitarla al menos por hoy./

Hoy que vivo ausentando las miserias que otras veces me acobardan, me contienen, me suplican abandono./
Hoy que no existe la suerte más que para gozarla,/
hoy te canto, hombre sin nombre, compañero mío,/
para no matarte nunca, para poder vindicarte siempre./


Sofía Serra ( de "El deshielo")
 
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