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viernes, 14 de septiembre de 2012

Carlos Verdecia y su Productividad






Productividad

Quedé maravillado
cuando aquella mujer se me colgó del cuello
y comenzó a demostrarme con el detalle
elocuente de la práctica (hacía un momento
acababa de explicármela en teoría)
su asombrosa tesis
sobre la productividad del beso.

Y así,
estrujando su boca contra la mía,
me fue ilustrando
sobre el aprovechamiento óptimo de la lengua,
el máximo rendimiento de los labios superior
             e inferior,
el empleo de dientes, cielo de boca y frenillos
en su categoría de medios básicos,
el cálculo preciso de la tasa respiratoria
y el ahorro normado del insumo de saliva.

Eso,
dentro del mínimo tiempo
del amor.

(Carlos Verdecia. La escalera de incendios. Colección CRAN Poesía. Madrid, 1995)

lunes, 10 de septiembre de 2012

Como un árbol desnudo

Creo que por fin he podido saber cuál ha sido mi canción preferida desde siempre, desde allá por los quince años cuando la descubrí, el segundo vinilo que pude comprarme con "mi" dinero (bueno, sí era mío ahora que recuerdo, sobran las comillas, lo había ganado dando clases particulares), Luis Llach en el Olimpia: Com un arbre nu.




Com un arbre nu,
com dibuix fet al vent,
com un arbre nu,
jo, l'ocell.

Com del mar un port,
món silent,
cau d'amor,
com del mar un port,
jo, el vaixell.

L'infinit tot d'un cop
i el silenci absolut.
Som el món sencer
i també el no-res.

Tanca els ulls: som esperit.
Obre els ulls: som el cos.
Som la llum del sol,
de la nit la foscor.

Com un llibre blanc
on hi ha escrit el meu nom.
Com un llibre blanc,
jo, aquell mot.

Com una cançó,
joc del so
joc del to.
Com una cançó,
jo, l'acord.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Las contradicciones, poema de La Peregrina

Disparo de la fotografía: Sevilla, Sofía Serra, Nikon D-80, Nikkor 18-135, 20/Julio/2012, 29868.

Las contradicciones

No encuentro paz, ni me permiten guerra;
de fuego devorado, sufro el frío;
abrazo un mundo, y quédome vacío;
me lanzo al cielo, y préndeme la tierra.

Ni libre soy, ni la prisión me encierra;
veo sin luz, sin voz hablar ansío;
temo sin esperar, sin placer río;
nada me da valor, nada me aterra.

Busco el peligro cuando auxilio imploro;
al sentirme morir me encuentro fuerte;
valiente pienso ser, y débil lloro.

Cúmplese así mi extraordinaria suerte;
siempre a los pies de la beldad que adoro,
y no quiere mi vida ni mi muerte.

Gertrudis Gómez de Avellaneda, "La Peregrina"


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Belleza total: Un poema de Pino Betancor



Me emocionó este poema de Pino Betancor. Me ha cautivado cuando he vuelto a releerlo. Lo encontré este invierno.
La verdad es que me duele, por muy equilibrado y pacífico que en su forma resulte.

Belleza total

Qué lindo eres, amor, aunque no seas
más largo que una noche de verano.
Aunque no tengas más valor que una
larga rosa en el hueco de una mano.

Qué lindo eres, amor, apenas duras
lo que dura un ensueño. Mas qué importa
tu brevedad de pájaro y de brisa.
La belleza total ha de ser corta.

Qué lindo eres amor. Hoy que no tengo
tu corona ciñéndome la frente.
tu perfume salvaje entre los labios,
despoblada me siento de repente.

Ven otra vez, amor, aunque de nuevo
seas una luz lejana, aunque un instante
me dure la ilusión de tu belleza
y te vuelvas de nuevo gris, distante.

Ven otra vez, amor. Ahora que entiendo
tu brevedad de flor, sabré adorarte
sin preguntar, sin esperar siquiera
mas que tu azul placer sobre mi carne.


(Pino Betancor. La memoria encendida)
(Plenilunio. Edición de Alicia Llarena. Baile del sol, 2003)

lunes, 27 de agosto de 2012

Los alambres eléctricos, poema de Salvador Rueda

Poema de Salvador Rueda, de su libro "Camafeos"
(Fondos digitalizados de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla)



martes, 21 de agosto de 2012

"El albatros", traducido por J.C. Sánchez Sottosanto

Una traducción que Juan Carlos Sánchez Sottosanto regaló a mi hijo. El poema de Baudelaire, fue uno de los que casi inauguró "El cuarto claro" cuando aún se llamaba "unrealand", lo subí para homenajear a mi hijo por un feliz comentario, dada su edad por entonces,  que había tenido que elaborar por motivos de estudios sobre el texto literario.

Cuando pienso en el dificílisimo arte de la traducción poética no puedo dejar de concluir que de ella ha dependido, con creces, la derivación hacia tal o cual estilo literario en el país de "vuelque". Cuando leo este poema en la traducción de Sánchez Sottosanto, no puedo dejar de pensar que muy probablemente la decantación de ciertas corrientes poéticas españolas hubiera sido muy distinta caso que desde primera hora hubiera existido una como esta, es decir, fiel no sólo al fondo sino a la forma en la que el poeta lo concibió.

L'albatros

Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

A peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.


El albatros

Por divertirse suelen los hombres de equipaje
Cazar a los albatros, grandes aves marinas
Que siguen, indolentes compañeras de viaje,
Al undoso navío sobre simas salinas.

Apenas los arrojan encima de cubierta,
Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
Permiten, lastimosos, sus alas entreabiertas
Como inútiles remos yacer a sus costados.

Ese viajero alado, ¡cuán vil e inoportuno!
Hace poco tan bello, ¡ahora cómico y feo!
Con su pipa de a bordo le quema el pico uno
Y otro del que volaba imita su rengueo.

El Poeta es semejo a ese rey del nublado
Que se ríe del arquero y cruza torbellinos.
Exiliado en el suelo, por la turba abucheado,
Sus alas de gigante le impiden el camino.


NOTAS

“Hombres de equipaje”, trad. literal de una expresión francesa equivalente a marinero.
“Alas entreabiertas”: lit., “sus grandes alas blancas”
“Pipa de a bordo”: brûle-gueule, pequeña pipa de los marinero bretones.

(Por Juan Carlos Sánchez Sottosanto. Ver AQUÍ)


lunes, 20 de agosto de 2012

Fotografías de poetas

He encontrado una entrada que quedaba VIVA donde aparecen algunas de las fotos de poetas que hice hace un par de años en Madrid. Tenía que ser en el blog de Eva Márquez, claro, mi querida Eva.

Ver AQUÍ

sábado, 18 de agosto de 2012

Feria del libro 2011

En la feria del libro de Sevilla de 2011, la única que tengo, que "me" la disparó mi hijo, y pongo el "me" entre comillas por motivos obvios. Las dos preciosidades que me acompañan y que tuvieron la amabilidad y simpatía de pasarse por mi chiquitito y solitario puesto de firmas (digo solitario porque ni la editorial hizo acto de presencia... ¡presencia!, para eso se supone que estaba yo, todo acá potencia la medioesquizofrenia) en una tarde de tormenta del copón, son dos de "mis niñas turcas (ver AQUÍ), Shahla —no puedo escribir bien su nombre con este teclado, lo transcribo  fonéticamente pero sin signos apropiados— y Mehtap. El libro no sale, "La presencia por la ausencia", está bajo el cartel de "llévatelo", pero es lo de menos. A los libros hay que leerlos o, en todo caso, han de escribirse, no mostrarlos en montones, pilas o en las páginas web. 


La vitrina

Me parece que ya me queda poco... creo que sólo en esto medio. Quiero decir que me queda poco en este medio, no sé si en "el otro",  eso nunca se sabe. Y que por eso, o mejor, por aquello,  se me ha ocurrido de pronto, ayer súbitamente, hacer esa especie de blog que he llamado  "La vitrina".
Tengo una vitrina preciosa, y  de madera muy mala, herencia de mis abuelos que siglos ha en paz descansan, en el campo, la vitrina en el campo y llena, llena  de copas de cristal en su  mayoría, la mayoría de las copas de mi abuela, de esas que con soplarles se rompen, con estantes también de cristal (más grueso). En ella he ido guardando siempre esos objetos que me gustaba conservar a la vista, valieran un pimiento o no, es decir, desde la pareja de cocodrilos de los huevos kinder, él con el ramo de flores escondido a su espalda presto a ser ofrecido, el ramo de flores,  a la cocodrila, ella creo recordar vestida de rosa y con expresión de hembra embelesada,  de  cuando mi hijo era pequeño, hasta el elefante de jade con la trompa levantada que me trajo mi hermano de no sé donde, las piedras del valle de Zión y hasta una de Manhattan, de la zona cero, los platos de tarta que le regalaron a mi madre de recién casada y las innumerables y sucesivas colecciones de catavinos, vasos extremos de cerveza y hasta la botella de agua de las que ya no se ven salvo en "el zara home" (estas con menos años de solera, es decir, más limpias de residuos),  más, eso sí, una surtida colección de postales de los viajes de mi hermano y alguno de mi hijo cuando vivía en el campo. El caso es que ese puñetero mueble, del que recuerdo su soniquete, como el de un piano con las teclas sueltas, cuando, apostado en la habitación intermedia del piso de mi abuela, alguien pasaba por el lado, es decir, pisaba las losetas contiguas a las mismas sobre las que se asentaban sus casi inexistentes patas, no lo tengo aquí. Y me acuerdo de él, claro que me acuerdo.
Por eso a lo mejor he hecho "la vitrina". De memoria intenta reunir enlaces a  los lugares donde he tenido noticias que han puesto cosas mías, de memoria y con vida. Algunos ya no existen, por lo que no he enlazado, claro está, y otros han optado por eliminar las entradas. Algunos más, claro, se me han vaciado en la memoria.
Si alguien tiene a bien llenarme algún hueco, agradecida. Quedará allá.
Me gustaría también llenarlo de mis joyas en este medio, pero no creo que me dé lugar.
O tiempo.

"Egipcíaca" en "Letras Macondo"

Poema
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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.