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lunes, 23 de marzo de 2015

Poema para una política, para Pilar González Modino

Qué bien estuviste anoche, Pilar, desplegaste inteligencia, agudeza e independencia política por los cuatro costados, con esa elegancia que la naturaleza, y no dudo que también tu carrera como política a lo largo de como mínimo treinta años, te han otorgado. Lástima que tan solo como analista política te podamos disfrutar. Sigo sin entender que ningún partido afín a tus ideas haya sabido recoger el riquísimo bagaje socio-político que tu persona representa. Ellos se lo pierden, pero nosotros los electores, por desgracia, también.

Pilar González Modino intervino en la presentación de Suroeste allá por el mes de febrero. Estuvo realmente magnífica. El mismo Manolo Moya, compañero suyo en la presentación, así me lo transmitió por teléfono al día siguiente. Todos disfrutamos con su don de palabra y sensibilidad en esa voz tan exquisita y perfectamente modulada. Hay personas que elevan el rango, sea este el que sea, de lo que una escribe.

Querida Pilar, aunque en el libro no aparece, me gustaría que desde ahora pudieras contemplar este poema como tuyo, expresamente tuyo. Tal como lo recitaste, con tu voz y tu presencia, ES.



el sur

A Pilar González Modino

a ciento diez años luz
o tal vez menos es más
en términos geocéntricos
hoy os diré del amor hoy
mis ojos han sanado.

mi boca está limpia,
mi frente también.
la rosa soleada
abrió simple y llana,
como una meseta llena
de tiempo.

Vengaremos el ocaso
y los bueyes podrán
seguir arando allá
a nuestro paso el horizonte
de nuestro norte.

no me equivoqué de lugar,
el estuario se abre a costa
de paz a paz de pino
y arena, peces y olor
a ti.


AQUÍ (o pidiéndolo en cualquier librería) se puede adquirir,
 aprovecho para informar de que está rebajado.


viernes, 13 de febrero de 2015

Suroeste, un lugar con ton y son (Presentación hoy)


Comenzar el día con la declaración de intenciones de la propia brújula, es decir extrapolando la dirección que en la rosa de los vientos podría parecer que el mismo suroeste señala no habla más que de la rotundidad con la que la Poesía se manifiesta la existencia. Un poemario que intenta, por sí mismo, sin intención autorial por mi parte, describir las latencias de un lugar que se define en su propia geografía anímica como abierto y sincrético, como una bahía de refugio y extensiones o como unos brazos abiertos a todo lo que llega o capaz incluso de desplegarse por sí mismo como si alas tuviera para poder llegar a cualquier otro rincón del orbe, inserto y convertido ya en un objeto capaz de ser acogido por otras manos, que resulta que en su primer paso toma la dirección geográficamente opuesta a la que su propio nombre parece que sugiere, y digo parece porque realmente suroeste no indica ninguna dirección sino todas las posibles desde ese misma idiosincrasia del lugar mítico o utópico desde el que la poesía es lanzada una vez extraída de las cárcavas profundas de nuestra existencia, una vez taladrada esta costra dura de la nomenclatura sobre la que todos habitamos y nombramos y vivimos y morimos y estructuramos para poder caminar sobre ella, una vez que con el motor del ser de poeta, y retomo ya el anterior discurso, la poesía en palabras , los poemas ceñidos ya al papel como material que los hacen transportables, es decir acogibles por otras manos, otros ojos, otra mente que lo aprehendan, una vez que todo esto que sucede, sea capaz ese anterior poemario de tomar la dirección de vuelo hacia el punto diametralmente opuesto, opuesto tan solo porque la rosa es un círculo que a todos nos envuelve y nos une casi como si pétalos fuéramos, y con nosotros, a nuestros actos, logros o fallas, intenciones e ilusiones, sueños y actos cotidianos como el de escribir, pensar, sentir, comunicarnos, solo me habla del poder real de la palabra y el poder real del amor (con qué fuerza si no se va a poder obtener el privilegio de realizar el acto poético), las materias sustanciales e invisibles de las que está hecha la Poesía.

Hoy os espero allí a todos, a los que podáis asistir y a los que no, porque un libro sin el ser humano para el que está escrito no significa más que papel mojado, ni siquiera en blanco. Pero un libro acunado por el afecto y por la humanidad por la que está hecho y para la que ha sido hecho es el objeto que nos define como seres inteligentes y sociales, en definitiva, seres con capacidad para entendernos y amarnos.
Y la esencia de Suroeste es tan solo esa: el amor, la capacidad de asimilarnos unos a otros intelectual y solidariamente, única y exclusiva en los seres humanos.


 
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