sábado, 29 de enero de 2011

Respuesta, última, en el post de los Addison

De las cosas que más me deprimen en el sistema de funcionamiento de algunos blogs  es ésa por la cual hay que esperar a que el administrador dé su permiso para la publicación de los comentarios que se hacen, aunque, indepedientemente de que cada uno es muy libre de hacer lo que estime oportuno, comprendo perfectamente que en ocasiones resulte muy pertinente, sobre todo si el blog tiene demasiado movimiento.
Pero como yo ya estoy bastante cansada de la cuestión y, sinceramente, ha llegado la cosa al límite donde ni allí mismo pensé que llegaría (manifiesta ignorancia y  suficiencia falseada), la doy por zanjada, y desde luego no deseo esperar hasta que alguno de los administradores de aquel blog tengan tiempo para otorgar los permisos que estimen oportunos.
Así que en este mismo momento hago pública aquí  la respuesta que acabo de dar allí al último fantasma, (manifestación sin visos de corporeidad, o lo que es lo mismo, sin datos relevantes en relación con el medio en que se viva por los cuales poder extraer identificación) que me ha respondido. 
Y doy el asunto por zanjado.
Mi respuesta:


Yo sí sé lo que es un soneto, ISBN, pero  veo que tú no sabes lo que es un son-etho.
Mira, hay una cosa por ahí que se llaman tribunales de oposiciones, masters, cursos de doctorado, institutos, colegios, en resumen, enseñanza de la cual se obtiene el privilegio de, además de obtener unos datos concretos con los que poder extraer conclusiones y respuestas por nosotros mismos, es decir , aprender, se suele adquirir formación humana básica y mínima para saber dirigirse a sus semejantes, es decir, y te explico: nociones de ética, básicas, por las que por bien hasta de uno mismo, no se va ocultando la ignorancia propia a través de erudiciones o suficiencias desprovistas de toda base. No por nada, sino porque llegado el caso, que en cualquier momento puede suceder, las insuficiencias de cada uno pueden quedar a la vista cuando menos se lo espere uno.
Aprende de donde llegó el soneto, estudia la canción siciliana, vete a la métrica latina, traduce latín, o mejor aprende a leerlo y pronunciarlo dentro tuya con su ritmo, aprende yámbico o dórico, estudia un poco de griego, a ser posible en originales de Homero, quiero decir con alfabeto griego, igual, casi sin diccionario,  intenta saber qué relación puede haber históricamente entre Sicilia y los griegos cuando les dio por colonizar medio mundo conocido allá por el siglo V a. C., y después, si quieres, hablamos del endecasílabo.
Pero antes, por favor, recuerda lo que seguro tus padres te enseñaron sobre nociones básicas de relaciones entre los semejantes, no por nada, vuelvo a repetirte, sino por tu bien mismo.
No sabía que existiera tanto ignorante disfrazado (si quieres te presto mi libreta de séptimo de egb para que recuerdes lo que es un serventesio y el soneto inglés) aficionado a la "poesía". Secuestradores, ése es el mal que padece la Poesía.

viernes, 28 de enero de 2011

Como si las rosas no hablaran

La de veces que he querido exponer este poema, que forma parte del anterior poemario que apenas hace semanas que he cerrado, "Nueva Biología", y cómo el momento llega por sí sólo, ahora, acompañado de una fotografía, cuando se ha conformado entre los dos una verboluz. En mayo anduve buscando una fotografía de una rosa roja y hasta hace pocos días no me ha dicho que ya se había disparado. Como decía en un poema que por entoces escribí, "Cuando sabemos, cuando sabemos, la rosa se fotografía".


Título de la fotografía : Rosas fuera del mar



Sirena muda I

En ti confío ahora
que ni en mi voz
creo.
Oído.
Me has hecho dolor.


Ser, y un ser tras de mí
que no claudica.


Este sueño breve,
negligencia de aquel amanecer que con su silueta
despertó al son,
y el son
que te perdiste,
qué perdido huyes entre mis dedos cuando me acaricio el pelo,
qué perdido,
qué pérdida esta sonrisa
a tiempo.
Lo inexplicable hace balanza de medida,
sueño cabalgaste, sueño
vetaste
rosas rojas en el mar.

Sofía Serra, Noviembre 2010

miércoles, 26 de enero de 2011

Tras la detonación

Tras la detonación

¿Dónde se acaba todo esto?
Mientras buscas la sutura,
arrecian molinos,
mientras bebes equilibrios,
se cocina el desastre,
serios ángeles tuercen la esquina
llevándose consigo
paredes plenas, convexas y con ombligo.


Allá quedó colgando del cable
que cruza la calle mi cordón umbilical:
No sé dónde me desvisto
y veo el mundo del revés.


¿Quién o qué queda tras el eco?
La sonrisa atraviesa la piel estremecida,
la sonrisa se levanta como el sol,
la sonrisa amaga
y yo me perpetro abominando del vacío
de tantas sonrisas llenas.


¿Quién eres tú que enmudeces?
El eco sella las montañas,
el día a oscuras, la luz a las afueras,
un cuerpo, de noche,
asoma su volumen en el velamen de la ropa de la cama.
Descanso aunque no me quede ombligo.


El pecho sinuoso tumba el horizonte.

Sofía Serra, 2011

martes, 25 de enero de 2011

Los cotiledones

Sigo corrigiendo mis parasoles...bueno, los míos no, los de Afrodita...;)
Aquí va otro de ese poemario, "Los parasoles de Afrodita".


Los cotiledones

Fuente y albedrío libre de junto a mí:
ya sobrenada tu agua bañándome
desde mis manos que sobre ti han sudado.
Suerte-sal y urbano renombre del monte sobre el monte de Venus,
o sobre la colina del loco,
hacia esta orillas vivas de estuario
que se abre a la barra del río que me hace y renace.


Ay, amor, cómo destilan néctar
las flores de estas jacarandas,
altas, altas como los rascacielos.


Desde estos valles de verde amapola,
yo respiro exaltada sobre mi cadera unida
a tu alma cerrada de vértigo
a los dólmenes que sostienes con las puntas de tus dedos,
a los adoquines mojados,
al pilar-soledad de tus saltos sobre las vendas de seda de la droga blanda
de las carnes acicaladas de las diosas que no son griegas.
Solapando temblores, apisonando tu bomba-corazón
bajo las otras humanidades, las otras voces,
las vampiras de la celeste sangre.


Y todos abastecidos sin saber que el agua que bebemos
no proviene más que de un mismo pozo que no tiene nombre.
Mar eterno, mar sin orillas, mar subterráneo bajo la costra dura de
la nomenclatura.


Ya se yergue salvaje y sañuda el ave de la suerte. ¿Suerte?
Suerte nuestra de ser de Hombres.
Sino lleva otro nombre sin nombre de vida y marea, la vena
que nos atraviesa de parte a parte y no duele.
Ay, salvaje yunta, ay, clámide que te espera,
velo opalino a horcajadas sobre tu cintura.
Tanagra abrigada, ¿a qué esperas para desembarazarte
del telúrico manto de lino que te ampara?
Luce como la Venus de Milo, aun sin brazos,
luce cual estatua blanca de alma y
vida predispuesta a tornarte
en manca y grande esposa viva
del hombre y su tierra y su agua clara
que mana del pozo del que ya naciste.
¿Libertad manca?...libertad plena.


Cerrada la puerta de amapola,
viva no olvido que tras el paso de la corriente
de aire no quedan más que germinales nuevas semillas,
tartáricas visiones de quien anduvo soñando muerto
que duerme sobre la cama de su propia osamenta
clavada al suelo de sus necesidades.


Canto al poeta en paro, canto al de celeste sangre,
al derrotado ante la tierra,
ante los ojos de calvario del semejante.
Canto a la vida fecunda que adquiere nombre de vida
más allá de tus manos o los cotiledones de mayo,
canto serio sin sonrisa de risa: nunca ríes, poeta de ti.
Come risa, come vida, cómeme.
Cultiva mis lágrimas, lava mi ropa, revuélcame en tu cama.
Acoge en ti algo más que el nombre bajo el que te abrigas.


El poeta quiere estar sólo. ¿Qué le pasará al poeta?
El signo por sus alas o el saco desgajo
de su vientre descuartizado.
¿Qué le sucede al poeta que ni sabe ni contesta?
El poeta tiene que estar solo, ¿cómo puede vivir el poeta?


Poeta a más contra el viento, poeta a más contra la suerte que surte
poetas de más y más voz contra la mansedumbre
y las vieras de peregrino hacia el lugar que ya sabemos.
Que no es Dios.
Sólo libre y pendenciero contra su alma,
el poeta nace más allá de la entrepierna madre o las almenas que amilanan
la sombra de las nubes bajo tu cielo, bajo tu cielo,
hunde tus hombros en el poder de la mies,
llora al nacer, que así cantaremos
con tu soplo los que nos pudrimos, los que morimos, los que abaratamos este silencio
en estos míseros cantos de gozo travestido.


Ya ves cómo abro esta risa a caudales de dos manos llenas
de aire va, agua viene, tierra fértil, fuego mío,
sentencia a sangre de poeta abrasada en viento,
no más que ente divergente ya sin voz, aún sin flores y sin llanto:
no más que dos cotiledones abiertos al sol de mayo.

Sofía Serra 2010

Causalidades de la poesía (primera crítica aséptica): Acto de amor artístico

Son las casualidades de la vida...no, falso, no son casualidades, para mí son causalidades, y su encuentro, su hallazgo, lo que el ejercicio de la practica poética permite, y creo que éste, ese hallazgo, siempre lo pienso, es uno de los principales motivos por el que sigo y sigo creyendo en esta cosa que no sé cómo nombrar pero que todo el mundo entiende por Poesía.
Hoy encontré esta entrada en el blog de Ilkhi. Me maravillé porque encontré similares resortes a los que en su día me llevaron a componer una verboluz. Ésa que más abajo escribo y cuya fotografía expongo.
Pues bien, esta noche, bendita sea mi suerte, me he encontrado con POR FIN la primera crítica, no, no voy a decir del todo seria, para mí la palabra seria implica mucho más, pero sí al menos carente de todo atisbo de ...¿cómo diría?...¿connivencia?...puede que le vaya bien el término puesto que proviene de alguien que, que yo sepa, no conozco de nada, es decir, a él/ella y a mí no nos une nada. Y ha dado la casualidad de que el crítico ha ido a fijarse precisamente, sino en la verboluz al completo, sí en el pequeño poemario donde tengo incluido el son-etho.
Hace un año peleaba con todo lo que podía porque los más altos y preclaros exponentes de la crítica poética en este mundo de internet (llegué a esa conclusión porque los encontraba enlazados en todos los blogs de poetas con MUCHOS seguidores y algunos con algún que otro libro publicado, o sea, lo que yo por aquel entoces entendía por buenos y serios y sesudos poetas dignos de pre-admiración) se aviniera a fijarse en esa poesía que inunda esta red y que no está marchamada por un ISBN. No iba pensando en mis poemarios, en aquel momento creo recordar que sólo tenía expuesto ese de Son-ethos, que como ya he dicho y cualquiera que tenga a bien puede comprobar es muy breve, y poco valioso formalmente hablando, aunque su valor para mí es otro y por eso siempre lo dejo expuesto. Hace más años tuve expuestos todos los que hasta ese momento tenía escritos, cuatro o cinco, pero cuando se me contagió el miedo de la mayoría de los que comparten su poesía en internet a ser plagiados o a que los irreductibles miembros de jurados de certámenes se dieran cuenta de que ya estabn en domino público, los eliminé de sus respectivos blogs. Entonces comencé éste de "El cuarto claro". Después me di cuenta de la torpeza que cometía, de que por qué tendría yo que tener miedo a lo de los jurados si hacía muhco tiempo que había decidido dejar de participar en certámenes.  El "a ser plagiada" nunca me conmovió. Siempre lo he dicho, dios quisiera que el mismísimo XXXX o el ínclito XXXX se avinieran plagiarme un poema, o todos mis poemarios. Eso signficaría, por un lado, que mi poesía llegaría mas lejos de lo que yo podría conseguir, y por otro y de rebote y en mi vanidad, ¿qué voy a decir?, pues que me sentiría interiormente halagada porque escritores buenos o conocidos o mediáticos hubieran reconocido mis poemas como dignos de ser firmados por ellos.
No, tampoco había problema si resultaba plagiada por algún chichiribaila como yo. Ya me pelearía, o no, total, rico sé que no se iba a hacer, ;).
Bien, el caso es que eso que yo perseguía ya se ha hecho realidad, y por mala interpretación de quien por aquel entoces me leyó, pero que de rebote ha deparado en mi fortuna, ese deseo ha favorecido a mi nombre. Yo no perseguía eso, pero lo sabemos, cuando algo no se busca, se consigue.
Han criticado por fin un poema mío expuesto en internet, sin ISBN ni nada, expuesto por mí y sin colaboración de nadie, y, aquí llega lo bueno, en el propio blog de los Addison. No, ellos no; mejor dicho, no sé si ellos, pero al menos sé que no en post oficial de crítica. Pero algo es...¡y tanto!,  para mí, una pica en Flandes. Un año me ha costado, amigos, un  añito entero y casi justo. Hacer ver que esperar a que un poema esté marchamado  por un ISBN, es decir, por el hecho industrial,  para acceder a hacer su crítica es tan contradictorio con el puro amor por la poesía como los chanchullos en los certámenes poéticos que allí se denuncian.
Advierto para que no haya desmayos que la crítica sobre mis Son-ethos es hipernegativa,  pero yo, por  por mi hijo lo prometo, la luzco como bandera.
Crítica aséptica, crítica sobre poesía sin ISBN.
Éste es el enlace, si se desea leer  hay que rebuscar un poco entre los comentarios, Nochedehumo es quien ha tenido la generosidad de criticármelo.  Por supuesto le he dado las gracias, aunque aún no puede leerse porque todo el mundo sabe que en el blog de los Addison hay moderación de comentarios.
La verdad es que sinceramente me alegro mucho  de que exista aquel blog, y pienso que nunca se valora del todo con justicia al colectivo que lo hace posible.


Y aquí dejo la verboluz que el Arte de Ilkhi me ha recordado esta mañana, la fotografía (disparada con mi cámara más una lens baby en vez de su lente habitual) y el son-etho que la acompañaba, que aunque el tercero, es la clave de todo el poemario en sí, y de camino, de todo lo que me persigue en esta vida.


III

ACTO DE AMOR ARTÍSTICO


Resuelva el aire en sutiles quejidos,
que yo de ti adolezco vana y presa,
abierta a tu estirpe de fuente terma
reptando por el pretil del suspiro.


Ya me tañe este abandono instintivo
de mí misma y centro mío que anhelas
con locuaz sonido de barranquera:
De mi cóncava lente a tu gemido.


Me derramo en ti repleta en mí misma,
me abarcas tú para necesitarte.
Me cuelgo con mis yuntas de tus hijas,


libada, loca, ida por inundarte
de mi agua caliente que vivifica
tu frente y mi frente limpias: nuestro arte.

Sofía Serra, 2008

(Edito hoy por la mañana ya, acabo de volver a entrar en el poemario "Son-ethos". Cuál ha sido mi sorpresa al comprobar que lo publiqué en abril del año pasado. O sea, que cuando andaba empeñada en el blog de los addison intentando que se avinieran a la crítica sobre poesía sin ISBN ni siquiera lo tenía expuesto aún, y por tanto, ningún otro. Así que el argumento de Noches de humo según el cual me impulsaba a aquello que hice en ese blog por enero o febrero fue el de conseguir crítica sobre mi poesía, y por tanto atención mediática sobre ella queda evidenciado como falaz. Yo lo sabía, pero anoche no recordaba los datos para poder demostrarlo allí. Hoy ha cantado por sí solo.)
 
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