miércoles, 26 de marzo de 2014

Canción

(Continúa ofreciéndome "datos" este poemario del que ya casi renegaba.)

CANCIÓN

Alguien me tocó el alma el otro día, alguien,
con la tierna almohada de su voz ensoñadora.
Alguien suscribió mis versos,
reinventó la luz sobre la tierra, que ya caminaba ominosa,
anduvo abriendo puertas mientras, oculta yo,
mis manos temblaban.

Antes, cuando abrías tus párpados a la luz cegadora,
los amaneceres cabalgaban por la orilla de este verbo que no es verbo sino
margen acotado carnalmente.
Se cerró el mar.
No me acompañó entonces el Poeta.
Ni el mirlo sostuvo con su canto mis roncas lágrimas.
Ni siquiera la primavera, que anhelé tiempo después, llegó a bañar los atardeceres
con la niebla empapada en perfume.

Antes, mucho antes, dormía en la tierra recordando
el verde trampantojo de la encina,
y yo, yo, bailaba al son de los tambores de las fiestas humanas.
Cuando me quedé muda,
no me cobijó el Poeta.
Ni la lumbre, ni la hojarasca fértil.
Bajé al infierno de todas las vidas sorteadas.
Hablé para llorar.
Rodé para existir temblando, acunada por mi propio frío en la cruz de
todos los huertos.

Antes, tiempo eterno antes,
saltaba sobre las piedras con mis zapatos de rosas
generando vida, esperanza y muerte...¡feliz!
Una y sola entre las de mi especie
albergaba en mi cóncava realidad todas las esperanzas,
todo el alimento de la tierra.
Ahora, más allá de las sombras,
permanece siempre abierto el horizonte luminoso que nos avanza el sol
en su homenaje tardío
a la belleza de Lo Sin Nombre.

Camina, rueda mía, camina,
llévame por tus senderos de perdón y olvido,
que el polvo que levantes sea mi clámide en la espera.
Muéstrame en tu devenir el movimiento sobre el mar, las almas, la luz.
Adelántate
y obliga a pervertir el siniestro don de la matanza oblicua.
Camina por mí para que, cuando renazca,
las encinas continúen dibujando caracolas en el aire con sus candilejas de Abril.

(La presencia por la ausencia. Bohodón ediciones, 2010. (escritura: 2005)

La vida en nueva

La vida en nueva

algo ha sucedido en el alma
de un hombre moreno
y su sonrisa descabellada
que me mata, algo ama,
algo ríe dentro de su vida
que me alegra vibrar
los párpados de mi risa
aflorando la novedad en el bálsamo
de los labios rosas y tiernos
como gajos de mandarina
que han tomado el sol
en la arena blanca de mi playa.

algo me prende
la vida en nueva.

la niña cuadrada, ya cuadrada
en los brazos de sus olas
de su madre el mar
gobierna sus esquinas
sin embargo y a pesar
del pudor que nace.
Ríe cincuenta años
después temblorosa
ante los amarillos cabezos.
no sabe
si la amparan
o la asustan
aún.
distingue
hoy.
Aquellos cabezudos
y aquellos ojos sendos
sin ojos que la miraban
mientras su madre la bañaba
en el mar de las olas rientes,
porque los cabezudos
sólo aparecieron
en la arena del mar
muerto y roto.
No existen ya.

medio siglo le ha bastado
para descubrir el pozo de estrellas
entre las rocas que escondían
a los cangrejos, a los erizos del revés
y a su hermana haciendo el indio
como hoy ella misma suele hacerlo
siempre, pero valientemente
sumergirme y nacer
a la transparencia de tus manos
acariciándome las ingles:
es el agua del mar que todo lo limpia,
como la Belleza anida en el lunar
de tu piel, púdica piel hoy
mi barrera
y mi sometimiento conforme
a mi amor
a tu libertad.

martes, 25 de marzo de 2014

Entrevista capotiana en el blog de Toni Montesinos

Toni Montesinos tuvo la generosidad de hacérmela hace escasos meses y hoy ha tenido la gentileza de publicarla en su blog "Alma en las palabras".

AQUÍ puede leerse.


Sola

Esta mañana he recordado este antiguo poema escrito un invierno de 2006. Aunque una, la mayor parte de las veces, se sonroje (por vergüenza, imagino que fruto del aprendizaje y la evolución) cuando se relee en antiguas composiciones, de vez en cuando el poema devuelve la mirada, y aunque pudiera corregirlo por aquí o por allá, aprendo a quedarme con su valor "per se", sin valoraciones... Como si no fuera mío también. Nunca me releo una vez publicado el libro. NO "me digo" nada, puesto que ya "lo sé"(lo escribí), amén de ese prurito de vergüenza que me persigue. Por mí, tiraría todos mis libros a la candela... Pero... Pero... el día llega, al parecer.

(Pertenece a "La presencia por la ausencia". El libro está ahora a muy barato, a cinco euros he visto que lo han puesto, así que por si alguien se anima aquí dejo el enlace para compra online:

AQUÍ)



SOLA

Caminar sin suelo es estar sola.
Colmar la paciencia de las luces soñando que permaneces
es estar sola.
Abaratar el sentido de la pléyade de incongruencias que se avienen
es estar sola.
Iluminar cabizbaja sobre tu ausencia es estar sola
cabalgando por los oteros de la desmentida y la suspicacia.
Llorar es estar sola.
Beber de tu oído soñando que duermes es estar sola.
Trabajar sobre ultratumba limando las asperezas del perfil de tu ausencia
significa soledad, quimera, sueño o alma rota y cejijunta.
Así, estoy sola.
Sola entre las yerbas y tu ausencia.
Sola sin más.

(La presencia por la ausencia. Bohodón Ediciones. Octubre, 2010)

viernes, 21 de marzo de 2014

El reencuentro

El reencuentro

Me resuelvo hallándote
en el abrazo de todos
los años y la vergüenza
me abandona habilitando
la estancia clara de la luz
en el agua y el fuego
quemando todos los días
de abandono de mí
desde tu brazo
me acojo palpitante
y viva en la paz, en el amor
y en el reencuentro con el paraíso
imperdible.
 
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El cuarto claro by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.