lunes, 23 de mayo de 2011

Hoy no soy feliz

No consigo recuperarme de "la puñalada". No me ha servido el sueño reparador para conseguir ver las cosas de otra manera.  Contemplo estupefacta, una vez más,  que donde menos conciencia  democrática existe es precisamente en la corriente progresista de esta sociedad. Aún no nos hemos enterado que la única herramienta legítima de poder que tenemos es el VOTO. Esta puñetera democracia española es aún muy joven.

Sigo en las mías, si no hay conciencia, no hay nada. Si no hay voluntad, nada es posible. Lo malo es que una gran parte se ha apropiado de armas en beneficio de sus particulares intereses, unos intereses que nada tienen que ver con la apuesta por una sociedad más libre y más justa. Confunden el tocino con la velocidad y han logrado llevar la confusión a otros muchos.

No me habléis de rosas azules, rojas o de gaviotas. Una cosa es el acto poético, que no tiene tiempo ni lugar y otra el día a día de esta costra en la que vivimos. Hago poesía para que llegue lo que sé algún día vendrá pero yo no viviré. No me sale otra. Pero lo que deseo para mi tiempo, lo mínimo, es la toma de conciencia por parte de español de que vive en un estado derecho donde como digo arriba el poder es el voto. El día que me muera si al menos logro ver en los ojos de mis contemporáneos este conocimiento asimilado, me daré por feliz.
Hoy desde luego no lo soy.

domingo, 22 de mayo de 2011

La puñalada

La puñalada

Compraré alhajas cuando paseo
por el mercadillo de agosto los días sin sombras
salvo en la acera ambulante que me proponían
tu voz, tu boca, tu oído,
y yo anhelándote, mudo brocal,
y la tapia cubierta de hojas de parra virgen
sorteando a la madreselva,
minándose de mí y yo huyéndote
sin que llegaras o vinieras a verme.
Me escabullí tras tus andrajos,
miraste en otro sentido
con tus dedos, y hacia allí vagó
tu cuerpo tras ellos que se alargaron
hacia el cuchillo diestro de noreste,
ése de donde llega la helada,
ése rasante vuelo de hielo
sobre las onduladas tiernas carnes
de mi apuesta: rosa en uno u otro ombligo.


Aunque todo me diga que debo ser más cobarde.

Sofía Serra,  2011

sábado, 21 de mayo de 2011

¿Por qué hoy?

Pero, ¿por qué hoy?, ¿por qué no "nos hemos" dado cuenta de que  lo que se necesita siempre es una verdadera democracia?, ¿por qué con las barrigas llenas y el piso en la playa recién adquirido con hipoteca hace 8 o 9 años la "democracia", que era la misma que hoy hay, sí valía? ¿Por qué se le echa la culpa a los políticos si en este sistema democrático, éste con todos sus defectos, un paraíso (ganado tras 40 años de dictadura con muchas espadas dobladas tragadas por todos) en comparación con como se vive en otros países a nivel político, por qué, retomo, se le echa la culpa a ellos o a los banqueros si:

 1. Los políticos que están ahí han sido democráticamente elegidos por todos nosotros, con nuestros votos y con nuestras abstenciones.
 2. Ningún banco le ponía un puñal en el pecho a nadie para que se metiera en hipotecas.

¿Por qué nadie por el simple hecho de ser ciudadano de un país democrático, de un estado de derecho como es España, es capaz de entonar un "mea culpa"?

Feliz suerte del hoy

Feliz suerte del hoy



Hoy no sirven las lágrimas, aunque aparezcan./
Hoy ni la sonrisa expresa, aunque floreciente emerja desde mis pulmones./
Hoy la abatida no tiene hueco, ni siquiera la exaltación./
Hoy el orden extraño requiere insistencia de abandono, de flagelo descompuesto,/
despedazado y roto por los brazos incólumes de los sortilegios sin edad,/
sin premura por las horas o la acontecida./

Hoy que navegamos./
Hoy que sorteamos los peñascales, que convertimos las escorrentías en toboganes donde las cristalinas flores emergen al son de nuestro juicioso juego./
Hoy que la vida adquiere el nombre de esperanza. Hoy que ella muere para no necesitarla al menos por hoy./

Hoy que vivo ausentando las miserias que otras veces me acobardan, me contienen, me suplican abandono./
Hoy que no existe la suerte más que para gozarla,/
hoy te canto, hombre sin nombre, compañero mío,/
para no matarte nunca, para poder vindicarte siempre./


Sofía Serra ( de "El deshielo")

viernes, 20 de mayo de 2011

Discriminación positiva

Discriminación positiva

Jamás hombre aprehendiste
que para cantar debiste
antes aprender
a entonar
el suelo con el verbo,
y entolar el velo
que deja pasar la luz y el aire.


Dulce boca errante,
quijada herida por aquellos claros
de amor y sexo,
ganas me poseen
de dividir meandros.
Se engullen a sí solitarios rieles abajo
del quejumbroso quijotescoesquelético
sin sueños ni páramos olvidas
que esta vida, que esta vida, que esta vida
sólo se hace
entre ambas manos
ambas manos,
ambas manos
a uno y otro extremo retoñan mis paredes,
en la sola umbría, la umbría sola
adoptiva, la justa daga rebana de tajo
al meandro y dulce meandro que me curva
aguas arriba de mi falda:
Parí.


Al final dolor
de entuerto alerta
la única discrepancia positiva.
Por más que hablen
o dicten leyes.
Por más que hables, por más que hables, por más que hables.

Sofía Serra, 2011
 
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